El pequeño Taehyung leía sentado en el sofá de su casa una revista, la cual tenía como portada la noticia que había causado revuelo esos últimos dias y en la cual estaba involucrado él y... su esposo.

Vestía una pijama con estampados de ositos muy afelpadita ya que el clima había estado frío en los últimos días, en su cabellera había unos moñitos que sostenían unos mechones de su cabello ondulado y rubio, y frente a él en una mesita había unas galletas y un chocolate caliente, la tarde perfecta para él.

—Me siento muy solito aquí —habló con un puchero, dejando la revista de lado, viéndose en la portada una foto de él y Jeon Jungkook, su esposo—. Esta casa es muy grande y luce triste —siguió hablando, observando a su alrededor.

La casa en la que ahora vivía era demasiado grande, elegante y triste. No tenía más que colores fríos, los cuales por ende, lo ponían triste a él. Lo único colorido en aquella casa era su habitación, la cual al ser suya, el mismo la había personalizado con colores lindos, osos de peluche, retratos, objetos bonitos y muchas cosas más que lo hacían sentir cómodo.

No había trabajadores a petición de él, ya que como distracción al estar todo el día solito en casa, le gustaba hacer el aseo. Su esposo desde que vivían juntos, exactamente hace una semana, salía desde temprano hacia la empresa la cual fue la razón por la que ahora este en un matrimonio con él chico; y este volvía demasiado tarde ya que se estaba esforzando por poder llevar las riendas de la empresa más grande de corea.
Las riendas se le fueron entregadas justo poco antes de su matrimonio con él así que ahora no tenía nada de tiempo.

Taehyung también se estaba esforzando, no iba a mentir esa había sido la semana más incómoda de su vida pero trataba de poner su granito de arena para que las cosas pudieran mejorar, ya que Jungkook también era una víctima en todo esto, lo habían obligado a casarse. Le daba su espacio, tratando de no ser una molestia para el chico que solo conocía lo básico de él.

Ambos se cocinaban sus propias comidas, se encargaban de limpiar sus propios desordenes y a lo mucho habían cruzado unas cuentas palabras en la semana como esposos, y solo tuvieron que fingir en su boda ser una pareja feliz por haberse unido en matrimonio.

Taehyung puchero al recordar todo lo vivido últimamente, dio un sorbo a su chocolatito, terminadolo y tomando la taza y el plato con galletas para llevarlo a la gran cocina.

Puso un poco de música y comenzó a sacar alimentos del refrigerador para comenzar a hacerse su cena y que el rato pasara rápido hasta que finalmente callera la noche y pudiera ir a dormir.

Jungkook salió de su lujoso auto, con su maletín en una de sus manos y con su mano libre desajustando un poco su corbata. Camino hasta la entrada de su casa soltando un suspiro, venía demasiado cansado pero satisfecho por que ese cansancio se debía a que por fin estaba cumpliendo su sueño de ser la cabeza del imperio Jeon, ahora fusionado con el imperio Kim.

Entro a su casa, escuchando música jazz sonar por las paredes y sintiendo un rico olor a comida entrar por sus fosas nasales, su estómago gruño y entonces recordo que por estar trabajando no había ingerido alimento en todo el día.

Dejo su maletín en un mueble de la sala y caminó hasta la cocina en busca de un vaso de agua, viendo la imagen de un pequeño rubiecito sirviendo en un plato la comida que había preparado.

Taehyung miro a su esposo, sonriendo amable mientras este solo desviaba su mirada y caminaba al refrigerador por una botella de agua.

—Buenas noches, señor Jungkook —saludó con alegría, terminando de servir su cena en su plato, girandose y viendo como el pelinegro solo tomaba una manzana de la canasta de frutas—. ¿Piensa cenar eso? —se atrevió a preguntar, Jungkook miró su manzana y después lo miro a él sin expresión alguna.

—Sí, vengo demasiado cansado como para prepararme algo —respondió simple.

Taehyung asintió y mordió su labio inferior con timidez, dejando su plato con comida a un lado.

—Uhmm, yo preparé carne con verduras cocidas y arroz, ¿no quiere un poco? Si cena solo eso podría enfermar —ofreció con amabilidad, y la expresión de Jungkook se relajo un poco.

Jeon quería negarse ya que no le parecía apropiado, pero el rico olor y los sonidos tan insistentes de su estómago, lo hicieron cambiar de opinión.

—Si no es mucha molestia, podrías darme un poco, por favor. —aceptó y una preciosa sonrisa se dibujo en el rostro de Taehyung, quien asintió feliz y camino emocionado para tomar otro plato.

—Claro señor, puede ir al comedor, ahorita le llevo su plato —contestó alegre, comenzando a servir la cena de su esposo.

Jeon asintió y miro el plato del menor, seguidamente levanto su mirada a este mismo.

—¿Gustas que lleve tu plato a la mesa? —se ofreció y Taehyung lo miró de manera rápida.

—Sí señor, por favor —Jungkook asintió y caminó para tomar el plato del menor para seguidamente ir al comedor y dejarlo en la mesa, sentándose él en la silla principal.

Taehyung estuvo junto a él a los momentos, poniendo su plato con su cena frente a él.

—Voy por el jugo, ya vuelvo —y caminó nuevamente a la cocina para poder tomar de ahí el jugo que había preparado y sirviendo este en dos vasos, volviendo al comedor, sentándose y dándole su vaso al mayor—. Listo, provecho señor Jungkook -le sonrió al pelinegro, este asintió.

—Igualmente.

Ambos comenzaron a comer en un silencio incómodo, Taehyung miraba disimuladamente al pelinegro en busca de un gesto para saber si le gusto su comida o no. Cuando vio como una diminuta sonrisa de satisfacción se formana en los labios de su mayor, supo que a este le había gustado su obra maestra.

—Hace mucho no probaba algo así de bueno —habló Jungkook, a lo que Taehyung se sorprendió un poco pero lo miró prestandole total atención—. Gracias, esta muy rico —le dijo, tomando de su jugo. Él castaño se sintió orgulloso, pues le encantaba cocinar y que elogiaran sus platillos.

—Señor, si quiere puedo cocinarle todos los días, yo no trabajo ya que estudió y tengo tiempo libre, en cambio usted se la pasa todo el día en la empresa, así que podría tener las comidas listas para usted. Aparte quien decidió que no haya trabajadores que limpien y cocinen fui yo y usted respeto mi decisión, puedo agradecerselo cocinando para usted —se ofreció a lo que Jungkook abrió sus ojos y negó, limpiando la comisura de sus labios con su servilleta.

—No te preocupes Taehyung, no quiero ser una molestia —y esta vez fue Kim quien negó, quien ya se encontraba entusiasmado por la idea de cocinarle a su esposo.

—¡Claro que no es una molestia! Tómelo como que estoy tomando enserio mi papel de su esposo —dijo esto sin pensarlo y para cuando se dio cuenta de lo que dijo sus mejillas se encendieron en un color rojito.

Jungkook se quedo perplejo unos segundos, antes de reír un poco y tomar un bocado de comida.

—Sí así lo quieres te lo agradecería mucho, de verdad tienes buena mano en la cocina —halago, Taehyung dejo la verguenza de lado y sonrió mientras asentía.

Después de eso ambos siguieron comiendo sin hablar, hasta que ambos terminaron y se dispusieron a lavar sus platos y limpiar el desorden.

—Voy a dormir ahora señor Jungkook, buenas noches —se despidió el menor, haciendo una reverencia hacia Jungkook y comenzando a subir las escaleras en dirección a su habitación.

Jeon después de unos minutos también comenzó a subir hasta llegar a su recámara, donde una vez dentro fue a darse una ducha para relajar su cuerpo.

Durante esos minutos pensó en todo lo que estaba viviendo, sintiéndose mal al saber que alguien tan joven como Taehyung había sido atado a a alguien como él, que aunque no había mucha diferencia de edad sus personalidades eran demasiado distintas.

Él era alguien que siempre se conocentro en sus estudios, sin tiempo para relaciones románticas más que cuando necesitaba relajarse y recurría a un bar en busca de un acoston casual. Luego de graduarse, comenzó a trabajar en la empresa Jeon para poder impresionar a su padre y que este supiera que estaba más que listo para convertirse en el CEO de la empresa. Todo parecía ir bien, él estaba seguro que su padre estaba más que satisfecho con él y le daría el mando por sus méritos o eso pensaba hasta que su vida cambio drásticamente cuando sus padres le anunciaron que debía casarse con un chiquillo de 19 años hijo doncel y único de los importantes señores Kim, para así poder fusionar las familias más importantes del país y agregar más miles de millones a las cuentas bancarias de ambas familias.

Fue chantajeado con aquello, su padre le propuso que estaba dispuesto a sederle todo el poder de la empresa solo si aceptaba casarse con Kim Taehyung. Jungkook en su deseo y desesperación de cumplir su sueño, acepto a regañadientes aquello, siendo obligado a casarse con alguien que no conocía solo por el bien de ambas familias y poder al fin convertirse en el dueño de todo.

El nunca pensó en el matrimonio ni la idea de formar una familia. Siempre se concentro en él y su formación académica, actualmente su vida estaba dedicada a la empresa que ahora era completamente suya. Fue educado de esa manera, crecer siendo un profesional para en un futuro convertirse en la cabeza de la poderosa familia Jeon y hacer que está siga ganando mucho dinero. Pero jamás imagino que para ello iba a tener que hacer algo tan bajo como casarse por conveniencia.

Sabía que su familia era capaz de cualquier cosa por hacer dinero, pero jamás se imagino que llegarían al punto en que lo obligarían a él y a un chico de 19 años a contraer matrimonio sin siquiera saber sus nombres. Claro que pensaba que en algún momento dado tendría que tener alguna relación con alguien de estatus elevado para así continuar con su linaje a pesar de su negativa por el matrimonio, pero esperaba que al menos está persona la pudiera elegir él, después de todo sería con quién pasaría el resto de su vida.

Y no quería pensar en como la estaba pasando Taehyung, a quien le estaban arrebatando su juventud y su derecho a experimentar al haberlo hecho contraer matrimonio cuando aún ni siquiera termina su carrera profesional.
Y tampoco quería prestarle atención a aquella culpa que sentía por haber aceptado la propuesta a cambio de convertirse en el CEO de Jeon's campanity.

¿Pero vamos? ¿Cómo había sido tan estupido como para no pensar que esto entre Taehyung y él podría pasar? Era obvio que casar al heredero de la familia Jeon y al único hijo de la familia Kim; las dos familias más poderosas de corea, era el mejor truco de negocios que podría existir, pues ambos apellidos juntos serían imparables.

Con su corazón lleno de rencor y coraje hacia sus padres fue a dormirse luego de su ducha, preparadose para seguir viviendo la vida que sus padres habían escogido para él.

-Nana.☁️

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primer capítulo !!! damos inicio
a esta historia que la vdd me
tiene muy entusiasmada,
entonces espero les
guste mucho <3
tengo unos capítulos
adelantados pero batallo
mucho para conectarme a
internet así que no creo
poder actualizar tan seguido
pero intentaré subirles por
lo menos un capítulo a la semana <3