Narra Yoongi:

Un gruñido salió de mis labios al sentir el sonido de la alarma. Apagué de mala gana, aquel aparato y al girarme en mi cama, inmediatamente comencé a sonreír. Jimin se encontraba a mi lado, completamente dormido.

Lo abracé, acercándolo a mi cuerpo y comenzó a removerse entre mis brazos. Dejé un casto beso sobre su frente y el menor alzó la mirada.

- Buenos días pequeño... - Susurré y él sonrió tiernamente.

- Buenos días Hyung... - Besé sus labios, mientras acunaba su mejilla con una de mis manos.

- Señor Yoongi, señorito Jimin, ya deben levantarse. – Bufé y miré a Jin de mala manera.

- ¿Otra vez con lo mismo?. – Me senté sobre la cama y escuché una leve risa por su parte.

- Ya salgan de la cama, el desayuno está listo y no pueden llegar tarde al primer día de clases. – El chico de hombros anchos salió de la habitación y suspiré.

- ¿Porqué le molesta que le hable con respeto?. – Miré al menor, que se encontraba peleando con las sábanas para poder salir. Sonreí al ver un pequeño puchero en sus labios.

- No es el hecho de que me hable así...sino que no quiero que ningún amigo se dirija a mí de esa manera. – Expliqué y le quité las mantas de encima. El solo asintió y luego de dejar un beso en mi mejilla, salió de mi habitación.

Suspiré y me levanté, para luego ingresar en mi baño. Al terminar, me coloqué el aburrido uniforme y salí del cuarto con dirección a la cocina. Una vez allí, Jin estaba terminando de servir el café en mi taza y Jimin ya estaba comiendo.

- ¿Supiste algo de Taehyung?. – Le pregunté al menor, luego de sentarme a su lado y comenzar a degustar el desayuno.

- Me envió un mensaje diciéndome que quería hablar conmigo en cuanto llegara a la escuela...supongo que allí me contará como le fue en la playa. – Asentí y seguimos comiendo en un silencio cómodo.

Una vez terminamos, ambos tomamos nuestras cosas y subimos en aquel auto negro, siendo Jin el conductor del mismo.

- Sus padres les desean un buen comienzo a ambos. – Noté a Jimin sonreír tiernamente.

Avanzamos por las calles, hasta la casa de Nam, donde lo recogimos. Cuando llegamos a esa cárcel con flores en el jardín, solté un suspiro.

- Diviértanse. – Jin tenía una sonrisa burlona en su rostro y no pude evitar la mirada filosa que le dediqué, escuchando luego una carcajada de su parte. Mi amigo, dejó un casto beso sobre sus labios.

- Nos vemos luego cariño. – Se despidió, para luego arrancar el auto e irse del lugar.

- Ya no te preocupes, solo nos queda este año y al fin saldremos de aquí. – Nam pasó uno de sus brazos alrededor de mis hombros y asentí. Tomé a Jimin de la mano, entrelazando nuestros dedos, y los tres comenzamos a caminar por el gran patio. Había muchas caras conocidas y otras nuevas.

Narra Jimin:

- ¡Jiminnie!. – Sentí un peso sobre mis hombros a la vez que fui empujado hacia adelante, separando mi mano de la del mayor. - ¡Te extrañé!...al fin vuelvo a verte, ha pasado tanto tiempo, ¿estás más alto?. – Solté una carcajada al girarme y ver a Tae sonreírme abiertamente.

- También te extrañé Tae. – El nombrado se abrazó a mi cuerpo, como si su vida dependiera de ello. - ¿Cómo te fue en la playa?. – Un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas al separarse.

- B-bien, los padres de Hobbie son muy amables y Baek es muy tierno. – Un puchero apareció sobre sus labios al ver mi sonrisa burlona.

- ¿Y?

- P-pues...

- Tae...¿porqué corriste de esa manera?, creí que había ocurrido algo. – Hoseok llegó con rostro preocupado, pero sonrió al verme. – Jiminnie.

- Hola Hyung, me alegro de verlo de nuevo.

- También yo... - El mayor sonrió y pasó una mano por la cintura de mi amigo. - ¿Todo en orden cariño?. – El de sonrisa cuadrada se sonrojo y mis ojos se abrieron al escuchar ese apodo.

- S-si...solo hablábamos de las v-vacaciones.

Toda la situación se me hizo tierna y divertida, pero no pudimos continuar, ya que, la alarma que indicaba el comienzo de las clases, sonó.

- Te veo en el receso pequeño... - El mayor susurró sobre mi oído y dejó un beso en mi mejilla, para luego caminar junto a Namjoon, dentro del edificio. Hoseok se despidió de la misma manera de Tae y luego, ambos nos encaminamos a nuestro salón.

- ¿Me explicarás que fue eso de "cariño"?. – Hablé sonriente, en cuanto nos sentamos en nuestros lugares.

- Solo si me dices ¿qué es esto?. – Los dedos de mi amigo, tomaron delicadamente la cadenita que colgaba en mi cuello. Bajé la mirada sintiendo mis mejillas calientes. - ¿Y bien?

- H-Hyung me pidió que fuera su novio...y le dije que si... - Casi susurré lo último, para luego dar un brinquito en mi lugar, debido al chillido que dio Tae.

- Al fin... - Mis ojos se abrieron y vi al castaño sonreír en grande. - ¿Sabes cuánto tiempo llevo esperando que eso pase?...quiero los detalles.

- Oye, tú me debes una explicación. – Su sonrisa de a poco fue disminuyendo, hasta que su mirada se apartó y sus mejillas tomaron un tenue color rosa.

- B-bueno...Hobbie y yo no somos novios...pero...

- ¿Si?

- Estamos en...algo... - Sonreí y abracé a mi amigo.

- Estoy feliz por ti...

- Yo igual Jiminnie

La primera clase estuvo bastante tranquila, el profesor solo se presentó y dio las pautas de su materia, lo de siempre. Cuando el timbre sonó, Tae se disculpó, diciendo que había quedado con Hoseok para verse. Guardé mis cosas, notando como de a poco, el aula iba quedando completamente vacía.

En cuanto terminé, me coloqué mi mochila y caminé hacia los pasillos. Los alumnos iban y venían, pero algo que me estaba inquietando, era la sensación de una mirada sobre mí. Mi vista fue en todas direcciones, pero todos estaban en sus cosas. Traté de tranquilizarme y no darle demasiada importancia. Llegué hasta mi casillero y al abrirlo, una pequeña nota cayó al suelo.

"Hoy te ves hermoso"

Enarque una ceja y sonreí. – Yoongi-Hyung... - Susurré algo avergonzado y guardé los libros, para luego sacar otros. En cuanto terminé, unas manos se posaron en mis hombros, pero mi cuerpo se quedó tieso al escuchar su voz.

- Hola Minnie...te extrañé...

Narra Yoongi:

Miraba con aburrimiento la pizarra. Una mujer de bastante edad, no paraba de escribir números y letras, formando distintas ecuaciones que, en mi mente, ya estaban resueltas.

Un suspiro salió de mis labios y sonreí al ver a Nam quién parecía completamente perdido ante el nuevo tema que se explicaba.

- Muy bien, quiero todos los ejercicios resueltos para la siguiente clase. – Varias quejas se escucharon y solo bufé. La mujer salió en cuanto se escuchó la alarma y varios de los chicos le siguieron rápidamente.

- Dime por favor que me explicarás esto. – Solté una carcajada en cuanto escuché la súplica casi desesperada de Nam. Solo me limité a asentir y vi sus ojos brillar, haciendo que una sonrisa surcara por mis labios.

- Por más que el tiempo pase, la basura seguirá acumulándose ¿cierto?. – Mi rostro se tornó completamente serio, en cuanto escuché aquella voz.

- Si, tienes razón...es por eso que cada año, sigue ingresando gente como ustedes en esta escuela de niños mimados. – Solté y me levanté de mi lugar, fijando mi vista en aquellos chicos. Si mal no recordaba, eran del grupo de Jeon.

- Vamos Min...¿cómo puedes andar con él?, de seguro su padre tuvo que pedir un préstamo o algo para volverlo a inscribir aquí. – Varias risas se escucharon.

- Aunque el viviera debajo de un puente sería mi amigo y yo estaría orgulloso de eso. En cambio...tu...ni con todo el dinero del mundo dejarás de tener aire en la cabeza y de soltar porquería, cada vez que abres la boca. – Mis manos se cerraron y Nam se levantó tomando nuestras cosas.

- Yoon vamos... - Lo miré de lado y volví a fijar los ojos en aquel idiota.

- Si, ve con él...de paso puedes prestarme a tu mascotita para divertirme. – Enarqué la ceja, sintiendo mi sangre comenzar a calentarse. – Todo el mundo se dio cuenta de que le robaste su "juguetito" a Jeon...aunque Park es realmente lindo. Ahora entiendo lo que pasó con su padre. – Mi mandíbula se tensó.

- Yoongi vámonos...

- Me pregunto cuántas veces ya le habrá abierto las piernas a cualqu... - De un momento a otro mi puño se estampó en el ojo de aquel chico.

- ¡No vuelvas a hablar así de Jimin!. – Lo tomé por el cuello de la camisa, levantándolo y acercándolo a mí. – Ni siquiera se te ocurra pronunciar su nombre otra vez... - Siseé cada palabra con odio reflejado en mi mirada.

- ¡Yoongi!. – Solté al chico en cuanto escuché la voz de Nam. – Ya es suficiente...vámonos. – Le dediqué una última mirada y salí de allí con mi amigo siguiéndome. - ¿Estás loco?...cómo se te ocurre hacer eso el primer día.

- Si no hubieras hablado, de seguro le rompía la nariz. – Oí un suspiro de su parte y en cuanto llegamos al patio, me dejé caer contra una de las paredes.

- Yoon...

- Lo lamento... - Susurré y él se sentó a mi lado. – Sé que no te gusta que peleé, pero...

- Lo sé, pero debes dejar de hacerlo.

- Si lo hago ellos seguirán molestándote a ti y...a Jimin...

- Te entiendo, pero no puedes cambiar el pensamiento de un montón de niños mimados. – Solté una carcajada. – Solo prométeme que no te meterás en más problemas.

- No lo haré...pero si intentan algo más allá de palabras, con cualquiera de ustedes...no te aseguro que puedan moverse luego. – El otro asintió y nos quedamos allí, durante unos minutos más.

Narra Jimin:

- ¿No me saludarás?. – Giré mi cuerpo lentamente, hasta quedar frente a frente con el mayor.

- J-Jungkook... - Murmuré.

- Debo admitirlo, el rosa te sienta bien. – Una de sus manos tomó un pequeño mechón de mi cabello, pero inmediatamente me alejé de su tacto. – Veo que estar con Min te cambió bastante. – Sin responder, me dediqué a cerrar mi casillero y acomodar mi mochila. - ¿Porqué nunca dijiste nada? – Lo miré confundido ante su pregunta.

- ¿De qué hablas?

- Lo que te hice...Min lo sabe pero...¿porqué no toda la escuela?, podrías haberme hundido...

- Porque a diferencia de ti...yo no disfruto de hacer sufrir a los demás. – Su mirada era completamente neutra, como si no mostrase ningún signo de arrepentimiento.

- No entiendo cómo...digo. – Soltó una leve carcajada. - Lo de tu padre...

- Si ya acabaste...debo irme... - Lo interrumpí, desviando la mirada.

- Sí, es todo... - Murmuró y comenzó a caminar hacia el patio. – Por cierto... - Lo observé. – Deberías cuidar mejor tu casillero. – Sin más se fue, dejándome confundido.

Suspiré y al escuchar aquel sonido que indicaba el final del receso, comencé a caminar en dirección a mi siguiente clase. Jungkook se notaba diferente, no sabía en qué exactamente, pero algo en él había cambiado.

De camino a mi salón, pude ver a varios de sus amigos, pero, sin embargo, él no estaba con ninguno.

Al llegar, me ubique en uno de los primeros asientos, justo al lado de una ventana. El nuevo profesor, solo se dedicó a lo mismo que el anterior. Mi vista estaba clavada en el pelinegro sentado al pie de un árbol en el patio. De un momento a otro, la hora del almuerzo llegó, y junto a Tae, nos dirigimos al comedor. Nos sentamos con los demás, y aunque todos hablaban de temas triviales y anécdotas del verano, yo solo observaba el grupo en el centro del lugar. Todos reían y se dedicaban a mirar despectivamente al resto de chicos que pasaban alrededor de ellos. Lo que más me llamaba la atención es que cierto pelinegro...estaba completamente alejado de ellos, solo en una de las últimas mesas.

"¿Qué es lo que le ocurre a Jungkook?"...

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Holis, ¿cómo están?. Toda esta semana estuve preparándome para una competencia, además de realizar un trabajo para la universidad. 😄😄😄

Espero que les gustara el capítulo. Nos vemos en el siguiente, los quiero y les mando muchos besos. 😚😚💜💜💜

Cualquier corrección o duda, por favor no duden en decírmela. 💖💖💖