Hoy se cumple ya un mes desde que subí la historia, es increíble ver el apoyo que ha tenido en poco tiempo. Y pues aquí está el capítulo.

Sin más que decir, comencemos...

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"Entonces, ¿qué tan fuerte te has vuelto?" le preguntó Kami viendo cómo el joven devoraba varios platos de comida que le trajo Mr Popo.

"Por así decirlo, mi poder al máximo se ha incrementado seis veces en la habitación del tiempo" respondió el niño con una sonrisa.

Kami abrió sus ojos sorprendido por aquello, nunca habría imaginado que la habitación del tiempo daría unos resultados tan fructuosos.

"No hay duda de que la amenaza saiyajin se amenizará con este niño y Piccolo" indagó el guardián, "Con Goku la batalla está ganada"

Kami-sama se volteó notando que Piccolo estaba en una esquina meditando. No sabía porqué motivo, pero sentía algo raro en él...

"Pero a pesar de todo eso, no creo que haya sobrepasado el poder de los saiyajin" aseveró Gohan sorprendiendo al guardián namekiano.

"Entonces... no deberías estar tan tranquilo pequeño" contestó Kami, era bastante extraño que estuviera tan tranquilo diciendo aquello.

"Confío en que me volveré más poderoso y por otro lado, están papá y Piccolo" contestó Gohan, "Además, tengo ases en la manga por si acaso"

Kami decidió no decir nada más, este chico era demasiado intrigante. Ahora le había dejado con la duda de qué trucos o ases estaba guardando.

Desde luego, Gohan dedicó buena parte de su tiempo para perfeccionar sus técnicas. Y además, él había creado su propio ataque...

"Cuando domine mi técnica al máximo, ¡incluso debería ser capaz de superar el poder de Vegeta! Debo entrenar" discurrió Gohan entusiasmado.

Quedaban once meses, y dos meses antes de que llegaran los guerreros Z. Tenía que entrenar para alcanzar como mínimo las 6000 unidades.

Entonces, se levantó y notó que todavía le quedaban tres semillas, se comió una en la habitación del tiempo tras una dura pelea.

Debería guardar algunas para la batalla futura. Las semillas Senzu se convertirían en algo muy esencial en las próximas batallas de la Tierra.

"Oye Piccolo, ¡¿vas a dormir todo el día o te vienes a entrenar conmigo?!" preguntó el niño cruzándose de brazos, "¿O me tienes miedo?"

"No seas tan arrogante niño" Piccolo soltó un bufido mientras se levantaba del suelo, aunque seguía arrepentido aún tenía tiempo de sobra.

"Parece que se ha vuelto cercano a este niño..." meditó Kami en estado de perplejidad ante las interacciones entre Piccolo y Gohan, "Increíble"

De por sí ya era muy bueno que ellos dos se hubieran vuelto así de fuertes. Pero si Piccolo cambiaba su forma de ser sería algo colosal.

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En un abrir y cerrar de ojos, dos meses transcurrieron en la atalaya de Kami-sama. Gohan y Piccolo no cesaron de entrenar.

Si bien no crecieron a un ritmo tan exacerbado como en la habitación del tiempo, sus niveles de poder se habían incrementado medianamente.

Gohan se concentró en perfeccionar su técnica secreta. Ahora podía hacerla sin perder casi toda su energía al instante, pero consumía mucho Ki.

Gracias a su gran dominio pudo regular eso un poco. Y luego optó por mejorar tanto el Masenkō como el Kamehameha, sus ataques principales.

También pulió su estilo de combate, creando múltiples movimientos de pelea valiéndose de sus memorias acerca del manga y del anime.

Había realizado un entrenamiento bastante completo junto a Piccolo, quien también había logrado un poder grandioso en estos meses.

Pero Gohan sabía que debía aprovechar todavía más su estancia en este lugar. Así que se levantó y se marchó buscar a Kami, tenía algo en mente.

"Oye Kami-sama, es verdad que usted creó las esferas del dragón, ¿no?" preguntó el niño y Kami asintió pausadamente, "¿Podría reunirlas aquí?"

"¿Te refieres a trasladar las siete esferas hasta este lugar?" preguntó Kami con curiosidad por la pregunta, "Sí... supongo que algo así es posible"

El namekiano se trasladó hacia el borde de la atalaya y una vez ahí extendió su báculo hacia abajo, señalando la Tierra bajo la plataforma.

Gohan vio esto con curiosidad, y sus ojos se abrieron atónitos cuando en segundos las siete esferas del dragón aparecieron en la atalaya.

"Aquí tienes las esferas, ¿acaso quieres pedirle un deseo a Shenron?" preguntó Kami con intriga y Gohan asintió, "Bien... ahora voy a invocarle"

"No, todavía no" le detuvo Gohan, "¿No tiene una maqueta o la base que usó para crear las esferas del dragón? Es que... necesito verlo"

Kami se sorprendió por esa petición tan rara, pero si algo había aprendido es que este niño poseía una perspicacia insólita para su edad.

"Mister Popo, vete a buscar la maqueta de Shenron" Kami le ordenó a su asistente, que asintió yéndose hacia el interior del lugar.

El menor observó de cerca las siete esferas del dragón, y pensar que estos orbes pequeños eran tan deseados por la mayoría de seres vivientes.

"Si las hubiera tenido en mi vida anterior, habría resucitado a mi madre sin dudarlo" pensó Gohan con una sonrisa melancólica en sus facciones.

Dejó de indagar cuando vio a Mr Popo venir con un pequeño dragón de piedra en que estaba en el interior de una cúpula de cristal. Era la maqueta.

"Aquí la tienes" Kami le extendió la cúpula a Gohan, "Con esta estatua creé a Shenron hace unos siglos, ¿para qué la quieres pequeño?"

"Para potenciar a Shenron, sería genial que en lugar de uno pudiera cumplir tres deseos y que tuviera menos limitaciones" contestó el niño.

En la serie original cuando Dende restauró las esferas usando la maqueta de Mr Popo, desapareció gran cantidad de limitaciones.

"Para ti sería imposible hacer algo así... y mi poder no es tan elevado como para otorgarle nuevas capacidades a Shenron" refutó Kami.

Tenía que admitir que la idea era buena, pero imposible de ejecutar en este punto. Una buena parte de sus poderes ya habían desaparecido.

"No lo haré yo, sino Piccolo" añadió el pequeño sonriendo, "Después de todo, él nació de ti y por tanto sus poderes no deben ser tan diferentes"

Piccolo Junior es la reencarnación de Piccolo Daimaō, quien a su vez fue la encarnación de la maldad de Kami... y sus poderes eran iguales.

El guardián abrió sus ojos ante las palabras de Gohan, ¡jamás se le había ocurrido eso! Este niño era simplemente demasiado asombroso. Genial.

"Ya lo oíste... ¿no? Te agradecería que nos ayudaras" Gohan se giró viendo que Piccolo estaba sentado bajo la sombra de un árbol.

"¿Qué planeas hacer enano?" preguntó Piccolo con los brazos cruzados y ni se dignó en mirar a Kami, "¿Por qué usarás las esferas del dragón?"

"Tú sólo pon tu mano sobre esta estatua e intenta imbuir tu poder en ella" habló Gohan mostrándole a Piccolo qué tenía que hacer.

El namekiano refunfuñó y puso su mano izquierda sobre la cúpula. Y en seguida, el dragón empezó a soltar una luz amarilla.

"¿Q-qué es esto?" preguntó Piccolo atónito y Kami estaba muy pasmado por lo que estaba pasando. Gohan sólo observaba satisfecho.

Las esferas del dragón empezaron a brillar y Piccolo alejó su mano de la maqueta, pues la transferencia de poder se había completado.

"¡Sal de ahí Shenron y cumple mi deseo!" exclamó Gohan alzando sus brazos ante la mirada tan asombrada que le daba Kami.

"¿Qué pretende hacer?" se preguntó el guardián curioso por las intenciones de Gohan y notó que el cielo se tornó oscuro de repente, "Aquí viene"

Pronto la figura del gran dragón verde se hizo presente y Gohan sintió algo de pánico, verle de cerca era algo muy diferente a verle por la tele.

"Díganme cuáles van a ser sus tres deseos" preguntó Shenron con su habitual voz grave y tanto Kami como Piccolo abrieron sus ojos.

"¡¿Tres?! ¿Qué es lo que está pasando aquí?" demandó Piccolo girándose hacia Gohan, quien mantenía una sonrisa tranquila en su rostro.

"Fuiste tú quien ha potenciado a Shenron, y gracias a eso su capacidad se ha aumentado" contestó Gohan pensando ya en los deseos.

Sabía que Shenron no podía conceder deseos más allá de su capacidad. Esto es, él no podría desear un poder más alto que el de los saiyan.

No le interesaba la inmortalidad o vida eterna. Tampoco tenía nada en mente... ¡salvo algo que se le acababa de ocurrir justo en este instante!

"Mi primer deseo será que traigas de regreso a mi padre Son Goku siempre y cuando él se sienta listo para volver" declaró el pequeño sonriendo.

Gohan tenía la certeza de que ese deseo sería concedido; Kami podía cruzar de este mundo al otro, por lo tanto Shenron podría traer a Goku.

"Eso es inteligente, así Goku se ahorraría cruzar el camino de la serpiente para su regreso" pensó Kami cada vez más intrigado por este pequeño.

"Eso... es un deseo posible" los ojos de Shenron brillaron por unos instantes, "¿Cuál es el segundo deseo?" preguntó atisbando a Gohan fijamente.

Gohan se llevó la mano a la barbilla, pensando en qué podría pedir. Tendría que ser algo útil que fuera de ayuda en un futuro, próximo o lejano...

"Pedir eso sería bastante irónico, pero estoy seguro de que será algo bueno" pensó Gohan anunciándole al dragón su segundo deseo.

"¡¿Estás loco niño?! ¿Por qué pedir algo así?" demandó Piccolo enfadado con el niño. Kami también se sentía bastante desconcertado.

"¿Por qué razón ha pedido algo tan arriesgado? Supongo que tiene algo en mente" Kami decidió poner su voto de confianza en el Son pequeño.

"Por favor, confíen en mí" les dijo Gohan con una mirada condescendiente, "Eso sería todo Shenron, ¡puedes retirarte! ¡Muchas gracias!"

"Entonces, hasta la próxima ocasión" la voz del gran dragón sonó por última vez antes de que se fuera y junto a él las esferas se alzaron al cielo.

"¡Ustedes no se van a ninguna parte!" gritó el Son menor y de repente siete copias de él aparecieron dispersándose por el cielo.

¡Flush!

Con una velocidad de vértigo los clones de Gohan lograron atrapar las siete esferas, que ahora eran sólo piedras redondas blancas.

"Volverán a la normalidad en muy poco tiempo, entre tres y seis meses ahora que Shenron tiene más capacidad" comentó el menor sonriendo.

Gohan no sabía si estas esferas poseían el mismo poder que cuando las restauró Dende en el anime, pero al menos tenían una ventaja fantástica que les ayudaría indudablemente.

El namekiano se preparó para reclamarle por su segundo deseo pero justo entonces, llegaron a la atalaya del guardián de la Tierra los guerreros Z.