―No has cambiado mucho― observo a Mikael mientras el híbrido obligado agarra mis brazos para restringir mis movimientos.

―No finjas que me conoces en absoluto― espeto.

Un híbrido femenino le susurra al oído a Mikael algo que no puedo oír. Él asiente y ella regresa a la casa sin decir una palabra más.

―Esto no podría ir mejor". exclama, moviéndose para pararse frente a mí.

Mikael pone un dedo debajo de mi barbilla para obligarme a mirarlo. Entrecierro los ojos y trato de empujarlo lejos, pero el agarre del híbrido sobre mí solo se aprieta.

No recuerdo haber tenido una conversación con este monstruo antes. Escuché historias nulas de Klaus y sus hermanos, pero hablar con él en persona es mucho más horrible de lo que jamás pudieron describir.

―Puedo ver por qué le gustas a Niklaus― murmura, ―Eres extraordinaria. Espero con tantas ansias nuestro tiempo juntos.

Me estremezco, ―¿Q-qué quieres decir?

Mikael sonríe y pone un mechón de cabello detrás de mi oreja, ―No puedes morir, Claramay. Entonces, mientras que mi hijastro caminará solo por el otro lado, y verá como te mato una y otra vez. La tortura perfecta.

Le escupo en la cara, ―¡Eres un monstruo! ¡Él no se merece nada de esto!

Limpia mi saliva con disgusto, ―Sabes que eso no es cierto.

La chica regresa de nuevo, pero esta vez está arrastrando a Katherine detrás de ella. Mikael se vuelve hacia ellos y agarra el brazo de Katherine tan pronto como están lo suficientemente cerca de nosotros. Lucha, como haría Elena, y finge verse completamente aterrorizada.

―Clara― respira, ―lo siento mucho, no tenía ni idea.

―Guárdalo, Elena― Le grito, de acuerdo con sus comentarios.

Las posibilidades de Klaus de salir vivo de esto son cada vez más escasas. Con sus híbridos obligados y mi magia fuera de uso, él es el único que queda para luchar para salvar su propia vida. Incluso con Katherine intentado actuar como Elena, Damon no tiene nada de qué preocuparse respecto a lo que puede salir mal con su plan.

Mi lado molesto se pregunta si Damon sabe que Mikael quiere tomarme como rehén. Si no lo hace, ¿correrá a rescatarme como yo he hecho tantas veces antes con él? O tal vez me dio la espalda por despecho.

―Es la hora― La híbrida declara.

Mikael asiente y ella vuelve a entrar. La seguimos; Mikael arrastra a Katherine y el hombre que me sostiene me empuja hacia adelante con brusquedad para que yo también camine. Mi magia sisea de ira, pero todavía soy incapaz de alcanzar mi poder para luchar contra él.

Noto que muchos más híbridos se alinean detrás de nosotros mientras Mikael se dirige a la puerta. Empuja a Katherine hacia uno de ellos y ordena que la vigilen hasta que sea el momento adecuado. La mujer asiente con la cabeza y se para en el lado más alejado del porche para que la gente que está adentro no la vea.

Mikael señala detrás de él y mi minion híbrido me obliga a quedarme allí con él. El cazador original sonríe y pasa una mano por mi mejilla.

―Klaus es un tonto por haberte creído muerta. La bruja inmortal ... mírate ahora.

―Al menos no he pasado los últimos mil años persiguiendo a alguien y fallando una y otra vez― Exagero cada palabra y su rostro se enoja.

―Perra― exclama antes de abofetearme con la fuerza de un vampiro original.

Katherine jadea, pero no estoy segura de si es solo para seguir con el show. Aspiro mi propia respiración aguda e inconscientemente trato de alejarme de él, pero el híbrido no me deja moverme ni una pulgada. Mi mejilla se pone roja, pero trato de no dejar que el dolor se refleje en mi rostro mientras Mikael se ríe para sí mismo.

Oímos movimiento en el interior y Mikael adopta una postura bastante teatral frente a la puerta abierta. Mi respiración continúa irregular con la anticipación y siento mi corazón saltar ante la vista igualmente asustada de Klaus mientras se para al otro lado.

―Hola, Niklaus― Mikael saluda, casualmente.

Los ojos de Klaus encuentran con los míos al instante, pero niego con la cabeza. Estaré bien si él sale vivo de esto. Quiero decir, eso creo. No estoy segura de que mi magia reprimida me traerá de regreso si muero esta noche o no, considerando que mi mejilla todavía está en llamas y no estoy en el proceso de curación de corto plazo que tengo por ella.

―Hola, Mikael― él responde con frialdad, ―¿Por qué no entras? Oh, es cierto, olvidé que no puedes.

Mikael me hace un gesto detrás de él, ―O puedes salir si quieres. Salva a tu chica.

Pongo los ojos en blanco. Incluso con mi magia silenciada, preferiría no ser referida como la damisela en apuros. No soy Elena.

Klaus parece notar mi reacción. Tiene una sonrisa de suficiencia y su voz huele a persistencia arrogante, ―O podría ver mis híbridos desgarrarte miembro por miembro.

Sí, no va a pasar. Me siento mal por él en este momento sabiendo que su demostración de fuerza pronto será desperdiciada por el útil descubrimiento de Mikael. Tiré de mi magia un poco más fuerte para intentar volver a controlarla, pero un dolor agudo me atraviesa en represalia.

―El lobo feroz, no has cambiado― Mikael se ríe, ―Aún escondiéndote detrás de tus juguetes como un cobarde. Solo olvidaste algo. Pueden ser engendrados por ti, pero siguen siendo en parte vampiros y puedo obligarlos a hacer lo que quiera.

Él mira hacia Katherine y el híbrido que la sostiene toma su lugar a su lado mientras arrastra al doppelgänger con ella. Observo como los ojos de Klaus se agrandan por un segundo y toma aliento al verlo. Empujo contra mi captor para tratar de liberarme, pero sus manos me sostienen firmemente.

―Sal y enfréntate a mí, Niklaus. O ella muere― Mikael amenaza mientras sostiene una hoja afilada contra ella.

Los ojos de Klaus se posan en los míos, probablemente buscando orientación. Doy una sacudida de mi cabeza y le permito tomar de ella lo que pueda.

―Hazlo, adelante― Finalmente dice, ―Mátala.

―No, Klaus. Lo hará― Katherine llora.

Molesta e indefensa. Vaya, Katherine está haciendo un gran trabajo.

Puedo sentir la preocupación y la frustración que irradia Mikael. No estoy segura de cómo sabe tanto sobre estos híbridos que Klaus ha creado, pero obviamente ha planeado todo su intento de asesinato en torno a matar a Elena para dejar a su hijastro sin siquiera tener la oportunidad de crear un nuevo ejército. Para que Klaus esté de acuerdo con esto, tiene que estar extremadamente enojado.

―Si ella muere― él persuade, ―esta será la última de tus abominaciones.

Klaus mira a sus híbridos. Para mí, irradian un poder anormal con el que no estoy familiarizada, me pregunto si él también puede sentirlo. Al mismo tiempo, ha dedicado tiempo y esfuerzo a construir este ejército de guardaespaldas sobrenaturales. ¿Puede arriesgarse a renunciar a ellos?

Luego, me mira. No estoy segura de lo que mis ojos le están diciendo en este momento porque estoy sintiendo demasiadas emociones como para ofrecerle una útil en este momento. Mi corazón da un vuelco cuando su rostro se suaviza y su expresión se vuelve amable. Es tan crudo en el momento, tan perdido de respuestas, pero al menos sabe que tiene un partidario.

―No los necesito; solo tenemos que deshacernos de ti.

Mikael no se salta el ritmo. Señala con el cuchillo en mi dirección, como si fuera su propia forma de gesticular.

―¿Con qué fin, Niklaus? ¿Para que puedas vivir para siempre con Clara a tu lado? ¡Ella se escapó de ti una vez, puede hacerlo de nuevo! ¡Nadie jamás se preocupara por ti, muchacho! ¿Qué tienes aparte de aquellos cuya lealtad forzaste?― Mikael agita el cuchillo, ―Nadie. Nadie.

Los ojos de Klaus están rojos y llorosos. Mira entre yo y Mikael, absolutamente angustiado. Lucho en mi lugar de nuevo y hago una mueca cuando el agarre se contrae más fuerte alrededor de mis muñecas. Klaus mira al híbrido y luego cambia la mirada hacia Mikael, que está esperando una respuesta.

―Te lo estoy diciendo, padre. Mátala.

Mikael lucha por mantener su argumento, ―¡Sal y enfréntate a mí, pequeño cobarde, y no tendré que hacerlo!

―Toda mi vida me has subestimado― Klaus grita, ―Si la matas, perderás tu influencia. Así que adelante. ¡Adelante, mátala! ¡Vamos, viejo! ¡Mátala!

El aire de la noche se vuelve silencioso mientras Mikael considera su pedido. En este punto, no estoy exactamente segura de sí lo hará o no. Si esto fuera real y sea la que esta a punto de morir, Mikael tendría que lidiar con los Salvatores y sus otros amigos mejorados que probablemente buscarían venganza contra él. Tener gente que te apoye así ... eso es lo único que envidio de Elena Gilbert.

―Tu impulso, Niklaus― Mikael respira, ―Ha sido y será por siempre la única cosa que te impide ser realmente grandioso.

Mikael apuñala a Katherine en la espalda con la daga y ella cae al suelo con un ruido sordo. Klaus grita de angustia mientras lucho por reaccionar de cualquier manera. Está bien, ella no se lo merece del todo, pero la perra se lo esperaba.

Mikael se ríe intensamente y se vuelve hacia mí. Toma la misma hoja que usó con Katherine y me corta el brazo. Grito mientras la sangre corre por mi vestido desde la herida y Klaus ruge en represalia. Con él distraído, Damon aparece de la nada y empuja la estaca de roble blanco en el estómago de Klaus antes de tirarlo al suelo.

Grito los nombres de ambos mientras miro impotente. Las hierbas dentro de mí envían ola tras ola de dolor punzante mientras llamo a mi magia para que esté aquí para mí, pero no hay forma de evitarlo. Soy absolutamente inútil en el momento que Klaus más me necesita.

Damon se para sobre Klaus con la estaca levantada y listo para golpearla en su corazón. Grito y lucho contra mi captor por última vez antes de que pueda dar el golpe final, pero Damon ni siquiera mira en mi dirección.

De repente, Stefan entra corriendo a la escena y golpea a Damon fuera de Klaus. Él clava a su hermano en el suelo mientras Klaus encuentra la fuerza para levantar la estaca que había rebotado de la mano de Salvatore. Sin un segundo que perder, Klaus apuñala a Mikael en el corazón, empujándolo al suelo a solo unos metros de donde estoy parada. Finalmente muerto, el cuerpo de Mikael estalla en llamas.

Con la compulsión desaparecida, los brazos del híbrido me sueltan y caigo de rodillas. Klaus está a mi lado en un segundo, sosteniéndome y examinándome la cara.

―¿Se terminó?― Jadeo, levantando una mano para detener la sangre que aún gotea de mi brazo.

―Sí― asegura, ―finalmente se terminó.

Klaus me abraza para darme apoyo mientras miramos el fuego del que alguna vez fue nuestro mayor enemigo. Tanto él como yo estamos llorando silenciosamente en este punto. Existe la posibilidad de que hayan estado bajando por un tiempo, pero no había tenido la oportunidad de notarlo.

Este es el momento que esperé todo el día, pero no me siento muy bien en cómo se desarrolló. No sé cómo lo hizo Klaus, pero en realidad ganó a pesar de las terribles probabilidades.

La voz de Damon estalla detrás de nosotros, ―¿Qué diablos hiciste?

Ambos nos volvemos a mirarlo. Arroja a Stefan fuera de él, enojado.

―Se ha ganado su libertad― Klaus interrumpe mientras me ayuda a ponerme de pie. Stefan se acerca a nosotros, esperando. ―Gracias, amigo mío. Ya no tienes que hacer lo que te digo. Eres libre.

El alivio inunda el rostro de Stefan mientras la compulsión desaparece. Sonrío levemente, feliz de que haya salido de este lío y porque salvó a Klaus cuando yo no pude.

Stefan y Damon desaparecen en los siguientes momentos. Klaus mira una vez más el cadáver en llamas antes de alejarnos.

En cuestión de segundos, el mundo deja de zumbar a nuestro alrededor y Klaus me sienta a salvo en el sofá de mi apartamento. Vuelve a desaparecer y regresa con una bolsa de hielo y primeros auxilios.

―No tienes que quedarte― murmuro, abriendo el kit.

El corte es lo suficientemente profundo como para necesitar puntos de sutura si fuera un simple humano, pero sospecho que mi magia regresará por la mañana. Mi magia tararea dentro de mí con ira y disgusto por los eventos de esta noche, pero lo callo con pensamientos felices sobre un Mikael en llamas y la victoria de obtener mi tan esperada libertad del miedo.

―No me importa― responde.

Klaus se sienta a mi lado y sostiene la bolsa de hielo en mi mejilla. Su expresión es seria, concentrada. Enfoco mi energía en envolver el corte en mi bíceps, pero siento sus ojos escudándome todo el tiempo.

Cuando alcanzo para poner la gasa en la mesa de café, Klaus se da cuenta de los moretones en mis muñecas donde su híbrido me estaba reteniendo. Lo siento ponerse rígido a mi lado y sus manos frías se extienden para rozar el lugar inesperadamente. Cuando siento su toque, salto y me alejo de él instantáneamente.

De repente me avergüenzo de mis acciones. No sé de donde vino, pero los escalofríos que recorren mi cuerpo se asientan alrededor de donde él hizo contacto conmigo y me traen un tormento que es suficiente para hacerme pararme y alejarme de él.

―Clara― el trata de calmarme, ―¿qué pasa?

La distancia que pongo entre nosotros permite que mis nervios se relajen. Klaus me ha tocado antes, pero no sabía que vendría esta vez. No estoy segura de por qué eso me molestaría.

―Nada― Insisto, ―Simplemente no te noté ... me asustó.

―Los latidos de tu corazón se dispararon. ¿Te lastimé?

Miro su rostro ahora. Está preocupado por mí y entiendo completamente por qué. Esta no soy yo en absoluto. Nunca he sido de los que se abalanzan sobre las cosas pequeñas o evitan cualquier situación y ¿por qué tendría que hacerlo? Soy una bruja poderosa e inmortal que no le teme a la muerte.

―¡No no!― Lo tranquilizo y me siento a su lado. ―No tener mi magia me pone nerviosa, eso es todo. Odie no poder ayudarte esta noche.

Klaus sonríe y me acerco para tomar su mano. Acepta y enlaza nuestros dedos, pero por alguna razón, observo cada movimiento que hace cuidadosamente antes de permitir que la ola de paz me invada una vez que finalmente están conectadas.

―Me sentí de la misma manera― Dice, en voz baja. ―Mikael está muerto. Finalmente somos libres.

―Ni siquiera puedo creerlo.

Pongo mi cabeza en su hombro. Creo que estoy atrapada en un momento de hace 500 años, pero los eventos de esta noche han aliviado mi ira hacia él y me han devuelto la sensación de consuelo que una vez me brindó su presencia. Niklaus todavía tiene partes de ese hombre dentro de él, pero también ha cambiado mucho en formas negativas. Haré bien en recordar eso, pero no hasta mañana, porque esta noche, celebramos y vivimos con una nueva sensación de paz.

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DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: catching_raindrops

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