♡ : Capítulo 11
Taehyung se separó del beso con su respiración agitada y sus mejillas sumamente sonrojadas. Decir que los besos de Jungkook lo hacían flotar en las nubes sería poco, pues no podría explicar con palabras las emociones que le hacía sentir tener los labios de su mayor sobre los suyos.
Jungkook miró con una sonrisa aquella carita tímida que evadia su mirada ante la pena, sintiendo aún el cosquilleo en sus labios. Tomó nuevamente el rostro de su menor para hacer que este lo miraba a los ojos, derritiéndose en cuando pudo hacer contacto visual con aquellos ojitos color avellana.
—Me encantas —le dijo, a Kim se le puso el rostro de un rojo mas intenso al que lo tenía—. Gracias por todo esto, gracias por permitirme permanecer en tu corazón —le dijo, Taehyung sonrió con timidez.
—Sí se vuelve a equivocar, juro que lo golpeare —le dijo en tono de broma, Jungkook rió mostrando su perfecta sonrisa, enamorandolo aún más.
—No volverá a pasar, el miedo que sentí hace unos momentos de pensar que te había perdido me hizo darme cuenta lo mucho que deseo y necesito que permanezcas en mi vida para siempre —le dijo, atrayendolo a su anatomía nuevamente para abrazarlo—. Antes ya lo deseaba, pero ahora se que necesito esforzarme para que aquello pase —terminó, Taehyung asintió contra su pecho.
Taehyung se dejo hacer en sus brazos y suspiró. Puede jurar que se siente en una película de romance pero mil veces mejor, nuevamente estaba depositando toda su confianza y su corazón en Jungkook y esperaba que esta vez no le fallará, por que si lo hacia una vez más sabía que el terminaría destrozado con su corazón hecho pedazos.
Pero algo en su interior le hacía saber que esta vez no sería así, sentía la sinceridad y el compromiso en las palabras de su mayor, y así era, pues Jungkook esta vez estaba dispuesto a todo para que permanecieran juntos.
—Déjame hacer una llamada, mi amor —le pidió Jungkook separándose, Taehyung frunció el ceño pensando que ya empezaría con sus cosas del trabajo, pero Jungkook rió y le pico la punta de su naricita con un dedo a modo de juego—. Es para resolver quien se quedará a cargo en mis días de ausencia y para dejar en claro que no voy a querer que me molesten —explicó, Taehyung sonrió y asintió tal cual niño pequeño.
Jungkook entonces tomó su teléfono y en realidad comenzó a hacer un par de muchas llamadas para resolver aquello que Kim supuso le tomaría unos minutos pero lo entendía, pues le quedaba en claro que Jeon jamás se había tomado días libres y entonces en estos momentos toda su empresa estaría en shock y en caos por su repentina ausencia.
—Usted no puede poner sus condiciones, ese no es el trato —berrincheo Taehyung mientras iba sentado en el asiento del copiloto a lado de Jungkook.
Iban teniendo una mini discusión -claramente a modo de broma- ya que Jungkook se ofreció a que se fueran en su auto al departamento de Taehyung, pero grande fue la sorpresa para este cuando Jeon se desvío, comenzando a conducir a la casa que les pertenecía a ambos.
Iban con una de sus manos entrelazadas mientras el mayor con su mano libre conducía, haciendo que Taehyung no pudiera concentrarse mucho en ganar aquella pelea, pues su mano entrelazada protectoramente con la del mayor hacía que su corazón latiera rápido y las mariposas revolotearan en su pancita, y también ver lo atractivo que se veía el pelinegro solo conduciendo con su mano libre lo ponía sonrojado, haciéndolo distraerse.
—Si me sigues mirando así juro que me estacionare donde sea para poder besarte ahora —le dijo Jungkook, Taehyung salió de su ensoñación y aparto su mirada de inmediato queriendo que la tierra se lo tragara, con su cara completamente rojita. Jeon carcajeo—. Iremos a nuestra casa y me harás una lista de los cambios que deseas en ella, quiero que este completamente remodelada a tu gusto para el día en el que regreses —le pidió, el rubiecito sintió un bonito calor en su corazón por aquello—. Pero también dormiras ahí hoy y en nuestra habitación —terminó de decir, Taehyung borró su sonrisa y separó sus manos para darle un pequeño golpecito en su hombro.
—Usted y yo no tenemos habitación —contraataco, Jungkook rió.
—De ahora en adelante la que era mi habitación, será la nuestra. Es la más grande de la casa —sentenció, y Taehyung abrió sus ojos en grande.
Oh. Dios. Mío. ¡Esto de verdad iba enserio! Quiso saltar por su repentina ola de emociones felices pero también queria huir del país para que aquello no pasara, le daba mucha timidez pasar a ese nivel con su mayor, simplemente sabía que sería hermoso dormir junto a el abrazados y sería una de las mejores sensaciones del mundo, pero también era algo completamente nuevo para él y aquello lo ponía nervioso.
Queriendo distraerse del ataque de felicidad y nervios que estaba apunto de darle, le siguió llevando la contraria a su mayor, pues le parecía divertido.
—Ya le dije que ese no era el trato, hyung. Mientras estemos separados usted y yo no vamos a dormir juntos, y tampoco en nuestra casa —aclaró con voz demandante cruzando sus brazos, causando en vez de miedo en el mayor, mucha ternura.
Jungkook apartó un momento la vista de la carretera solo para mirarlo y guardar en su mente esa imágen de Taehyung cruzado de brazos con su carita molesta, pues en este momento para su corazón aquella imágen valía oro.
Quien lo diría, hace solo un par de semanas si Taehyung le estuviera haciendo ese tipo de escenas le habría parecido de lo más infantil, pero ahora estaba a nada de desviarse a una tienda de tatuajes y pedir que le tatuaran aquella imágen en cualquier parte de su cuerpo.
—Tú solo pediste un fin de semana juntos, nunca dijiste como ni donde —atacó, Taehyung suspiró y no dijo más, haciéndose el indignado aunque por dentro daba saltitos de emoción por la sola idea de dormir abrazado a Jungkook, aunque sabía que la pena le ganaría y muy posiblemente huyera de aquella habitación apenas Jungkook se meta en ella.
Unos minutos pasaron hasta que Jeon finalmente entro en la cochera de su gran casa. Taehyung estaba dispuesto a abrir su propia puerta como siempre lo hacía, pero Jeon fue mucho más rápido al bajarse y rodear en segundos su auto para luego abrir la puerta al menor y ofrecerle su mano para ayudarlo a salir. Taehyung se sintió en las nubes.
Lo sabía, estaba idealizando mucho al pelinegro por cosas tan simples que se supone una pareja debe hacer, pero es que no podía evitarlo. Su corazón quería poner ya a Jeon en un pedestral y nunca quitarlo de ahí.
Jungkook entrelazo sus manos y sin más ambos se dirigeron a las puertas de su gran casa, el corazón del menor comenzó a latir rápido pues aunque fue poco el tiempo que vivió en aquella casa, los recuerdos que tenía ahí no eran nada bonitos. Antes le sofocaba estar en ese lugar, se sentía como un prisionero pero esta vez iba con sus ilusiones y expectativas altas de mejorar aquellos sentimientos hacia su hogar y hacer de este un lugar hermoso donde tanto el pelinegro como él se sientan cómodos y felices.
—Bienvenido a tu casa de nuevo, mi amor —le dijo él mayor al abrir la puerta de su hogar, haciéndose a un lado para dejar pasar primero al rubiecito, Taehyung entró y rápidamente dio un vistazo al lugar, todo estaba exactamente como cuando se fue.
Un ambiente sumamente minimalista y limpio, con colores fríos. Daba una aura muy elegante que aunque le gustaba lo formal que se veía el ambiente en su casa, no era su estilo.
Jungkook llegó por detrás de él y lo abrazo recargando su mentón en el hombro del menor, echando un vistazo a la casa tal cual como lo hacía el rubio.
—¿Qué cosas te gustaría empezar a cambiar, bonito? —le preguntó dulcemente en su oído, la piel de Taehyung se erizó por aquello.
—Primero me gustaría que ambos llegaramos a un acuerdo, quiero que la casa también tenga un ambiente que a usted le guste. Se que nuestros gustos son muy distintos pero siento que con una buena platica podemos llegar a un punto donde ambos nos sintamos cómodos y conformes —respondió el rubiecito, Jungkook sonrió y se separo un poco, dejando un pequeño beso sobre la ropa en su hombro.
Esto era lo que a Jeon le encantaba de Taehyung, siempre pensaba en los dos y veía siempre por los intereses y comodidad de ambos. Sin duda alguna antes le costaría admitir que alguien menor que él supiera más cosas y se comportará mucho más maduro en una relación, pero ahora sabe que tiene muchas cosas que aprender de Taehyung, pues antes de conocerlo no se consideraba una persona que veía por los demás, siempre velaba solo por sus propios intereses.
Ambos tomaron asiento en el sofá, esta vez juntos mientras Jungkook abrazaba a su menor. Él mayor quiso sonreír por dentro, pues apenas hace dos semanas Taehyung había rechazado sentarse junto a él por que "estaban separados". Esperaba eso terminará lo más pronto posible, ansiaba recuperar el tiempo perdido en su matrimonio y la emoción le ganaba de querer proponerle aquella idea que tuvo hace unos días a su menor.
—Bien, ¿cómo llegamos a un punto medio? —preguntó el pelinegro, situando su mano delicadamente en la cintura de su compañero, abrazándolo y tratando de estar lo más cerca posible de él.
—Yo podría empezar por omitir los colores pasteles en la decoración ya que se que a usted no le gusta —propuso Taehyung. Jungkook lo pensó un poco y después asintió, pues era verdad, él no se sentiría cómodo en una casa donde pareciera que un unicornio la vino a vomitar.
—Pero a ti no te gustan los colores fríos —dijo, Taehyung volteo un poco su cabecita para mirarlo a los ojos. Jungkook se derritió en cuanto hizo contacto visual con aquellos ojitos color avellana. Quería comérselo a besos.
—Entonces que sean colores cálidos hyung, ni usted ni yo. Que sean colores cafecitos y cremita, que haya plantas y un poco más de decoración pero no tanta para tratar de mantener el estilo minimalista que a usted le gusta —propuso, él pelinegro sonrió y quedo encantado con la idea.
Duraron un rato más charlando así, un rato después se separaron un poco de su abrazo ya que Jungkook se vio obligado a traer su laptop para comenzar a comprar en línea toda la nueva decoración, contratar a las personas que vendrían a remodelar su casa y demás cosas.
La tarde cayó pronto y ambos ya habían terminado de planear la nueva remodelacion de su casa junto a la remodelacion de su habitación, las cuales comenzarían dentro de una semana. Jungkook ya había hecho planes de mudarse esos días a uno de los tantos departamentos que tiene por todo Seúl, escogiendo el que más cerca le quedara de la casa de Taehyung, por supuesto.
Ahora ambos estaban sentados en el sofa mientras platicában de cosas triviales. Jungkook cayó en cuenta de que habían pasado toda la tarde ocupados con el tema de su casa y no habían podido comer nada, por lo que una idea llegó a su mente. Teniendo a Taehyung abrazado acorrucado junto a él, lo tomó del mentón para que levantara su cabeza y poder mirarlo a los ojos, su corazón queriendo salir de su pecho cada vez que miraba esos ojitos tan brillosos.
—¿Tienes hambre, bonito? —preguntó, Taehyung parecía pensarlo y después de unos segundos, asintió con un leve puchero en sus labios. Jungkook sonrió—. Tengamos una cita entonces, conozco un muy buen restaurante, te llevaré a él —dijo, una sonrisa enorme se dibujo en el rostro del rubiecito, quien asintió de inmediato.
Jungkook sin borrar su sonrisa sacó su teléfono de su bolsillo para realizar una llamada personalmente con el dueño del restaurante pidiendo cerrar este y mantenerlo vacío y al servicio exclusivamente para ellos dos.
—No creo que haya sido necesario que reservara todo el restaurante hyung, eso saldrá muy caro —regañó Taehyung mirándolo, Jungkook carcajeo y lo miró divertido.
—Mi amor, somos millonarios —le recordó con diversión, Taehyung mantuvo su ceñito fruncido a manera de broma.
—Y eso no quiere decir que tengamos que despilfarrar el dinero, pudimos bien cenar con el restaurante abierto —le dijo, Jungkook negó divertido y se acercó para darle un pequeño beso en la frente, atrayendolo nuevamente hacia su anatomía para abrazarlo.
—Unos miles de dólares no afectarán en nada mi cuenta de banco, bonito. Aparte, no es mucho dinero si se trata de nuestra comodidad, quiero que tengan toda la atención sobre nosotros y que te traten como un rey —Taehyung sonrió y se cautivo por esto, suspirando y acorrucandose junto al mayor solo unos segundos más, pues ya tenían que ir al restaurante y la verdad es que su pancita ya hacía sonidos suplicandole por algo de comida.
Ambos ya se encontraban cenando en la terraza de aquel lujoso restaurante donde tenían una vista maravillosa a la cuidad. El restaurante les había preparado una velada hermosa, con velas y pétalos de rosas a petición de Jungkook.
Si le preguntan a este como es que de la nada sabe ser tan romántico, respondería que todo lo que aprendió fue gracias a sus arduas investigaciones en páginas de internet sobre como conquitar a una persona y a los sabios consejos de Yoongi, el Sub-presidente de su empresa y con quien mantiene una amistad amena. Entonces es así como sabe que debe regalarle este tipo de cosas a Taehyung, rosas y hablarle con apodos que le salgan del corazón, pero él en el fondo sabe que no es suficiente y que Kim se merece mucho más, sabe que si fuera posible y estuviera a la venta, usaría todo su dinero para comprarle la luna y las estrellas y bajarselas a su amor, le compraría el mundo entero y se lo envolveria en un moño y se lo daría. Sí, a lo mejor estaba siendo algo exagerado pero era lo que su corazón sentía que merecía aquel rubiecito.
—¿Entonces terminando la remodelacion, regresarás a nuestra casa? —preguntó con ilusión Jungkook mirando a Taehyung quien comía muy feliz su corte de carne, mientras él se llevaba a la boca una cucharada de su ensalada Cowboy de Caviar con ralladuras de lámina de oro.
Taehyung se tenso y se paso la comida que tenía en su boquita. Limpió la comisura de sus labios con una servilleta, levantando su mirada y encontrándose con la de Jeon, quien lo miraba lleno de esperanza a que su respuesta fuera sí. Eso hizo que su corazón diera un vuelco en su pecho.
—Se lo dije, hyung, usted esta en periodo de prueba. No se si tres semanas sean suficientes para que usted me desmuestre que nuestra relación puede funcionar, pero si lo hace, créame que yo soy el primero que quiere regresar y comenzar a disfrutar de nuestro matrimonio —le dijo, Jungkook sonrió en grande y estaba apunto de hablar, pero Kim continuó—. Yo aún estoy muy lastimado hyung, todo lo que pasamos hizo que yo me sienta sin importancia a su lado y como un niño como tanto me lo repetía. Yo necesito sanar esas heridas también por que quiero estar bien para mi, para usted y para nuestra relación, quiero que esto funcione por que estoy seguro que quiero llegar hasta viejito a su lado —explicó, Jungkook asintió mientras su ojos brillaban por lo último dicho, aunque por dentro no dejaba de atormentarse por lo injusto que había sido con Kim al principio—. Oh bueno, cuando usted este viejito y yo joven. Quiero envejecer a su lado pero el problema es que usted ya es viejo —bromeó sobre su diferencia de edades para después reírse, Jungkook no pudo retener la carcajada que aquello le provocó.
—Con que esas tenemos —dijo Jungkook mientras veía encantado como Kim reía de su propio chiste, luego de unos segundos ambos dejaron de reír y Jungkook se preparo para retomar el tema del que hablaban—. No te preocupes, bonito. Te prometo que yo también pondré todo de mi parte por que realmente quiero o más bien necesito que esto funcione, deseó más que nada pasar el resto de mi vida contigo —las mejillas de Taehyung se sonrojaron y asintió, ambos sabiendo la responsabilidad y el compromiso que estaban sellando hacia su relación en ese momento, sus corazones encantados de cumplir con aquello.
Y así pasaron el resto de la tarde hasta que la noche cayó y su cita terminó, ambos salieron del restaurante y ya iban en el auto de Jungkook de vuelta a su hogar y fue aquí donde los nervios le comenzaron a ganar a Taehyung.
Jeon realmente iba enserio con aquello de que iban a dormir en su casa y en la misma habitación, ¡en la misma cama! Sería su primera noche juntos y los nervios se lo comenzaron a comer vivo, ya que si bien si deseaba dormir junto a Jungkook abrazados y acorrucaditos, sentía que era algo muy íntimo y su timidez no ayudaba para nada, seguramente le iba a dar un ataque de nervios y ansiedad en el momento que ambos pongan un pie en la misma habitación.
Estaba perdido.
-Nana.☁️
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aquí la desaparecida jeje
ya se q las actus estaban siendo seguidas y q con esta demore, pero wawas m paso algo horribleee
m enferme sp feo y caí en cama 8 días, fue tanto el trauma q cuando me recupere tuve bloqueo mental y ps apenas hace unos días fue que me animé a continuar escribiendo el capítulo cuando m regreso la inscripción 😭 espero ya no demorar mucho
Siganme en X (twitter antes) estoy como @ggukxswy
voy a estar subiendo spoilers de los cap mientras se escriben (solo cachitos no se emocionen JAJAJ) había subido un spoiler de este cap cuando comencé a escribirlo, pero luego m paso la tragedia y m ausente tmb por allá, pero cuando escriba el cap 12 tmb les subire un adelanto pa q vayan a seguirme 😼
sin más nos leemos en el próximo cap wawas, cuídense los tqm
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