Hola de nuevo, supongo que no me extrañaste.

Las cosas siguen por aquí, pero no siento que avancen. Más bien me quedo quieta y todo se mueve.

Hoy no fue un buen dia, aunque tampoco puedo decir que fue uno malo. Tal vez alguna vez lo hemos experimentado y sentido que las cosas son como una realidad diferente dónde no importa nada de lo que hagas todo ya está predispuesto.

El estrés me consume en estos momentos y me encierro nuevamente en mi refugio, dentro de las cuatro paredes del baño para sentir que estoy segura y puedo ser quién soy.

La ansiedad come dentro de mi mi positivismo y las ganas de vivir. Por más que pido ayuda para salir a flote no encuentro ningún salvavidas. No puedo emerger de este mar que me ha tragado y amenaza con ahogarme.

Pero a lo lejos veo la playa a la cual debo nadar así que lo hago. No se como lo estoy haciendo pero comienzo a nadar. Comencemos nuestra carrera hacia una mejor vida. Un mejor futuro.

El futuro me estresa también. Pensar en que será de mi mañana me atemoriza la idea de fracasar. De que lo que tanto he soñado y por todo lo que he luchado se venga abajo.

Siento que no podré lograrlo. Siento que no va a funcionar que siga nadando y las olas me arrastrarán cuál camarón dormido. No se si el camino que he tomado es el correcto. No entiendo nada de lo que está pasando pero sigo nadando.

Las anclas me entierran, pero sigo nadando y las llevo conmigo. Quiero pensar que al llegar a tierra me las quitaré pero a este punto no me interesa. Sólo quiero llegar a la orilla.

Mis pulmones se van a reventar de tanto sostener el oxígeno y siento que si respiró todo se vendrá sobre mi. Cuando abro la boca todo entra y me hace más pesada, por eso he decidí permanecer callada.

Todos no van a entender porque lucho tanto si se que al final la playa estara sola. Tal vez sea una isla desierta. Tal vez...

Pero no tengo otra opción. ¿quedarme sola siempre o descubrir nuevas personas? Esas son las posibilidades.

Sin más que decir por el momento, seguiré nadando y espero encontrarte yendo al lugar donde decidas estar. Porque sin importar que la corriente te arrastre no puedes dejar de nadar.