Tails caminaba por los pasillos con algo de angustia observando en todas direcciones.

No tenía idea de dónde estaba el salón de química, por alguna extraña razón le era difícil ubicarse en esa escuela tan grande.

Y estaba tan pendiente de mirar a todos lados menos hacia el frente que ocurrió lo inevitable: Chocó con alguien.

Retrocedió lentamente con una mano sobre la zona golpeada y observó al individuo con el que había chocado darse la vuelta. Era un erizo de púas negras con toques rojos y, a juzgar por la expresión en su rostro, estaba bastante molesto.

El vulpino tragó saliva.

—Y-Yo... Lo siento mucho.— Se disculpó.

—Fíjate por dónde caminas, zorro.— Advirtió.

—Lo haré.— Respondió en un hilo de voz. El de púas comenzaba a retirarse, y fue entonces cuando a Prower se le ocurrió una idea —E-Espera.— Lo llamó.

El chico se detuvo y lo miró aún con esa expresión molesta en su rostro.
—Tú... ¿Sabes dónde queda el salón de química? Soy nuevo por aquí...— Preguntó, evitando el contacto visual.

El erizo se acercó a él nuevamente y lo que hizo fue tomarlo bruscamente de un brazo.

Tails apretó con fuerza sus ojos, esperando que lo golpeara o algo peor.

Y entonces, lejos de causarle cualquier daño, comenzó a arrastrarlo en la dirección contraria a la que estaba caminando hace rato.

—¿A-A dónde me llevas?— Preguntó atemorizado.

—Al salón de química.— Respondió el otro como si se tratara de algo obvio —¿No querías saber dónde estaba?

Tails atinó a mejor cerrar su boca y simplemente dejarse arrastrar hasta llegar al salón.

Después de lo de Sonic, probablemente esto haya sido lo más amable que hayan hecho por él esta mañana.

—Aquí estamos.— Dijo abriendo la puerta de un portazo y prácticamente empujándolo dentro.

—G-Gracias, uh...— Tails se dio cuenta de que el erizo también entró y cerró la puerta detrás de él con la misma fuerza —¿No debes ir a tu clase?

—Esta es mi clase.— Respondió pasando de largo y yéndose a sentar.

—...Oh.— Tails atinó a seguirlo.

Y ahí estaba otra vez, bajo la mirada de todos. Observándolo, juzgándolo en silencio.

Apenas eran susurros los que se escuchaban, pero para Tails y su buena audición, era fácil que las voces invadieran su cabeza.

—Sigue caminando, Tails, sigue caminando...— Murmuró esquivando cualquier mirada.

Llegó junto al erizo y se sentó a su lado con algo de inseguridad. Hubo un momento de silencio antes de que Tails decidiera iniciar conversación.

—¿Cuál es tu-

—Shadow.— Respondió rápidamente —Shadow The Hedgehog. La forma definitiva de vida para ti, zorro.

—Uh... ¿Está bien? Yo soy Miles Prower.— Sonrió extendiendo una mano, pero supo que Shadow no tenía ninguna intención de estrecharla con solo ver la expresión en su cara.

Bajó lentamente la mano y la direccionó hacia su mochila. Sacó una libreta y su estuche y colocó ambos útiles sobre la mesa.

Al abrir la libreta, lo que haría Tails en un principio era continuar trabajando en unos planos que se encontraban ahí anotados a espera de que la clase iniciara, pero se le ocurrió una mejor idea cuando, mientras hojeaba, encontró un plano fallido dejado a medias.

Arrancó la defectuosa hoja, la hizo bolita y cerró la libreta.

—Oye... Shadow.— Llamó, obteniendo la atención del mencionado —¿Dónde hay un bote de basura?

El erizo señaló un rincón del salón. Tails observó en esa dirección y se encontró con dos botes de basura.

Uno era rojo y tenía una forma esférica, el otro era amarillo y tenía una forma cúbica. En ellos, se encontraban pegados dos carteles que decían "Orbot" y "Cubot", respectivamente.

—¿Por qué los botes de basura tienen nombre?— Cuestionó observando a su compañero.

—El profesor habla con ellos cuando "nadie lo ve".— Comenzó a explicar el de púas negras con desinterés —En realidad muchos estudiantes lo han visto, incluso yo. El profesor se enteró y aunque no lo admita, él mismo decidió pegar esos carteles para que "no los confundiéramos" ... Es algo tonto.— Añadió rodando los ojos.

—Yo creo que es divertido.— Tails volvió a observar ambos botes de basura con una sonrisa.

—Deshazte de esa basura de una buena vez, ¿quieres?— Le dijo ya irritado.

—Lo siento.— Se disculpó, se acercó hasta "Orbot" y depositó la bolita de papel ahí. Luego de eso regresó a su asiento.

Entonces, un señor de mayor edad con una taza de café en mano entró en el salón, llamando la atención de todos.

Era calvo, de extravagante bigote y llevaba anteojos sobre la cabeza. Se paró en el centro del salón y todos comenzaron a ponerse de pie, acción que Tails imitó.

—Buenos días, estudiantes.— Saludó.

—Buenos días, profesor Eggman.— Saludaron todos al unisono.

—Bueno, espero que hayan tenido un buen fin de semana y todo eso.— Dijo con desinterés —Ustedes ya saben lo que tienen que hacer. Siéntense y trabajen en esos proyectos, solo tienen esta y la próxima clase para entregarlo.— Dicho esto, se dirigió hasta su escritorio mientras todos comenzaban a reunirse en parejas.

Tails observaba a sus compañeros realmente confundido.

—Uhm, disculpe, profesor.— Llamó alzando el brazo —Me llamo Miles Prower, soy nuevo. ¿De qué proyecto habla?

—No me importa cómo te llames.— Respondió sentándose y encendiendo la computadora en su escritorio —Pregúntale a alguno de tus compañeros o yo que sé.— Dijo con simpleza y comenzó a teclear.

El vulpino bajó la mano y desvió la mirada avergonzado al oír un par de risas.

—¡Silencio!— Ordenó el de bigote —Ahora, trabajen.

Tails comenzó a jugar con sus dedos sin saber qué hacer. Su vista se dirigió hacia su compañero de banco, quien ya había sacado su libreta y comenzó a anotar en ella.

—Shadow... ¿Podrías-

—Trabajo en parejas, todo lo que tienes que hacer es explicarle a la clase un proceso químico cualquiera.— Resumió sin desviar su atención de lo que hacía.

—Gracias...— Tails se levantó de su asiento, dispuesto a buscar a alguien que quisiese ser su compañero.

Se paseó por varios puestos preguntando, solo recibiendo burlas seguido de un "No" por parte de sus compañeros.

Al final, terminó en su puesto nuevamente.

—Hey, Shadow... Yo de nuevo.— Saludó nerviosamente al erizo —Veo que estás solo y todos los demás ya tienen compañero... Así que pensaba...

—La forma de vida definitiva no necesita un compañero.— Lo interrumpió mirándolo fijamente —Menos a un zorro tan patético como tú.

—Entiendo.— El zorro desvió la mirada —Si claro, "forma definitiva de vida"... Solo eres igual que los demás.— Murmuró algo molesto.

—¿Qué fue lo que dijiste, zorro?— Sin embargo, fue escuchado por el erizo.

Lo había escuchado perfectamente, pero quería saber si tenía la osadía de decírselo una segunda vez.

Tails ya estaba harto de que todos lo trataran de forma despectiva por aquí, así que reunió todo el coraje que pudo y enfrentó al erizo.

—...Lo que oíste. Eres igual... a ellos. A todos ellos. Todos aquí son iguales... Tú no eres diferente, señor "forma de vida definitiva". Si te crees tan diferente y superior, entonces demuéstralo. Sé diferente.

El vulpino se cruzó de brazos y le dió la espalda, pero en seguida se arrepintió de ser tan duro con Shadow, después de todo, el erizo había sido amable con él... De algún modo.

Hubo silencio, o al menos así fue entre ellos dos, ya que el salón no estaba para nada en silencio.

—Oye.— Lo llamó el erizo de pronto.

—¿Sí?

—Ugh, está bien...— Suspiró y murmuró algo incomprensible para Tails mirando en otra dirección.

—¿Cómo dices?

—Seamos compañeros.— Repitió, esta vez en voz alta.

—Lo... ¿Lo dices en serio?— Cuestionó dándose la vuelta. Sus orejitas se levantaron al oír aquello.

—Te probaré que no soy como todos. Ahora deja de perder tu tiempo estando ahí parado y ven aquí a ayudarme.

—¡Sí!— Exclamó con una gran sonrisa corriendo a sentarse junto al erizo —Digo... Sí.— Respondió más calmado al ver la expresión molesta del erizo.