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♡ : Capítulo 07

Taehyung iba decidido a todo. Se había levantado relativamente más temprano que otros días -no tanto, ya eran las 10 de la mañana- pero por la hora que era seguro que Jungkook ya estaría en su oficina.

Antes de tomar toda esa valentía por supuesto que había tenido toda una previa charla motivacional con su amigo Jimin por la mañana, al igual que muy temprano había marcado a uno de sus choferes que le trajeran a casa de su amigo su bonito carro Bentley Batur, de esta forma podría moverse con más facilidad ya que ayer fue algo difícil llegar hasta la residencial de Jimin caminando.

Había decidido que ya no quería sufrir más, esta vez vería por él mismo y su felicidad pero también sería honesto con Jungkook, así que decidió hacer una mezcla de sus dos opciones: le confesará a Jeon lo que siente por él, pero también le pedirá el divorcio.

Ya había tomado todas las medidas preventivas, había mandado todo su dinero a cuentas de banco donde sus padres no tuvieran acceso a manejarlo para que así ellos al enterarse de su decisión y mandaran a cancelar sus cuentas ya su dinero estuviera protegido.
Por la noche había hecho ya un trato para rentar un departamento bonito a las afueras de la ciudad, pues quería alejarse lo más posible por un tiempo.
Y no, todo el dinero que el tiene no es de sus padres pero si así fuera, igual se los quitaría pues piensa que es un buen precio que le deben por todo el daño que le han hecho. En realidad él sin necesidad del dinero de sus padres desde hace ya 10 años podría comprarse todo Seúl, ya que su abuelo paterno antes de morir decidió dejarle toda su herencia a él de la cual tomó posesión apenas cumplió la mayoría de edad, dejando en claro en su testamento que en el tiempo que pasaría hasta que cumpliera la mayoría de edad, ninguno de sus padres podría manejar ese dinero, pues su abuelo los conocía y sabía que ellos se lo robarían. Suponía que desde esa situación es el por que de que sus padres lo desprecien tanto, pues les había robado la herencia que por tanto tiempo desearon.

Y al contrario también de lo que Jungkook piensa, él no es un holgazán que se la pasa todo el día contando borreguitos saltar. Desde que tomó posesión de la herencia se había dedicado a hacer inversiones y hacer crecer todo su dinero, es por eso que fácil en ese año ya había hasta duplicado el monto total de aquella herencia millonaria por lo que podría considerarse que esta casi a la misma altura económica que Jungkook. No necesitaría de nada ni de nadie, estaba decidido a comenzar a ser otra persona.

Sin darse cuenta pronto ya estaba dejando su coche en el estacionamiento de la empresa de su esposo. Con el corazón latiendo al mil por millón, apago su coche y salió de él, comenzando a caminar hacia la entrada del gran edificio de 70 pisos, llegó a la recepción donde estaban 2 chicas de fácil 25 años a la orden. Una de estas lo miro y habló.

—Buenas días ¿en que puedo ayudarlo? —le dijo sin expresión alguna, Taehyung se armo de valentía y habló.

—Vengo a ver al señor Jeon —dijo seguro, la recepcionista lo miro seria.

—¿Tiene cita? —preguntó.

—No —respondió el rubiecito.

Las recepcionistas se miraron una con la otra y ambas no pudieron evitar reírse. ¿Quién se crecía ese muchacho para venir hasta la prestigiosa Jeon's Campanity y pretender ver al CEO sin previa cita?
Taehyung frunció el ceño por aquella falta de respeto y se cruzo de brazos, la recepcionistas que lo atendía contuvo su risa y lo miro burlona.

—Mira niño, no se que pretendas pero nadie aquí tiene tiempo para estas bromas. Para estar frente al respetado señor Jeon se ocupa cita y te aviso de una vez que la lista de espera es larga, así que date la vuelta y márchate, no nos hagas perder tiempo valioso —todos los sentidos de Taehyung se activaron ante esas palabras.

Ya estaba harto de que la gente lo tratara como un niño molesto, esta harto de que le digan que el es una perdida de tiempo valioso. Así que muy decidido saco su identificación y se acerco hasta quedar pegado a la barra de recepción, poniendo su identificación frente a la chica.

—¿No sabes quien soy verdad? Tienes frente a ti a Jeon Taehyung, soy el esposo del señor Jeon ¿quien crees que eres para hablarme así? Yo no necesito cita, puedo ver a mi esposo cuando lo deseé —ambas recepcionistas palidecieron ante esto.

La chica que lo atendía comprobó lo que decía al leer el nombre en su identificación y al confirmar que si se trataba del esposo de su jefe, quiso que la tierra se la tragara.
Retrocedió unos pasos y se reverenció.

—Discúlpeme joven Taehyung —le dijo aún reverenciada, Taehyung suspiró e hizo un sonido de aceptación, la chica se enderezo y se acercó a su computadora—. En un momento lo registro y le doy su pase, nuevamente le pido disculpas por mi insolencia —le dijo, comenzando a teclear en su computadora.

Taehyung asintió y unos minutos después su pase estuvo listo y se lo entrego junto a su identificación, la chica se disculpó nuevamente y él rubio aprovechando la vergüenza y arrepentimiento de esta pidió una cosa.

—Olvidaré lo que paso solo si no informas a mi esposo de mi llegada, es una sorpresa —la chica lo dudo pero no tardo mucho en aceptar y asintió, no le convenía que el señor Jeon se enterara de como había tratado a su esposo.

—Cuente con ello joven Kim, pero no sé si la secretaría del señor Jeon vaya a estar de acuerdo con eso. La señorita Sana es muy estricta con todo lo que tenga que ver con su jefe, ella se encuentra en el piso del señor Jeon antes de llegar a su oficina, saliendo del elevador —le dijo, Taehyung le sonrió.

—Te agradezco el dato, yo me encargo de ella—y sin más se retiro del lugar y se dirigió hacia el ascensor.

Apreto el botón del ascensor y espero a que este bajara, cuando lo hizo abrió sus puertas y Taehyung pasó.

Ya una vez adentro se permitió reír y dar pequeños saltitos tal cual un niño pequeño emocionado, pues le había divertido mucho comportarse como un chico empoderado, ni siquiera él sabía que era capaz de tener aquella actitud y vaya que le gusto, se sintió divertido.

Se recompuso y paciencientemente espero a que el elevador subiera hasta el último piso el cual le pertenecía solamente a Jungkook y ahora que lo sabe, a su secretaria también.

Las puertas del elevador se abrieron y evidentemente saliendo había una recepción pero esta estaba vacía, la secretaria no se encontraba. Al fondo estaba una gran puerta la cual supuso era la gran oficina de su esposo, suspiró profundo y comenzó a caminar hacia la puerta.

Por otro lado Jungkook se encontraba revisando unos papeles mientras Sana estaba a lado suyo ayudándolo con aquello y explicándole asuntos pendientes.
Jungkook revisaba todo tan munisiosamente y se concentraba tanto que no se daba cuenta de la gran y profunda mirada de su secretaria Sana sobre él. Aparte que su mente estaba ocupada pensando en lo que había pasado ayer con Taehyung.

No había podido pegar el ojo en toda la noche por pensar en que Taehyung no había llegado a dormir a la casa. Le hervía la sangre tan solo de pensar en que durmio y paso la noche en casa de aquel "amigo" que le menciono. Incluso había mandado a varios de sus investigadores a que buscaran en donde se encontraba Kim y cerca de las 11 de la noche uno de ellos le marco, diciéndole que se encontraba en la casa del Joven Park Jimin, uno de los muchachos más ricos y codiciados de Seúl el cual iba a la misma universidad que Taehyung, así que supuso se conocían de ahí pero lo alteraba no saber que tipo de relación tenían ambos jóvenes.

Es por eso que se encontraba sumamente molesto y su actitud se lo había hecho saber a todos, en gran parte más a Sana que es la que más tiempo esta junto a él. Ella por su parte siempre había sentido una gran atracción hacia su jefe y por más que este fuera muy distante y en ocasiones grosero con ella a pesar de los años trabajando juntos, nada a podido cambiar lo que siente por él y por más que se esfuerce ya se estaba cansando de nunca atraer ni siquiera una mirada del señor Jeon.

Sabía que ya se encontraba casado pero eso no le importaba, además que conociendo perfectamente su vida y los intereses de Jungkook, suponía que aquella boda fue por meros negocios ya que investigo al esposo de su jefe dándose cuenta que era el hijo de la segunda familia más poderosa de corea; el jovencito Kim Taehyung. Y claro que sabía que su jefe nunca se casaría con alguien como ese niño de no ser por que le convenía.

Tanto se sumergió en su mundo de pensamientos que no escucho cuando su jefe la llamo.

—¡Sana! —medio alzo la voz muy molesto Jeon, ya que odiaba que las personas se distrayeran—. Si vas a estar de incompetente retírate y mándame a alguien que si sea funcional —pidió con enojo, Sana negó rápidamente.

—Discúlpeme señor Jeon —le dijo, sosteniendo firmemente su tableta por los nervios—. ¿Qué se le ofrece? —preguntó, Jungkook soltó un suspiro de molestia y devolvió su mirada al papel, señalado unos números.

—Este informe esta completamente mal, quien sea que lo hizo tramita ya su retiro, no puedo tener gente en mi empresa que se equivoque con unas simples sumas —le dijo, sin obtener respuesta de Sana.

La chica castaña sin prestar atención al pelinegro y sin ser conciente de sus impulsos, se acercó mucho más al mayor y Jungkook al no obtener respuesta, giro su cabeza sin esperar encontrar el rostro de su secretaria tan cerca.

—Perdóname —susurró rápidamente y sin esperar más unió sus labios con los de Jeon, este quedándose en shock por la sorpresa y el asco que sintió.

Jungkook reacciono al escuchar la puerta abrirse, y giro su cabeza separándose de aquel beso, y quiso destruir a Sana cuando vio que quien estaba junto a la puerta era Taehyung. Rápidamente de un empujón aparto a Sana de su espacio personal, sin importarle que esta casi trompieza y estaba apunto de romper en llanto por el rechazo.

Taehyung por su parte rápidamente sintió sus ojos llenarse de lágrimas ante la escena que vio. Era uno de sus más grandes miedos e inseguridades, pensar que el que Jungkook al no sentir amor y lealtad hacia su matrimonio no le fuera fiel a este.

—Y-yo... —tartamudeo, mirando para todos lados sin saber que hacer—. Siento interrumpir, mejor me voy —dijo, pero Jeon inmediatamente se puso de pie.

—Taehyung, espera por favor. Permiteme explicarte —le dijo, pero el rubiecito ya había salido de su oficna. Jeon miro a Sana con molestia, esta ya se encontraba derramando lágrima de arrepentimiento, tristeza y vergüenza por la humillación de ser rechazada—. Tú, agarra tus cosas y lárgate, no quiero volver a verte aquí, estas despedida —dijo con sus palabras cargadas de odio.

Sin esperar más salio de su oficina a paso apresurado, mientras que con el pañuelo que cargaba en su saco no paro de limpiarse los labios con una mueca de asco. Alcanzó a Taehyung quien estaba esperando el elevador, tomandolo del brazo suavemente para detenerlo.

—Taehyung no es lo que tu piensas —le dijo con voz calmada, Kim se giró y Jeon se soprendio al ver sus lágrimas.

—No se preocupe, después de todo a usted no debe importarle lo que yo piense ¿o si? —le dijo, Jungkook trago grueso y decidió por primera vez ser sincero con Taehyung y con él mismo.

—Estas equivocado, por supuesto que me importa y no quiero que pienses que le he faltado el respeto a nuestro matrimonio. Por favor acompáñame a mi oficina para que podamos hablar ¿o quieres ir mejor por un helado o un café? —preguntó, su tono de voz y actitud cambiando completamente al estar cerca del rubio. Taehyung rió irónicamente.

—No quisiera quitarle tiempo valioso —le dijo, remarcando sus últimas dos palabras—. Vamos a su oficina, yo también necesito hablar de algo —Jungkook decidió esperar para aclarar sobre lo primero que le dijo y asintió, comenzando ambos a caminar hacia su oficna.

En el camino vieron como Sana salió de la oficina sollozando, con su mirada baja y abrazándose a si misma. Taehyung la siguió con la mirada y Jungkook lo vio.

—La despedí —le dijo, abriendo la puerta para el doncel y ambos entrando a la oficina.

Taehyung se estremecio cuando Jungkook coloco una mano en su espalda baja y en vez de llevarlo a la silla frente a su escritorio, lo llevó al gran sofá donde ambos tomaron asiento.
Jungkook decidió comenzar primero, así que aclaro su garganta pero al escuchar esto Taehyung se apresuro y sin pensar mucho y con su corazón destrozado, tomo valentía para decir las tres palabras que tanto le estaba costando.

—Quiero el divorcio —dijo, Jungkook se sorprendió y entonces finalmente entendio todo lo que estaba pasando con él y sus sentimientos cuando sintió aquel pinchazo en el corazón.

Era obvio. Aunque lo negara y aunque se resistiera a admitirlo, él había comenzado a enamorarse de Kim Taehyung y con esa petición lo había confirmado, por que ni en la mayor de sus alucinaciones se habría imaginado que el que Taehyung le estuviera pidiendo el divorcio le iba a doler profundamente en su corazón.

—¿Por qué? —se atrevió a preguntar, Taehyung nuevamente rió con incredulidad.

—¿Por qué? ¿No es obvio? Por lo que acabo de ver, por que usted no me quiere, ni siquiera me soporta cerca suyo. Usted dijo que no somos iguales y no logramos congeniar, usted merece tener a su lado a alguien que este a su altura y que no sea un niño inmaduro como tanto dice que soy. Y yo no merezco esto, no merezco que me lo hayan arrebatado todo, no merezco estar a lado de alguien que me trata como si fuera un niño y a quien nunca le va a importar lo que siento por él —y al decir esto se dio cuenta que había cometido la mayor de las estupideces y guardo silencio. Se había puesto en evidencia.

Jungkook abrió sus ojos y su corazón paso de estar triste y latiendo lentamente, a latir con frenesí ante aquellas palabras.

Taehyung sentía algo por él y él sentía algo por Taehyung.

¿De verdad le estaba pasando esto? ¿De verdad estaba viviendo esas típicas historias románticas a las cuales no se a cansado de llamarle estupidas? ¿De verdad ambos habían cometido la inmadurez más bonita que fue comenzar a enamorarse en un par de semanas?

Taehyung limpió sus lágrimas y se puso de pie al ver que Jeon no iba a a decir nada, ya no tenía caso estar ahí.

—Le haré llegar los papeles del divorcio y no se preocupe por las reclamos de mis padres, yo me encargare de ellos —le dijo dispuesto a marcharse.

Jungkook salió de sus pensamientos y rápidamente se puso de pie y detuvo nuevamente al pequeño rubio que se dirigia a la puerta. Lo giró y ambos se vieron a los ojos, Jeon sintió un cosquilleo en todo su cuerpo de completa ternura al notar la diferencia de altura que había entre ambos.
Miro el rostro detenidamente de Taehyung, dándose cuenta lo bonito que era. Esos cabellitos color oro eran preciosos, esas mejillas rosadas sintió unas inmensas ganas de sostenerlas entre sus manos, sus ojos color miel eran tan bonitos que le daban ganas de perderse en ellos y mirarlos por horas. Y por último esos labios en forma de corazón color carmín que sentía la necesidad de tenerlos entre sus propios labios.

Y finalmente lo decidió.

A la mierda su ética y la madurez.

No espero más y sorprendiendo a Kim tomó su rostro entre sus manos y sin pensarlo más unió sus labios con los de Taehyung.

El corazón del rubiecito comenzó a latir desenfrenado, ¿de verdad estaba pasando o en realidad seguía dormido en casa de su amigo Jimin y todo esto era un sueño? Y si no era un sueño, ¿era correcto corresponder aquel acto del mayor después de todo lo que había pasado? No lo quiso pensar mucho y antes de arrepentirse decidió disfrutar del momento así que correspondió el beso medio torpe, Jungkook sintió esto y sonrió en medio del beso, llevando sus manos a la cintura del rubio y tratando de guiar sus labios con los suyos, Taehyung sintió que se derretía.

Miles de emociones pasaban por ellos mientras sentían sus labios conocerse mejor. El único beso que se habían dado fue el día de su boda, pero Jungkook apenas y había tocado la comisura de sus labios. Pero esta vez era diferente, se estaba tomando el tiempo de conocerlos bien y guardar este dulce momento en su memoria. Y este beso también sello en ambos el inicio de su enamoramiento, pues ahora ya no había dudas entre ambos, para los dos ya había quedado muy claro que estaban interesados uno por el otro.

Después de unos segundos ambos se separaron, Jungkook sintió una inmensa ternura al ver a Taehyung cautivado con sus mejillas completamente rojitas, nunca le había pasado sentir esto pero ya no se esforzaria en ocultar que tenía demasiadas ganas de mimarlo y abrazarlo por horas y horas y decirle lo bonito que es.

Sin querer dejar las cosas así, Jungkook decidió hablar y resolver esto.

—Lo que viste fue una falta de respeto de ella hacia a mi, estábamos revisando los informes semanales, yo estaba reclamandole un informe que estaba mal hecho que no me di cuenta cuando se me acerco y luego hizo eso. No la correspondi ni un segundo, Taehyung te juro que nunca le he faltado el respeto de esa manera a nuestro matrimonio —explicó, Taehyung levanto su mirada y el dolor volvió a sus ojos.

—No es solo eso señor Jungkook, yo no lo comprendo... —respondió Kim, un nudo formándose en su garganta—. Primero me dice que mejor dejemos nuestros tratos atrás y volvamos a como todo era en un inicio, y luego vengo a querer darle eso que tanto se ve que usted desea que es librarse de mi, y en vez de alegrarse lo que hace es confundirme más con ese beso —sollozo, y Jungkook se dio cuenta lo tonto que había sido.

—Taehyung, si yo dije eso es por que me estoy dando cuenta que el inmaduro e sido yo por no querer aceptar lo que comienzo a sentir. Si quise que nos alejaramos es por que se me hacía muy egoísta que alguien tan joven como tú, lleno de alegría y de vivir intensamente el amor estuviera atado a alguien como yo. Conoces mi personalidad, me la he pasado amargandome la vida y no quería arrastrarte conmigo a eso, quiero que seas feliz y vivas esa historia de amor que me contaste que deseas y también en cierta parte lo admito, me negaba a la sola idea de que alguien como tú fuera mi pareja por que somos demasiado diferentes, si alguna vez llegue a pensar en tener a alguien a mi lado jamás pense en alguien tan chico y con una personalidad tan extrovertida como la tuya, pero ahora que me pediste el divorcio me di cuenta que no soy capaz de dejarte ir. —dijo, acercándose nuevamente al pequeño y tomando su rostro entre sus manos, limpiando sus lágrimas con sus pulgares—. Desde que te vi por primera vez hiciste que algo en mi despertará, un sentimiento que nunca había experimentado, es por eso que el inmaduro soy yo por que en vez de aceptarlo me molesto que un chico menor que yo viniera a voltear mi mundo, y es por eso que desde el día uno trate de poner distancia por que precisamente quería evitar comenzar a sentir esto, sentir esa necesidad de estar cerca de ti y nunca apartarme de tu lado —terminó, Taehyung sollozo y se aparto de su toque.

—Y-yo no se que pensar... —le dijo, levantando su mirada y viendo los ojos de Jungkook los cuales brillaban como nunca, eso hizo que su corazón diera un vuelco de amor—. Por un lado siento que mi corazón se saldrá de mi pecho por todo lo que me esta diciendo, es como un sueño —hizo una pausa y tomó aire—. Pero por el otro lado me cuesta tanto creerle, su actitud hacia mi no es la actitud que tomaría una persona que de verdad gusta de alguien. Me trato mal señor Jungkook, me dijo cosas feas, que soy un niño y una perdida de tiempo para usted, mi autoestima en este momento no es la mejor y se que fue poco el tiempo que convivimos pero necesito sanar las heridas que esas palabras causaron en mi —terminó, el brillo en los ojos de Jungkook se apago y se llenaron de miedo y arrepentimiento.

—Perdóname Taehyung, dame una oportunidad de reparar todos los errores que cometí por favor —se acercó al menor, pero este retrocedio.

—Me enamoré de usted señor Jungkook, pero a cambio de eso deje de quererme a mi y necesito reparar ese error para poder confiar en usted —y Jungkook no se atrevió a cuestionar aquello, pues el estaba consiente del daño que había hecho.

Taehyung se dio la vuelta y comenzo a caminar hacia la salida de la oficina, con una leve esperanza de que Jeon lo detuviera, pero los segundos pasaron y eso no fue así.

Jungkook se quedo estático unos segundos dispuesto a dejarlo ir, pero decidió que no dejaría que la felicidad y el amor se le escapase de sus manos sin antes luchar por él, y entonces se apresuro y caminó rápido hasta ponerse frente a Kim e impedirle el paso.

—Esta bien, toma el tiempo que necesites, si deseas irte y tener tu propio espacio esta bien, pero por favor permiteme estar cerca de ti y reparar el daño que he hecho. Dejame demostrarte que soy capaz de cambiar todo lo que soy por ti, dame la oportunidad de enamorarte de nuevo pero esta vez como se debe —le pidió con sus ojos demostrando súplica.

Taehyung lo pensó, ¿valía la pena arriesgarse? como le dijo su amigo Jimin, aún estaba a tiempo de parar todo y no salir más lastimado de lo que ya estaba. Pero a la vez no podía creer que aquello que creía imposible ahora sea una realidad, y sea Jungkook pidiéndole estar cerca de él con una mirada que nunca había visto, pues esta derrochaba solo cariño hacia él.

Él que no arriesga no gana, ¿cierto?


-Nana. ☁️

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gracias por leer ♡

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