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—¿No será un problema para tu cartera, cariño?— acarició la nuca de Jungeun con cariño, llevando sus labios a esta para besarla tiernamente. Recibió una caricia en su muslo, haciéndole sonreír de inmediato.
—Tengo en mis manos una casa, dos vehículos, un restaurante y un patrimonio millonario... Comprarles regalos a mis seres queridos no es nada. En parte, me acuerdo que Tiffany siempre me decía que nunca presumiera de lo que tenía, porque otros no podía permitirse ni pan o agua. Sólo quiero hacerlo porque me gustaría que todos tuvieran algo, al menos un pedacito de mí aunque fuera.— agarró su mano para ir a la primera tienda, sonriendo cuando sintió un beso en su mejilla.
—Eres tan amable, Junggie. Este mundo no te merece.— besándole los nudillos, fue agarrada por la cintura, sorprendiéndose por la repentina acción. Sonrieron mutuamente, volviendo a agarrarse de las manos. Entraron en "Minus Factory", una tienda de ropa de niños. Jinsol pensó en regalarle a Joshua un conjunto navideño, que estuviera bien abrigado para este invierno. Jungeun fue buscando tallas, mientras que la pelinegra se decantaba más por estilos y colores.— ¿Qué te parece este?— le enseñó a su novia unos pantalones de lana negros y un sudadera de punto azul oscuro.
—No está mal.— fue hacia ella, observando las prendas elegidas por Jinsol.— Aunque es un niño muy pequeño, creo que estaría mejor un camisón. Iré a mirar por allí.— dijo señalando otra parte de la tienda. Mientras tanto, Jinsol estaba fascinada con toda la ropa de bebé que había. En su rostro se presentaba una sonrisa al ver zapatitos de niña, cogiendo algunos para adorarlos. Se llevó una mano a la barriga, imaginando cómo se vería si estuviera embarazada.
Dejando los zapatos en su sitio, fue hacia donde estaba Jungeun, quien se encontraba en el mostrador pagando. Jinsol rio al ver lo que escogió para su hijastro, pareciéndole tierna la situación. Jungeun le enseñó un camisón de azul claro con lazos rojos por los costados, mientras que en su otra mano tenía un peluche en forma de panda.
Salieron con las primeras pero no últimas compras de la mañana. Para los señores Jeong, Jinsol dirigió a su pareja hacia una tienda de antigüedades a la que ellos siempre iban. A su madre le encantaban las cámaras de los cincuenta, mientras que a Hyunjin no le vendría mal una colección de monedas que tanto quería.
Jungeun opinó junto con Jinsol sobre qué cámara le vendría mejor a Yeji. La señora Jeong tenía como hobbie pasar el tiempo en galerías de arte y fotografiar a gente por el parque. Una Pentax K1000 se le cruzó a la mente a Jinsol, recordando cómo su madre amaba esa cámara. La buscaron por todas partes, intentando no tener mala suerte.
La castaña la encontró fácilmente, cerca de unas vajillas de hacía tres siglos. La pelinegra le sujetó el objeto a su novia, mientras que iba a por un libro con monedas griegas. Los dracmas eran las especialidad de Hyunjin, quien amaba cualquier cosa que tuviera que ver con la Antigua Grecia. Volvieron a caja, llevándose los productos en una bolsa, despidiéndose de la dependienta.
Su tercer destino iba a ser una tienda de videojuegos, sabiendo que tanto Sooyoung como Heejin jugaban a todo rato. Jungeun pensó en comprarle un par de cascos nuevos a su mejor amiga, ya que los suyos tenían los cables rotos. A Heejin le compró un nuevo videojuego, "Grand Theft Auto V"; así podrían jugar las tres por fin. Jinsol se fijó en toda la tienda, viendo corazones en los ojos de la castaña cada vez que iba pasillo por pasillo.
Siguió a su mayor para ir a pagar por ambos artículos, sabiendo que le sabía mal que Jungeun comprara todo. Era el día de Navidad, pero estaba ansiosa por regalarle algo. No quería ser la única sin algo en sus manos, y por ello estuvo desanimada y pensativa. Vio a la alta salir de la tienda y fue tras ella. Al tenerla al lado, le agarró de la mano y la llevó a su cintura. Por inercia, Jungeun dejó las bolsas en el suelo para cargar con Jinsol.
Dieron vueltas mientras reían, siendo juzgadas por las miradas de algunos, otros simplemente veían la escena con cariño o envidia. Volviendo a coger las bolsas, realmente cargadas con regalos, fijaron sus ojos en una fila de carros al lado del baño. La pelinegra fue a por uno, dándoselo a Jungeun para que dejara los regalos en este. Ahora que la castaña tenía el transporte perfecto, siguieron dando vueltas. Aún quedaban Haseul, Kahei, Hyunjin, Jiwoo, Jimin y Minjeong.
Jungeun suspiró al ver la lista de sus seres queridos, encontrándose cansada de caminar. Vio a Jinsol con amor, besándole la mejilla con quinceava vez en el minuto que se encontraron pensativas. Le sacó de sus pensamientos cada vez que sus labios impactaban en sus mejillas, dejándole más acalorada aún.
Una tienda de golf captó la atención de Jungeun, pues se acordó de que Haseul y Kahei eran muy fanáticas de este deporte. Tenían un resort para ellas solas, y fueron invitadas varias veces el verano pasado. La castaña observó con cuidado todos los productos de allí, decantándose por un juego de palos nuevos. Por ahora era el regalo más caro, pero igualmente no le importaba la cantidad, sino la calidad.
Estos fueron envueltos en una gran caja, que Jungeun cargó hacia el carro. Jinsol vio a su novia sonreír a lo grande, contagiándose de esta. Volvieron a besarse, importándoles una mierda lo que pensaran de ellas. Jungeun abrió el compartimento inferior del carro, poniendo a Jinsol de pie sobre este. Ahora parecían interpretar la escena del Titanic, teniendo a su chica agarrada del metal, mientras que Jungeun procuraba que no se cayera.
Para los regalos de Jimin y Minjeong, Jinsol pensó que sería buena idea regalarles unas sudaderas de pareja. Recientemente la pareja había superado todas sus discusiones y enfados, volviéndolas más inseparables que nunca. Jungeun se llevó consigo dos prendas, una negra y otra blanca, teniendo textos iguales. Se notaba la intención, dándoles más tiempo de coger los demás presentes.
A Hyunjin le compraron una cámara monitora, pues Jungeun quería que su prima tuviera a su bebé vigilado mientras dormía. La castaña se informó muchísimo sobre el cuidado de niños cuando Joshua nació. Estaba contenta con la familia que tenía, incluyendo a sus amigas en esta. No obstante, tenía miedo de no ser suficiente para ninguno de ellos, ni para Jinsol. Tuvo muchas inseguridades cuando estaba aún en el hospital, pensando en que su novia le abandonaría. Sin embargo, ella no se fue de su lado, nunca.
Para Jiwoo le consiguieron un par de amohadas con estampado de fresas y melocotones. También un pijama acolchado con una capucha, cuya tenía orejitas de conejo en esta. Sonrió al ver el carro lleno, dudando en si ir a por otro. Eran pocas bolsas, pero estaban hasta arriba. Las cerraron con cinta adhesiva que un local les dejó.
Ahora, Jungeun llevaba seis bolsas en sus manos y hombros, mientras que Jinsol sólo dos. La pelinegra estuvo pidiéndole que no cargara con todo el peso, sólo recibiendo un morreo como respuesta. Se sonrojó ante el beso repentino, teniendo que aceptar que su novia era muy cabezota. Al ver su rostro como un tomate, ambas salieron en dirección a donde aparcaron.
—Amor, voy dentro un momento. Creo que me he dejado una bolsa.— se excusó Jungeun, dejando a la pelinegra en la entrada con todos los regalos. Los protegió con su vida mientras recibía mensajes de sus amigas. Le preguntaban dónde estaban, quedando aún una hora para que comieran.
Jungeun se apresuró adentro de nuevo, girándose para ver si Jinsol le miraba. Se metió en una esquina, yéndose hacia la joyería mejor valorada de su distrito. Entró con una sonrisa enorme, poniéndose en el mostrador. Del almacén salió una mujer, devolviéndole el gesto a la castaña.
—¿Tienes lo que te pedí?— preguntó nerviosa, acariciándose los nudillos para calmarse.
—Está todo en orden, un anillo de oro con diamantes incrustados en él. Rubíes en los laterales de la corona y una "J" con esmeralda pura, todo con las medidas que nos marcaste.— enseñándole la preciada joya, Jungeun sacó su billetera para comprarlo, siendo parada por la dependiente.— Alto ahí, ¿no creerás que te voy a dejar que te lo lleves pagándolo? Como es el cincuenta aniversario del fundador de "M&RUE", me han comunicado que tengo que dejarles gratis los productos a los clientes por hoy.
—¿M-Me lo voy a llevar gratis? ¿Así sin más?— guardándose a cartera, se guardó la cajita con el anillo en su bolsillo.— No sabes lo agradecida que estoy, de verdad.— haciendo una reverencia, volvió con Jinsol para acariciarle la nuca.
La pelinegra supo enseguida de quién se trataba, por la dulce y apasionante forma en la que le tocaban. Se giró para chocar sus labios con los de Jungeun, llevando sus manos a sus hombros.
—No te veo con nada en las manos, ¿a qué has ido entonces?— preguntó riéndose.
—Soy muy torpe y no he contado bien las bolsas, pensé que nos habíamos dejado una a saber dónde. Luego he aprovechado para ir al baño, perdón si he tardado mucho.— levantando su manga derecha, vio la hora y decidió coger los regalos con sus manos, siendo seguida por Jinsol.
Ambas organizaron la distribución de las bolsas. Cabían cuatro debajo de los asientos, en el compartimento inferior. A su vez, Jungeun llevaba otras dos y Jinsol la única restante. Dieron rumbo hacia Delicious Taste, cantando a todo pulmón canciones navideñas.
—¡All I want for Christmas is you!— rio Jinsol, haciéndole cosquillas a Jungeun en su estómago. La castaña pinchaba sus muslos como forma de contraataque, escuchando las carcajadas detrás suya.
Una vez llegaron al lugar, bajaron de la Hyosung negra y Jungeun esparció besos, muchos besos, por el rostro de Jinsol. La pelinegra se dejó tocar, llevando su cuello hacia atrás para notar el aliento de Jungeun sobre este. Fueron algunos minutos en los que se mimaron y amaron, olvidando que tenían una comida que celebrar.
Yeji les vio por la ventana, saliendo a por ellas para ayudarles con las bolsas. Esta vez, Jungeun estaba decidida a que su Navidad sería muy cálida, teniendo al amor de su vida otra vez con ella, no queriendo soltarla nunca más.
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hijoeputa me encuentro de la mierda amigo, no joda.
chuuchatumadre actualicé, no me lo estoy creyendo amiga.
¿hago temporada 2? pregunta seria, porque estoy que quiero hacerla pero no la haré si no tengo apoyo con esta idea, la neta me voy a comerme un cerdo y le lloraré a mi vida porque league of legends, ando de la mierda dsjfksdfksd.
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