Narra Jimin:

El fin de semana pasó normalmente. Jin llevó a Namjoon a su casa al día siguiente por la tarde. Hyung simplemente se la pasó durmiendo, mientras que yo me encargué de ayudar a su madre con las flores en el jardín.

Por la noche, me llegó un mensaje de Tae. Al parecer volvieron a poner los talleres, aunque esta vez, no tendría que ocultar el hecho de que voy a baile luego de clases.

A la mañana siguiente, desayunamos tranquilamente y luego, Jin nos llevó a la escuela. Esta vez, Namjoon ya nos esperaba en el edificio, y al llegar, saludó a su pareja con un beso en la mejilla.

Pasamos unos minutos hablando, hasta que la hora de entrar a clases llegó. El profesor pasaba su materia, pero mi vista estaba pegada en la ventana, o más bien en el chico que se encontraba sentado en una de las bancas del jardín.

- ¿Hoy almorzaremos con los Hyungs?. – Preguntó Tae, mientras caminábamos por el pasillo.

- Está bien. – El hizo su típica desviación hacia el salón de Hoseok, mientras que yo me dirigí a mi casillero.

Al abrirlo, sonreí al ver otra notita en su interior, junto a un dulce adherido a una de las esquinas de ésta. Luego de sacar lo que necesitaría, abrí aquel papelito. Mi sonrisa disminuyó a medida que leía cada palabra, mientras mis cejas se juntaban poco a poco.

"Tu cuerpo es hermoso, me pregunto ¿cómo te verías amarrado sobre mi cama?"

Trague en seco y puse el papel dentro de un bolsillo de mi mochila. ¿Por qué Hyung me escribiría eso?. Sacudí mi cabeza restándole importancia y emprendí mi camino a la siguiente clase.

Narra Yoongi:

Mi mano se movía, mientras escribía lo que el profesor había anotado en el pizarrón. De vez en cuando, recibía algunas miradas por parte de varios de los alumnos y en ocasiones, también del mayor parado al frente de todos. ¿La razón?...había respondido a tres preguntas que el hombre hizo. No los culpaba por estar sorprendido, generalmente suelo quedarme dormido o simplemente no asistir, pero Jimin me pidió que ésta vez lo hiciera bien. Digamos que solo por él, estaba aguantándome las ganas de salir de aquí.

- Ya puedes sonreír al menos ¿no?. – Preguntó Nam con una sonrisa y suspiré. En cuanto la clase había terminado, dejé caer mi cabeza sobre la mesa, con mis brazos alrededor y así me mantuve hasta este momento.

- Repíteme ¿cuánto tiempo más debo hacer esto?. – Murmuré.

- ¿Te refieres a éste día o al resto del año?. – Gruñí y escuché una carcajada de su parte. - Anímate, Jimin estará feliz. – Sin que él lo notara, por la posición en la que estaba, una sonrisa se posó sobre mis labios.

A los pocos minutos, Tae y Hoseok, pasaron por nuestro salón para avisarnos de encontrarnos durante el almuerzo, a lo que accedimos sin pensarlo.

La siguiente clase fue igual de aburrida, tanto que, ahora si terminé por dormirme sobre mis hojas.

- Yoon... - Un leve movimiento en mi hombro, hizo que abriera los ojos.

- ¿La clase acabó cierto?. – Murmuré, mientras me sentaba correctamente.

- ¿Tú qué crees?...tienes suerte de que la profesora ya esté acostumbrada. – Bufé con una sonrisa. – Date prisa, los chicos ya deben estar esperándonos. – Asentí y luego de acomodar mis cosas, salimos en dirección al comedor.

Durante el almuerzo, noté a Jimin con la mirada fija en una de las mesas. Mi mandíbula se tensó un poco, cuando mis ojos captaron a Jungkook almorzando solo.

- ¿Todo en orden?. – Susurré cerca de su oído y su cuerpo dio un pequeño saltito en el lugar.

- S-si...lo siento. – Murmuró y negué con la cabeza.

- Está bien...

Al terminar de comer, cada uno fue a su salón correspondiente. Las clases continuaron y al momento de salir, decidimos pasar por una heladería. Por medio de un mensaje, acordamos encontrarnos allí con Jin.

El lugar era bastante bonito. Sonreí al notar la paz en el rostro de Jimin. Hicimos nuestro pedido y escogimos una mesa junto a los ventanales.

- Extraño las vacaciones... - Murmuró Tae, apoyando su cabeza sobre la mesa.

- A penas llevamos una semana de clases. – Hoseok se notaba bastante divertido con la situación.

- ¡Exacto Hyung!...no puedo jugar video juegos toda la noche como antes... - Un puchero se formo en sus labios, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

- ¿Se inscribieron en alguna actividad?. – Habló Nam, mientras tomaba una cucharada de su helado.

- ¡Por supuesto Hyung!...Jimin y yo ya entregamos nuestros formularios. – Reímos al ver el cambio de actitud en Tae.

La charla continuó siendo bastante amena. Luego de que todos termináramos, Jimin y Tae se dirigieron al baño, ya que éste último había pedido un batido de casi un litro y, según el, no aguantaría a llegar a casa.

Me extrañé al escuchar una melodía salir de la mochila del pelirosado. Abrí ésta y comencé a buscar su teléfono. En cuanto lo encontré, quise sacarlo, pero sin querer, tiré una pequeña nota de papel. La melodía cesó y levanté el papelito. Mis cejas se fruncieron al leer el contenido.

- ¿Pero qué...?

- ¿Todo bien Yoon?. – Nam me observaba confundido.

- Si...no te preocupes... - Vi que el número en la pantalla del teléfono no estaba registrado y le resté importancia. Guardé el papel en uno de los bolsillos de mi pantalón y dejé el aparato en su lugar.

En cuanto los menores regresaron, decidimos volver a casa. En el camino me mantuve callado, observando por la ventanilla. Todos notaron el cambio en mi actitud, pero simplemente quería hablar con Jimin, así que solo esperaría.

Narra Jimin:

Al llegar a casa, Hyung se fue a la cocina y yo subí a mi habitación. Me cambié por algo más cómodo y cuando estaba por hacer mi tarea, Yoongi entró cerrando la puerta tras de sí.

- ¿Hyung?. – Lo miré confundido.

- ¿Podemos hablar?. – Su semblante estaba algo serio. Asentí y él se sentó a mi lado en la cama.

Me extrañé al ver que aún llevaba su uniforme. Suspiró y metió su mano en el pantalón. Mis ojos se abrieron al ver la nota de papel de esta mañana.

- Hyung... - Con todas las materias y las actividades, me había olvidado completamente de ella.

- ¿Me podrías explicar esto?... – Su voz sonó suave a pesar de que su cuerpo se notaba tenso. Lo observé confundido. – Jimin...acaso...¿te están molestando?. – Mi vista no se despegaba de aquel papel, tratando de entender.

- C-creí... - Murmuré. Mi cuerpo se estremeció al recordar lo que se hallaba escrito en aquella notita. – Creí que...

- Si son esos idiotas de nuevo, voy a...

- Pensé que se trataba de usted... - Un silencio nos inundó por un par de minutos.

Pegué un pequeño saltito al escuchar mi teléfono sonar. Mis cejas se fruncieron al ver la pantalla.

- Contesta... - Murmuró el mayor.

- ¿Qué?

- En la heladería...cuando Tae y tú no estaban, comenzó a sonar...tal vez sea la misma persona. – Asentí y presioné la opción de contestar.

- ¿Hola?. – Me mantuve en silencio, pero del otro lado, solo se podía apreciar levemente la respiración de alguien. - ¿Q-quién es?. – Alejé el aparato de mi oído en cuanto la llamada fue cortada.

- ¿Dijeron algo?

- No...había alguien, pero... - El mayor suspiró y tomó mi teléfono. Luego de un par de minutos, descubrimos que ambas llamadas se hicieron del mismo número.

El resto de la tarde, Hyung estuvo en mi habitación al pendiente del pequeño aparato. Si esto era una broma, esperaba que pronto acabara.

A la mañana siguiente, durante el primer receso, caminé rápidamente hasta mi casillero. Al abrirlo, otra notita decoraba el interior. Bufé y la arrojé dentro de mi mochila.

- Veo que no estás teniendo un buen día. – Me giré viendo al pelinegro apoyado a unos cuantos casilleros del mío. Saqué las cosas que necesitaría, pero de un momento a otro, detuve mis movimientos.

- ¿Jungkook?. – El mayor me observó curioso. - ¿Porqué el primer día dijiste que debería cuidar mi casillero?. – Lo observé y él se acercó.

- Esa mañana, llegué más temprano. Como solo había un par de alumnos en el patio, decidí recorrer los pasillos. – Suspiró. Mi mirada estaba completamente puesta a él. – Cuando llegué aquí, vi a un hombre vestido de negro. Creí que era un profesor nuevo, pero lo que se me hizo raro es que estaba parado justo delante de éste casillero. Después de eso, el tipo simplemente se fue. – Desvió su mirada a una de las paredes. – Desde ese día no lo he vuelto a ver. Creí que alguien te estaba por jugar una broma...por eso lo dije. – Suspiré y bajé la mirada. - ¿Qué dice esta vez? – Lo miré confundido. – La nota...por como la guardaste, debe ser algo malo.

Tomé y desdoble aquel papel. Mis ojos comenzaron a leer las palabras escritas, mis manos comenzaron a temblar en cuanto terminé. Jungkook Tomó aquella notita entre sus dedos y lo oí chasquear su lengua.

"Tus gemidos serían música para mis oídos. Pero no te preocupes, pronto podré escucharlos."

Apoyé mi espalda sobre los casilleros y me dejé caer en el suelo, escuchando como el tiempo de descanso había acabado y todos volvían a sus clases. Mi cabeza solo daba vueltas, nada de esto estaba gustándome.

- Jimin... - Observé al mayor, que se puso a mi altura. – Creo que puedo ayudarte.

- ¿C-cómo?.

- ¿Sabes si ésta persona llegó a ti por otro medio?.

En ese instante, le conté sobre las llamadas y luego de darle el número, nos despedimos. El mayor prometiendo que traería información al otro día.

Durante el resto del día, estuve bastante ansioso. No le dije nada a nadie...ni siquiera a Hyung. No quería preocuparlo, si solo se trataba de un bromista o algo parecido.

Ya en la noche, me encontraba recostado en mi cama. Mi mirada estaba fija en el techo de mi habitación.

La puerta se abrió, pero mis ojos siguieron viendo un punto fijo. El lugar del colchón a mi lado, se hundió y un par de brazos, pasaron por mi cintura.

- Hyung... - Murmuré.

- No me gusta verte mal y lo sabes. – Me acurruqué en su pecho. - ¿Pasó algo más hoy?

- ...No... - Susurré y el mayor me apegó más a su cuerpo. – H-Hyung... - Sus labios acariciaron la piel de mi cuello y un suspiro salió de mi boca.

- Te quiero mi pequeño... - Dicho esto, comenzó un beso lento y suave. Una de sus manos acariciaba mi espalda, mientras que la otra se mantenía en mi cabera. Mis brazos rodearon su cuello. Su cuerpo, de a poco, se colocó sobre mí, sacándome un suspiro, en cuanto su rodilla se metió entre mis piernas. – No debemos hacer ruido mi pequeño... - Susurró sobre mi oído.

- H-Hyung...¡ah!...

.

.

.

A la mañana siguiente, fue más de lo mismo. Desayunamos, Jin nos llevó a la escuela y luego de hablar un rato entre todos, cada uno se dirigió a su salón. Lo que menos hice, fue prestar atención en clases...solo quería que el receso llegara de una vez.

En cuanto el timbre sonó, fui uno de los primeros en salir, diciéndole a mi amigo que estaría en la biblioteca. Caminé rápidamente, tratando de esquivar a cada alumno que se me atravesaba.

Al llegar a mi casillero, Jungkook estaba apoyando su espalada en una de las puertas metálicas. Me acerqué y al observarme, me tendió un par de hojas.

- Rastrearon la llamada... - Murmuró y desvió la mirada. Fruncí mis cejas al ver su actitud. – Solo lee...

Tomé aquellas hojas y al ver la dirección de dónde provenía...simplemente solté todo el aire. Era mi casa...la casa donde crecí...donde mi pad...

- No puede ser... - Murmuré.

- Creí que habían prohibido la entrada allí. – Asentí. La policía mantenía aquel lugar cerrado, hasta que yo cumpliera la mayoría de edad.

- Pero...¿quién...? – Mi cuerpo tembló al pensar en la respuesta.

- Tal vez deberíamos hablar luego de clases... - Dijo observando como varios alumnos comenzaron a dirigirse a sus salones. Asentí y abrí mi casillero. No me sorprendí al ver el papelito en su interior. - ¿Qué dice?. – Lo abrí lentamente y quedé congelado en mi lugar.

"No deberías jugar con fuego Jiminnie..."

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Holis ¿cómo están?😄😄😄

Me costó bastante escribir este capítulo. ¿Porqué?...estuve inspirada con otra historia (que ya está terminada 😍😍😍), y no podía seguirlo. Me quedé trabada bastantes veces. 😑😑😑

A partir de aquí entramos en la brecha final. Literalmente creo que serían 3 capítulos más y terminamos.

Espero que les gustara. ¿Quién piensan que le deja las notitas a Jimin?

Ok, eso es todo. Mañana tengo un concurso de kpop y mis piernas no dan más 😅😅😅. Los quiero mucho, gracias por el apoyo y la paciencia. Les mando muchos besos. 😘😘😘💜💜💜