El primer paso era huir de su familia,no debían saber sobre lo que sucedía y menos verla como hombre pero al final era tan complicado que no sabía exactamente que hacer.

Así que como un último plan o al menos el único que se le ocurrió, todas las mañanas salía por la ventana de su cuarto con mucho cuidado pues este quedaba en el segundo piso.

Ese día era uno nuevo,esa mañana amaneció siendo ella misma pero aún su cuerpo portaba ropa enorme que la cubría por completo ocultando su figura entre tanta tela.

Caminaba con su mochila colgada en uno de sus hombros, ese día pasaría a su escuela, dejaría sus trabajos y pediría un poco más de tiempo para volver, lo cual le preocupaba pues corría el riesgo de que le llamarán a alguno de sus padres.

MinJi camino por los pasillos hasta llegar al salón donde todos los profesores estaban justo antes de iniciar las clases. Tocó la puerta y espero a que le dieran el permiso para entrar, al escuchar la afirmativa se paralizó.

Min YoonGi estaba ahí, este hablaba con su profesor pero alzo su rostro para ver quién había entrado, ella bajo la mirada y caminó hasta el otro extremo solo para acercarse a su profesor.

—Es bueno verte MinJi ¿Estás mejor?

—Si... profesor.... quisiera saber si hay una posibilidad de seguir faltando...seguiré entregando mis trabajos y tareas y me haré responsable cuando la hora de presentar los exámenes solo... necesito más tiempo.

—¿Todo está bien MinJi? No es normal verte faltar tanto.

—Si...solo que surgieron unos problemas que debo resolver.

—De ser así necesitaré que alguno de tus padres venga a hablar de esta situación, debo saber que estan enterados de esto.

—Mis padres no pueden venir...pero uno de mis hermanos si, todos son mayores que yo así que si no hay problema...¿pueden venir?

—Bien, debes pedirle a alguno que venga antes de que terminen las clases del día de hoy.

—Si, claro, gracias.

Fue así que después de entregar sus libretas que ella salió, siguió con la mirada baja hasta ser detenida por alguien que se puso frente a ella.

—Hola MinJi...¿Cómo estás?

Jimin estaba ahí, la miraba preocupado como si temiera de su respuesta.

—Hola Jimin...estoy bien...debo irme lo siento.

Trato de huir pero él la detuvo cada que daba un paso.

—¿Que pasa MinJi?¿No volverás aún?

—No...hay algo que debo resolver, no debes preocuparte.

—Me preocupa por qué no te he visto en días y cuando lo logro debes irte rápido... MinJi... debo confesarte algo.

Nuevamente su ataque nervioso empezaba a surgir.

—Hoy no Jimin por favor...

—Solo dame un minuto de tu tiempo.

—Hoy no.