La Tierra en este momento estaba viviendo la batalla más grande desde su creación, no había lugar en el mundo que no estuviera temblando.

La humanidad estaba siendo testigo de un escenario apocalíptico. No había una palabra mejor para definir lo que estaba ocurriendo.

"¡Parece que el planeta va a explotar!" exclamó Oolong aferrándose a su asiento con todas sus fuerzas, "¡¿Que estará pasando en esa pelea?!"

"Parece que todo va a llegar a su fin, espero que Goku y los demás puedan vencer a esos monstruos saiyajin" habló el maestro Roshi.

Lo último que pudieron ver fue al gran mono alzándose al cielo ante las miradas de Gohan y compañía. Pero no sabían qué pasaba ahora.

Fue sorprendente ver a Gohan convertido en un mono gigante sin perder la razón, aunque Chi-Chi se desmayó al ver a su pequeño en ese estado.

Ahora estaba rogando que su hijo y su esposo estuvieran bien. Sólo quería era abrazarles luego de un año sin verles... fue algo difícil para ella.

"Vamos Goku, sé que puedes lograrlo" pensó Bulma juntando sus manos. Tenía una fe ciega en su amigo y confiaba absolutamente en él.

Y mientras tanto, Goku estaba empleando un Kaiō-ken aumentado cuatro veces además del Kamehameha para vencer al príncipe saiyajin.

"¡Es demasiado poderoso!" exclamó Goku sintiendo la tensión en su cuerpo debido al Kaiō-ken, "¡Tendré que utilizarlo al máximo!"

Gohan estaba lanzando su Kamehameha también, y con una potencia mayor que la de Goku... pero no lograban derrotar a Vegeta.

"¡Hay que acabar con él ya! La única forma es cortándole la cola o destruyendo la power ball" discurrió el niño volteándose hacia Piccolo.

El namekiano apoyaba con un ataque de Ki. A pesar de que su cuerpo le decía basta, su mente y su corazón le impulsaban a seguir luchando.

"Piccolo, ¡debes destruir la bola que está en el cielo! Así, él volverá a la normalidad y podremos vencerle" profirió Gohan pero sin elevar su voz.

Piccolo abrió sus ojos sorprendido. Este plan podía funcionar dado que Vegeta se transformó una vez que lanzó esa bola de energía al cielo.

"Eso significa que tú también serás afectado mocoso, ¿quieres correr el riesgo?" le preguntó Piccolo, ya sabía qué consecuencias tendría.

"Si no lo hacemos, ¡el planeta será destruido!" contestó Gohan mostrando su predisposición a que Piccolo asolara la power ball del saiyajin.

"De acuerdo, ten cuidado... Gohan" Piccolo murmuró antes de volver a su tamaño original mientras Goku le miraba sin entender esto.

"¡¿Piccolo dónde vas?!" demandó Goku viendo cómo el namekiano se alejaba hasta pararse en lo alto de una roca, "¿Por qué se fue tan lejos?"

"¡No te distraigas Kakarotto!"

Y para sorpresa de Goku, Raditz había venido a apoyarles lanzando también un ataque entre los descendientes de Bardock, sus hijos y su nieto.

"¡Oh! ¡Así que Raditz también se ha unido a la basura! ¡También te destruiré insecto!" exclamó Vegeta concentrando más poder en su ataque.

El choque de poderes estaba muy igualado, aunque de momento Vegeta estaba perdiendo terreno... ¡pero jamás se rendiría ante ellos!

"Esto no parece tener fin" susurró Tenshinhan resistiendo como podía el intenso viento que le estaba arrastrando potentemente hacia atrás.

"¡¿Qué estará haciendo Piccolo?!" preguntó Krilin mirando al namekiano, "Su energía está aumentando poco a poco, ¿planea atacar?"

"¡Haaa!" Piccolo empezó a reunir Ki en sus dos dedos, la suficiente como para destruir la power ball, pero su falta de energía era una limitación.

"¡Debo hacerlo por Gohan!" discurrió Piccolo cerrando sus ojos. Si no lo hacía, ¡nunca sería capaz de volver a entrenar junto al mocoso!

Esa fue su motivación, tras unos minutos logró concentrar la suficiente energía en sus dedos. Ya estaba listo para dispararla hacia la power ball.

"¡Yo no perderé! ¡Kaiō-ken aumentado cinco veces!" clamó Goku elevando brutalmente su poder y enseguida toda la situación cambió.

"¡¿QUÉ?!" gritó Vegeta anonadado.

"¡Vamos Piccolo! ¡Hazlo!" Gohan chilló a más no poder lanzando lo último que le quedaba de energía. Había alcanzado su limite finalmente.

"¡Makankōsappō!" Piccolo disparó su ataque hacia la power ball del saiyajin. Y en cuanto el choque tuvo lugar, la bola de energía explotó.

"¡NO PUEDE SER!" Vegeta gritó al borde de la desesperación al ver que su luna artificial había desaparecido, "¡Maldito namekiano estúpido!"

Vegeta lanzó un fuerte ataque desde su boca y Piccolo no tuvo tiempo ni energía suficiente para esquivarlo, por lo que lo recibió en su totalidad.

"¡PICCOLO!"

¡BOOOOOOOOM!

Vegeta recibió los ataques sin poder evitarlo y en seguida el cielo se llenó de humo. Gohan evidentemente regresó a su estado habitual.

Como su ropa se rompió al transformarse en Ozaru, estaba desnudo. Pero eso no le importó, corrió hacia Piccolo para ver cómo estaba él.

Cuando llegó, apretó los dientes. El namekiano estaba yaciendo en el árido suelo con su sangre originando un pequeño charco bajo su cuerpo.

"M-mocoso... l-lo conseguimos, ¿v-verdad?" Piccolo le preguntó con un ojo entrecerrado y Gohan asintió, "A-así que por fin se terminó"

"Sí, ya se terminó" asintió el pequeño con una sonrisa mientras sus ojos brillaban con un tono acuoso. Él... ya sabía bien lo que iba a pasar.

"T-todavía tenemos una pe-pelea pendiente, es-espero que te vuelvas m-más fuerte enano" comentó Piccolo con una pequeña sonrisa.

"Seguro que volverás a perder" el niño hizo un intento por sonreír y Piccolo cerró sus ojos, este mocoso a pesar de todo seguía molestándole.

"Gohan... g-gracias por haber estado conmigo" Piccolo susurró, exhalando su último aliento de vida antes de abandonar este mundo terrenal.

El niño bajó la cabeza apretando los puños, sus ojos estaban llenos de lágrimas por haber perdido a alguien tan importante en su vida.

Aunque sabía que podían resucitarle con las esferas de Namek, era doloroso. Más porque él no tuvo a nadie a su lado en su vida anterior...

Excepto su madre adoptiva claro, por eso valoraba a sus seres queridos. Les protegería con su vida... no quería volver a estar solo.

Entonces, su padre aterrizó a su lado. Krilin, Tenshinhan y Chaoz no tardaron en llegar y sus rostros se oscurecieron al ver lo acontecido.

"Tranquilo hijo, todo se ha acabado..." Goku se agachó a su altura y le acarició la cabeza, "Estoy muy orgulloso de ti... ya eres todo un guerrero"

"Papá..." murmuró Gohan mirándole.

"¡Desde luego que sí Gohan! Combatiste fenomenalmente contra los saiyan y..." Krilin comentó pero entonces observaron algo.

Algo parecía estar cayendo del cielo, ¡y no era otro que Vegeta! Su cuerpo impactó en el suelo ante la mirada tan pasmada de los presentes.

"E-ese hombre... ¡n-no se muere con nada!" exclamó Tenshinhan sin dar crédito ante esto.

Había recibido sus ataques, una bomba Yin-Yang, dos Kamehameha, ¡y seguía vivo!

"Yo me encargaré de matarle" Raditz dijo sin rodeos mientras creaba una esfera de Ki en su mano y caminaba hacia el príncipe saiyajin.

Vegeta tembló aterrorizado viendo cómo se acercaba Raditz y se apresuró en llamar a su nave espacial. Nappa hizo lo mismo que él.

"¡Espera!" clamó Goku deteniéndole, "No es necesario que acabes con ellos, deja que se vayan, quiero volver a pelear contra ambos"

"¡Pero Goku!" gritó Krilin perplejo.

Raditz se giró viendo a Gohan, y al ver que el pequeño se encogía de hombros, desistió y se cruzó de brazos mientras que refunfuñaba.

"S-siempre tan tonto insecto... en cuanto me recuperé, vendré a la Tierra y esta vez acabaré con todos ustedes" habló Vegeta sonriendo.

"P-pequeño bastardo... m-me vengaré p-por lo que me hiciste" Nappa usó sus últimas fuerzas para proferir eso mientras entraba en su nave.

Tras haber dicho eso, su nave y la de Vegeta se alzó al cielo. Con tanto cansancio en su ser, Gohan se recostó en los brazos de su padre.