CAPÍTULO 2

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🍄 NO ESTOY LISTO 🍄

Caminé por los pasillos y luego de recibir saludos de varios chicos y chicas, dejé mis cosas en el casillero y me dirigí al comedor, al llegar visualice la mesa en donde se encontraban Nathan y Alex, tomando asiento junto a ellos.

—Hola chicos—saludé sentandome al lado de Alex.

—Hola Eli—comentó Nathan con una sonrisa.

Después de Alex, él era mi walter favorito, capaz por qué él era gay y no me sentía juzgado a su lado o capaz simplemente es que Nathan es tan lindo y buena persona que es imposible que no me cayera bien, de cualquier manera él era mi segundo mejor amigo.

—Hola pelirrojo—saludó Alex, mientras se llevaba un pedazo de mandarina a la boca.

Sonreí ante el apodo y empecé a comer las frutas que había traído desde mi casa—¿Cómo les fue hoy en clases?

—Bien—respondió Nathan.

—Historia me tiene estresado—suspiró Alex—cómo esperan que me acuerde todo, de suerte me sé la fecha de todos los cumpleaños Walter.

—eso te pasa por distraerte en clase.

—oh, si, por un segundo me olvidé que hablaba con el cerebrito de la clase—exclamó ofendido.

—¡Hey!, no es mi culpa—exclamé también ofendido—si tan solo me escucharás cuando te explico los ejercicios.

—Es que hablas en chino y yo no entiendo chino—comentó con una metáfora queriendo representar que no podía comprender aquella información.

—Pues me pides que te lo vuelva a explicar, hasta que lo entiendas.

—Parecen una pareja de recién casados—comentó nathan para tranquilizarlos, pero solo recibió una mirada fija de ambos jóvenes.

—Yo con este cerebrito, nunca-exclamó Alex mientras fruncía el ceño.

—¿Ah?, ¿y piensas que yo si?, nunca estaría con este adicto a los videojuegos—fruncí el ceño, mientras ignoraba la mirada de Alex.

Si, Alex Walter era un tonto, pero uno con buen corazón.

—¿Van a discutir por algo así?—inquirió nathan mientras suspiraba acostumbrado a las constantes peleas de esos dos, que demostraban de esa forma cuánto se amaban.

—Ya nos conoces peleamos por todo—comenté y empujé levemente el hombro de alex—¿o no?

—Aja—afirmó dando una sonrisa—es parte de nuestra rutina fingir que nos odiamos.

—¿No lo hacemos?—pregunté en broma y él solo se rió.

—a veces.

Sonreí también y desvíe la mirada a Nathan, quien me miraba con aquel rostro interrogante y podía entenderlo, Alex y yo parecíamos una pareja, pero el único que no lo notaba era Alex.

—¿La invitamos a sentarse?—preguntó Nathan mientras señalaba a Jackie que se encontraba en la fila.

—Oh, si voy a ir por ella—un poco inseguro Alex intentó pararse pero antes de poder hacer algo, Cole se acercó a la chica para "ayudarla".

Los tres miramos, junto con toda la cafetería, aquella rara muestra de ayuda de Cole Walter, osea es Cole, él nunca hacía algo así por qué sí.

—¡Oye!, ¿a dónde vas?—exclamó Nathan, cuando Alex frunció el ceño y se paró rápidamente.

—Nos vemos luego—comentó Alex, mientras agarraba su mochila y no se detuvo a ver a ninguno de los dos.

—¿Vas a ir tras él?—preguntó Nathan, cuando se dió cuenta de cómo miraba a Alex alejarse.

—¿Debería?, no se si estoy listo para escucharlo decir que está enamorado de ella—comenté sabía que estaba actuando como un cobarde, pero por un segundo quería serlo.

¿Por qué debía ser yo, el que siempre salvará a Alex Walter?

Si, era mi mejor amigo, pero por una extraña razón siempre terminaba en los peores momentos, cuando el joven desquitaba su ira y sus sentimientos sobre mí, claramente de buena manera, pero escucharlo hablar de chicas no ayudaba.

No solo era cobarde, si no que también era un estúpido que no podía ponerse de buen humor cuando su amigo se había enamorado.

—no debes presionarte Eli—expresó sinceramente—no puedo imaginar lo feo que es, escuchar a Alex hablar de sentimientos, cuando tú no puedes expresar los tuyos-

Lo interrumpí dejando salir mis propios pensamientos—¡Pero debo hacerlo!, es lo que hace un mejor amigo, debería ser capaz de dejar de lado todo y ser feliz con que él esté feliz.

—Pero no puedes—concluyó Nathan.

—no—susurré y apoyé mi cabeza en la mesa.

—Podrías intentar decirlo, si sigues así solo lastimaras a tu corazón, incluso si te rechaza eso es mejor a un "tal vez".

Asentí y me levanté rápidamente para evitar seguir esa conversación.

Ya averiguaré que hacer más adelante.

—Voy al salón a leer algo antes de que empiece la clase.

El asintió y yo tomó camino hacia el aula, por hoy evitaría a Alex, hasta que tuviéramos que salir del colegio, allí vería que hacer, por qué hoy era el día de libros y no importa lo confundido que estuviera, nunca faltaría a mi palabra.

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—Elias.

Giré a verlo e intenté sonreír-Alex.

—Hoy actúas muy raro, ¿me estuviste ignorando en la clase de lengua?—preguntó con una ceja alzada tomando lugar al lado del chico.

—No, solo estoy un poco perdido en mis pensamientos—respondí, no estaba mintiendo al 100%.

—¿Sucedió algo?

—Nada importante, solo que hable con Nathan y me hizo pensar unas cosas.

—¿Unas cosas?—inquirió con una mueca de molestia—¿y esas cosas no me las puedes decir a mí?

—¿Estás celoso?

—Claro que no—negó rápidamente—pero eres mi mejor amigo y me gustaría que me digas las cosas.

Suspiré—te lo prometo, si tengo que decirte algo, serás el primero en saberlo—aclaré y avance el paso hacia el estacionamiento—¿vamos?

Él suspiró y asintió—vamos, tengo que llegar a comer, por lo que tenemos entre una hora, para pasar en la librería.

—okey, eso es más que suficiente para querer comprarte toda la librería.

—y eso debemos evitarlo—agregó recordando la charla que habían tenido en la mañana—¿Quieres venir a casa a comer?

—Si me invitas no me niego.

—Entonces, ¿No te parece mejor ir a casa a jugar vídeo juegos un rato, comer y luego ir a la librería?—preguntó mientras se ponía el casco de su amigo.

—Si prefieres hacer eso, me parece bien.

—Me parece mejor, así podemos pasar más tiempo en la librería e incluso podemos pasear un rato—miró al contrario que ya había arrancado la moto y se subió atrás de él.

—¿Con mi moto?—inquiri soltando una risa—se nota que eres fan de las motos.

—y tú de los caballos—contrarresto.

—Son mejores que las personas—aceleré mientras sentía el viento chocar con mi cara—hablando de eso, quiero ver a Murphy.

—Estaría encantado de acompañarte, Murphy es nuestro favorito.

—Lo es—afirmé concentrándome en el camino.