6
Jungkook se quedó sentado en la barra sin quitar la vista de Taehyung y su compañero rubio que a leguas se notaba que se alegraba de verlo.
-¿Cuándo volviste a la ciudad? - preguntó Taehyung tras ordenar un par de tragos para festejar el reencuentro.
- Hace ya una semana -respondió el mayor quitándose la chaqueta y colocándola en el respaldo de su silla.
- ¿Y por qué no me llamaste antes? - reclamó Taehyung con una sonrisa.
- Bueno, estábamos acomodando las cosas en el departamento y aún hay mucho que hacer. Pero en cuanto pude darme un respiro te llamé, Tae. Hay tanto que tengo que contarte - sonrió emocionado el rubio.
- Me sorprendiste cuando me dijiste que te mudabas nuevamente a la ciudad y esta vez con tu pareja. Cuéntamelo todo. ¿Quién es ella o... él? - tanteó el terreno Tae.
- Es un él... Y de hecho... Lo conoces - Jimin miró hacia abajo con una sonrisa tímida.
Taehyung esperó en silencio procesando la información de que su amigo de tantos años fuese gay... O bisexual en este caso, por todos los recuerdos que tenía de su vida sexual agitada en la universidad. Intentó imaginarse quién podría ser el que había conquistado el corazón del casanova Jimin.
El rubio no pudo continuar hablando porque alguien se acercó a la mesa para unirse a la conversación de los amigos.
- ¿Yoon... Yoongi? - Taehyung no pudo esconder su sorpresa y alegría al ver al amor de su vida, al único que recuerda haber amado a pesar de jamás habérselo dicho ni haber movido un dedo para que algo pasara entre ellos. ¿Pero qué hacía él ahí?
Taehyung abrió los ojos en shock cuando Yoongi posó sus labios sobre los de Jimin en un dulce beso antes de sentarse a su lado y encarar a Taehyung.
- TaeTae... Yoongi es mi pareja. ¡Sorpresa! - dijo feliz Jimin mientras se aferraba en un abrazo al muchacho de ojos felinos que observaba con nostalgia a Taehyung.
El menor no pudo salir de la sorpresa con facilidad. Tuvo que tomarse unos segundos para ver a su mejor amigo de la universidad y el amor de su vida y encajar la idea de que ellos ahora estaban juntos, eran pareja y vivían juntos. No es que Taehyung tuviese ninguna esperanza de estar con Yoongi, nunca la tuvo de hecho, es más, ya lo había dejado de ver hace mucho tiempo, pero el verlo en ese momento trajo consigo muchísimos recuerdos de sentimientos que él quería se quedasen en su mente y su corazón como algo agridulce. Ahora, esos sentimientos luchaban por salir desesperadamente y no eran nada dulce precisamente.
- Wow - dijo Taehyung al fin - qué... sorpresa en verdad - intentó sonreír.
- Ha pasado tiempo, Tae - habló por primera vez Yoongi.
- Desde que nos graduamos - recordó Taehyung.
- El mundo es tan pequeño - dijo animado Jimin empezando a contar cómo se habían conocido.
Jungkook analizaba cada una de las acciones de los reunidos en esa mesa. Aunque no pudo escuchar nada por la distancia en la que se encontraba, entendió un poco de lo que pasaba. Taehyung tardó en reaccionar ante la llegada del segundo muchacho, pero luego su charla se fue haciendo amena y los tres terminaron sonriendo, riendo y bebiendo.
Jungkook ya se estaba aburriendo de tanto beber jugo y ver a esos tres reír a pierna suelta, invadiendo el local de carcajadas. Hasta que los dos acompañantes de Taehyung se pusieron de pie a duras penas, se despidieron efusivamente de su amigo, con abrazos largos y muchas más risas y salieron del lugar dejando a Taehyung solo en la mesa.
Pasaron unos minutos y Taehyung, sabiendo que su chofer/guardaespaldas no le quitaba el ojo de encima lo llamó con una señal de sus dedos sin mirarlo siquiera. Jungkook se acercó donde se hallaba su jefe y obedeció su señal de sentarse frente a él, justo donde antes se había sentado la pareja acaramelada.
Taehyung pidió un nuevo vaso de licor y un jugo para su chófer, pero se quedó en silencio mientras llegaba el pedido. Jungkook tampoco abrió la boca para preguntar nada. No quería arruinar más la rara relación que llevaba con su jefe ese día.
Llegaron las bebidas y Taehyung terminó el contenido de la suya de un solo trago, aún mirando a un punto fijo en la mesa. Jungkook sólo dio pequeños sorbos a su jugo, observando a su jefe emborracharse frente a él. Algo obviamente lo estaba molestando.
La siguiente media hora transcurrió de la misma manera, Taehyung bebiendo como si no hubiese una mañana y Jungkook mirándolo sin decir nada.
"Vaya borracho tenemos acá, señor Kim" sonrió Jungkook para sus adentros. La escena que tenía delante era digna de ser mostrada a su clan. El heredero Kim borracho, apoyando su frente sobre sus manos, totalmente desamparado y acabado... El panorama perfecto de una derrota.
- Vámonos - dijo de repente el mayor e intentó ponerse de pie con poca suerte, pues se tambaleó y de no haber sido por Jungkook que lo agarró por la cintura, hubiese acabado en el suelo.
Taehyung no tenía ya fuerzas para luchar contra el toque de su chofer. Se agarró con un brazo de sus hombros y empezó a arrastrarse para salir. Jungkook sacó dinero de su billetera al pasar por la caja cercana a la salida y pagó la cuenta.
Ayudó a llevar a su jefe hasta el coche y lo subió con cuidado, acomodando su cabeza hacia un lado en caso de que quisiese vomitar. Aunque pasó por su mente la idea de dejarlo morir ahogado con su propio vómito, la desechó tras pensar que él no se merecía una muerte tan simple. El esfuerzo que Jungkook estaba haciendo en ese trabajo tendría que valer la pena por una muerte mucho más interesante.
En el camino, Jungkook vió como Taehyung apoyaba su cabeza en el vidrio del coche mirando hacia afuera y sus lágrimas empezaron a caer, lágrimas silenciosas que bañaban sus mejillas cada vez más copiosamente. Jungkook aprovechó un semáforo en rojo para pasarle una caja de pañuelos desechables a su jefe.
Taehyung tomó la caja mientras lo observaba y apretándola con demasiado fuerza la lanzó contra el vidrio del asiento al lado del suyo lanzando un sollozo lastimero. Luego se llevó las manos a su rostro y empezó a llorar sonoramente.
Jungkook se tragó las ganas de callarlo con una bofetada porque una pequeñísima parte de él sintió lástima por el pobre muchacho. Avanzó unas calles más y se detuvo en una esquina solitaria, poniendo las luces de estacionamiento. Se quitó el cinturón de seguridad y se estrechó hasta donde había caído la caja de pañuelos. Sacó dos de ellos y con mucha cautela rozó una de las manos de Taehyung que cubrían su rostro empapado.
El mayor no mostró resistencia ahora y dejó que su chofer descubriera sus mejillas y las limpiara con cuidado y sin decir nada. Taehyung dejó de sollozar por un momento y miró a quien lo cuidaba en ese momento entre las lágrimas que empañaban sus ojos.
- Yo... Yo lo amaba - dijo en un hilo de voz
Jungkook se mantuvo en silencio y ayudó al mayor a sonarse la nariz.
- ¿Me oíste acaso? ¡Te dije que yo lo amaba! - gritó Taehyung retornando a las lágrimas.
- Amar...en tiempo pasado, señor - respondió Jungkook deshaciéndose de los pañuelos usados en una papelera ubicada en el asiento contigüo.
Taehyung entendió la referencia y se calmó un poco.
- Él fue mi primer... amor - dijo cuando Jungkook se volvió a poner el cinturón y continúo conduciendo.
- ¿El gato o el pollito? - respondió Jungkook con tono serio.
- ¿Qué? - quiso entender Taehyung en toda su borrachera que parecía ir esfumándose con sus lágrimas.
- El muchacho con rasgos gatunos o el que parecía un pequeño pollito amarillo, señor. ¿Cuál de ellos fue su primer amor? - se explicó el mayor ya entrando en los terrenos de la mansión.
Taehyung soltó una carcajada ruidosa ante la idea de que un gato y un pollito podrían ser pareja. La broma dio su resultado e hizo el ambiente menos tenso y doloroso.
- El maldito pollito... Mi mejor amigo pollito se quedó con mi minino... - explicó Taehyung mientras Jungkook estacionaba el auto y abría la puerta del lado del mayor.
- ¿El mundo puede ser tan estúpidamente pequeño como para que ellos dos se fuesen a conocer y a enamorar? - preguntaba al aire siendo conducido por su chofer hacia su habitación.
Al llegar al cuarto, Jungkook ayudó al mayor a descalzarse y sacarse la chaqueta y los pantalones vaqueros. Tendido sobre la cama, Taehyung ya no lloraba, sólo decía incoherencias que tenían que ver con un gato que había sido cazado por un pollito.
Jungkook se acercó a la mesita de noche al lado de la cama e intentó servir un vaso de agua para su jefe, cuando sintió una mano sobre su muñeca.
- Esta noche te quedarás a mi lado - susurró Taehyung mirándolo fijamente desde la cama - es una orden.
"Maldita sea" pensó Jungkook. Tragó saliva y sin siquiera sacarse la chaqueta que llevaba encima, se sentó al lado de Taehyung. Éste puso un brazo sobre su abdomen y lo obligó a acostarse a su lado mientras lo abrazaba fuertemente.
- Quédate... Por favor - susurró el mayor con los ojos cerrados en una mueca de dolor y apretando la ropa del menor como temiendo que se esfumara.
- No me iré, señor - dijo con voz suave el menor y se animó a acariciar la mano que lo apretaba.
Eso pareció calmar a Taehyung pues sólo sollozó un poco más y luego se quedó dormido sin dejar de abrazar a Jungkook.
El menor se dedicó a analizar cada rasgo del rostro de Taehyung. Pensó que de seguro había amado demasiado a ese chico como para terminar desecho y borracho abrazando a su empleado. No pudo evitar sentir más pena por él. Dejando de lado el objetivo que lo había llevado hasta ese lugar y momento, Jungkook comprendió lo solo que debía sentirse el heredero. Sin familia, sin amor y con tan solo empleados que lo rodeaban por el trabajo que tenían. Nadie que lo amara en realidad.
Esa noche Jungkook entendió que la clave para ganarse la confianza de Taehyung era ganarse su corazón... Y eso era justamente lo que haría.
[Es cumple de TaeTae!!! Ojalá la pase súper bien aunque esté trabajando 💜💜💜]
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