𝐗𝐈. Ignorance
11: IGNORANCIA
Bada no lo soportabas mas, y aunque Seojun no le había vuelto a dirigir la palabra conseguía molestarla igual. Hace un rato a la hora del almuerzo su compañero la había empujado para tomar su lugar y sentarse al lado de Ju-kyung. A pesar de todos los intentos de Soojin e incluso de la propia ju-kyung de hacerle entender que no era bienvenido en esa mesa el continuo allí.
El pasillo no era un buen lugar para caminar después de que tu nombre este entre los novedosos chismes del instituto, al menos a Bada y a Ju-kyung les había quedado claro aquello. Pero como todo viene todo se va, ese pensamiento mantenía con cordura a Bada.
── No puedo creer que haya dejado estacionada su motocicleta al frente de tu casa. — Soo-ah miró a Ju-kyung y luego ladeeo la cabeza.
── Al menos te vengaste y le escupiste el arroz en el rostro. — agregó Soojin provocando una carcajada de Bada.
── Tengo que admitir que fue satisfactorio.— Bada apretó sus labios mientras recordaba la escena y la expresión de Seojun.
Ju-kyung hizo una mueca y luego bajo la cabeza.
── Ju-kyung, si realmente te molesta deberías hacerle algo a su moto tu tienes las llaves ¿no crees? — le aconsejo Bada con un pizca de maldad.
── ¿Hacerle que ? — la castaña frunció el ceño.
── Mm.. No lo se, podrías tirarla al rio, o mejor, venderla.— le aconsejo.
── No me parece mala idea. — opinó Soojin e hizo un gesto como si pensara la situación.
── No, no. Es una pésima idea. ¿ Y si luego eso empeora todo? — Soo-ah negó eufóricamente con la cabeza. ── No es buena tener a Seojun de enemigo. Hasta ahora, las única persona con vida que lo son...
── Oigan no hare nada eso. — Ju-kyung interrumpió las suposición de su amiga. ── Ademas ¿ y si luego se siente mal?
── Tienes que buscar una manera de hacerle saber que su presencia no es de tu agrado y si no puede entenderlo con palabras...— Soojin alzo los hombros.
── Es mas complicado de lo que parece. No te dejara en paz porque si. — Bada miro hacia un lado mientras pensaba ── Hagamos algo, dame las llaves, las esconderé. Dile que las perdiste y que podrás recuperarlas solo si te deja en paz.
── ¿Crees que sea buena idea? ¿Como se que no las vas perder a propósito? — Ju-kyung levanto una ceja.
── No hare nada que te perjudique. — La pelinegra ladeo la cabeza y luego le mostro la palma para que se las diera. Aquella asintió y puso las llaves sobre su mano.
── No me gusta esto. Podrías terminar en la cárcel por hurto ajeno.— Soo-ah expresó su preocupación.
── Por favor...— Bada soltó una risita y con tuno bromista hablo. ── ¿Acaso mate a alguien?
La pelinegra aun sonriente finalizó la conversación al entrar al aula de química. Que Bada tuviera nuevamente la pertenecía de Seojun le daba un ultimátum , aunque el ni siquiera lo supiera ¿o si?
La clase de química resultaron más entretenida de lo habitual, la profesor explicaba de una manera que hizo que incluso Bada se sumergiera en la materia. Al salir, se dirigió al baño.
Mientras cruzaba el pasillo al salir, la voz de Seojun la llamó desde atrás, pero ella continúo caminando ignorando así su molesta voz.
── Oye tonta, te estoy hablando. — dijo el chico con impaciencia. Bada se dio vuelta y se señalo a ella misma mientras fingía inocencia.
── ¿Me hablas a mi? — dijo mientras se acercaba a el.
── ¿Ves otra tonta por aquí? — Seojun chasqueo la lengua.── Seré breve. Deja de poner a Ju-kyung en mi contra Y devuélveme las llaves de mi motocicleta ¿quieres?
Bada rió irónicamente y se cruzo de brazos.
── ¿En tu contra? No necesita ayuda para eso. Y sobre las llaves...
Seojun la interrumpió
── No te hagas la desentendida. Sabes de lo que te estoy hablando — espetó con un sonrisa que guardaba rabia.
Bada no se molesto en intentar defenderse de sus acusaciones. en cambio sacó las llaves del bolsillo de su blazer y las balanceo frente a su rostro. Como respuesta Seojun la miró de manera desafiante.
── Cada acción, tiene sus consecuencias ¿Lo sabes? ── Ella ladeo su cabeza.
── No tengo tiempo para tus juegos. Solo dale la llaves a Ju-kyung.
── ¿No tienes tiempo para juegos ? ¿En serio? ¿Cómo puede Ju-kyung querer algo tuyo cuando te empeñas en fastidiarla?
── No estoy fastidiando a nadie. Y menos a ti. ¿Por qué te metes? Ya te dije que no tienes chances conmigo, puedes dejar los celos de lado. ─ Un tono arrogante apareció en la voz de Seojun.
Bada apretó los labios conteniendo una risa.
── Cielos, otra vez dirás eso. Por favor, no me hagas reír. Sería como estar celosa de un perro que no deja de ladrar. Además, estoy segura de que ni siquiera sé cuál es tu encanto, a menos que contar las veces que haces enojar a la gente cuente. Pero bueno, si piensas que todos giran a tu alrededor, adelante, sigue viviendo en ese mundo de fantasía. No puedo esperar a ver cómo te va cuando te despiertes.
Seojun frunció el ceño, sus ojos destilaban incredulidad y una pizca de molestia. La confianza que llevaba minutos antes se desvaneció, reemplazada por un atisbo de sorpresa ante la respuesta audaz de Bada. Aquel movió su boca para hablar pero esta no emitió ni un solo sonido.
Bada estaba a punto de retirarse, pero unos chicos pasaron rápidamente y la empujaron, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera. Sin embargo, Seojun la atrapó justo a tiempo, pero no lograron evitar caer al suelo juntos. Seojun acabó encima de Bada en una posición más que comprometedora.
La pelinegra frunció el ceño incrédula por lo absurdo de la situación, mientras Seojun, en un gesto inusual, admiró su rostro por más segundos de lo normal. La incomodidad se palpaba en el aire, y a Bada no le agradó en absoluto la atención prolongada.
Para expresar su molestia, le propinó un golpe en la frente con su propia cabeza, dejando claro que no estaba dispuesta a tolerar la situación de una manera convencional. Mientras intentaban recomponerse, los amigos de Seojun aparecieron, burlándose de la escena y atrayendo la atención de la mayoría de los estudiantes, incluido Suho, que observaba la situación con seriedad.
Bada, con determinación, se levantó del suelo y dirigió una mirada llena de desprecio a los chicos que la empujaron, los responsables de la caída, conscientes de su culpa, se retiraron rápidamente de la escena. Después, centró su atención en Seojun, quien aún se encontraba perplejo por el golpe recibido.
──¡Oye! ¡¿Que te sucede?! — el levanto la voz con indignación?
── ¡¿Por qué hiciste eso?! — Bada levanto un dedo acusador mientras daba unos pasos hacia atrás.
──¡¿Yo?! ¡¿Por que me pegaste con tu cabezota?! — el de cabello negro se toco la frente.
Bada evalúo su alrededor y trago saliva.
── Por insoportable.— soltó ella y giro su cuerpo para marcharse.
── Fuiste tu quien se cayó en primer lugar ¡Yo te salve!—gritó.— ¡Devuelve las llaves a Ju-kyung!
── Olvídate de tus malditas llaves Seojun.
Seojun abrió los ojos sorprendido y a la vez furioso.
── ¡Yo sé que estás celosa! Por eso me haces esto ¡Yo lo sé! ── Seojun volvió a levantar la voz y sus amigos al percatarse de su reacción lo detuvieron y lo apartaron, intentando calmar la situación.
En ese instante, Bada se topó con Suho, quien observaba la escena con seriedad.
── ¿Estás bien ─ le preguntó su hermano.
── Sí, solo me caí, solo eso. ─ contestó y luego se marcho con una expresión de incredulidad.
Bada miraba desconcertada la pantalla de la sala de estar. Frente a ella tenía a Suho de espaldas con un casco de realidad virtual puesto y unos mandos en cada mano. Su hermano jugaba a una carrera de moto, parecia como si descargará su frustración en aquel videojuego porque cuando en la pantalla apareció un cartel que indicaba que había perdido se quitó el casco y lo dejo caer con frustración sobre el sofá.
── ¿Que? "¿Solo te escucharé a ti?" — pensó en voz alta. Bada supo que estaba pensando en la insinuaciones de Seojun.
Rápidamente sostuvo con más fuerza el cuadro que tenía en sus manos y se sentó su lado.
── ¿Que haces? Ya es tarde mañana tenemos escuela.— Bada fingío regañarlo y Suho disimuló no haberse sobresaltado por la sorpresiva aparición de la chica.
── ¿Desde cuándo te preocupas por el horario de escuela.— Suho admiro uno de los mando que había dejado sobre el colchón y recordando que había perdido.
── Desde que...— Bada se levantó y miro a Suho con una sonrisa juguetona.
Suho pestañeo perplejo manteniendo su habitual expresión sería.
── "Oh Lim Ju-kyung, no te vayas con Han Seojun." — Bada imitó con dramatismo lo de esa mañana haciendo que su hermano abriera los ojos más de lo normal.
──¿Que haces? — Suho tomo a Bada del brazo y la obligó a sentarse nuevamente.
── Eso te pregunto a ti.— Bada guardo silenció por unos segundos.── Todo este tiempo, estuve fingiendo que no sabía que te gustaba Ju-kyung por qué esperaba que me lo dijeras tu mismo. Aunque admitió que hoy me lo demostraste sin palabras. Por cierto... Su rostro ¿No sé te hace familiar? Ahora lo que pienso siento haberlo conocido mucho antes.
Suho se aclaró la garganta nervioso e ignoro que el también sentía la misma familiaridad.
── No sé de qué hablas. No me gusta... Ju-kyung.—el evito mirarla a los ojos.
── Pero te molesta que a Seojun si, es raro.— Bada fingío confusión y apoyo su espalda sobre el respaldo del sofá.
── ¡A Seojun no le gusta Ju-kyung! — Suho levanto la voz provocando una carcajada de Bada. — lo hace para molestarme.
── Ahí esta.— Bada mostró una media sonrisa.
── ¿Qué tienes ahí ? — Suho fingío un interes notorio señalando el cuadro que Bada sostenía con firmeza.
Bada miró el cuadro por un momento y se resignó al ver que le había cambiado de tema.
──Ah ¿Está cosa? Es como un intento fallido de mi inspiración por expresarse. Planeaba tirarlo...
──No.— Suho tomo inesperadamente el dibujo y lo examinó.── Es una puerta, tu nunca has pintando cosas así ¿Por que quieres hacer eso?
── Por esa misma razón. Míralo, es una puerta Suho. Una puerta.
Suho frunció el ceño, examinando el dibujo con más detenimiento. Parecía estar procesando las palabras de su hermana.
── ¿Una puerta? ¿Por qué una puerta? —preguntó con curiosidad, mirando de nuevo el dibujo.
── Ni siquiera yo lo sé. Debería tirarlo, esa cosa no me representa en absoluto— Bada hizo aman de quitárselo de las manos a Suho pero el no se dejó.
── A mí me gusta.— el lo admiro y Bada hizo una mueca.
── Está bien, quedatelo si quieres. — Bada parecía haber cedido sin embargo segundo después intento sacárselo de las manos nuevamente.
Su intento se convirtió en una lucha y Suho salió disparado hacia su cuarto cerrandole la puerta en la cara. Bada bufo y levantó el dedo del medio mientras se marchaba a su propia habitación.
VOLVÍ 🙊
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