07 : CONFLICTOS

Las palabras de Seojun anoche resonaban una y otra vez en su cabeza: "Estás más concentrada en vivir la vida de tu hermano que no pareces tener pensamientos propios".  Parecían haber tocado algo en Bada, pero no lograba descifrar qué.

Lo que si podía saber, era que aquellas le habían causado incomodidad. Bada siempre se había considerado fiel a sus principios por lo que que Seojun le haya dicho que todo lo que hacía se basaba en su hermano le causó molestia. De igual manera se sabía que solo era uno de muchos comentarios de el que tenía la misma intención, solo que al parecer su mente decidió retenerlo por más tiempo.

La sensación amarga que había vivido anoche aún la perseguía hoy. Había comprendido que al irse a Canadá hace dos años había afectado por completo la relación que tenía con su hermano y que ella ya no parecía saber mucho de el.

Ella caminaba por los pasillos sumergida entre sus pensamientos, ignoraba evidentemente las miradas curiosas y murmullos de los chicos de primer año. Sintió como alguien enrollaba su brazo con el de ella e instintivamente miro hacía su lado. Se  encontró con Ju-kyung sonriendo de oreja a oreja.

── Te noto muy alegre ¿Has ganado la lotería o algo así?— Bada le lanzo una mirada indagadora.

── No exactamente.— Ju-kyung dejo escapar un poco de aire de su pecho y miro hacía arriba mientras  formulaba que podría decirle a la pelinegra.

── ¿No exactamente? — arqueo una ceja.

── Mis problemas llegaron a su fin. Nunca hemos hablado de esto pero como sabes un poco más de mí creo que puedo confiar en ti.— Ju-kyung bajo el tono de su voz y una sonrisita amable se formó en su rostro.

── Lo haces parecer como si hubieras matado a alguien y yo te estuviera encubriendo.— bromeó y la castaña se rió.

── Suho y tu son los únicos que saben mí secreto. Cuando tu te enteraste y me dijiste que lo guardarías me hiciste confiar en ti rápidamente. Pero cuando me di cuenta que Suho lo sabía no podía estar tranquila. No fue hasta ayer que me di cuenta que no es una mala persona.

Bada levanto las comisuras de sus labios.

── ¿Por eso te hemos notado tan preocupada estos últimos días?

Ju-kyung asintió.

── ¿Acaso le tenías miedo a Suho? — Bada soltó una carcajada mientras Ju-kyung la miraba perpleja.

De repente el teléfono de las dos chicas sono. Era un mensaje de Soo-ah, les pedía que se dirigieran a la cafetería así almorzaban todas juntas. Mientras se dirigian allí ninguna de las dos se esperaban que sus problemas recién estaban comenzando.

En cuanto Bada apoyo su bandeja de comida pudo notar como Ju-kyung quien se encaminaba hacia ella  miraba con algo de complicidad a Suho y luego se señalaba la rodilla donde al parecer tenía una herida cubierta por un apósito. Dirigió su atención a la bandeja de comida y se llevó un pedazo de cerdo a la boca para fingir demencia.

── Que bien, moria de hambre.— soltó sin dirigirse a nadie específicamente.

── El cerdo quitara tu hambre, créeme.— respondió aún así Ju-kyung mientras se sentaba a su lado.

── Eso espero.

Repentinamente el ruido de algo cayéndose dirigió la antencion de todos hacia Suho y Seojun. El anterior nombrado había hecho caer la bandeja de Suho y ahora se dirigía hacia la mesa donde Bada estaba sentada. Lo único que pudo hacer Bada fue fruncir el ceño.

── Bada.— Seojun se detuvo y la miro. Había una chispa de diversión en su rostro y el hecho de que haya hecho una pausa sabiendo que todos allí miraban con atención la situación provoco únicamente que el enojo de la chica comenzará a aumentar.

Sin embargo ella fingío no escucharlo y dirgio su antencion nuevamente a su comida.

──Deberías presentarme mejor a tu amiga ¿No crees? — Seojun corrió la silla que estaba justo al lado de Ju-kyung y se sentó allí para luego ladear su cabeza y quedarse mirándola.

Aquella acción había provocado suspiros de asombros de todos  lo que se encontraban allí.

En ese momento Ju-kyung le lanzo una mirada a Bada quien no la miraba a ella si no a Seojun. Estos dos ahora intercambiaban una mirada tensa.

── Esto ¿Es por lo de casco? — pregunto Ju-kyung confusa por la acción del chico.

── Para nada. Solo quiero almorzar contigo.— respondió el con una sonrisa extrañamente amable y luego con su barbilla apunto su bandeja.

La gente comenzó a murmurar. Y al parecer a ninguno de los Lee le gustaba la situación que estaban viendo. Suho y Bada tenían la misma expresión en el rostro y ya no se tomaban la molestia de disimular.

── ¡Han Seojun!—gritó Suho mientras se dirigía hacia el y luego lo tomaba del blazer.

En ese momento los dos se miraron de manera amenazante por bastante segundos. Aunque fue Seojun quien rompió el silencio.

── ¿En serio, idiota? — dijo con una sonrisa burlona en su rostro. Luego  se safo del agarre de Suho y le dio un puñetazo en la cara provocando que esté cayera al suelo.

Bada que veía todo mientras su rabia crecía  dejo que su impulsividad avance. No pudo soportar el ver a su hermano en el suelo herido. Inesperadamente se paró de su silla provocando un chirrido que hizo que está vez la atención se fijará en ella.  Pero Seojun no volteó a verla.

A ella no le importo mucho y con una mirada feroz, se acercó a el.

── ¿Quién te crees que eres, idiota? — espetó mientras sus ojos reflejaban su indignación.

Seojun, sin inmutarse, respondió con insolencia.

── ¿Vas a golpearme o algo así? Hazlo. — dijo, ladeando la cabeza con desafío.

El pecho de Bada subía y bajaba rápidamente, incapaz de contener el enojo que la situación le provocaba. En ese tenso momento, Suho se reincorporó y corrió a Bada de alli, dispuesto a devolverle el golpe a Seojun. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, el subdirector intervino.

── ¡Oye! ¡¿Que hacen ustedes!? —Gritó el adulto.

El ruido de los murmullos y la tensión en el aire crecían mientras todos observaban la escena.

Los tres estudiantes se encontraban en la sala de profesores frente a la mirada decepcionada del Subdirector. No era la primera vez que Bada se encontraba allí metida en esa situación, sabía la clase de comentarios que le esperaba.

── ¡Han Seojun! ¿En qué estabas pensando? Después de tanto lío dejaste la banda en la que querías estar  y ahora ¿Quieres ser mafioso? ¿Que clase de estudiante pelea en la sagrada escuela?— el hombre lo apuntaba con un bastón.

── Tiene razón. Señor. Me sorprendi mucho. Se golpearon frente a mis ojos casi aspiro arroz por las fosas nasales.— comentó Hyun-gyu que se encontraba allí casualmente.

── ¡Vuelve a tu clase! — gritó el hombre.

── Si señor. Hasta luego.— respondió mientras salía de allí.

── ¡Y tu! Lee Bada. ¿Cuántos oportunidades piensas que puedo darte? ¿Quieres que te expulsen nuevamente? — el tono de voz del hombre aún seguía elevado y negaba con la cabeza al ver la pelinegra. Ella solo se limitaba a mirar un punto fijo, no es como si le afectará en realidad.

── Yo empecé todo. — dijo Suho.

──Cielos, Suho. ¿Por qué los proteges? — rezongo el hombre y luego miro a Seojun.── Hasta te tomaste tiempo para cuidar a tu madre. Pero que bien que te ves ahora.

El subdirector dijo esas palabras que habían transformado el rostro de Seojun, aquel tenía la mirada fija en el hombre y parecía que iba a saltar en cualquier momento.

── ¿Cómo puede una madre no enfermarse cuando un hijo actúa así? — el adulto golpeó varias veces y levemente el hombro del chico con el bastón.

Y por primera vez Bada vio algo diferente en el rostro de Seojun. Ese comentario parecía haberle afectado. La pelinegra miraba al subdirector con el ceño fruncido esperando que se de cuenta de que sus palabras no eran las adecuadas.

──Señor, por favor, detengase.— Intervino el profesor Han.

── ¡Excelente! — otro hombre levanto la voz mientras  entraba. Era el director.

Bada dejo escapar un suspiro y luego miro como el hombre se paraba frente a Suho.

── Y bien, ahora que Lee Suho se ofreció a perdonar a Seojun, no queda más por hacer aquí. No es necesario hacer un alboroto ni denunciarlo por violencia escolar. ¿Está de acuerdo?— el director sonrió para aliviar la tensión y el otro adulto imitó su gesto.

A pesar de su semblante amable el más viejo se pasó al frente de Bada y Seojun y dejo escapar un pequeño grito de advertencia. Bada tuvo que esforzarse para no hacer ni una sola mueca.

──Ah, Lee Suho, pasado mañana irás a las olimpiadas matemáticas, debes cuidarte mejor, hijo. Gracias, puedes regresar a tu salón— era evidente el trato preferencial que tenía aquel. Suho era uno de los mejores y aunque a Bada no le iba para nada mal su actitud despreocupada y sus travesuras del pasado no ayudaban. No le interesaba tener ese trato de cualquier manera.

Suho se quedó en silencio unos segundos y miro a Bada quien se encontraba a su lado. Hizo una reverencia y luego habló.

── Porfavor deja que Bada también se vaya. No tiene nada que ver en la situación.

── Claro que la tiene, lo hara en cuanto se disculpe por seguir causando problemas.

Suho asintió y se marchó, detrás de el salio también el director. Bada no se arrepentia de haber defendido a su hermano, sin embargo, le parecía injusto como el había salido con las manos limpias.

── Oye ¿Que, te aburre lo que te decimos? Quita esa cara ya. — El subdirector continuaba con sus amenazas hacia Seojun  así que nuevamente el profesor Han intervino.

Bada no veía la hora de irse de allí.

── ¡Ustedes dos, no se van a ir hasta que se pidan disculpas! — como una respuesta a su pensamiento el adulto que la pelinegra no soportaba hablo.

Seojun desvió la mirada mientras se humedecía los labios. Bada comprendió que estarían allí por un tiempo considerable; no sería fácil obtener disculpas de ella por una situación que  no había provocado, ni tampoco le agradaba la idea de pedirle disculpas al idiota de Seojun.

Pasaron un buen rato en esa situación, pero ninguno fue capaz de disculparse, lo que finalmente llevó al adulto a cansarse y dejarlos ir, no sin antes darles otra advertencia. Al salir, ambos se fueron en direcciones opuestas.

Mientras Bada salía se encontró con Ju-kyung que tenía una cara de preocupación, la castaña la tomo de los hombros.

── Bada, ¿Estás bien? — Ju-kyung hizo una mueca y apoyo la cabeza en el hombro de Bada.

──¿Que? Estoy bien. No es como si hubiera salido herida. — la confusión se hizo presente.

── ¿No escuchaste?

── No sé de qué hablas estuve hasta hace un rato en la sala de profesores con el estupido de Han Seojun.

Ju-kyung hizo otra mueca.

── Tengo que buscar a mí hermano ahora. Pero luego hablamos ¿Si?

Bada se había enterado por los murmullos de los demás estudiantes de la segunda pelea que habían tenido Seojun y su grupito con Suho. Esta vez su hermano si había recibido un castigo y se encontraba limpiando el gimnasio de la escuela. Así que allí se dirigió. Mientras se disponia a entrar para verlo se detuvo al escuchar una voces. No podía ocultarse detrás de la puerta de vidrio así que solo se quedo parada allí.

── Esa noche, cuando Se-yeon vino a verme... — Suho miraba fijamente a un punto, aún sin darse cuenta de la presencia de su hermana.

── ¿Y ahora qué? — Bada no podía ver la expresión de Seojun, ya que el chico estaba de espaldas, pero podía imaginarla. Seojun dio varios pasos hasta estar lo suficientemente cerca de Suho.

Aunque Bada temió que otra pelea pudiera surgir, decidió no intervenir esta vez. Incluso consideró irse del lugar, pero sus pies no se movieron.

── ¿Inventarás excusas después de todos estos años? ¿Tienes idea de cuáles fueron sus últimas palabras? — continuó Seojun.

La expresión de Suho se mantuvo imperturbable, pero una leve sorpresa apareció en su rostro cuando se percató de la presencia de Bada.

── "Suho me creerá". ¡No sabía lo frío y egoísta que eres! Tenía fe en ti, así que corrió hacia ti. — Las palabras de Seojun resonaron en todo
el gimnasio.──Así que nunca más digas su nombre.

Suho se quedó mirando a su hermana, Seojun se percató de eso y volteó al sentir una presencia, encontrándose asi con la chica cruzada de brazos. Ambos se miraron con expresiones ilegibles, pero ninguno dijo nada. En cambio, Seojun pasó por su lado y salió del gimnasio.

¿Cómo Seojun podía ser tan descarado en decirle esas cosas a Suho? Ni siquiera fue capaz de escuchar la verdadera versión de su ex mejor amigo. Toda esta situación solo sumaba puntos al desagrado que le tenía Bada.

──Suho. — hablo mientras se acercaba y notaba que los ojos de su hermano estaban cristalizados.

El bajo la mirada sin decir nada. No podía ocultarle esto a ella, después de todo había sido la única que conocía la verdadera historia. Fue la única vez que pudo confiar en su hermana.

──No es tu culpa ¿Escuchaste? Quiero que elijas creer en mis palabras y no en las de el ¿Puedes hacer eso por mí? — La pelinegra fijo su mirada en el.

Suho asintió pero Bada no se notó convencida.

── ¿Puedes ahora tu hacerme un favor ? — Suho la miro. Pero esa mirada nunca la había visto antes.

── Siempre.— una sonrisa amable se formó en su rostro.

── Aléjate de Seojun.

Bada frunció el ceño. Pero luego se rió. Era extraño  que el le haya pedido eso sabiendo más que nadie cuánto lo detestaba.

── No tienes que pedírmelo. Nunca estaría cerca de el ni aunque me pagarán.

Ella intento quitar la tensión abrazando a su hermano por el cuello y despeinandolo, provocando asi una pequeña sonrisita en Suho. No obstante, ni ese gesto pudo quitarle la mala sensación que se había generado en ella.

CÓMO SUHO???? ¿QUE DIJISTE?
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