♡ : Capítulo 08
Taehyung llego a su nuevo departamento el cual ya estaba completamente amueblado y equipado para comenzar a vivir en él cómodamente.
Habían pasado ya dos semanas de todo lo ocurrido, sus cosas inlcuso ya habían sido trasladadas a su nuevo hogar en ese lapso de tiempo y hasta la fecha no había tenido ninguna noticia de Jungkook.
No sabía como había interpretado el mayor sus últimas palabras, o no encontraba explicación a como se supone que lo "enamoraría de nuevo" si ni siquiera le a podido mandar un mensaje de texto en todos esos días.
Flashback
—Esta bien, toma el tiempo que necesites, si deseas irte y tener tu propio espacio esta bien, pero por favor permiteme estar cerca de ti y reparar el daño que he hecho. Dejame demostrarte que soy capaz de cambiar todo lo que soy por ti, dame la oportunidad de enamorarte de nuevo pero esta vez como se debe —le pidió con sus ojos demostrando súplica.
—Yo no le impedire nada, usted es libre de poner en marcha cualquier plan que tenga para nosotros, pero eso si, no se interponga en los míos. Me iré de la casa, este mismo día comenzaran el traslado de mis cosas —y sin más que decir salió de la oficina y se fue, dejando a Jeon solo.
A lo mejor Jungkook había entendido mal sus palabras o simplemente pensó mejor las cosas y decidió dejar las cosas así como estan. Ya no tardaba mucho en haber un escándalo en Corea cuando se comience a rumorar que estan separados, y no se imagina como se pondrán las cosas si Jungkook decide si firmar el divorcio y que entonces se haga pública su definitiva separación.
No quiso pensar más en eso y mejor decidio sacar su cuaderno de su mochila junto a su laptop para ir a la sala a hacer unos trabajos pendientes que tenia de la universidad. Si su plan era pensar solo en él, tenía que comenzar por empezar a olvidarse de Jungkook y que este no ocupará su mente todo el día y lo distrajera de sus deberes.
30 minutos después estaba orgulloso de como estaban quedando sus apuntes, el era el típico chico que le encantaba esmerarse en sus apuntes y que todo quedara muy bonito, limpió y organizado.
Esos días viviendo solo si que habían sido de mucha ayuda, pues se sentía en su propio espacio y no como un invasor. En la casa de sus padres tenía que comportarse como a ellos les gustaba y en su casa con Jungkook no podía ser él mismo sin que el otro le recordara que era un niño inmaduro.
Y ahora en su propia casa no tiene miedo a ser juzgado.
Quería entender el por que de las actitudes tan frías y déspotas de Jungkook, sabía que aquella actitud probablemente le fue inculcada desde su niñez, y le duele profundamente en su corazón que por la educación que recibió Jeon, él no se a dado la oportunidad de disfrutar su vida. Pero tampoco lo juzgaria si es que le gusta su estilo de vida, solo que se mantiene firme con su opinión de que sea como a él le gusta ser no le da el derecho de ir tratando mal a todo mundo.
Y cuando se dio cuenta, suspiró con cansancio pues nuevamente se había distraído pensando en Jungkook.
Su teléfono celular sonó avisando la llegada de un nuevo mensaje, lo tomó y vio el nombre del contacto y el mensaje en la barra de notificaciones, y su corazón comenzó a latir rápidamente mientras abría sus ojitos en grande.
Señor Jungkook 🧟♂️
Esposo, ¿éstas en tu casa?
2:36 p.m
Sintió que estaba delirando y alejo su teléfono de su rostro para limpiarse los ojos sintiendo que comenzaba a sudar frío. Seguramente había leído mal así que tomó aire, suspiro y nuevamente acercó su celular para leer ahora si correctamente el mensaje, pero este decía lo mismo.
Se llevo una mano a la boca y dejo caer su celular al suelo mientras ahogaba un gritito de emoción. ¡Jeon Jungkook le había dicho esposo! De verdad que su corazón quería salirse de su pecho, se sentía como en una película de romance pero mil veces más feliz y emocionante.
El timbre de su departamento sonó y eso hizo que se detuviera y palideciera. ¿Era Jungkook? ¿Por eso le pregunto si estaba en casa?
—Ay dios mío —susurró, corriendo rápido al espejo que tenía en su sala y comprobando que se veía al menos presentable, pues venía de un pesado día en la universidad así que su apariencia tal vez no era la mejor.
Se acomodó sus rizos y con sus manitas trato de acomodarse un poco la ropa. Suspiró y fue hacia a la puerta, tomó la perrilla, tomó aire y sin pensar más la giro y abrió la puerta, sintiendose derretir cuando vio a Jungkook frente a él.
Pero más lo sorprendió el bonito ramo de rosas que traía su esposo en manos. Jungkook le sonrió.
—No sé que tipo de cosas se hacen cuando quieres enamorar a alguien, pero imvestigue y vi que se regalan rosas —le dijo, Taehyung pudo jurar que sintió sus ojos cristalizandose.
Kim rió con ternura mientras negaba com diversión y tomaba el ramo de rosas rojas que Jungkook le daba, las olió, deleitandose con el rico aroma.
—Investigo bien —respondió, Jungkook sonrió con orgulloso. Taehyung se hizo a un lado a la puerta—. Pase señor Jungkook —invitó, cerrando la puerta cuando Jeon se adentro a su hogar.
—Ya no me digas señor Jungkook por favor, siento que suena demasiado formal —le pidió, Taehyung alzo una ceja.
—¿No es así como le gusta que se dirigan a usted? —cuestionó, Jeon se rió y se acercó a él, robandole la respiración a su menor.
—Las personas que no son nada para mi, sí. Pero tu eres alguien especial en mi vida —las mejillas de Taehyung se sonrojaron ante esto, esquivando rápidamente el cuerpo del mayor.
—Esta bien, hyung —le dijo sin mirarlo y caminando rápidamente a la cocina por un florero, queriendo huir del mayor que no hacia más que ponerlo nervioso—. ¡Tome asiento señ‐ hyung! ¿Gusta algo de tomar? —medio gritó para que lo escuchase.
—Estoy bien, gracias —respondió, tomando asiento en el sofá mientras observaba todo el departamento.
Ahora entendía por que Taehyung no se sentía como "en casa" en su casa de casados. La decoración y la vibra del nuevo hogar de Kim era totalmente diferente a la que tienen en su gran casa, y claro que iba a ser así pues quien ordeno la decoración de la casa fue él. Todo en el hogar de ambos era de tonos fríos y con un ambiente minimalista, en cambio el departamento de Taehyung era un estilo tipo danish pastel.
Salió de sus pensamientos cuando escucho a Kim acercarse, alzando una ceja cuando vio como se sentaba en el sofá frente a él.
—También investigue que los esposos se sientan juntos —reprochó, palmeando a su lado.
Y ahí iban las mejillas de Taehyung a sonrojarse nuevamente, ¿Qué Jungkook no se cansaba de avergonzarlo y ponerlo tímido?
Respiro y soltó su aire retenido y sonrió, a pesar de su timidez, no le dejaría tan fácil las cosas a aquel pelinegro.
–Tal vez los esposos que estan juntos; sí. Pero usted y yo estamos separados así que me quedo aquí —respondio palmeando su sofá, Jungkook rió, asintiendo dándole la razón.
—Bueno, no será por mucho tiempo, voy a resolver esto lo antes posible—respondió el mayor, el corazón de Taehyung latió rápido.
¿Entonces su primer amor venía dispuesto a re-conquistarlo? Se sentía como en una novela de la cual no quiere salir nunca.
—¿Cómo esta tan seguro de eso? —preguntó, dispuesto a retar al mayor.
—Ya verás —contestó el otro, poniéndose ds pie y yendo hacia el menor, ofreciéndole su mano, Kim lo miró confundido—. Taehyung, ¿quieres pasar la tarde conmigo? —preguntó, y al rubio le fue imposible retener la sonrisa que se le dibujo en sus labios.
Taehyung correspondió el gesto y poso su mano sobre la de Jungkook y se puso de pie, pensó que solo iba a ser el gesto de que el mayor lo ayudara a ponerse de pie, pero su corazón empezo a latir fuertemente y sus mejillas se sonrojaron cuando Jungkook entrelazo sus manos con firmeza.
Jeon camino hasta la salida, Taehyung lo entendió y con su mano libre tomó sus llaves, Jungkook abrió la puerta y sin más ambos salieron del departamento con sus manos entrelazadas, dispuestos a pasar una tarde completa juntos.
Estaban en un centro comercial, Jungkook estaba demasiado abrumado por todos los ruidos, oleres y personas que en el lugar había. El no solía salir a lugares tan aglomerados de gente, era más tranquilo de ir a un café o de vez en cuando a un bar de lujo donde le otorgaban su propio espacio, pero ahora como el pequeño Kim Taehyung quería ir a un centro comercial, no pudo decir que no a esos ojitos suplicantes.
¿Estará mal que este perdiendo tanto el control sobre si mismo? Taehyung cada vez entraba más en su mente y corazón apoderandose de él, pero no le molestaba para nada. Kim lo estaba ayudando en cierta manera a salir de su zona de confort y aquello para él se sentía demasiado liberador.
—Hyung, tengo mucha hambre —comentó Kim con un puchero al salir de la tienda de cosméticos donde Jungkook lo esperaba afuera, sacándolo de sus pensamientos.
—¿Que te gustaría comer, bonito? —preguntó, sin ser conciente del revuelo de emociones que causo el apodo en Taehyung.
Kim completamente cautivado y con sus mejillas rosas, pensó en que comer. Había varias opciones en el centro comercial pero no sabía si alguna le iba a gustar al señor Jungkook, o bueno, a su hyung. Casi todos los locales eran de comida ultraprocesada y sabía de antemano lo estricto que era Jeon al momento de los alimentos.
—Bueno, a mi se me antojaria una pizza de pepperoni con orilla rellena de queso —Jungkook abrió sus ojos y antes de poder hablar, Taehyung siguió—. Pero se que a usted no le gusta la comida procesada, hyung. ¿Qué le gustaría comer a usted? —preguntó.
—¿En el local de pizzas no hay en el menú alguna ensalada? —Kim rió y negó. En la cara de Jeon se noto su sufrimiento—. Bueno, creo que puedo tomar un pequeño descanso de mi dieta entonces. El lugar donde venden la comida que en ocasiones compro esta lejos de aquí y sinceramente por el aspecto de este lugar no creo que aquí haya algún lugar donde vendan ensaladas —y era cierto, pues el parlanchin de Taehyung los había llevado a un centro comercial de estatus medio, argumentando que los centros comerciales de su posición económica eran demasiado aburridos.
El rubiecito se lo pensó un poco. No quería que Jungkook hiciera algo que no quería por él, pero también estaban algo alejados del centro de Seúl, pues su departamento estaba casi a las afueras de la ciudad y el centro comercial donde estaban era también el más cercano que estaba de su nuevo hogar.
—Mejor vamos al supermercado a comprar unos ingredientes, le cocinare una deliciosa cena. Mi carrera de gastronomía cada vez da mejores resultados —le dijo, y ahora fue su turno de tomar la blanquecina mano de su mayor para ambos dirigirse al supermercado.
Taehyung y Jungkook se encontraban preparando una deliciosa lasaña acompañada de una ensalada italiana. Kim estaba sorprendido, pues vaya que Jeon también tenía sus dotes en las artes culinarias.
—No sabía que le gustaba la cocina, hyung —le dijo Taehyung mientras metía la lasaña al horno, Jungkook se encontraba preparando la ensalda.
—No es que me guste hacerlo, más bien me gusta cocinarme mis propias comidas por que así me aseguro que todo es de calidad y bien preparado. El lugar donde yo compro mis ensaladas realmente no es que consuma mucho ahí, solo voy cuando tengo algo de tiempo libre en el trabajo y necesito comer algo —aclaró, y Taehyung hizo una mueca mordiéndose el labio sin que Jeon lo viera.
¿Tanta era su dedicación al trabajo que incluso se saltaba horas de comida? Los recuerdos de cuando Jungkook le decía que su trabajo era su prioridad llegaron a su mente y comenzó a cuestionarse si de verdad su relación podría funcionar si Jeon seguía con ese pensamiento. Aunque también se le hace injusto no apoyar a su mayor en las cosas que le apasionan ya que él pelinegro si lo apoyo con su carrera de gastronomía, pero se ponía a pensar en como iba a ser su vida si Jungkook tenía de prioridad a su trabajo antes que a su esposo e incluso antes que a si mismo.
Borro todos esos pensamientos de su imaginación, no quería comenzar a atormentarse nuevamente. Es por eso que mejor se recargo en su barrita de cocina y se dedico a ver a su mayor.
Este tenía las mangas de su camisa arremangadas mientras preparaba la ensalada, muy concentrado en lo que hacía por lo que a Taehyung esa imágen se le hizo sumamente atractiva y sus mejillas se sonrojaron cuando se dio cuenta de como estaba mirando a su mayor.
Se dio la vuelta y mejor decidio hacer otras cosas antes que perder la cabeza por aquel pelinegro.
Ambos limpiaban todo el desastre luego de terminar su deliciosa cena casera. Ya eran cerca de las 12 de la noche y había comenzado a llover hace un rato y el viento estaba algo fuerte.
Taehyung terminaba de acomodar su mesa cuando Jungkook salió de la cocina secandose sus manos con un pañuelo luego de lavar los trastes.
—Creo que me iré ahora antes de que se haga más noche —habló Jungkook luego de escuchar el ruido de la lluvia. Taehyung inmediatamente levantó la mirada.
—¿No cree que sea muy peligroso? Ya es casi media noche y afuera parece que el cielo esta apunto de caerse —le respondió, Jungkook soltó una risa y asintió.
Jeon se acerco hasta estar cerca de Taehyung, quien se quedo inmóvil cuando el mayor tomó su rostro entre sus dos manos y lo miro con unos ojos que supo solo deslumbraban encanto por el brillo que tenía en ellos.
—Manejare con precaución, no te preocupes. Gracias por hoy, la pase muy bien —le dijo, inclinandose y robandole la respiración a Taehyung cuando penso que estaba apunto de besarlo.
Pero no fue así, en cambio los labios del pelinegro se dirigieron a la frente del menor y dejaron un pequeño beso ahí para luego soltar su rostro delicadamente y comenzar a caminar hacía el sofá para tomar su chaqueta y pertenencias.
Taehyung quedo en un trance por aquella delicada y linda muestra de amor, aquel beso lo había hecho sentir protegido y querido. Pudo pasarse horas pensando y memoriazando lo lindo que sintió el beso en su frente, pero tuvo que salir de su nube fantasiosa de amor cuando vio como el mayor estaba apunto de irse. Camino a paso rápido hacia él y tomó la gran mano del mayor entre la suya.
—Hyung, por favor no se vaya y quédese esta noche aquí, no quiero que se exponga —le dijo mirándolo con ojitos suplicantes, Jungkook se sintió doblegado al instante.
—No quiero incomodarte, bonito. Te prometo que me cuidare —contestó, afirmando el agarre entre sus manos para transmitirle confianza al rubiecito. Taehyung negó de inmediato.
—Por favor, hyung —volvió a pedir, Jungkook pareció pensarlo—. Hyung, somos esposos y dormimos en la misma casa por semanas, no es nada del otro mundo. Por favor quedese, no me quedare tranquilo sabiendo que esta conduciendo a estas horas y con este clima hasta la ciudad —suplicó. Jungkook se rindió y suspiro, asintiendo con una sonrisa. Kim de inmediato sonrió en grande.
—Bueno, esta bien. Pero una cosa, somos esposos ¿no? Quiero que durmamos en la misma habitación —le dijo con tono de broma, Taehyung rió y le dio un pequeño golpecito en su hombro que lo hizo reír.
—Ni de chiste, usted va a dormir en el sofá —respondió—. Dormirá cómodo, es un sofá cama —le dijo, para sin más soltar la mano del mayor y caminar emocionado hacia su habitación para traer todo lo necesario para hacer que el sofá fuera cómodo para su esposo.
Jungkook vio con una sonrisa como él rubiecito retador desapareció de su vista, tomó asiento en el sofá y con una sonrisa negó al darse cuenta de lo que le pasaba. Había caído completamente por Kim Taehyung. Estaba enamorado.
-Nana.☁️
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