Stereo Hearts (Rhythm x Blues)
Algo era seguro, no tenía la mejor memoria...
Pero algo que le sería imposible olvidar, es ese día en el que toda su vida cambio, y definitivamente había sido para bien.
Era solo una pequeña niña de unos 5 años, cabello corto y morado, ojos grandes y una expresión asustadiza y confundida, inmóvil frente a la entrada de ese salón, donde solo se oían gritos, risas, y se veían niños corriendo y empujándose, la pequeña Rhythm volteo a ver a su madre y negó rápidamente con la cabeza, quería salir lo más pronto posible de ahí y regresar a su mini laboratorio, o más bien el closet de su cuarto.
—Vamos hija, aquí aprenderás más de lo que tu padre y yo podemos enseñarte, y harás nuevos amigos—Trato de animar a la menor, mientras se arrodillaba para estar a su altura, al no ver mejora de la situación, su sonrisa amable fue reemplazada por una mueca de fastidio—Sabes que de todas maneras entraras ¿no? —Le habló más seria, la de bracitos celestes suspiro y con cautela se adentró en el aula, sosteniendo con firmeza su mochila como si quisieran quitársela, giro para ver a sus padres, que habían aprovechado su distracción para irse, trago nerviosa, y siguió caminando, no duro mucho en el centro del salón, apenas llego allí, dos niños la empujaron por el costado, haciéndola caer de cara, estampando su mejilla izquierda contra el piso, algunos se rieron de ella, más que avergonzada, se levantó y sacudió el polvo de sus rodillas y brazos, hizo un puchero quería irse a casa, y sabía que en cualquier momento estallaría en llanto, hasta que algo capto su atención.
Era un destornillador, que rodo hacía ella hasta chocar con su pie, arqueo una ceja y lo levanto por su mango rosado, dándole una buena ojeada, tenía uno exactamente igual en su hogar, miro por todo el lugar, buscando a quien podía pertenecerle, hasta que sus ojos se fijaron en una niña de espaldas, sentada en el pequeño patio unido a la habitación, donde había unos columpios y un subeibajas de colores, parecía buscar algo entre todas las herramientas desparramadas por su alrededor, con timidez se acercó a ella, y toco suavemente su hombro.
—¿¡Que pa..!? —Algo asustada por el grito, Rhythm se alejó un poco, hasta que la expresión molesta de la contraria cambio a una de alegría de la nada—¡Encontraste mi saca tornillos! —Exclamo la de coletas rosadas, parándose a abrazarla.
—¿Tu qué? —preguntó confundida y mareada por ese cambio de emociones.
—¡Mi saca tornillos! Ya sabes, esa cosa que giramos y hace que salgan las tuercas—Aclaro con una sonrisa, arranchándolo de sus manos con algo de brusquedad para poder verlo.
—Ammm...creo que la palabra correcta es "destornillador" —el rostro de la amarilla cambio de nuevo, esta vez mirándola con incredulidad.
—¿Enserio? Wow, me siento engañada—Se dijo así misma mirando a la nada, rápidamente se volteó hacia la morada y le ofreció una mano amablemente—Permítame presentarme más formalmente, científica Blues, para servirle—tomo su mano celeste y la sacudió.
—Alto, ¿también eres científica?
—¿Las células eucariotas poseen núcleos? ¡Es un sí del sí! —Ríe con emoción, suelta la mano de su compañera y vuelve hacer contacto visual—¿Y tú eres?
—Oh, Rhythm, también me considero científica—Sonrió levemente, aun aturdida.
—¡Genial! ¡Otra mente brillante! Entonces mi querida amiga investigadora, ¿crees que podrías ayudarme con esto? —Preguntó señalando en lo que había estado trabajando.
—¿Eso es un radiocasete? —Ambas se sentaron alrededor del aparato desarmado.
—Sí, mi mamá lo rompió hace unos meses cuando me encontró escuchando música sin permiso, lo he intentado reparar a escondidas, pero creo que ya no sirve—habló desanimada, sentándose sobre sus pies, la de listón amarillo la miro triste, no le gustaba ver a los demás pasar un mal rato cuando podía hacer algo, así que se puso manos a la obra, revisando el interior, moviendo cables, y soplando el polvo acumulado en este que le dificultaba un poco ver, Blues seguía sin mirar, le daba miedo que no funcionara, y no le gustaba recordar lo mucho que la regañaba su madre cuando no hacia lo que le ordenaba, a tal punto de haber destruido con una escoba su cosa favorita, y quizás lo único que la entretenía, pasaron unos minutos, las dos seguían concentradas en lo suyo, hasta que el ambiente pesado fue interrumpido por una melodía.
"My heart's a stereo, it beats for your, so listen close, hear my thoughts in every note, oh oh..."
Las orejas de la de franjas anaranjadas se levantaron al oír esa música, su mandíbula casi se cae al ver a su amado estéreo completamente armado, y hasta un poco más limpio, la morada la observaba con una sonrisa triunfante y feliz, que desapareció cuando la sintió caer de golpe a ella.
—¡Wow wow wow, la arreglaste! ¡Reparaste mi estéreo! —grito Blues emocionada, abrazándola lo más fuerte que podía, al punto de quizás romperle una costilla, pero...por alguna razón se sentía bien—Dame esos cinco—Levantaron sus manos y las chocaron, se sintió una descarga eléctrica para ambas, como si hubiera una especie de conexión.
—Miren chicos ¡Una radio! —exclamó un niño, poniendo alerta a la amarilla, que se levantó casi al instante y espanto todos los niños que querían acercarse.
—¡Atrás salvajes! ¡Nadie me lo toca! —Rhythm solo se limitó a reír por su actitud enfadosa y territorial, por alguna razón la sentía muy cercana, había encontrado una nueva compañera de laboratorio.
El pasado se sentía tan resiente y a la vez tan distante, era un sentimiento confuso, todo era confuso, la morada ahora mayor de edad, seguía sentada sobre su cama, hundida en sus pensamientos y recuerdos, fue cuando escucho un chillido, y regreso a la realidad que tenía que vivir, tardo un rato en reincorporarse, y volteo a ver quién había emitido ese ruido que expresaba tristeza, recordó todo de golpe, al ver a su amada Blues, la luz de su vida, su razón, su todo, echada de espaldas, abrazándose así misma bajo las sabanas, o quizás abrazaba una almohada, era difícil saberlo en esa posición, había estado así toda la noche, en ese momento quizás eran las 1:00 am, o las 2:00, no estaba segura y no tenía la motivación ni para revisar el reloj, de hecho, ella también quería echarse y sentirse miserable consigo misma, pero no podía, no podía derrumbarse junto a ella, era obvio el problema, ambas sentía nostalgia, a pesar de todos su intentos por librarse de ella, seguía ahí, y tal vez nunca se iría, y aunque habían aprendido en parte a vivir con eso, no faltaban los momentos en los que realmente acaba con ellas, ese momento en el que las hacia tocar fondo, y se les hacía casi imposible recuperarse.
Quería abrazarla, besarla, llorar junto a ella o consolarla de alguna manera, pero las palabras no salían de su boca, y por más que gritara en su interior sus músculos no se movían, no quería ser una hipócrita, no quería decirle "todo va a estar bien" cuando ni ella misma se lo creía, no podía esperar que su pareja se sintiera mejor si ella estaba igual o peor, golpeo su cabeza con el respaldar de la cama, llena de frustración e impotencia, cerró los ojos otra vez, tratando de llevar su mente a ese rincón en el que todo realmente está bien, y en eso, otro recuerdo cruzo por ahí.
—¡No puedo creer que lo logramos! —Exclamó Blues victoriosa, mientras observaba aquel trofeo de pies arriba hacia abajo, más que emocionada.
—¡Yo tampoco! La demostración fue brillante, esos rulos te quedan muy bien—Dijo entre toda la adrenalina del momento, amabas estaban tan felices, querían brincar, gritar, sentían cosquillas en el estómago que les daba una sensación de hiperactividad difícil de describir.
—Awww, gracias R, el resultado del rizador de cabello fue mejor de lo que esperaba—Se acomodo un poco esa coleta donde sostenía todos los rulos que había logrado hacer con la máquina, eso y muchos accesorios que la hacían lucir aún mejor—Y parece que los jueces pensaron lo mismo—Amabas volvían de aquella exitosa feria de ciencias, con los listones azules y el trofeo ganador—Estoy orgullosa de ti Rhythm, esos planos eran magníficos y te luciste en la mecánica principal—La de morado se sonrojo un poco por tantos cumplidos, que por suerte se camuflo bien en el morado de su piel y ya no se notó tanto, aun así, se cubrió el rostro, no dejaba de recordar el momento, de la nada apareció confeti en su puesto, anunciando que ellas habían ganado, Blues se había puesto tan contenta, literalmente gritaron y saltaron como locas, y en realidad, su querida amiga J de tamaño mediano había tomado una foto del feliz momento, la saco de su cabellera, observándola con lujo de detalle y pasando un dedo sobre ella como si la estuviera acariciando—Eso es...—Escucho de su compañera peli-rosa, que también se acercó a observar la foto—Es increíble, ¿puedo? —Preguntó tomando la foto, la de cinta amarilla la soltó sin problema, entregándosela, Blues saco su confiable pluma brillante, escribió su nombre un lado de la imagen y se lo volvió a entregar a su amiga—No queremos olvidar esta fecha tan importante ¿o sí? —Sonrío.
—No, en definitiva no queremos—respondió devolviéndole la sonrisa, miro otra vez la foto, no podía dejar de admirar a su hermosa Blues, sosteniendo el trofeo con una alegría incomparable, sin duda todo su trabajo había valido la pena, aquellos sentimientos que había estado experimentando regresaron a ella de golpe, la sensación de calidez y emoción, ese cosquilleo que sentía al ver a su mejor amiga de esa manera, tan hermosa, tan contenta, tan perfecta, como siempre, quería acurrucarla en sus brazos, quería darle besitos en toda la cara, quería decirle esas significativas palabras que trataba de evitar, "Te amo", suspiro al entender, ella estaba enamorada, admitirlo la hizo calmarse un poco, pero lamentablemente, sabía todo lo que aquello implicaba.
Ese día tan memorable paso por su mente y se esfumo en segundos, sin duda una de las cosas que más extrañaba era la feria, ya no se les permitía participar más, pero disfrutaban de pasar juntas por ahí y admirar a las jóvenes mentes y el futuro tan brillante que traerían, también extrañaban a sus amigos, Gran J, Pequeño J, y J de tamaño mediano, sus mejores amigos, y uno de los primeros en saber de su relación.
Se acostó de nuevo entre las sabanas, aun sin querer mirar a su novia, la nostalgia era una verdadera pesadilla, ese sentimiento de tristeza, causado por el saber que tu hogar, donde creciste, donde lloraste, o reíste, está lejos, y fuera de tu alcance, al igual que las personas especiales que aguardan en él, como olvidar el momento en el que decidieron alejarse de este, y venir a hacer sus vidas en otro lado.
—Trollstopia...wow, es algo importante—comentó B, guardando varias herramientas en una caja color magenta.
—Sí, pero tiene un bonito nombre, además...Sonoro Jones nos pidió personalmente que vayamos con él y el resto de los funk trolls, suena interesante—Ambas seguían empacando, entre ropa, pertenencias de valor y materiales para inventos, Blues cerro aquella caja y se sentó sobre una de las maletas más grandes.
—Admito que es emocionante, pero odio hacer equipaje, ¿Por qué teníamos que descomponer el robot empacador justo la semana pasada?
—Vamos, anímate, ¡Nos mudaremos a una ciudad donde podremos convivir con todas las tribus de trolls! Haremos muchos amigos nuevos y aprenderemos tantas cosas...santo cielo me escucho igual que mi mamá—se quejó la de ojos morados y oscuros—De hecho...eso mismo me dijo ella en mi primer día en el kínder.
—¿Cuándo nos conocimos?
—Sí, y al principio ni siquiera quería entrar...—Se sentó a su lado—Pero me alegra haberlo hecho, no estaba tan equivocada, aprendí mucho sobre el universo y la tecnología funk, y te conocí a ti....
—...Quizás tengas razón, quizás...valga la pena ir si es para mejor—Volvieron a sonreírse, de alguna manera siempre encontraban alivio y motivación en las palabras de la otra, esta no era la diferencia.
—Créeme, será para mejor—La morada se levantó y le ofreció una mano para que ella hiciera lo mismo, luego, continuaron preparando sus maletas—¿Sabes qué?, yo igual odio hacer equipaje, ¡Mejor llevemos toda la nave!
No evito soltar una risita por lo último que recordó, llamando la atención de Blues, que se volteó algo extrañada.
—¿R?—preguntó dándose la vuelta, apoyando su cabeza en sus manos sobre la almohada—¿Esta todo bien?
—Oh, claro que sí cariño, solo...recordaba algunas cosas—se echó por completo en la cama, también volteo a verla, quedando ambas frente a frente, le sonrió algo cansada, algo que por primera vez no correspondió—¿Tú te sientes mejor? —B volvió a suspirar.
—Eso me gustaría—confeso, mordiendo nuevamente su labio inferior, algo perdida en la situación tan confusa—Te digo algo...a veces me arrepiento de haber venido a Trollstopia...
--¿Qué? ¿P-pero por qué? —cuestionó, atónita por lo que dijo.
--No me malinterpretes, tenías razón sobre esto, es increíble, aquí pasamos cada día con un nuevo estilo de vida que nunca había tenido, siempre hay algo que hacer, personas con las que hablar, cosas que aprender, es como si el aburrimiento no existiera—poco a poco su expresión se fue volviendo más y más pesada, los parpados empezar a temblarle un poco y algo entrecortada volvió a hablar—Pero extraño nuestro hogar, a nuestros amigos, incluso a mi familia, extraño mucho nuestra vieja escuela, extraño a los molestos profesores, extraño el parque donde solíamos pasear, extraño los conciertos que había cada noche, extraño ese puesto de pizza al que íbamos siempre que regresábamos del laboratorio principal, extraño ese sentimiento de felicidad y calidez, extraño el estar bien, y lo peor de todo...e-es que no sabía lo feliz que me hacia ese lugar, hasta que estuvo lejos d-de mí, o-o lo simple que era todo en ese entonces, y-y no puedo evitar sentir ese frio y ese mareo, c-cada vez que recuerdo lo geniales que eran las cosas y las comparo con cómo son ahora, este es un ambiente al que se me hace muy difícil adaptarme, a pesar de estar rodeada de gente, me siento sola, y o-odio eso, enserio lo odio, s-siento impotencia y dolor, que a v-veces ni siquiera puedo expresar, y-yo...quiero s-sentirme en casa o-otra—Las lágrimas caían por sus mejillas, o que le provoco algo de frio en el rostro, arrugo la cara y la escondió en la almohada de nuevo, Rhythm se quedó callada, todo lo que dijo, todo lo que describió, era exactamente lo que sentía, de hecho había pasado toda la noche recordando los "buenos tiempos" y también los malos, todo lo que vivió en Vibe city, incluso las cosas más sencillas, eran de las más importantes, las que hacían que ese lugar fuera su hogar, estaba a punto de ponerle una mano en el hombro pero esta se volteó, no puso protesta alguna, volvió a girar, esta vez mirando al techo, ese techo al que le habían puesto una hermosa ilusión de un cielo estrellado, tal como los que se veían en la nave funk, sus ojos se aguaron, impidiéndole ver más, así que los cerro, para dejar que esas lagrimas salieran, hasta que, otro recuerdo le llego de golpe.
La pequeña Blues de 5 años estaba sentada en un lado de un columpio, este era más como un asiento para 2 o 3 niños, miraba con atención esa pequeña radiocasetera que tenía entre sus manos, mientras se oían todos los gritos y risas de sus compañeros, que había salido a una cancha más abierta, dejándola sola, o al menos eso pensaba ella.
—¿Te diviertes? —La amarilla dio un salto en su mismo sitio por el susto que su amiga le había provocado, se relajó al instante y siguió mirando su objeto preciado con la vista maso menos perdida—¿Esta todo bien?
—Claro, yo suelo pasar los recreos sola, mejor vete acostumbrando—bromeo débilmente, en un intento fallido de mostrarse normal.
—Blues, si me permites decirlo, tu reacción cuando arregle el estéreo, me pareció un poco exagerada, sabes que estos se consiguen en cualquier tienda ¿verdad? —Se acerco a ella y se sento a su lado, columpiándose levemente con sus pies.
—Me temo que es más complicado que eso—la vio de reojo, en un instante se hizo bolita, abrazando sus piernas como si estas la protegieran de alguna manera—En mi casa las cosas no siempre son bonitas, mami y papi pueden ser muy controladores y mandones a veces, un día encontré esto en la casa de mi abuela, ella me dejo quedármelo, y mi vida cambio por completo, podía...podía escuchar música cuando quisiera y no cuando a mis padres se les apeteciera llevarme a un concierto de los reyes, u oír noticias, canales, o gente conversando y teniendo debates, se sentía bien salir de lo común que era el silencio, me daba una sensación de bienestar y me entretenía, me distraía de todo y hacía que cualquier lugar o situación se sintiera más cómoda y alegre, como un hogar, pero cuando se descompuso, me sentí terrible, tuve miedo de no poder experimentar ese sentimiento nunca más y empezó a extrañar todo lo que me daba—explico con una sonrisita iluminando su rostro, dejando a la contraria asombrada.
—Lo entiendo, el estéreo hace que todo se vuelva mejor, hace que te sientas segura—coloco una mano en su hombro.
—Exactamente, ahora que lo reparaste podré seguir disfrutándolo, gracias Rhythm—La miro con esos hermosos y grandes ojos celestes, primera vez que el contacto visual no se le hacía incomodo, de hecho, podría seguir así todo el día.
—No fue nada, compañera de laboratorio.
Las cosas se aclararon de repente, parecía que el tiempo no había pasado, la peli-morada jadeo silenciosamente, una idea cruzo por su mente, algo que podría no servir para nada o podría solucionar todo, si no lograba expresarse con palabras, podía intentarlo de otra forma, regreso a ver a su amada pareja, que silenciaba sus sollozos con la almohada, suspiro y cerró los ojos, preparándose para lo que seguiría—My heart's a stereo, it beats for your, so listen close, hear my thoughts in every note...oh...oh—Eso basto para que llanto de la de coletas se detuviera, y abriera los ojos como platos, reconoció de inmediato esa melodía—Make me your radio, turn me up when you feel low, this melody was meant for you...just sing along...to my stereo—Siguio cantando, mientras ambas volvían a quedar de frente volteadas entre las sabanas, esas simples estrofas, decían más que mil palabras, ambas entendían el significado a la perfección, R poso una de sus azules manos en la mejilla de su compañera, limpiando una de sus lágrimas—Ay...mi hermosa y perfecta Blues, te entiendo perfectamente, se lo que es ese vacío que la perdida dejo, y me gustaría decir que se cómo llenarlo pero...la verdad es que no tengo ni idea—confeso, ambas estaban los más pegadas posible, juntas en un abrazo cálido debajo de las mantas verdosas que compartían—Pero lo que si se, es que es natural por completo, y aunque no sepa exactamente como librarnos de él, sé que no necesitamos nada más, Blues...tú eres eso que me hace sentir cómoda y segura, eso que me causa tanta felicidad y calidez, eso que me entretienen y que esta para mí en cualquier momento, que hace que cualquier lugar y ambiente se llene de magia, eres todo lo que necesito, donde sea que vayamos, mientras estés a mi lado, se sentirá como un hogar, así sea en una burbuja, en una nave, en Vibe city o en Trollstopia, confió en que estarás para mi tal como yo lo estaré para ti, tú...t-tú eres mi estéreo...
—R...—Logro al fin sacarle la sonrisa más grande y honesta de todas.
—Y se...mi querida B...que esto te afectado más que a otros, pero t-también quiero ser tu radiocasetera, quiero que me subas el volumen cada vez que te sientas triste, que sepas lo que pienso con cada nota, y que escuches con atención esta melodía que mi corazón hace especialmente para ti, tan solo quiero darte esa misma sensación de protección y felicidad, quiero abrazarte cada noche, quiero limpiar todas tus lagrimas o llorar contigo si tengo que hacerlo, quiero protegerte del frio, quiero ahogarte en besos, quiero darte todos los cariños y los mimos que se necesiten para que sonrías, y aun más importante, quiero que seas feliz, en cualquier parte en cualquier lugar, aun si es lejos de casa, me asegurare que te sientas igual de amada y segura, lo prometo—Al terminar la última oración fue interrumpida por un beso de la contraria, suave, lento y amoroso, que transmitía todo el dolor y la alegría que experimentaban en ese momento, se separaron entre lagrimas, no sabrían si de tristeza o no, pero estaban sonriéndose, Blues no parecía saber que responderle, una vez más se abrazaron y enrollaron sus cuellos con cariño y delicadeza, sintiendo sus corazones sincronizarse, más que felices con el calor que se brindaban mutuamente.
—Te amo mi paletita de uva
—Yo también te amo mi algodón de azúcar
La noche siguió pasando, Blues ya se encontraba en el pecho de su novia, acurrucada en su suave pelaje morado, deleitándose con el ritmo de sus latidos, que le servían como arrullo para conciliar el sueño, la de ojos morados pasaba sus caricias por toda la espalda, cabello y brazos de la ya mencionada, y repartiendo besos en todo su rostro, muy complacida con el trato que le daba, la amarilla se durmió en poco tiempo, y R seguida de ella.
Rhythm estaba más que feliz de al menos haberla ayudado a dormir, las noches de nostalgia y tristeza no terminarían ahí, les tomaría tiempo recuperarse, pero...era reconfortante saber que siempre tendrían a alguien, que, sin importar la situación, o el lugar, las haría sentir como en casa.
"So sing along to my stereo"
FIN
Hola :D, Fer una disculpa, no se que rayos hice, en realidad solo estaba esuchcando musica, las palabras fluian y no se si todo se entiende, pero igual, espero les haya gustado.
Gracias por leer ❤
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