Esa noche había de pronostico una lluvia de estrellas. MinJi se había escondido después de desaparecer del restaurante, Jimin llamaba a su teléfono pero ella no contestaba, se encontraba en un parque cerca de su hogar, ese que siempre estaba abierto sin importar el día o la hora, era perfecto para escapar.

Espero pacientemente a qué aquella lluvia se mostrará aún que no tenía esperanzas de verla bien por las luces de la cuidad.

Solo que esa noche su suerte jugó en su favor, el cielo se iluminó con todas las estrellas fugases que aparecían, ella desde pequeña pedía deseos a ellas aún que nunca se le cumplían.

Esa noche no era la excepción, cerró sus ojos ,unió sus manos e internamente pidió.

"Deseo .... necesito cambiar...ser más atractiva, sentir mas seguridad en mi pero sobre todo...gustarle a Min YoonGi."

Abrió sus ojos sonriendo ante lo que pidió, permaneció un tiempo más ahí para después ir a su hogar , la madrugada pronto acabaría.

Al llegar, sintió su cuerpo cansado y un sueño intenso. Así que solo subió a su habitación, se recostó y dejo que sus sueños la llevarán a su profundo descanso.

El sonido de su teléfono la despertó, lo busco entre su sábanas y cuando lo encontró contesto la llamada.

—¿Te quedaste dormida?

Respondió con un sonido grutal.

—Dios...no me digas que te enfermaste. Levántate ahora mismo y ven a la escuela, tu amor parece encantado con uno de nuevo ingreso.

Eso fue suficiente para que ella se levantará, colgará el teléfono y se dirigiera al baño, se desvistió metiendo se a bañar pero justo cuando se empezó a quitar los pantalones su adormilado cerebro despertó.

Ella miro hacia abajo encontrando se con una parte diferente en su cuerpo.

Su parte íntima ya no era una vagina—¿Sigo dormida?

Escucho su voz siendo esta más gruesa y profunda, alzo su rostro y busco el espejo, su cara era diferente, sus fracciones marcadas ,su mandíbula filosa.

Se rió ante la situación, creía que su mente le jugaba en contra imaginando que ella era hombre. Alzo su gran mano y relajada sin saber que todo era real,tomo entre sus manos esa largura.

—Que tan cochina tengo mi mente como para soñar esto.

Dió un ligero apretón al falo soltando al instante un suspiro —Se siente...tan bien.

Subió y bajo su mano sintiendo la dureza de este pero de un momento a otro se detuvo de golpe.

—Se siente....esto se siente.

Rápidamente subió su mano hacia su otro brazo y pellizco este generando le dolor.

Un grito fuerte se escuchó y un golpe por su caída, salió del baño solo para ir hacia el espejo de cuerpo completo, miro su cuerpo, todo era diferente, su corazón latía con fuerza y veía como su pecho se movía al compás de su errático respiración.

MinJi no podía creer lo que veía, ya no era una mujer, su cuerpo, su rostro eran de un hombre muy similar al suyo pero las fracciones era más fuertes.

—¡QUE DEMONIOS ESTA PASANDO!

Se dejó caer al suelo temblando al entender lo que pasaba.

—Solo...solo fue un estúpido deseó...no es posible...no puede ser posible.

Quería que todo fuera una broma, que no fuera real.