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Little

Apaga con frustración la computadora, suspira con cansancio mientras intenta amortiguar el dolor de sus ojos después de estar frente a la pantalla. Una búsqueda que ha resultado en horas sin respuestas, pistas sin salida, sin algún rastro que pueda utilizar, o siquiera alguna falla que pueda aprovechar.
Lo único que sabía con certeza era que Grodd ya no se encontraba entre las calles de Gotham, ahora esto era una búsqueda que se esparciría alrededor de mundo.
Grodd si algo lo sabía es que no es estúpido, y no era de aquellos que gustaban de dejar pistas o marcas de sus planes y si lo hacía solo era cuando el artefacto en el que trabajaba estuviera a nada de ser completado.
Guarda sus pasos, y esto solo alargaba más la búsqueda.

Gorila Grodd es inteligente, pero no perfecto, cometerá un error, el fallo más insignificante daría las respuestas necesarias, y cuando eso sucediera estarían listos para actuar.
Tenía que encontrarlo, localizarlo y hacer que volviera a Damián a la normalidad.

Damián... Gracias al incidente en el que se vio envuelto, había cambiado drásticamente de un modo que jamás creyó poder apreciar. El cambió fue drástico, no solo físicamente, sino también mentalmente. Ahora era niño de tan sólo cuatro años de edad en todas las formas, memoria, emociones, físico, sentimientos... Inocencia.

Damián con solo diez años era... pequeño. Pero actualmente era simplemente diminuto.

Si era sincero consigo mismo, no conocía a su propio hijo, había tantas peleas, pleitos entre la familia, trabajo, obligaciones, ser Batman. Había intentado hablar con él pero siempre tenían el mismo resultado, Damián dañando y maldiciendo, y el castigándolo.

Y ahora en el poco tiempo en el que Damián llevaba en esta situación es simplemente sub realista.

Tomar aquel diminuto cuerpo entre sus brazos, ayudarlo en algo tan simple y mundano como lavarse los dientes, poder lavar su pequeño cuerpo, sentir sus pequeñitas manos aferrarse a su ropa, simplemente sentir su respiración calmada en su hombro, oh su cuerpo dormido entre sus brazos.

Su voz, con un tono tan infantil que realmente nunca creyó que podría poseer, ser un niño que realmente puede llorar, gritar, reír, y jugar.
Emociones que Damián con Diez años jamás había demostraba. Siempre lo mismo, gritos de enojo, palabras llenas de desagrado, una actitud completamente desafiante, y una lengua afilada y un vocabulario lleno de superioridad.

Aun no puede dejar pensar en lo delgado que es, las ojeras que guardaban sus ojos, aquellas marcas que cuentas un claro maltrato, algo que ningún niño debía de ser víctima, el entrenamiento desalmado al que era sometido, tratado como un soldado y no como un niño.

Si cierra los ojos, puede ver con perfecta claridad las marcas de agujas en sus brazos, los brazos destrozados que solo poseía un adicto.

¿Qué era aquello que introducían en su cuerpo? ¿Por qué se le suministraba con tanta regularidad? ¿Están experimentando con Damián? ¿Qué era lo que buscaban?
Como Talía permitió esto.
Porque nunca se había planteado investigar a Talía, tantas veces se enfrentó a ella, a Ras, incluso a Nyssa.
Jamás pensó que tendría tener un niño, se lamenta tanto no saber de su propio hijo.

¿Qué hubiera pasado si Talía jamás le hubiera presentado a Damián?
Jamás hubiera conocido a su Damián, su hijo aun seguiría en el camino del asesinato, el odio, la venganza y la muerte como único camino.

Siente su cabeza punzar en una inevitable migraña. Estresado de lo toda la nueva información, estresado por el futuro y todo lo que conlleva la nueva situación.

Decidió con mucho pesar salir de la cueva, tiene que hacer algunas revisiones en la empresa, hacer un estudio en Damián, y prepararse para la noche.

Pero apenas puso un pie fuera del reloj, los gritos de los que claramente reconocía como tres de sus hijos resonaron fuertemente por los pasillos.
No le tomo mucho encontrar a los chicos, y él porque del escándalo.

Dick, Tim, Damián. Todos completamente empapados de pies a cabeza.

Su hijo mayor huyendo a toda velocidad de un Tim claramente furioso con una manguera entre manos. Titus siguiendo sus pasos de cerca ladrando y jadeando sin parar.
Y por último, Damián sentado de cuclillas. Rostro, ropa y manos manchadas de lodo.

-¡No Tim era una broma! ¡Era una broma!- El grito de Dick suena en lo alto, seguido del reclamos de Tim por arruinar su tableta.
Decide ignorar el pleito de sus hijos mayores y acercarse a Damián quien hundía sus manos en el barro.

-¿Qué haces Damián?- El estreñimiento del pequeño cuerpo es lo primero en notar, miedo, claro muestra instintiva de un reflejo al temor. Toma nota para no volver a cometer el mismo error, modular más su voz y hacer ruido al acercarse - ¿Qué haces hijo? - vuelve a repetir suavemente, incandescente a la altura.

- Padre encontré دودة - pronuncia con entusiasmo extendiendo sus manos aun llenas de barro, notando rápidamente que algo se retuerce entre sus dedos. Unos largos gusanos son lo que muestra con total entusiasmo -دودة - repite nuevamente con emoción al ver como el largo animal se retuerce entre sus manos.

-Si, son lindos los gusanos- las pequeñas cejas se tuercen ligeramente entre sí, en una clara señal de confusión - Así se llaman, gusanos- explica.

-Gujanos- repite automáticamente sin dejar de ver los animales.

-Estas pronunciando mal la S Damián Gu-sa-no-

-Gusano- vuelve a repetir corrigiendo su error. Impresionante para un niño de cuatro años. Poseía un control tan complejo del lenguaje y capas de corregir su error en un segundo intento.

-Si Damián, son gusanos, ellos viven aquí en el jardín. La función de los gusanos es muy importante. Se desplazan entre las partículas de materia orgánica excavando galerías que ayudan a airear y, por tanto, a la oxigenación del montón. Mineralizan los restos de materia orgánica, es decir, la transforman en sustancias asimilables para las plantas - la cabeza se balancea en una clara muestra de aprobación ante la nueva información. Sus pequeñas manos dejan a los animales de nuevo en el suelo tomando tierra del alrededor para cubrirlos.

-El abuelo dice que todo existe con una razón Padre. Desde el insignificante gusano, hasta el más fiero león. Todo existe en equilibrio. Flora y fauna.
Excepto los humanos padre, los humanos son el parasito en el mundo. Contamina el aire y el agua, deforestan los bosques, cazan por deporte, el humano debe ser erradicado.
Padre, algún día gobernare sobre todos y devolveremos el equilibrio al mundo- la brillante sonrisa al terminar, orgulloso de las palabras mencionadas.

Gobernar el mundo, devolver el equilibrio al mundo. Refiriéndose al ser humano como un parásito, expresando con tanta frialdad el exterminio de la humanidad, como si la vida no tuviera ningún valor.

-Padre ¿Qué pasa?- los pensamientos quedan de lado al sentir las pequeñas manitas sobre la tela de su pantalón.
Y después, abruptamente nada.
Damián ha tomado distancia en un abrir de ojos, su rostro lleno de preocupación y temor.

-Yo... lo siento Pa-dre... Yo...he osado ensuciar tu estampa- la angustia es clara en su postura. Intenta ocultar sus brazos, pareciendo que apenas nota la suciedad sobre él, intentan limpiar la ropa solo para ensuciarla aún más. Puede ver claramente como rápidamente entra en pánico, acurruca sus manos contra su pecho, intenta acercarse, pero el niño da tres pasos hacia atrás.

-Damián, ven aquí- apenas las palabras salen de su boca se arrepiente de su selección de palabras. Los ojos de Damián se vuelven vidriosos, y el labio empieza a temblar.

-No, no quería decir eso, Damián, no pasa nada, no estoy-

- ¡Damiiiiiiii! ¡Que hace él bebe más hermoso del mundo!-
el rostro de Damián cambia en una mueca de sorpresa al ser tomado en brazos, y agradecer la interrupción de Dick.
Damián se aferra a dic y este claramente se encuentra encantado al sentir como Damián se aferra a su cuello.
Una escena linda a los ojos de cualquiera, pero algo no va bien, la escena no se siente natural.
No como Damián se aferra de verdad a Dick, no cuándo su hijo se veía tan incómodo al ser tomado en brazos, un miedo claro de que Dick lo dejara caer.

- No es de tu incumbencia las pláticas que lleve a cabo con mi padre- cejas fruncidas, labio alzado, y tono mordaz.

Tan pequeño pero con una hostilidad que un niño no debe mostrar a esa edad.

- ¿Así? Estoy seguro que si te doy muchos besos podría sacarte esas palabras-

-Dick- interrumpe antes de que Damián pueda responder - creo que es hora de que Damián tome un baño antes de que Alfred vea lo sucio que se encuentra- intenta tomar al Hijo pero antes de siquiera poder tocarlo Dick da dos pasos hacia atrás tan rápido que incluso teme realmente que el niño caiga de sus brazos.

-¡Yo le daré el baño Batdad! - grita sin disimular ni un poco el entusiasmo en su voz - Dami y yo tomaremos un baño juntos será divertido, conseguí algunos juguetes para la tina, burbujas, he incluso compre un pequeño juego de la trinidad que lanza agua -

Dick sigue parloteando sin parar de todo lo que había conseguido para la hora del baño, lo cual sinceramente se le hace algo impresionante que existan tantas cosas con temática de héroes que se pueden usar a la hora de un simple baño. Damián voltea a verlo en más de una ocasión preguntando con la mirada a que se refiere Dick.

- Dick, creo que Damián prefiere un baño normal. Porque no me dejas y así tú puedes bañarte en paz- una vez más vuelve a estirar los brazos, pero junto a él los pasos apresurados de Dick al alejarse resuenan contra el piso.

-No gracias Bruce, pero esto es algo que siempre he querido hacer-

-¿Bañar a un niño?-

-Siii, espera no. Me refiero a tomar un baño con mi pequeño y lindo hermano menor. Siempre has traído a niños muy grandes para hacer algo así. Pero ahora Dami en un bebe, ¡Un pequeño y lindo bebe!-

-¡NO SOY UN BEBE GRAYSON!- Protesta Damián mientras estira sus manos para prensar un mechón de cabello y tirar de él.

-Por fiii bruce, prometo que seré cuidadosa- ojos completos de una súplica muda, cuando era niño era lindo ahora es simplemente ridículo.

-Tu ganas- apenas pronuncio las palabras Dick salió del cuarto a toda velocidad con Damián en brazos- no pudo evitar suspirar, sabiendo que esta comodidad y calidez que siente en el pecho no está bien. Todo esto era causa de un error que nunca se debió cometer, algo que pudo terminar mucho peor.

Pero aun así algo dentro de el... No dejar de sentir que esto de alguna manera, era algo que siempre había querido.

-Amo bruce ¿A visto al maestro Dick y al joven Damián?- la voz de Alfred brota de detrás de su espalda.

-Si Alfred, Dick y Damián acaban de entrar para darse un baño después de lo sucios que terminaron por estar en el jardín- informa.

-Oh, en ese caso sería tan amable de ayudarme dándole un baño a Titus, en estos momentos estoy atrasado con la cena de esta noche- justo detrás de Alfred, un Titus con las orejas gachas, cubierto completamente de lodo, pasto y demás cosas hace acto de presencia.
Entonces compren, porque Dick quería con tanto entusiasmo bañar a Damián.

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.
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Cierra rápidamente la puerta detrás de él sonriendo al pensar de la que se acaba de salvar. Avanza al cuarto de baño, antes de que Damián decida que ya no quiere ser llevado en brazos, no puede permitirse que los pies cubiertos de lodo ensucien el piso, no con un Alfred rondando cerca.

-Vamos a darte un rico baño Babybat- tan pronto como termina de decir la palabra un dolor agudo le recorre su brazo izquierdo. Los pequeños dientes apuñalan sin piedad su piel.
No puede evitar gritar y en acto reflejo casi arroja al niño.

-¡Okey, okey! ¡No más bebe entendí, entendí, ahora suéltame! -

-No más bebe- exige Damián aun estando en sus brazos

-No más bebe- Promete. Damián sonríe con superioridad al ver que ha ganado la batalla. Lo que no ve es como Dick cruza los dedos detrás de su espalda.

Baja a Damián rápidamente para poder desvestirlo con mayor facilidad.
Notando las marcas en la piel tierna de bebe.

Cicatrices, moretones. Sus pequeñas costillas que saltan a la vista por la clara desnutrición. Ya las conocía, sabía que estaban ahí pero eso no lo hacía menos doloroso.
Después de todo él fue quien le probó toda esa pequeña y linda ropa. Sabía que todo eso estaba ahí, que las marcas no se borrarían por arte de magia que el maltrato jamás podría borrarse de esa piel tostada y dolía, dolía con cada gramo de su ser, consiente del dolor y al mismo tiempo impotente ante el acto.
Sonríe he intenta hacer cosquillas en la pequeña barriguita, pero no recibe la risa aguda, sino los manotazos desesperados junto a las palabra

-No, Grayson, no- es tierno, pero triste.

Termina de desvestir el pequeño cuerpo, y procedió a quitarse su propia ropa.

Enjuagando el lodo en sus cachetes, el pasto escondido entre los deditos de los pies, enjabonando con mucho cuidado las zonas moradas y tallando su pelo con champú no más lágrimas. El rico he inconfundible olor a bebe lleno el cuarto.

Con el lodo fuera, y relucientes era hora de entrar a la bañera.
Se apresuró a llenar la tina para que Damián no tuviera frio y mientras esta se llenaba saco rápidamente del armario la canasta llena de pequeños juguetes y sin esperar más los aventó al agua. Tomo a Damián, quien estaba a punto de meterse el jabón a la boca, quitándoselo antes de que pueda hacer su cometido.

Se metieron dentro de la bañera, intenta sentar a Damián sobre sus piernas pero el niño pelea solo para llegar chorro de agua aun brotaba de la llave.
Las pequeñas manos de Damián juegan y chapotean contra el chorro de agua, la sonrisa en sus mejillas es pequeña casi imperceptible, y sus pequeñas cejas fruncidas en concentración ante un pato de goma vestido como Batman que pasa a su lado. Simplemente adorable.

Un pequeño y sonriente muñeco de Superman choco contra su costado. Y mientras Dami estaba distraído jugaba con las burbujas decidió atacar. El chorro de agua sale disparado del pequeño muñeco, el chillido de sorpresa no tardo en brotar, junto un grito lleno de furia.

-¡Estúpido Grayson! ¿¡Porque osas atacas!? Te matare por esta traición -

-No te estoy atacando Dami, estoy jugando contigo- vuelve a presionar el pequeño juguete entre sus manos y otro pequeño y fino chorro de agua brota del pequeño muñeco, dando directo en la cara de Damián, otro grito lleno de enojo y exasperación proba, y las manitas intentan limpiar el agua -Vez, es inofensivo- Damián parece pensarlo.

-Yo quiero, mío. Dámelo - exige él bebe mientras extiende sus brazos para arrebatar el pequeño juguete de sus manos.

Sin más entrega el pequeño juguete, mientras recoge uno de Wonder Woman que flotaba a la deriva, rápidamente Damián apunta el pequeño juguete mientras lo aplasta, pero el agua simplemente no sale.

-Dami, tienes que meterlo al agua apretarlo un poco para que se llene- Explica mientras hace lo dicho con el muñeco de Wonder Woman.
Damián hace lo dicho, pero este lo hace con tanta rapidez y brusquedad que nada de agua entra en el juguete. Su cara se vuelve en una mueca de enojo.

-Deja te ayudo-

-No, yo puedo - Damián repite el mismo procedimiento una y otra vez pero con los mismos resultados, los movimientos cada vez más erráticos, junto a un pataleo de desesperación.

-Damián, si me lo prestas yo puedo-

-¡NO, YO PUEDO SOLO!- suspira ante la clara terquedad del niño.

Una linda ballena de color verde paso flotando. Decidió tomarla y encenderla. Según las reseñas era bastante linda y segura. Tan rápida como la puso de nuevo en el agua unos chorros y luces de colores empezaron a brotar. Pará su propio alivio Damián dejo de lado a sup para tomar la ballena.

El resto del baño fue fácil y divertido. Damián descubrió que podía atacarlo con la ballena, y se divertía hundiendo los muñecos para ver como volvían a la superficie. Ya afuera con un Dami adormilado y cambiado, decidió dejarlo sobre la cama para terminar de vestirse, solo para descubrir que Damián se había quedado completamente dormido. Lo que era lógico después de levantarse a las seis de la mañana, un entrenamiento bastante pesado si le preguntan, después toda una tarde de correr por el gigantesco jardín. Era lógico que él bebe estuviera completamente agotado.

Intenta moverlo de lugar para acomodarlo dentro de las cobijas, pero apenas intenta tomarlo en brazos, un pequeño gemido de disgusto brota, y entiende que si sigue intentando despertara al bebé, y si algo había aprendido es que un bebe con sueño y malhumorado podía ser toda una pesadilla. Toma una de las cobijas del armario y pone una barrera de almohadas por si Damián se rodaba mientras duerme.

Observa en silencio, sin poder evitar sonreír ante la imagen frente a él, observando con incredulidad lo pequeño y lindo que se veía Damián al dormir, acurrucado en su cama, cubierto y rodeado de suaves almohadas, cobijado hasta el cuello.
Aun recuerda cuando todos pensaron que Bruce estaba muerto. Aún recuerda cuándo intento entrar al cuarto de Damián cuando este estaba dormido, solo para sentir la brisa de la navaja que paso rosando su mejilla, la mirada de completo disgusto en sus ojos sombreados por la oscuridad, nunca lo pudo pillar dormido, jamás lo pudo arropar o darle un beso de buenas dormir. Y las veces que lo podía verlo descansar era por culpa de los sedantes en su cuerpo, oh algún golpe que lo hubiera dejado inconsciente. Siempre descansaba completamente firme, el cuerpo tenso, rígido como un cadáver. Ahora parece surrealista presenciar cómo sus piernitas dan pequeñas patadas, observando como su manita se viaja a su boca entreabierta para verlo chupar su dedito. Es triste simplemente desgarrador. Ser consiente que ese niño, ese pequeño bebe se le arrebatara todo eso. La risa, el llanto, el juego, simplemente se le arrebatara la libertad, se le negara el amor para ser un soldado.

Puede sentir como sus ojos se humedecen ante el pensamiento, puede ver como sus manos tiemblan de rabia y dolor. Ignora todo y decide disfrutar de este momento, de escuchar su respiración acampanada. Una idea brillante ilumina su mente, rápidamente saca su celular procediendo a tomar las fotos que sean necesarias. Después de la decimoquinta foto nota que algo hace falta ¿tal vez mas iluminación? No, eso despertaría a Damián.
¿Entonces que podría ser? Notando rápidamente que el cuadro sería perfecto si un pequeño amigo peludo con una S estuviera acurrucado en los brazos del nene. Aun se ríe al recordar la cara de bruce al ver el oso, ahora imagínate una foto enmarcada sobre su escritorio

Emprende la búsqueda del felpudo amigo, sin antes dejar un pequeño beso sobre la frente de Damián, asegurarse que las almohadas estuvieran perfectamente colocadas, y que estuviera bien arropado.

Sale en completo silencio, caminando en puntitas unos paso, cuando estuvo lo suficiente lejos emprendió carrera en busca del amigo.

Llevaba un rato buscando entre los cojines del salón, ya había revisado los pasillos, el cuarto de Damián. Pero ni rastro del oso de felpa.
Suspiro con frustración entrando a la cocina pensando para buscar y tal vez robar algo del refrigerador, pero tan pronto como entro la figura de Alfred le dio la bienvenida.

-Un gusto verlo maestro Richard ¿Qué tal el baño de joven Damián? Espero que no le haya tenido muchos problemas - diablos había sido atrapado

-Por supuesto que no Alfi, al contrario fue muy divertido-

-Me alegro de escuchar eso- la voz profunda de bruce se hizo presente a sus espalas, cabello ligeramente húmedo, junto a una mirada ya tan conocida.

-Hola bruce, es bueno verte aun en casa, usualmente a esta hora revisas los casos-

-Mm- es todo lo que suelta, y sonríe inocentemente mientras Titus entra a la habitación completamente limpio.

-Si bueno, ¿Alfred no sabes dónde está el oso de Damián?- pregunta al único que sabe dónde está todo en este lugar.

-Si amo Dick, se encuentra en la lavandería, ayer que lo compramos no lo pude lavarlo inmediatamente- informa el paradero del oso perdido.
Asiente en comprensión sorprendido de que no lo hubiera hecho antes.

-Dick ¿Dónde está Damián?-

-Oh, aunque parezca sorprendente. Dami está tomando una siesta. Parece que el juego lo dejo completamente agotado- sonríe aun sin creer que Dami estuviera durmiendo durante el día.

- Esas son buenas noticias maestro Dick. Creo que deberíamos estipular un horario de sueño para el joven Damián. No es saludable que un niño de su edad tenga un desorden del sueño tan marcado, puede ser perjudicial para su crecimiento- todos asienten ante sus palabras consientes que tenían que ser una de las prioridades principales a tratar. Siguen hablando de la cuestiones a tratar, como acoplaran al niño a sus actividades diarias.

Titus empieza a ladrar con gran agresividad, junto aullidos, rasgando con desesperación el piso. Claramente algo va mal.

-¿¡Que pasa chico!? ¡Muéstranos que pasa! - El gran danés sale disparado de la habitación, y no dudan en seguirlo. Conforme pasan los pasillos y las habitaciones notan rápidamente el problema. Gritos agudos de terror llegan a sus oídos, sollozos acompañados del desgarrador llanto de Damián.

Corren rápidamente solo para notar que la puerta de la habitación estaba abierta, pero los gritos aun provienen dentro de la habitación.

-¡Damián!-

Jasón y Tim están dentro de la habitación, Jasón tiene al niño inmovilizado entre sus brazos.
Damián suelta manotazos junto algunas patas.
Tim está a su lado intentando hablar con Damián pero no funciona, el llanto sigue, junto a al palabras que no entiendes y gritos.

-MAMA, MAMA- es lo único que logra entender del balbuceo.

-¿Qué paso? - es lo único que logra preguntar mientas toma a su hijo en brazos mientras intenta tranquilizarlo.

-¡No sé, solo escuchamos los gritos y venimos a ver qué mierda pasaba, y el niño ya estaba llorando y gritando como loco!- informa Jasón de lo que vio.

El llanto y los balbuceos siguen, intentan frotar su espalda, hablar con el, mecerlo y nada parece funcionar.
Bruce está a nada de entrar en pánico. Los minutos pasas parece ser que Damián poco a poco se va calmando y el llanto se convierte en suaves sollozos y pronto el niño vuelve a quedarse completamente dormido.

-¿Que fue eso?- susurra grita Tim.

-Creo... que fue un terror nocturno- informa Alfred aun sin dejar de ver a Damián.

-¿Un qué?- pregunta Dick

-Los terrores nocturnos son una interrupción del sueño que parecen similares a una pesadilla, pero lo que los hace tan bruscos es que el niño aún sigue dormido en todo momento. Por eso no nos responde y no se comunica coherentemente- responde Alfred con lo que sabe sobre el tema - Estos son caudados por estrés, estar extremadamente calmados, falta de sueño, dormir en un ambiente nuevo. Es lógico que esto pasara. - informa Alfred. Todos se quedan callados sin saber bien cómo responder, esto había sido aterrador.

¿Cómo podemos evitar esto?- pregunta bruce

-Ese es el problema, no se puede, no existen medicamento o tratamiento. Solo se puede vigilar cuando pase y evitar que el niño se dañe mientras pasa. Desaparece solo y si se vuelve frecuente se tendría que ver a un especialista- todos asiente ante la nueva información pero aun sin procesar lo sucedido.

-Amo bruce creo que sería conveniente arropar al joven Damián y dejarlo descansar- Bruce asiente aun un poco aturdido, pero se dirige a la habitación de su hijo. Tan pronto como entran a la habitación arropa a Damián. Y saca de su bolsillo una de las diminutas cámaras espía. Pegándola en la pared de tal modo que el cuerpo de su hijo fuera completamente visible.

-Creo que sería conveniente comprar mejor un monitor para bebes- Comenta Alfred

-si – Todos salen lentamente del cuarto, dejando que Damián duerma. 

.........

Mejor tarde que nunca :)
Voten y comenten que no cuesta nada

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