Era simplemente sorprendente la forma tan sencilla de mejorar mi día, verte sonreír, verte ser tu.

Kim MinJi era la típica estudiante enamorada que en sus ojos siempre veías corazones latentes.

Ella estaba en las gradas observando a su amor platónico jugar baloncesto, YoonGi reía mientras veía las torpezas de sus amigos, solo quería ser ellos, ser parte de su grupo solo para acercarse al guapo hombre que la tenía loca desde hace dos años.

—Tu debes de servir en la iglesia amiga, nadie es tan devoto por alguien tan alejado que los que están ahí.

—Gracias, mi trabajo es el más complicado.

—Sabes, haz tenido tantas oportunidades de hablar con Jimin que no entiendo por qué no te acercas como una amiga que quiere pasar tiempo con su amigo.

—No somos tan cercanos para eso Kim.

—Son vecinos, se han pasado las tareas de algunas materias, te ha presentado su uniforme de gimnasia un par de veces, creo que ya son bastante cercanos. A parte te serviría para preguntar de una vez por todas si YoonGi es gay o bisexual.

—Eso sería de muy mala educación, no quiero utilizar a Jimin para acercarme a YoonGi y más para preguntarle sobre su sexualidad.

—Entonces sigue emocionando te por un hombre que ni siquiera sabe de tu existencia y que se rumorea que es 100% homosexual.

MinJi suspiro sabiendo que ella tenía razón. Apoyo sus codos en sus rodillas y en sus palmas dejo su mejillas mientras fruncía sus labios viendo como los amigos se abrazaban después de anotar un punto más para su equipo, aún que en realidad nadie los estaba contando.

Se levantó tratando de irse pero su nombre siendo gritado se escuchó, era Jimin, se acercó a ella sonriendo le mientras el sudor recorría su piel hasta tocar su camisa y desaparecer entre los colores de esta.

—Hola Jimin.

—¿Estabas aquí?

—Si, bueno...si.

—Debiste acércate.

—...ah...no estaba hablando con una amiga.

Ella volteó viendo a Kim quien sonreía grandemente mientras los veía.

—Oh entiendo...ven conmigo,te voy a presentar a mis amigos.

—¡No! Es que tengo que irme, no recordé que aún no entrego mi libreta a la profesora Shin y necesito los puntos extra.

—Esta bien,será en otra ocasión, ve rápido por qué ya va a terminar su jornada.

Ella asintió corriendo sin mirar atrás y al salir de gimnasio paro de golpe sintiendo sus latidos irregulares y su respiración entrecortada. Era mentira aquello de no querer utilizar a Jimin, mil veces él quiso presentarla a sus amigos pero esas mil veces ella lo rechazó, se sentía tan nerviosa que simplemente huía de la situación, era así lo mucho que le gustaba YoonGi.