𝐈𝐗. What do you play?
09 : ¿A QUE JUEGAS?
A Bada le encantaba la imagen del Saebom siendo apuntado por los rayos del sol. Era algo que extrañaba cuándo todavía estaba en Canada. Ahora que lo tenía al frente de vez en cuando lo admiraba con disimulo. Está mañana se centro en su caminata hacía el establecimiento, sabía que en cuanto se distrajera perdería de vista a Suho.
Los hermanos pasaban por la entrada en dirección a unas pequeñas escaleras que los llevaría a la entrada directa del edificio . Suho mantenía su habitual expresión fría y Bada se mantenía neutral pero no detonaba la frialdad de su hermano.
── ¿Por qué golpeaste a Seojun el otro dia? No digo que no se lo mereciera pero ¿Por qué? — Bada miro a Suho mientras esperaba una respuesta. El freno de golpe.
── Estaba molestandote.— fijo su mirada en ella unos segundos y luego miro un punto fijo mientras seguía caminando.
── Sabes que su intención principal era molestar a Ju-kyung. — Bada había fruncido el ceño presa de querer obtener la verdad.
Suho solo la miro de reojo y continúo avanzando. Su hermana bufo.
── Cada días es más difícil hablar contigo.
Los dos continuaron en silencio y subieron la dicha escalera. Pero mientras lo hacían se toparon con una imagen no muy linda que digamos. Frente a ellos Ju-kyung y Seojun pasaron con rapidez delante de sus ojos. La castaña perseguía al chico mientras gritaba desesperadamente su nombre, como si Seojun tuviera algo que Ju-kyung quisiera.
A Bada no le gustaba para nada aquella interaccion, tan solo con ver el rostro de Suho, quien los había seguido con la mirada hasta que desaparecieron de su vista, supo que a él tampoco. La pelinegra sabía que las intenciones de Seojun no eran buenas y que el molestar a Ju-kyung estaba consiguiendo cumplir su objetivo. No solo terminaba por molestar a Suho, si no a ella.
Las clases aún no comenzaban por lo que Bada conversaba con tranquilidad con sus amigas olvidándose así por unos minutos todas las cosas que le molestaban.
──Y ¿Que tal te fue en tu cita con ese chico? — pregunto Bada a Ju-kyung mientras una de sus cejas se arqueaba indagadora.
Soo-ah que jugueteaba dulcemente con Tae Hoon freno y se acercó a ellas con curiosidad, el chico le siguió el paso.
──Recibí un mensaje de el luego de la cita , resulta que es un tipo raro.— respondió la castaña un poco incómoda.
──¿Por qué? ¿Que dijo? Dejanos ver.— pido Soo-ah haciendo que Ju-kyung le diera su teléfono. Comenzó a leer.── "olvida lo que te dije de extrañarte. De hecho, tengo novia. Soy un desgraciado por intentar engañarla contigo, me disculpo"
── Que idiota.— opinó Bada mientras tenía el ceño fruncido
── Cielos ¿Te dejaron? — La voz burlona de Seojun junto a las risas de sus amigos fueron dirigidas a Ju-kyung .── ¿Cómo te dejan tan rápido?
Bada lo miro con receló y el le devolvió la mirada, tenía una expresión divertida en el rostro, como si supiera lo que causaba sus actitudes. Ella miro para otro lado para hacer el esfuerzo de no decirle nada.
Seojun era inteligente cuando quería, más cuando solo se trataba de molestar a los Lee. Aquella noche bajo la lluvia al igual que Bada había descubierto el cierto interés que Suho tenía hacia Ju-kyung. Sabía perfectamente que si molestaba a la castaña e incluso si intentaba conquistarla, de cualquier manera terminaría molestando indirectamente a su ex amigo. Pero había un duda persistente en Bada ¿El habría sabido antes que ella intentaría cualquier cosa para detener su estúpida actitud de molestar a su hermano? Fuera así o no Seojun parecía estar disfrutando los intentos de la chica por detenerlo.
Bada hacia fila para recibir su bandeja y almorzar. En la cafetería, las voces de sus compañeros se unian para dar lugar a un murmullo insoportable. De vez en cuando la vista de la chica se desviaba hacia Seojun aquel se reía a carcajadas con sus amigos. A su lado estaba Ju-kyung quien miraba con una preocupación muy obvia al chico, Bada notó la expresión de su amiga y sintió que la paciencia se le agotaba.
Sin pensarlo dos veces,decidió tomar medidas. Se deslizó entre la multitud y se acercó sigilosamente hacia el, había visualizado las llaves de su moto en el pequeño bolsillo que tenía en el blazer. Con determinación, intentó robar las llaves de la moto, con la intención de utilizarlas como una forma de amenazar al molesto chico.
Cuando Bada había creído que lo había logrado con éxito, sus ojos se cruzaron con los de Seojun, el rápidamente se percató de lo que estaba sucediendo.
── ¡Oye! — levantó la voz.
Bada, con las llaves en mano, salió corriendo, y Seojun, corrió tras de ella con determinación mientras gritaba su nombre, pensando que eso podría detenerla.
Pero Bada decidió frenar por sus propios medios en uno de los pasillos, giro sobre su cuerpo solo para encontrarse bastante cerca de Seojun, dio unos pasos atrás inconcientemente.
── ¿No te basto con robarme la carta que me hizo tu amiga? — dijo Seojun con un tono extrañamente serio. Bada se preguntaría cuánto le duraría ese papel.
── Mis acciones contra ti siempre tienen un porque. De lo que no estoy segura es porque sigues molestando a Ju-kyung ¿A qué estas jugando? — contesto ella mientras escondía la pertenecía del chico detrás de su espalda.
El bajo su mirada y esbozó una sonrisa.
── Nada contra ustedes, por supuesto.
── Claro que no, eres un ángel Han Seojun.—espetó Bada con sarcasmo── Se lo que estás haciendo, y te aseguro que no vas a conseguir mucho más.
── No quiero mucho más.— Sonrió y miro las manos detrás de su espalda.── Ahora, dame mis llaves.
Su expresión extrañamente amigable había desaparecido, su cuerpo se había acercado al de Bada para intentar robarle la llaves pero ella se restistia. A lo lejos varios ojos comenzaron a posarse sobre ellos y como no, si parecían dos niños pequeños peleando.
── ¡Dije! que me dieras mis llaves
── Jamás idiota ¡Pienso fundirlas y tirarlas al mar!
Continuaban discutiendo mientras su cercanía cada vez se hacía más grande, claro que ellos ni siquiera se habían percatado de aquello.
── Bada.— la voz de Suho se escuchó detrás suyo.
Aquello había detenido a los estudiantes que habían comenzado a pelear, quienes se miraron a los ojos y ahora eran conscientes de lo cerca que estaban, abrieron más sus cuencas al mismo tiempo que se apartaban.
La pelinegra volteó al recordar que Suho estaba detrás, solo para ver cómo su hermano le lanzaba fuego con los ojos a Seojun. A Bada no se le ocurría nada que decir, pero si pensaba como terminar con eso antes de que ellos comenzarán a pelear nuevamente. Lanzó las llaves al suelo y sintió como Seojun fruncía el ceño como respuesta. Luego camino hasta su hermano para irse con el, no sin antes darle una última mirada de advertencia al chico molesto.
El cielo había oscurecido. Bada no consideraba tener la suficiente paciencia para enseñarle y explicar algun tema en concreto a alguien. Sin embargo, esa tarde Bada habia logrado a duras penas explicarle a Ju-kyung un tema de matemáticas que no comprendía. La pelinegra se centro en explicarle un poco más a Soo-ah y Tae hoon cuando noto esta vez que Suho parecía interesado por hacerle entender a Ju-kyung aquel tema. Soojin no necesitó nada de eso, en cambio, miraba asombrada los garabatos dispersos que había en el cuaderno de Bada.
La hora de estudio con su nuevo grupo había finalizado. Los seis salieron por la puerta del aquel establecimiento. Bada se preparaba mentalmente para volver a su casa con Suho y enfrentarse a una situación incómoda debido a su nueva pelea con Seojun.
──Chicos, para marcar nuestra primera sesión de estudio...—Tae hoon freno y espero las palabras de su novia.
── ¿Quieren ir al karaoke? — Dijo sorpresivamente Soo-ah.
Bada sonrió aún sabiendo que ella se quedaría sentada. No querría arruinarle los tímpanos a nadie.
── Yo voy.— respondió.
──Yo también. — Ju-kyung sonrió y adelanto sus pasos hacia Soo-ah quien salto entusiasmada.
── Ya lo tenían preparado ¿Cierto? — Preguntó Soojin mientras les seguía el paso a los demás.
Bada también se había adelantado pero freno al recordar que Suho seguía parado como una planta detrás suyo.
── No vienes ¿No?
── Si iré.— respondió el simplemente y comenzó a caminar. Bada hizo una mueca extrañada. Pero tampoco le disgustaba que su hermano socialize.
Las luces coloridas del karaoke apuntaban el rostro de Bada quien soltaba una que otra risita al ver espectáculo que estaba haciendo sus amigos mientras cantaban.
¡Cheer up Baby, Cheer up Baby!
Repetían enérgicamente mientras se movían de un lado para el otro. Bada parecía alegre pero Suho a su lado miraba con total seriedad la situación, se mantenía cruzado de brazos. Desde que habían llegado había estado asi pero Bada sabía que en el fondo la estaba pasando bien.
Continuaron así con tres canciones seguidas.
── ¡Bada, toma mí lugar! — Un Tae Hoon muy enérgico se acercó a ella y le ofreció un micrófono.
──Yo...— Bada desvío la mirada a su hermano quien había abierto los ojos. Ella sonrió.
Sorpresivamente Suho tomo la mano de Tae Hoon y la empujó más cerca de su pecho Bada parecía ver cómo negaba con la cabeza. El chico castaño los miro perplejos.
── Si... Eso no es lo mio.Créeme. No querrás escucharme cantar.—Bada apretó sus labios mientras evitaba no reír al recordar algo.
Cuando eran más niños, los dos hermanos solían divertirse mientras cantaba canciones de señoras mayores. Suho parecía tener una voz estable, Bada gritaba como una gallina aplastada. Nadie querría escuchar eso.
Bada agitó las manos para echarse viento a la cara.
── Iré al baño a echarme agua al rostro ¿Puedes avisarle a los demás? — pidió la pelinegra. Su hermano asintió, así que salió por la puerta.
Al estar en el pasillo del lugar camino en dirección al baño, pero algo atrajo su vista. Una de la ventanas del lugar dejaba ver una motocicleta estacionada, una que ya había visto varias veces y que creía reconocer. Salió Afuera incapaz de creer lo que está viendo, una carcajada poco realista salió de su boca al ver la moto de Han Seojun frente a su ojos.
── Cielos. El está aquí.—dijo mientras doblaba un poco sus rodillas para estar a la altura de aquella.── Ese tonto la cuida como si fuera un tesoro.—Dijo a la vez que admiraba su reflejo en la motocicleta.
── ¿Que estás haciendo? — Seojun apareció frente a su vista haciendo que ella se reincorpore.
── Estaba apunto de destrozarla. No, estaba apunto de fingir que me caía sobre ella para destrozarla. Pero que bueno que llegaste a tiempo.— una sonrisa cínica se formó en su rostro después de las últimas palabras dichas.
Seojun se cruzó de brazo y frunció el ceño al entender el porqué de las palabras de la chica.
── No serías capaz.
── Ah ¿No? — aquella hizo amague de golpear con una de sus piernas la motocicleta. Se detuvo cuando la voz de Seojun se alzó.
── ¡No lo hagas! — aquel había adquirido un tono pálido. Bada ladeo la cabeza.
── Es gracioso. Ojalá algún día explote. — levantó sus cejas mientras las comisuras de sus labios se levantaban. Se preparaba para volver al karaoke. Por el rabillo del ojo había visto a Suho en una ventana cercana de una tienda, aquel miraba algunos objetos con atención, si se daba cuenta que estaba alli hablando con Seojun las cosas no iban a terminar bien.
── ¡Oye! — para su mala suerte Seojun volvió a alzar su voz y la tomo de la muñeca, a la misma vez que Suho parecía estar apunto de mirar hacia su dirección.
En un movimiento rápido Bada se safo de su agarre y rodeo su brazo en el cuello del chico obligándolo a agacharse mientras se quejaba. La chica camino agarrada de el hasta que logro esconderlos detrás del otro extremo de la tienda.
── ¡Maldición! ¿Por qué hiciste eso? — el se acomodo el pelo y luego su suéter.
── Se cómo defenderme.— Bada miro para otro lado. Haciendo evidente su mentira.
── ¡¿Defenderte?! ¿¡Que clase de técnica de defensa es esa?! — Seojun la miro de abajo a arriba mientras intentaba acomodar sus ideas.
── Olvídalo, me voy.— camino lista para volver a reunirse con sus amigos cuando otra voz se sumó a la conversación.
── ¡Oye! ¡Han Seojun!— un chico rodeado de un par se acercaba de manera amenazante hacia ellos.
Seojun suspiro pesadamente y se adelantó un poco. Parecía ser una situación conflictiva, mucho más de la que había entre Bada y el.
── ¿Por qué vienes de ahí? — rezongo.
Bada miraba perpejala la situación mientras su mirada pasaba de Seojun a aquel grupo de chicos.
── ¿Cómo que por qué? — el que parecía el líder que aquella pandilla miro a Bada. ── Cielos, por qué trajiste a una chica bonita a esta callejón. — aquel ladeo la cabeza. El instinto de Bada le dijo que debía sonreír.
── Deberías irte.— le susurró Seojun mientras se ponía delante de ella. Pero los pies de la chica no se movieron.
No quería irse, no quería que lo muelan a golpes. Era la primera vez que Bada podía empatizar con el. Se obligó a pensar que si llegaban a asesinarlo ella no quería ser testigo y hablar por horas con un tonto policía. Así que pensó algo rápido.
Algo disgustada. Tomo la muñeca de Seojun y lo obligó a correr.
Allí se encontraba Bada, tomando la mano del idiota de Seojun mientras era correteada por unos matones desconocidos, no sabía cómo Seojun conocía a esos tipos, ni que problemas tenían ellos con el, no le importaba nada de eso.Solo maldecia por no tener la pierna de un atleta en ese momento.
Siguieron corriendo varias calles adentro. Bada ya no sostenía la mano del Seojun. Era Seojun quien sostenía la suya. La adrenalina ni siquiera dejaba que su desagrado se hiciera presente. Seojun corrió dentro de unos callejones y los dos lograron esconderse detrás de una torre de sillas de plástico. Para su suerte aquel grupo paso de largo sin verlos. Dando así por fin esa estúpida persecución.
Bada se reincorporo y asomo un poco al la dirección donde se habían ido y al notar que no se escuchaba ni una sola voz suspiro.
── No puedo creer que te salve. — dijo sin mirarlo.
── ¡¿Que?! — contesto indignado.── No necesitaba ser salvado ¡¿Por qué me trajiste hasta aquí?! ¡Me hiciste quedar como una niñita!
── ¡¿Por qué crees?! En tu lugar, preferiria quedar como una niñita. A veces tienes que escapar de los problemas ¿Entiendes? —lo amenazo con un dedo.
A Seojun se le escapó una risa provocando que Bada lo mire con algo de molestia en el rostro.
── ¿Eso salió de tu boca? Pff...
──Cállate o me unire a esos idiotas
para golpearte.—respondió mientras le dedicaba otra mirada no muy agradable y caminaba en dirección al karaoke. Seojun le seguía el paso.
Bada salió del lugar donde estaban anteriormente sus amigos con las manos vacías. Ya no estaban, se habían ido, Suho también y aparentemente con sus cosas. No podía volver caminando y tampoco tenía dinero a mano. Mientras terminaba de bajar el último escalón visualizó a Seojun terminando de acomodar su moto.
── Préstame dinero ¿Quieres? — estiró su mano mientras evitaba mirar al chico a los ojos.
── ¿Y el tuyo?— sonrió divertido por la actitud de la chica.
── ¿Eres tonto o te haces? Se... Se llevaron mis cosas.— agitó su mano esperando el dinero.── ¿Puedes darme o no?
── ¿Por qué debería? No quiero. — una chispa de diversión apareció en el rostro de Seojun. La que Bada tanto odiaba.
Bada gruño, de cualquier manera Suho vendría a buscarla después. En cuanto volteó su cuerpo para marcharse. Seojun la detuvo y le ofreció uno de los casco que tenía.
── Sube antes de que me arrepienta.
──¿Estás bromeando? ¿No es más fácil darme dinero y evitarte un problema?— Bada frunció su ceño.
── No sé si te diste cuenta. Pero yo no puedo evitar los problemas.— Seojun ladeo la cabeza mientra intentaba leer la expresión de la chica.
── Puedes irte. — contesto mientras la hacía seña para que el se vaya. El pelinegro la miro indignado e incluso ofendido.
── ¿Quieres que esos idiotas vuelvan? Termina con esto y sube antes de que me arrepienta.—rezongó.
Bada evalúo mejor la única opción que tenía. Sabía que si se quedaba allí quizás Suho volvería por ella, aunque eso ya tendría que haber pasado hace rato. Quizás el había vuelto pensando que ella ya estaría en casa.
Rodeo los ojos y tomo el casco. Seojun dejo escapar un suspiro casi parecido a una risa. Bada no dijo nada más y guardó silencio en modo de protesta mientras subía a la motocicleta.
── ¿Quieres caerte y sufrir un accidente? tonta — hablo Seojun mientras sentía como la pelinegra tomaba con las dos manos un pellizco de su chaqueta.
──Ahora. Preferiría eso. — contesto.
Seojun suspiro y agarró las manos de la chica e hizo que lo abrazar por la cintura. Bada abrió los ojos sorprendida y Seojun se aclaró la garganta para alivianar su incomodidad. Cómo ya tenían los cascos puesto avanzó.
Bada jamás se habria imaginado en una situación así en los últimos dos años de su vida. ¿En una motocicleta con Han Seojun? Era demasiado irrealista. Tal vez debería haber salido corriendo sola en primer lugar después de ver a esos matones.
Con la motocicleta el viaje fue menos largo. Así que en cuestión de minutos ya estaba en la puerta de su casa. Seojun freno, Bada bajo de allí y luego se quitó el casco para dárselo.
── Gracias.—dijo simplemente mientras se encaminaba hacia su casco.
──Si, si. Me debes una.
Bada rodeó los ojos y continúo su camino.
──¡¿Que haces aquí?! — la voz de Suho hizo que ella frenara y mirara a los dos chicos.
Quien diría que para Bada lo que la había llevado a esta situación ahora, era por haber querido evitarla.
── Traje a tu hermana por qué se perdió. Después me lo agradeces.—contesto Seojun de manera juguetona provocando que Suho apretara con furias sus puños.
Bada intervino en la situación mientras tomaba del brazo a su hermano y lo llevaba con ella.
──Vete. Ahora.— ordenó.
── Con gusto.— respondió Seojun mientras el ruido de los motores volvía a hacerse presente.
Las dos hermanos que estaban de espalda escucharon como ese sonido se iba alejando de a poco.
──¿Por qué ese idiota...?— Suho frunció el ceño.
──Oye por qué tienes el labio roto. ¿Te metiste en una pelea o algo así?
Bada lo miro preocupada. Por suerte su preocupación había sido su escapatoria al tener que explicarle todo lo que le había sucedido hace un rato con Seojun.
── No, tengo los labios secos.— dijo mientras se remojaba los labios.── Entremos.— parecía querer evitar responder con sinceridad.
Bada lo miro con receló pero le siguió el paso. Algo había entendido de todo esto. Si Seojun era uno más de esos problemas, seguiría su propio consejo y se alejaría de ellos. Un escalofrío recorrió su cuerpo al recordar cómo aquel la obligaba a abrazarlo por la cintura.
MIS PAPIS JDIDJEIDJ
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