CAPÍTULO 8

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🏈El EVENTO DE FÚTBOL🏈

Caminaba junto a Kiley por el evento del juego, estábamos yendo hacia donde estaba Alex después de dar un breve recorrido y haber ganado un oso de peluche, el cual se lo quedó ella.

Cuando llegamos al carrito pude notar el estado de ánimo de Alex, parecía muy molesto y pude entender que Cole tenía algo que ver en eso.

—¿Cómo estás? —cuestiono la chica, ella también había notado el comportamiento contrario.

—Alguien necesita saber que estados participaron en la guerra civil.

Solté una risa, pero aun así no dije nada.

—Caray, ¿así de bien?

—Muy bien—afirmó con sarcasmo y una sonrisa forzada.

Apoyé mi mano en su hombro y le di una breve sonrisa—tranquilo, no le des tanta importancia.

El me miró como si estuviera diciéndome “como si eso fuera fácil”, por lo que solo suspire, Alex fingía superar lo que Cole le hizo pero no era cierto, a él ya no le importaba esa chica, solo odiaba el hecho de que Cole parecía obtenerlo todo, lo que lo hacía sentir inferior. Por un lado lo entendía, pero aun así odiaba el hecho de que no supiera lo maravilloso que es.

Capaz no sea el príncipe perfecto de un cuento de hadas, rubio y ojos celeste, pero era el chico castaño y ojos verdes, que siempre te hacía sentir único. Era el sueño de cualquier persona que leyera, él era la expectativa de cualquier lector.

—Queremos dos sidras por favor—comentó Kiley golpeando el hombro del joven pelirrojo en un intento de que reaccionara.

Solo ella sabía de mi enamoramiento con Alex Walter.

—Gracias a ambos por la compra de lastima.

Ambos jóvenes sonrieron y respondieron al mismo tiempo—cuando quieras.

Vi como Alex se acercaba al carrito y le susurré algo a Kiley—gracias.

—No hay de que, deberías aprender a disimular.

Solté un bufido y me acerqué a Alex dándole el dinero por ambos vasos de sidra.

Hablamos un rato después de que Kiley tuvo que irse a hacer algo y después de unos minutos yo también me despedí, quería ir a ver algo, o así era hasta que desvié mi mirada rápidamente al escenario al ver Cole, por lo que me dirigí rápidamente al carrito de subastas, no estaba encargado de administrarlo pero podría ayudar.

Cuando estaba por acercarme al puesto pude escuchar las palabras de Skylar, no solía ser alguien chismoso, pero si lo dicen en frente de tanta gente era imposible no escuchar.

—Al parecer, estamos presenciando un gesto romántico.

Fruncí el ceño ante aquellas palabras y más cuando vi la sonrisa que se plasmó en la cara de Jackie.

Soy celoso, sí, pero esto estaba  mal, ¿ella coqueteaba con Alex y con Cole?

Eso me enojaba, ¿por qué siempre tenía que acabar de esta manera?

¿Por qué siempre Alex tenía que salir herido?

Había estado entendiendo por mucho tiempo a Cole, ¿pero por qué hacía eso sabiendo que pecas gustaba de ella?, era obvio, no podían decirme que no lo notaba.

Me di la vuelta, para volver rápidamente al lado de Alex.

Esta vez no permitiría que el salga lastimado.

Yo solo quería su felicidad, incluso si yo no formo parte de esta.

—¿Estás bien? —pregunte cuando llegue a su lado, pero no necesitaba una respuesta, su rostro me lo decía por sí mismo, él no lo estaba.

—Hola.

Ambos giramos cuando escuchamos el saludo de Will, que tomó rápidamente lugar entre los dos.

—¿En dónde te metiste? —preguntó con un tono tosco.

—¿Quién orinó en tu cereal hoy? —exclamó y cuando desvió su mirada hacia el escenario pudo entender la razón—ah. Entiendo.

No dije nada, esta charla parecía muy íntima como para entrometerme por lo que solo me limité a escuchar.

—¿Cómo esperan que compita con “el efecto cole”?

Fruncí el ceño ante el estúpido apodo.

—Perdón, ¿el qué? —desvió su mirada al joven.

—El irresistible atractivo de Cole Walter.

Odiaba escuchar a Alex decir eso, él no debía competir con nadie, él ya era perfecto así.

—¿En serio crees que la vida es más sencilla solo por ser él? Tú debes ser Alex.

—Como digas, Will—el sarcasmo estaba impreso en esas palabras—voy a ser Alex en otro lugar hasta que esto termine.

Suspire y cuando lo vi alejarse lo seguí, avance más rápido para quedar enfrente de él y tomar su mano.

—¿Qué haces?—exclamó confundido.

Le di una breve sonrisa y cuando ya estábamos lejos me detuve tomando asiento en un tronco e invitándolo.

—Sabes, cuando llegue al colegio pensé que estaría solo—tomé aire y procedí—hasta que choque con un tonto chico de pecas, que como el buen caballero que es me guío a mi aula—comenté con sarcasmo.

Alex había sonreído.

—Supongo que fue así—susurró—¿Crees qué hubiésemos sido amigos si eso no pasaba?

—Yo creo que sí, es imposible no caer en el “efecto Alex”.

Alex soltó un bufido y miró al joven—como si eso existiera, no tengo nada especial.

Fruncí el ceño—que dices tonto, eres perfecto, atento, caballeroso, lector y lindo.

—Solo lo dices porque quieres que me sienta mejor.

No, lo digo por qué estoy enamorado de tí, tonto.

Suspiré—Alex, eres único, no hay otro chico igual a ti.

—Entonces, ¿por qué no soy suficiente?—preguntó torpemente, se podía notar su mirada cristalina.

—No es que no lo seas, es que ellas no son capaces de ver lo genial que eres—sonreí y agarré su mano, dándole un apretón en forma de apoyo—deja de pensar que no eres suficiente, ellas no lo son, ellas son las que te perdieron.

Alex pareció reflexionar y me dedicó una sonrisa.

—Gracias Eli—miró al joven y secó las lágrimas que habían amenazado con salir—eres un gran amigo.

Y ahí estaba aquella palabra que cada vez dolía más.

—Ya lo sé tonto, soy único.

¿Algún día seré capaz de decirte lo que siento?

Nuevo capítulo, este quedó más largo que los demás, me sentí inspirada, bueno espero que les guste y un saludo 🫡