🐯6🐯
—Consideró que es importante mantener el planeta limpio porque aquí es donde habitamos y gracias a las áreas verdes respiramos, por lo tanto mi conclusión es que con el trabajo de todos podremos restaurar las áreas forestales y mejorar los ecosistemas y buscar soluciones donde evitemos invadir las áreas de los animales.
—Muy buena exposición Taehyung.
—Gracias.—le sonreí cortésmente.
—Cuéntanos ¿Por qué te llamo la atención este tema?
—Porque me gustan los animales, y es triste saber que están en peligro de extinción algunas especies.—un pequeño puchero se formó en mis labios.
—Si es algo triste, y dime ¿Qué carrera te gustaría estudiar?
—Quiero trabajar en un zoológico o ser veterinario, así podré estar en contacto con los animales.
—Porque tú eres uno.
No sabía de quien había venido ese comentario ni había entendido porque lo había dicho pero la maestra regañó generalmente a la clase advirtiéndoles que no volvieran a hacer ese tipo de comentarios. Me dirigí a mi asiento junto a mi gatito quien fulminaba con la mirada a un chico en específico.
Pasaron dos compañeros más exponiendo su tema hasta que el ansiado timbre sonó anunciando que la hora de nuestra libertad había llegado.
—¿Estas bien?.—se colocó su mochila mientras yo terminaba de guardar mis cosas.
—Sipi.—caminamos para salir del aula dirigiéndonos a la salida del instituto.—¿Tú estás bien? Puedo notar que quieres golpear a alguien por la expresión en su rostro.
—Me fastidian las personas que hacen comentarios tan ridículos, tú no le tomes mucha importancia a las cosas negativas que te digan.
—¿Fue para mí?
—Si, ¿No lo notaste?
—Oh, pensé que era para alguien más.—hice un mohín con mis labios.—Que grosero.—fruncí el ceño al recordar lo que había dicho.
—No te preocupes, si lo encuentro me encargare de que no vuelva a insultarte.
—Bien, solo no uses la violencia.
—Tranquilo yo me encargaré de la mejor manera que me parezca.
—Yoonie, la venganza nunca es buena mata el alma y la envenena.
—¿Eso que no es de un programa mexicano?
—Si, pero es verdad. No podemos vivir guardando rencor hacia las demás personas.
—Tú eres una persona especial, ¿Lo sabias?
—Mi mami me lo dice mucho, así que ya estaba informado.—sonreí, fijando mi vista al frente.
Estaba emocionado por mi cita de hoy por lo que no dejaba de sonreír, pero mi alegre sonrisa desapareció en cuanto miré a una pareja algo lejos de nosotros y reconocí al chico que daba pequeños besos a la chica que tenía entre sus brazos.
—¿Ese es Minho?
Yoongi miro a la dirección donde apuntaba luego de regañarme diciendo que es de mala educación señalar a las personas. Pareció algo sorprendido y me miro con cierta preocupación.
—¿Tae?
—Mi mamá me está esperando, nos vemos el lunes Yoongi.—dije desanimado.
--Taehyung, esto lo veíamos venir. No te hace feliz la noticia pero tampoco te enfoques mucho en esto.
—Si, yo... no tenía que ilusionarme.—trate de sonreír pero sabía que no era bueno disimulando, ni mintiendo, ni discreto... bueno en varias cosas no era bueno.—Nos vemos.
💊
—Que gusto verte de nuevo Taehyung.—mire lo concentrado que estaba terminando de anotar algo en su libreta.
—Hola Hoseok.—dije sin muchos ánimos.
Pude ver claramente como alzaba una ceja y centraba su mirada en mí, al parecer se había sorprendido porque lo salude de manera... ¿Cómo dicen esos chicos que debería de hablar? Así, normal. Pero ¿Qué es ser normal? Algo que me es difícil de comprender es: ¿Qué quiere decir la gente con "normal"? ¿Y cómo sé que si soy normal me gustara?, al fin y al cabo todos somos diferentes pero hablamos de normalidad como si la conociéramos cuando considero que no es así. Eso sonó muy filosófico, rayos ya alucino hasta con la clase de filosofía.
—¿Cómo te fue en la semana?
—Bien.—me quede parado junto a la puerta que anteriormente ya había cerrado.
—¿Quieres sentarte?.—negué ligeramente con la cabeza.—¿Te sientes bien?
—Yo... espero que no te moleste pero quiero irme a casa—sentí mis ojos humedecerse causando que me molestara conmigo mismo por no poder contenerme, me daba pena llorar frente a Hoseokie, no quería que pensara que soy débil.
—¿Quieres contarme que paso?
—¿Debería?
—Estoy aquí para escucharte.
—¿De verdad?-hice contacto visual con él y hoy más que en otros días pude apreciar los bonitos ojos que tenía.
—Si, escuchare acerca de tus problemas y tratare de ayudarte lo mejor que pueda.
Trague el nudo que sentía en mi garganta.—¿Puedo acercarme?
—Claro, si quieres y si te hace sentir más cómodo por esta ocasión puedes sentarte junto a mí.
Me acerque lentamente a donde él se encontraba un poco nervioso porque era la primera vez que me invitaba a estar cerca de él, una vez que estuve sentado a su lado y antes de que él pudiera decir algo más tuve el impulso de abrazarlo sin importarme nada, solo deseaba abrazarlo.
Hobi se sentía tan cálido y aunque una parte de mi esperaba que me apartara como Yoonie solía hacerlo, no lo hizo. Sin ejercer mucha presión me rodeo con sus brazos causando que comenzara a llorar, me sentía indefenso porque me viera tan vulnerable y a la misma vez me sentía tan protegido con él, era un sentimiento extraño pero cálido que no me molestaría si se repitiera.
Sentí como Hoseokie acariciaba mi espalda tratando de reconfortarme, cerré mis ojos disfrutando del toque de su mano y me di cuenta de que mi nariz se encontraba justo en la curvatura de su cuello, disimuladamente aspiré su aroma deleitándome con su colonia. De alguna u otra manera me hizo sentir más tranquilo que incluso podría hasta quedarme dormido entre sus brazos, sonreí inconscientemente al imaginar pasar todos los días de esta manera con Hobi.
—¿Te sientes mejor?
—Mmm si.—estaba más concentrado en su aroma que no me daba cuenta de que manera le estaba respondiendo, inhale más profundo hundiendo mi nariz en su cuello sintiendo como se tensaba ante mi acción, y eso fue suficiente para traerme de nuevo a la realidad haciendo que me apartara de él.—Lo siento.—sujete sus hombros con mis manos poniendo algo de distancia entre nosotros.—Yo sólo quería un abrazo.
Apretó sus labios volviéndolos una delgada línea, enfoco su mirada en cualquier otro sitio demostrándose bastante incomodo con la situación. Me sentía demasiado apenado por haber invadido su espacio personal, con la manga del suéter que tenía puesto por el frío que podía sentirse a esta hora limpie cualquier rastro de lágrimas de mi rostro.
—Creo... deberías.—carraspeó su garganta.—¿Podrías sentarte en el sofá?
Ni siquiera me había dado cuenta de que literalmente había saltado a sus brazos y terminé sentado sobre su regazo, con las mejillas demasiado sonrojadas me coloqué a su lado sin atreverme a mirarlo.
—¿Qué te sucedió?
—Yo... es...—aun no sabía si podía confiar en él por lo que preferí decirle cualquier excusa que se me viniera a la mente.—Hoy vi al chico que me gusta con su novia y me dolió aquí.—coloqué mi mano en mi pecho en el lugar donde según yo estaba mi corazón.
—¿Llorabas de esa manera por un chico?.—me miro algo escéptico.
—¿Sí?
—¿Es tu respuesta o me estás preguntando?.—rayos, tenía que mejorar mi forma de mentir.
—Es que él me gusta, y una pequeña parte de mi quería creer que podría gustarle yo... pero él prefiere a las chicas.
Me miro un momento para luego levantar su libreta del suelo buscando una hoja en específico y anotar algo rápidamente que no alcance a ver, luego acomodo el aparato rectangular de pequeño tamaño en la mesa presionando uno de sus botones.
—Me cuesta creer que eso sea la causa de tu llanto, pero conociéndote; a veces puedes ser muy sentimental así tal vez me estés diciendo la verdad. Aunque me gustaría que lo rectificaras tú mismo, ¿Llorabas así por ese chico?
—¿Sí? digo, si creo que si.—quise sonar totalmente convencido pero ni siquiera podía engañarme a mí mismo.
—¿Sabes que por medio de los gestos se si me estas mintiendo?
—¿Es cómo tu super poder?
—No, analizo tus gestos y movimientos.
—¿Cómo lo haces?
Razono un momento buscando la manera de explicármelo.—Podría decirse que es como leer, por ejemplo cuando lees algún texto de uno de tus libros de la escuela y comprendes de lo que se trata la lectura. Yo hago lo mismo pero lo que leo son tus expresiones.
—¿Puedes enseñarme cómo?
—Tal vez te enseñe, si me dices la verdadera razón por la que llorabas.
Lo pensé por un momento, no quería que creyera que era un tonto que lloraba por cosas insignificantes, aunque yo le doy mucha importancia a algunas cosas que para la mayoría de las personas son tonterías sin sentido.
—¿No me insultaras por decirte el verdadero motivo?
—No me gusta ofender a las personas, así que no tengas miedo de que alguna vez vaya a decir algo que te lastime. Se lo poderosas que pueden llegar a ser las palabras y como pueden lastimar a los demás si no se tiene cuidado con lo que decimos.
—Bien.—suspire tomando valor para contarle lo que había sucedido.—Cuando venía a verte, mire un perrito callejero.
—Trataste de acariciarlo y te mordió.—afirmo interrumpiéndome.
—No, bueno posiblemente hubiera hecho eso si el pequeño hubiera estado a mi lado.
—¿Entonces que tiene que ver el perro con que lloraras de esa forma?
—Es que el cruzo la calle, y una persona sin remordimiento alguno lo atropello ¡Y él lo miro pero no le importo en lo más mínimo! ¡Paso sobre el pobre perrito como si no fuera nada!
—Eso tiene más sentido que llorar por un chico.
—¿En serio?
—Si, hay muchas personas que también se interesan tanto por los animales y lloran por ver que alguien los maltrate.
—¡A mí me encantan! Algunos son como humanos pero en 4 patas, yo quisiera cuidar a todos los animales del mundo. Y me sentí tan mal de no haber podido ayudar a ese perrito indefenso, presenciar eso ha sido otra de las malas situaciones que me ha pasado en mi vida.
—¿Te han sucedido muchas cosas malas?
—No tantas, pero si algunas que no me gustaría volver a revivir.—suspire.—¿Crees que es una tontería?
—Que respetes y ames a los animales no es una tontería, a las personas les afecta de diferente manera las cosas o situaciones en su vida y ninguna es una tontería.—sonreí.
—Tu si me entiendes.
—Me alegra ver que sonrías de nuevo.
—A mí me encanta sonreír, y estar feliz.
—¿Que te hace feliz?
—Mmm, son tantas cosas que me resulta difícil enumerar.
—Entonces mejor dime que cosas te ponen triste.
—Creo que... Oh que maltraten a los animales, y que ya no queden de mis galletas favoritas en la casa, también cuando me castigan aunque sé que es porque me porto mal, cuando recuerdo a mi papá al hacer algo. ¿A ti qué te pone triste?
—Hmm, no lo he pensado pero creo que la injusticia.
—¿Por qué?
—Mas bien, me disgusta que personas buenas paguen por el delito de otras, o que traten a alguien diferente por su forma de ser, o color de piel, entre otras cosas.
—A Yoonie no le gusta cuando alguien me insulta.
—¿Es tu amigo?
—Sip, es el mejor de todos y me quiere mucho aunque no es muy afectivo.
—Interesante.—anotó algunas cosas más para después volver a mirarme—¿Lo conoces desde hace tiempo?
—Si, desde la secundaria somos mejores amigos, él es muy agradable conmigo.
—¿Le tienes algún cariño especial que sólo de amigos?
—¿Te refieres a si lo amo?
—Exacto.
—Pues lo amo como un hermano mayor.
—¿Nunca tuvieron un contacto más allá que el de hermanos?
—Creo... ¡Si! Ahora que recuerdo pasó algo.
—¿Podrías contarme?
—No.—forme un pequeño puchero con mis labios.
—¿Por qué?
—Es mi secreto.
—Necesito toda la información acerca de ti Taehyung.
—Yo también quiero lo mismo de ti, además Yoonie me hizo prometer que jamás revelaría este secreto. Bueno se lo conté a mi peluche porque no podía resistirlo mucho pero ya nadie más puede saber.
—Se guardar secretos, a eso me dedico. Nada de lo que me digas será revelado.
—¿Eres cómo un agente secreto?
—No, pero estoy aquí para escucharte y ayudarte.
—¿En qué podrías ayudarme?
—Con los problemas que se te presenten.
—¿Guardar secretos es un problema?
—Si afecta a alguna persona sí.
Mordí mi labio inferior pensando si sería buena opción contarle, tal vez lo haría pero Yoonie tenía razón en algo, yo necesitaba conocer más a Hoseokie.
Me concentré tanto en mis pensamientos que no pude escuché lo que había susurrado.
—¿Qué dijiste?
—Cuando tenía 15 años mi primer beso fue con un chico.—abrí mis ojos mirándolo completamente sorprendido.
—Dijiste que no te gustaban los chicos.
—No me gustan, pero éramos amigos y queríamos practicar para cuando nos tocara besar a una chica.
—¿Y funcionó?
—Creo que sí, pero hace mucho que perdí contacto con él.
—Ohh.
—Eso era un secreto.
—¿No se lo habías dicho a nadie?
—No, eres al primero que se lo digo.—sentí un cosquilleo en mi estómago al oírlo decir eso.
—Me siento importante.
—Y ¿Quieres contarme tú secreto ahora?
Jugueteé con mis dedos nervioso, bien creo que sería injusto si yo no le cuento mi secreto y si me está confiando algo tan privado yo debo de confiar en él también ¿no?
—En estas circunstancias creo que puedo decirte.
🌼🌸🌻🌸🌼
Aquí casual creyendo que podré actualizar más seguido, que ilusa ni yo me la creo)8
💜Gracias por leer💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro