Parte 2
Sorprendentemente, la vida de Tony Stark empezó a cambiar para mejor.
Bueno, tampoco es que era una sorpresa, no después de que hayas hecho un trato con un demonio para que eso pase.
El punto aquí era que Tony al fin podía caminar por los pasillos de su facultad con total tranquilidad, los matones fueron desapareciendo uno a uno y cualquiera que intentase meterse con Tony Stark le esperaba una desagradable sorpresa.
Obviamente, los rumores no se hicieron esperar, muchos comentaban que nadie debía meterse con Tony Stark si querían volver a ver la luz del día, y no era por nada relacionado a la fortuna de su padre, todos decían que un ente demoníaco le protegía.
Y no estaban equivocados.
Sunset Bain incluso dejó de perseguir a Tony, no tanto por los rumores (Ya que ella no creía en esas estupideces) era más por el hecho de que aquellas personas a las que engatusaba para hacerle algo a Tony simplemente se negaban o desaparecían, esto dejó a la chica con mal humor, pero no se metía más con el castaño.
Y esto Tony lo agradecía, aunque aún no sabía porque Winter la había dejado a ella viva.
Sin embargo, el demonio se lo explico una noche, diciendo que planeaba algo grande para ella, pero que tendría que esperar un poco.
Tony se sentía curioso por saber qué, pero decidió no preguntar, Winter se lo diría cuando estuviera preparado, además que dijo que sería una sorpresa.
De igual forma, Tony confiaba mucho en Winter, después de todo, él era el que le estaba ayudando a "arreglar" su vida, pero aparte de eso, tenía que admitir que las semanas de convivencia que paso con aquel ente demoniaco realmente le afectaban, haciéndole sentir de forma extraña...
Claro que, peor era ahora que literalmente le podía ver con ese hermoso cuerpo de adonis y no como una sombra oscura y tenebrosa. No sabía que era peor.
Estaba empezando a sentir cosas por aquel ser y eso le asustaba ¿Por qué tenía que sentir esas cosas con personas o seres completamente fuera de su alcance? Al parecer, a su corazón le gustan los retos y ser masoquista...
Apartaba esas ideas de su mente, él tenía que ser normal, actuar normal, conocía los rumores de pasillo que se desarrollaban alrededor de él y aunque le gustaban, no debía levantar sospechas, aunque Winter se aseguraba que el no saliera afectado en su venganza.
Winter se preocupaba por él, o al menos, eso quería creer.
Pese a los rumores de pasillos, él ahora tenía un nuevo amigo, uno real, aquel chico que le había ayudado cuando el idiota de Tiberius decidió jugar con fuego. Rhodey.
El chico era realmente amable y atento con él, aunque a Tony le parecía que lo trataba como a su hijo pequeño, le era divertido pasar tiempo con él y le contaba cosas de su vida, claro que, cosas normales, no le iba a decir de buenas a primeras que él había hecho un trato con un demonio.
Sin embargo Rhodey no era idiota, él sabía que había algo extraño pasando por ahí, eras demasiadas casualidades y rumores de pasillo, además de las actitudes extrañas que tenía Tony, como nunca dejarlo entrar a su habitación (aunque esto lo podía entender, tal vez el chico realmente quería tener privacidad), pero lo que le llamaba la atención era esa insana obsesión por ir a su habitación siempre, no importaba si tenía descanso y Rhodey le invitaba a ir a tomar café (Del cual se enteró, el chico era fan), Tony siempre buscaba una excusa para volver a su habitación, incluso Rhodey le invito a pasar una noche en la suya y ver películas hasta altas horas de la noche o ir de fiesta, pero Tony siempre declinaba inventando algo o simplemente diciendo que no, Rhodey pensó que esto era algo normal, hasta que una noche a Tony se le escapó una frase que hizo a Rhodey sospechar.
"No me gusta dejarlo mucho tiempo en mi habitación y a él no le gusta estar mucho tiempo lejos de mi"
Rhodey quiso pensar que tal vez el chico tenía alguna mascota escondida en su habitación, puesto que estaba prohibido tener animales en la universidad era lógico que él quisiera ocultarlo, pero las cosas alrededor de Tony se ponían más oscuras mientras él más investigaba.
Una vez intento buscarlo a su habitación para invitarle a tomar un café y salir a comer, fue cuando llegó a la puerta que escucho murmullos provenientes de la habitación, pudo reconocer la voz de Tony riendo por algo pero luego hubo otra voz más oscura que no supo identificar.
"Tienes visita, Antoshka..."
De repente y antes de que Rhodey pudiera tocar siquiera la puerta, esta se abrió revelando a un Tony Stark viéndole con una gran sonrisa, pero Rhodey pudo ver un deje de pánico en su mirada.
— ¡Honey bear! ¿Qué haces aquí? Es sábado —
Dijo Tony en un tono casual.
— Vine a invitarte a comer e ir por café, pero parece que estás ocupado con alguien más — dijo Rhodey con una pequeña sonrisa.
— En realidad no estoy ocupado con nadie, Honey bear — dijo Tony sin quitar la sonrisa de su rostro.
Rhodes le miro curioso.
— Juraría que escuché a alguien más hablando ahí dentro — dijo Rhodey con el ceño fruncido.
— Oh — dijo Tony sus sonrisa flaqueo solo unos segundos — De seguro fue la radio, estaba escuchando música, o tal vez solo estás escuchando cosas en tu cabeza — dijo Tony encogiéndose de hombros para luego tomar su chaqueta del perchero detrás de su puerta dando a Rhodey una mirada rápida a la habitación del castaño y realmente no había nadie ahí — Bien, vamos a ir a comer — dijo Tony para luego salir y cerrar su habitación.
Pero ese pequeño caso fue solo algo más que sumo al cúmulo de cosas extrañas que rodeaban a Tony Stark.
Pero lo que más le asustaba era la extraña mirada de triunfo que tenía cuando se escuchaba el caso de otro estudiante perdido, que casualmente era de los que antes pertenecía al séquito de Sunset Bain y Tiberius Stone (Quien aún no aparecía).
Rhodey sabía que Tony tenía una historia con esas personas, pero esa mirada y esa sonrisa le causaban escalofríos.
Había algo más en toda esta historia, y Rhodey iba a averiguarlo.
Aunque su búsqueda fue infructuosa, más allá de los pequeños descubrimientos que había hecho.
Sin embargo, se enteró gracias a un rumor de pasillo que Sunset y su séquito le había hecho una broma a Tony incitandolo a "invocar" a un demonio. Y aunque Rhodey no lo quisiera admitir, alguna cosas empezaban a encajar gracias a este descubrimiento.
No era que Rhodey creyera en esas cosas, pero su madre siempre le dijo que en el mundo existía en bien y el mal y que de este último había que mantenerse alejado y resguardarse.
Si aquella alocada suposición era correcta, él debía proteger a Tony de eso.
Sutilmente intentaba que Tony saliera más de su habitación, si bien no tenía mejores resultados que en un principio, Rhodey no perdía nada con intentarlo. Intento sacarle información a Tony sobre aquel reto y el castaño solo respondía con balbuceos tontos y decía que aquello fue una broma infantil que no conllevo a ningún daño. Rhodey no le creyó.
Un día decidió regalarle un bonito collar de la amistad a Tony, el castaño le miro sorprendido y a la vez agradecido por el gesto, dijo que nunca nadie le había regalado algo así y enseguida se lo puso, Rhodey suspiro aliviado.
El collar había sido previamente bendecido y bañado en agua bendita, una protección hecha por la misma mamá Rhodes, Rhodey esperaba que eso protegiera a Tony de aquella entidad.
El día en que se la entrego Tony había ido a su habitación a ver una película, era un domingo por la tarde y acostumbraban a hacer eso, además que antes de las 7 de la noche Tony se iba a su habitación con la excusa que debía estudiar para el lunes. Sin embargo, ese día Tony se había quedado dormido a mitad de película y Rhodey no tuvo corazón para despertarlo.
Las cosas empezaron a ponerse extrañas cuando el reloj anunció las ocho de la noche, más allá de la hora en la que Tony acostumbraba a irse. Rhodey se encontraba en la pequeña cocina de su habitación preparándose un té cuando de repente las luces empezaron a fallar, era extraño, nunca antes había pasado eso.
La televisión que antes estaba encendida se apagó de repente y Rhodey se acercó a investigar que estaba pasando, no sabía porque su habitación de repente se había puesto tan fría. Se acercó al mueble donde Tony yacía dormido y comprobó su estado, el frío en la habitación había aumentado considerablemente y Rhodey no se explicaba porque, apenas estaban a finales de agosto, no podía ser posible aquello, la temperatura había bajo tanto que un ligero vaho salió de los labios de Tony.
Rhodey decidió despertar a su amigo.
— Tones, amigo, despierta — susurro mientras intentaba tocar a su amigo y de repente un escalofrío cruzó por su columna vertebral, como si hubiera alguien detrás de él viéndole fijamente. Rhodey volteo a ver de qué rayos se trataba y no encontró nada ahí, esto se estaba poniendo más raro, y apenas se alejó unos centímetros de Tony este se despertó soltando un grito aterrador haciendo que Rhodey sintiera su corazón salía de su pecho.
Tony despertó jadeante, tocando su pecho y con una mueca de dolor, luego fijo su vista a Rhodey, o bueno, no directamente a él, a algo detrás de él.
Nadie se movió por unos minutos, nadie dijo nada y aquella mirada permaneció fija a la nada durante el mismo tiempo. Hasta que Rhodey decidió cortar con el silencio.
— ¿Tones? ¿Sucede algo? — Pregunto preocupado.
De repente Tony sacudió su cabeza un momento y miró a Rhodey como si nada hubiera pasado.
— ¿Eh? No pasa nada, creo que me quede dormido — Contestó restando importancia.
— Tony ¿Seguro estas bien? Despertaste gritando...
— Sí, lo estoy — dijo Tony levantándose, lucía algo inquieto — Tuve una pesadilla, eso es todo ¿Qué hora es?
— Son las 8:30...
Tony se tensó.
— ¿Tan tarde? Joder, debo volver a mi habitación.
Y si antes el castaño lucia inquieto ahora lo era más.
— Tony ¿Qué está pasando? — pregunto Rhodey mientras el castaño parecía un desastre natural andando por toda la habitación recogiendo sus pertenencias.
— No pasa nada honey bear — dijo Tony deteniéndose un minuto y dándole una sonrisa — Todo está bien — dijo para luego dirigirse a la puerta.
— Tones — le paro antes de que el castaño terminará de abrir la puerta — Algo no está bien, sé que hay algo que te persigue y que es la razón de todos los rumores, déjame ayudarte...
Tony se quedó paralizado por unos segundos y luego miró sombríamente a Rhodey.
— No necesito ayuda, no te metas en asuntos que no te incumben.
— Eres mi amigo y me incumbe — dijo Rhodey sosteniendo la muñeca de Tony evitando que este huyera.
Tony suspiró.
— No lo entenderías...
— Y no lo haré si no me dices, me preocupas Tony, esa cosa estuvo aquí, lo sé, lo sabes, fue lo que te hizo gritar y a mí que casi me dé un infarto — replico Rhodey — Es el responsable de aquellas desapariciones y de todo lo raro y espeluznante que ocurre a tu alrededor.
— Es algo complicado, pero no temas por mí, estoy bien, estaré bien, sé lo que hago — dijo dándole una sonrisa tranquilizadora y sincera.
Pero Rhodey temía por su amigo.
— Tony, esa cosa es un monstruo...
— Winter no es un monstruo — dijo Tony frunciendo el ceño.
Rhodey rió sin gracia aflojando su agarre de la muñeca de Tony.
— ¿Cuándo un monstruo deja de ser un monstruo?
Tony le miró con sorpresa para luego sonreír dulcemente como si estuviera encantado, Rhodey nunca había sentido tanto miedo como cuando vio aquella mirada llena de afecto en su amigo.
— Oh... Cuando lo amas... — dijo para luego zafarse del agarre de Rhodey y huir en dirección a su habitación dejando a un Rhodey completamente espantado.
Después de aquello no volvieron a hablar en días, Tony evitaba a Rhodey como la peste y tampoco llevaba el collar consigo.
Sin embargo, las cosas cambiarían al pasar de los días, para bien o para mal.
Apuesta para el mal.
Las semanas pasaban y cuando menos lo esperaban ya era octubre y con ello vendría una fecha tan esperada para los estudiantes, y para otros seres...
La fiesta de Halloween de la facultad era algo esperado por todos los estudiantes, en aquella fiesta podían invitar a tu pareja y amigos a disfrutar disfrazados y comer la grosera cantidad de dulces y bocadillos que habrían, además del alcohol.
Todos los estudiantes estaban emocionados por ello y dejaron de lado las cosas raras que pasaban en la universidad, todos menos Tony...
El chico observaba como todos estaban emocionados por la fiesta, las parejas se organizaban para ir disfrazados con motivos iguales, o de alguna pareja de película, algunos amigos organizaban grupos para disfrazarse de alguna película y así con la mayoría de los estudiantes, menos Tony, él solo suspiraba sintiéndose melancólico, él tal vez pudo haber estado emocionado, unos meses atrás, cuando Rhodey aún era su amigo, pero había decidido alejarse de él cuando descubrió lo de Winter, pero ¿Había hecho lo correcto?
Él quería creer que sí, y mientras caminaba rumbo a su habitación intentaba seguir creyendo aquello aunque pensaba seriamente en las palabras que le dijo a Rhodey, fue sin saberlo una confesión de sus sentimientos hacia Winter, sentimientos que jamás serían correspondido por lo obvio...
Soltando un suspiro entro a su habitación, donde le esperaba su torturador, realmente algo estaba muy mal con él.
— ¿Algo perturba tu mente, Antoshka? — pronunció aquel ser mientras veía el rostro afligido de su humano.
— ¿Mhh? No, no es nada — dijo con un suspiro para luego acostarse en su cama y cubrir sus ojos con su brazo, sintió la oscura presencia de Winter a un lado de su cama.
— No actúas así normalmente, últimamente tienes esa expresión en tu rostro — dijo el demonio.
— Actúas como si realmente te importara — comento el castaño con una risa sin ganas.
Winter no respondió enseguida.
— Lo hago... El trato establece que debo procurar tu felicidad y no actúas muy feliz...
Esto hizo reír amargamente a Tony.
El maldito "trato" la única razón por la cual él estaba a su lado ayudándolo y dándole un fingido apoyo.
Todo porque se supone mejoraría su vida, pero ¿Realmente lo hacía?
Tal vez si no hubiera empezado a tener sentimientos hacia ese ente espeluznante se hubiera sentido mejor pues la mayoría de los problemas en su vida se habían resuelto, pero ahora, el problema eran sus malditos sentimientos.
— Hay una fiesta de Halloween en unas semanas — mencionó Tony de repente, si no hubiera tenido los ojos tapado hubiera podido ver el brillo espectral lleno de travesura que cruzó los ojos de Winter — Todos están emocionados con ello.
— Los humanos les encanta lo sobrenatural — dijo Winter — es una fiesta que celebran tanto los humanos como los seres sobrenaturales como yo, es... una fecha especial...
— Lo sé — dijo Tony simplemente — Aunque aquí, están más preocupados en pasarla bien entre amigos y estar con sus parejas...
— Los humanos son seres extraños — comentó Winter para luego ver al menor— ¿Es eso lo que te preocupa?
— No sé... No me interesa esa fiesta como tal, pero... Me hubiera gustado ir... Con mis amigos...
Winter río.
— Tú no tienes amigos Antoshka — dijo con una sonrisa.
Aquel comentario fue como espinas al corazón de Tony.
— Lo tuve una vez... — dijo con voz quebrada, Winter enseguida se alarmó.
— Antoshka...
— ¿Los demonios alguna vez aman? — preguntó levantándose de su cama y mirando al ser al lado de esta quien le miraba sin expresión alguna en sus facciones.
— No sabemos de sentimientos humanos... — respondió Winter después de un tiempo.
Tony río cínicamente.
— Eso es obvio, no sé ni porque te pregunto...
— ¿Estas molesto porque no irás a la fiesta? — interrogó el demonio.
— No estoy molesto porque no iré a la estúpida fiesta — dijo mientras se levantaba y empezaba a rebuscar algo entre sus cosas.
— ¿Entonces por qué estas molesto?
— No sé, soy humano, tenemos emociones y sentimientos en conflicto y los míos están hechos una mierda ahora mismo — dijo sin voltear a ver al otro.
— ¿Tiene que ver con lo que ustedes llaman amor? — pregunto Winter.
Tony se congeló un momento y luego suspiró pasándose una mano por su cabello en un gesto nervioso para luego volver a buscar lo que necesitaba entre sus cosas.
— Tal vez, ese maldito sentimiento que me metió en problemas en primer lugar y en definitiva sigue provocándolos.
— ¿Te gusta alguien? — pregunto Winter nuevamente y sin notarlo su voz se tornó más oscura, pero ¿pueden culparlo? Para él su humano era SUYO de SU propiedad, SU Antoshka, no había ser en el mundo que se lo quitará, su alma le pertenecía, era suyo por la eternidad, el simple hecho de imaginar a su Antoshka con alguien más le repugnaba.
Nunca antes había sentido así por alguna alma, o incluso por el humano en sí, era la primera vez que le pasaba, y no le agradaba.
Aunque, para su suerte su humano no tenía tantos amigos con quien tuviese que compartirlo, cuando estuvo con aquel chico que una vez lo ayudó, Winter se tragó todas aquellas sensaciones amargas y de posesividad por el bien de su Antoshka, además que este le había prometido que siempre iba a volver antes que anocheciera y entre sus clases, pero aquella noche... Aquella noche agotó su paciencia, cuando su Antoshka no volvió a la hora acostumbrada, algo dentro de Winter se quebró y tuvo que usar todo su autocontrol para no matar a aquel humano que tenía a su Antoshka y fue peor cuando intentó tocarlo y algo le había expulsado y quemado su mano.
Aquel humano... Iba a pagarlo también por intentar arrebatarle a su Antoshka.
Tony soltó una exclamación de triunfo al encontrar lo que buscaba y luego mirar a Winter sombríamente, iba a hacer algo arriesgado, pero tenía que arrancarse aquellos sentimientos por aquel ser.
— Debo irme a mi siguiente clase — dijo tomando su bolso y luego salir de su habitación rápidamente sin siquiera dejar a Winter decir algo al respecto ni contestar su pregunta.
Después de esa conversación, Winter noto que su Antoshka estaba más alejado de él, y aquello no le gustaba, no fue una semana y media después que decidió seguir a su humano para saber qué era lo que este hacía.
Y fue cuando lo vio, conviviendo con aquel humano que antes le había salvado y con una chica pelirroja, esto le alarmó, su humano parecía llevarse muy bien con esta chica ¡E incluso se sonrojó con un comentario que esta hizo! Oh esto iba a ponerse feo.
— Su nombre es Pepper — le informo Tony casualmente aquella noche cuando Winter le interrogó — Y es mi pareja para el baile de Halloween.
— ¿En serio piensas ir con esa humana? — pregunto Winter con sus brazos cruzados haciendo lo que parecía ser una rabieta.
— Sí — contento Tony con indiferencia mientras hacía sus deberes académicos.
— ¿Qué tiene de especial? Es solo otra simple humana — dijo Winter escupiendo sus palabras, el que su Antoshka se interesara en aquella humana era un golpe a su orgullo.
Tony río.
— Winter, si no supiera que eres un demonio y no tienes sentimientos humanos diría que estás celoso — comentó con una sonrisa.
Winter medito aquellas palabras, los demonios normalmente no tenían sentimientos humanos, para ellos aquellos sentimientos eran absurdos, pero podían llegar a aprender a sentir algo similar, pero más fuerte.
Tal vez, para el concepto básico humano, Winter si tenía celos...
El demonio se estremeció al pensar que sentía eso.
— Y tiene mucho de especial — dijo Tony luego de un rato, contestando la pregunta de Winter — Ella me puede dar amor, no es algo que alguien como tu entendería.
Winter quedó en silencio nuevamente fundiéndose en las sombras, tenía razón, simple amor era algo que aquella chica le podría dar a su Antoshka, pero él, él le podría dar mucho más. Él podría darle el mundo.
"Si tan solo supieras, Antoshka..."
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