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Capítulo 7

Narra Jimin:

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo mi cuerpo cálido. Una leve sonrisa surcó por mis labios al distinguir en medio de la poca iluminación, el rostro del mayor totalmente dormido. De pronto mis mejillas se calentaron al recordar la noche anterior, por lo que me acurruqué en su pecho tratando de ocultar mi rostro, aun sabiendo que el otro no lo vería.

- ¿Jimin?... – Habló un poco adormilado y en un tono bajo y grave. - ¿Ya despertaste pequeño?. – Preguntó suavemente, mientras dejaba caricias en mi espalda.

- No... - Mi voz salió amortiguada debido a mi posición. El mayor soltó una carcajada y comenzó a dejar suaves besos sobre mi cabellera haciéndome sonreír.

Luego de un rato, unos golpes en la puerta hicieron que el mayor soltara un gruñido y me apegara más a su cuerpo.

- Yoongi, Jimin el desayuno ya está listo. – Ninguna respuesta. – Yoongi, levántate. – Una pequeña risa escapó de mis labios al momento en que Hyung nos tapó hasta arriba con las mantas. – No me obligues a sacarte de allí. – Luego de un gruñido y un par de insultos por lo bajo, el mayor se levantó de mala gana. Me senté en el borde de la cama viendo como Hyung asesinaba a Jin con la mirada. – Los veo abajo. – Dijo sonriendo enormemente y se marchó de la habitación.

- Iré a bañarme, tu ve a cambiarte... - Habló adormilado y asentí. El mayor se acercó y dejó un casto beso sobre mis labios, para luego salir de mi habitación. Suspiré y me dirigí a mi baño.

Cuando observé mi reflejo, no pude evitar que mis mejillas se calentaran al notar las marcas en mi cuello. Sin más me quité la ropa, tratando de evitar voltear hacia el espejo y entré en la bañera. Una vez listo, salí del cuarto y me dirigí a las escaleras, donde me esperaba Hyung. Luego de bajar con su ayuda, entramos en la cocina y nos sentamos con los demás.

- ¿Quieren ir a esquiar?. – Habló Nam luego de un rato y todas las miradas fueron hacia él. – Ayer lo hablé con Jin y quisimos probar.

- ¿Qué dices pequeño?. – Yoongi me miró expectante.

- E-está bien... - Hablé bajo con una leve sonrisa en mi rostro.

Una vez todos terminamos de comer, Namjoon y Yoongi se quedaron hablando un momento en la cocina, mientras nosotros nos dirigíamos a las habitaciones.

Luego de que todos nos abrigáramos adecuadamente, salimos y comenzamos a caminar rumbo al centro. Al llegar, Yoongi nos guio hasta unas telesillas, las cuales subieron, hasta llegar a unas cabañas donde había algunas personas.

- Aquí es, ellos son los instructores. – Señaló el rubio mientras entrelazaba nuestras manos.

Nos acercamos a un hombre bastante alto. Hyung habló con él y luego de que nos explicara todo, entramos en una de las cabañas y nos dieron el equipo necesario. Una vez listos, fuimos a una de las caídas más leves que había en aquella montaña. Me costó un poco caminar con aquellas botas y al mismo tiempo llevar el equipo, que de por sí, era bastante pesado.

- No te preocupes Jimin. – La voz del mayor hizo que lo observara a los ojos. – Iré yo primero y te esperaré abajo ¿si?. – Asentí y lo vi descender con total confianza, mientras me colocaba la tabla. Me hizo una señal con su mano, indicándome que me deslizara. Suspiré y con una leve sonrisa me incliné hacia adelante.

Narra Jin:

Mi cuerpo no paraba de temblar, tanto que creía que en cualquier momento mis piernas dejarían de responderme. Me paré al borde de la caída e inmediatamente retrocedí.

- Jin tranquilo. – Nam tomó mi mano y me dedicó una dulce sonrisa. – No pasará nada malo.

- P-pero...

- Es la caída más pequeña, además los instructores están abajo por cualquier emergencia que pueda surgir. – Lo miré dudoso. – No dejaré que te pase nada malo ¿de acuerdo?. – Asentí y dejó un casto beso sobre mis labios, logrando que mis mejillas se calentaran. - ¿Listo?

- En realidad, no...

- Jin...

- Si sí, ya sé... - Suspiré y me preparé.

- No te inclines demasiado e irás más lento y trata de relajar las piernas. – Asentí y de a poco, fui deslizando mi tabla por sobre aquel manto blanco. Aunque la velocidad a la que descendía era similar al andar de una tortuga, no podía dejar de temblar.

Llegando casi al final, perdí un poco el equilibrio, haciendo que callera sentado sobre la nieve. Nam se acercó a mi preocupado, pero su rostro cambió a una sonrisa al verme comenzar a reír. Pude notar a Jimin bajar y a Yoongi ayudarlo a detenerse, para luego, volver a subir.

- ¿Quieres ir de nuevo?. – Preguntó mientras me ayudaba a ponerme de pie y suspiré.

- Está bien...

Narra Yoongi:

Después de un rato, Jimin se sentó en un borde mientras jadeaba. Me quité el equipo y me acerqué al menor.

- ¿Quiéres descansar?. – El solo asintió y lo ayudé a quitarse aquella tabla.

- Nosotros pararemos. – Le dije a Nam y éste asintió. - ¿Quiéres ir adentro?. – El menor asintió y ambos ingresamos en la cabaña. Nos acomodamos en uno de los sillones situados frente a un ventanal. - ¿Estás bien?. – Lo miré preocupado.

- Si...solo...a-algo cansado... - Respondió mientras jadeaba y acaricié su espalda.

- Trata de calmar tu respiración, iré por algo de beber. – Me levanté y caminé hasta un pequeño bar. Luego de un par de minutos, regresé con un par de refrescos y me senté a su lado. Le tendí una pequeña botella que aceptó gustoso.

Una vez ambos estuvimos tranquilos, el menor tenía apoyada su cabeza sobre mi hombro. Uno de mis brazos lo rodeaba, dejando leves caricias en su cintura.

- Jimin... - Hablé en voz baja y el menor hizo un sonido indicando que continuara. – Lo que pasó ayer... - Noté como su cuerpo se tensaba y tomé una de sus manos, para luego entrelazar nuestros dedos. – Lo lamento...no debí dejarme llevar de esa manera, yo...

- Hyung... - Susurró y escondió su rostro en mi pecho. – No quiero hablar de eso... - Suspiré bajando la mirada, pero antes de que pensara cualquier cosa, el continuó. – Solo quiero estar a su lado...nada más... - Elevó su mirada y me sonrió volviendo sus ojos dos pequeñas lunas. Acaricié su mejilla levemente sonrojada y dejé un casto beso en sus labios.

- Siempre estaré a tu lado mi pequeño...

Narra Jin:

- Ya adquiriste más velocidad. – Habló el instructor y sonreí.

- Si...aunque sigue siendo algo complicado.

- No olvides que si necesitas ayuda, puedes llamarme ¿deacuerdo?. – Dijo de manera amable.

- Si, muchas gracias. – Respondí, para luego hacer una leve venia y acercarme a Nam, quien había comenzado con una de las caídas más altas.

- ¿Todo en orden?. – Preguntó una vez llegué a su lado y asentí con una sonrisa. Luego de hablar por unos minutos, volví a mi lugar y continué deslizándome. Cada tanto, Nam venía a verme y preguntar si todo estaba bien.

Habíamos pasado casi todo el día en aquel lugar, no voy a negar que al inicio estaba bastante aterrado, pero luego de varios intentos y leves caídas, me comenzaba a acostumbrar. Aunque solo sea a la caída más pequeña, pero...por algo se comienza...¿cierto?

- ¿Descansamos?. – Pregunta el de hoyuelos, sentándose a mi lado. Asentí, mientras jadeaba. Una pequeña cada de sudor nos cubría a ambos. – Creo que alguien me ganó la idea. – Susurró con su mirada en uno de los ventanales de la cabaña. Mi vista se clavó allí y no pude evitar el sonreír.

- Me alegro que Jimin ya esté mejor. – Ambos estaban acurrucados en un sofá. Sus rostros portaban hermosas sonrisas.

- Yo me alegro de que todo esté en paz...al fin... - Lo miré directo a los ojos y sonreí.

- Deseo que siga así... – Susurré.

- ¿Quieres seguir o vamos adentro?

- Creo que ya fueron suficientes caídas por hoy. – Nam soltó una carcajada y me ayudó a levantarme.

- No fuiste el único que se encariñó del suelo. – Sonreí al recordar algunas caídas que mi compañero también había sufrido.

Al ingresar, caminamos hasta la pequeña sala y nos ubicamos a un lado de los otros dos. Luego de un rato entre risas, Yoongi pidió chocolate para todos. Con el paso de las horas, el cielo comenzaba a teñirse de un azul oscuro y las estrellas hacían su aparición decorando el lugar con pequeños destellos.

Las pocas personas que quedaban en aquel lugar, comenzaron a retirarse y decidimos que ya era momento de volver a casa. Nos subimos nuevamente a aquellas sillas, en las que me pasé todo el recorrido aferrado al brazo de Nam como si fuese una garrapata.

- Jin... no pasará nada malo. - No me importaba lo que dijera, me negaba siquiera a voltear hacia abajo. Sentí su mano en mi mentón e hizo que lo mirara directo a los ojos. – Tranquilo...yo estoy aquí... - Susurró para luego besar suavemente mis labios, logrando que gran parte de nervios se evaporaran.

Al llegar, todos caminamos por el centro, sumergidos en un silencio bastante cómodo, donde el único ruido era el de nuestras pisadas en la fina capa de nieve que cubría el suelo. El ambiente era frío, pero no demasiado como para no disfrutar del paisaje que nos ofrecía aquel bello lugar.

- Adelántense, iremos en seguida. – Habló Yoongi y todos lo miramos confundidos. Jimin estaba por hablar, pero el rubio le hizo una seña a Nam y este asintió con una sonrisa, dejándome bastante confundido.

- De acuerdo, vallan con cuidado. – Luego de despedirnos, ambos caminamos a casa tomados de las manos.

- ¿Qué fue eso?... – Pregunté una vez nos alejamos de los demás.

- ¿Qué fue qué?

- Nam... - Lo miré levantando una ceja y él sonrió mostrándome aquellos hermosos hoyuelos.

- Me hizo prometer que no diría nada. – Habló con voz dulce y solté un leve suspiro. – Sabes que no es de hacer ciertas cosas y teme perder aquella faceta ante los demás.

- Te recuerdo que eso ya pasó hace mucho con nosotros y en particular con Jimin. – Lo escuché reír y sonreí. Una vez llegamos a la cabaña, nos adentramos y caminé hacia la cocina.

- Solo finge sorpresa cuando los veas...

Narra Jimin:

Hyung se había mantenido bastante callado durante todo el camino. Habíamos llegado a aquel lago, e hizo que me sentara al pie del árbol más grande.

- ¿Hyung?. – El mayor miraba el lugar con nostalgia pintada en sus ojos.

- Cuando era pequeño... - Comenzó a hablar aún con su mirada perdida. – Me gustaba mucho estar aquí...

- Lo sé...me lo dijo la primera vez... - Contesté tranquilo y miré el agua congelada que brillaba gracias a la luz de la luna. – Este lugar es casi mágico... - Susurré.

- Si...y es por eso que te traje aquí. – Esta vez lo miré confundido y él se sentó a mi lado. – Cuando era pequeño, noona me contó una historia de una pareja que hizo una promesa de amor aquí. – Mi atención estaba completamente en él. – Ella dijo que, aunque pasó el tiempo, sus almas permanecieron unidas y ni la muerte las pudo separar. – El mayor tomó mis manos, dejando algo en ellas. – No sé si esos cuentos realmente sucedieron, pero... quiero prometerte algo... - Alejó sus manos de las mías y al abrirlas mi corazón latió rápidamente al ver una delicada cadena de plata. Sonreí al notar el pequeño dije con forma de corazón. – No importa lo que pase...o lo que decidas...siempre estaré a tu lado... - Lo miré directo a los ojos. – Jimin...¿quieres ser mi novio?... - Me quedé estático durante algunos segundos. - Se que aun temes por todo lo que paso, pero...

- Hyung... - Lo interrumpí. - Mi abuela solía decir que cuando te sientes seguro con alguien y esa persona puede ver a través de tus ojos...es la indicada. - El mayor me miraba con un brillo particular en sus ojos. - Desde mis 8 años, creí que esa persona jamás llegaría...que tendría que vivir aquel infierno día tras día, pero... - Mis ojos se nublaron. - Usted apareció...y logró hacer algo que nadie, además de mi abuela, jamás hizo...

- ¿Qué cosa?

- Hacer que mostrara una sonrisa real... - Suspiré. - Siempre debí fingir que todo estaba bien...y usted fue el único que me vio... - Las primeras lágrimas comenzaron a caer. - Usted me salvó... - Dije con la voz cortada y una leve sonrisa en mi rostro. El mayor tomó mis mejillas y acarició suavemente con sus pulgares, intentando borrar cualquier rastro de agua salada que pudiese quedar en ellas.

- Yo siempre te salvaré mi pequeño. - Susurró, para luego depositar un suave beso sobre mis labios. - Lo miré directo a los ojos y sonreí, para luego levantar mi dedo meñique. Sus ojos mostraron confusión.

- Yo...Park Jimin...prometo siempre estar al lado de Min Yoongi. - Una enorme sonrisa apareció en su rostro.

- Yo...Min Yoongi...Prometo siempre estar al lado de Park Jimin...el más grande tesoro que mi corazón pudo haber encontrado... - Entrelazamos nuestros dedos y terminamos de sellar aquella promesa con un beso lento y dulce.

Las palabras luego de aquello no hicieron falta. Solo hubo sonrisas, caricias y besos tiernos que no pretendían llegar a más. Nuestras manos permanecieron unidas durante el camino a casa. Esta noche dormí mirando sus ojos, aquellos que en un inicio se mostraron fríos, pero ahora solo irradiaban la calidez que había en su interior...

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Al fin, holis tanto tiempo. 😅😅😅

La verdad pasaron muchas cosas, la principal fue que estuve bastante enferma...y aún lo estoy 😑😑😑...pero me siento mejor. La segunda...no encontraba inspiración para escribir este capítulo. Al parecer a mi cabeza se le dió por bloquearse de la noche a la mañana. 😑😑😑

Al menor lo pude terminar aunque ya debería de estar durmiendo, son las 2.15 AM. 😨😨

Los quiero muchísimo y espero que me perdonen por la enorme demora que tuve en actualizar. 🙇🙇🙇 Les mando muchos besos. 💜💜💜💖💖💖 Ahora si, me voy a hacer nonino que no doy más del sueño. 😴😴😴

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