Cuatro días

Habían pasado cuatro días desde que el rubio se peleó con el pelirojo en plena cafetería.

Yeri pensó bien las cosas y termino con su novio, merecía mucho más que alguien que desconfiara de ella.

El pelinegro veía desde su mesa al rubio, Jimin no le hablaba desde aquel incidente en el que se marchó enojado del estacionamiento.

Ya no habían cartas en su casillero, ya no habían palabras molestas pero bastantes dulces por las mañanas y ya no había un rubio pidiéndole una cita.

Suspiro triste y miro su plato de comida, la comida se veía insípida y asquerosa, formó una mueca asqueado y movió el plato lejos de su anatomía.

Por qué no hablas con el?– el mayor golpeó suavemente su cabeza y se sentó a su lado.

No puedo, yo no hice nada malo– frunció su ceño y se cruzó de brazos, no daría su brazo a torcer.

Qué fue lo que hiciste ahora Kook?– otro de sus amigos se unió a la plática, sonriendo perezosamente cuando el pelinegro lo miro mal.

Yo no hice absolutamente nada!!– expreso frustrado.

Entonces, Jimin solo se enojo por nada?– el moreno bufó divertido.

No– puchereo y recargo su frente en la mesa– Talvez si hice algo.

Y que fue?– el pelimorado sonrió, la vida de Jungkook era su novela favorita.

Me pelee con Hoseok– levantó su cabeza y la recargo en el hombro de su amigo.

Hoseok?– preguntó el mayor– Jung Hoseok?– preguntó de nuevo, como si solo el mencionar ese nombre fuera una gran sorpresa.

Así es, ese Jung Hoseok– asintio triste– Pero no fue mi culpa.

Y por qué no?– tomo el plato del pelinegro en sus manos y metió una cucharada de comida en su boca.

Mi amor, no comas eso– le quitó el plato de sus manos y lo aventó lejos.

Nam– puchereo– tengo hambre.

Te compraré algo– se levantó y el pelinegro cabeceó cuando su recargadera se fue, "tonto" expreso enojado.

Por qué peleaste con Jung?– el pelimorado lo miro desinteresado, ya no tenía caso estar curioso si le habían quitado sus sagrados alimentos.

Porque hacían mucho ruido– refunfuño.

Quienes?

Jimin y Hoseok– lo miro.

Y que tiene de malo?– frunció su ceño.

Estaban en la biblioteca!!– bufó y se cruzó de brazos, todos lo estaban tomando como un loco.

Jeon– el pelimorado cerró sus ojos intentando calmarse– Tu siempre haces ruido en la biblioteca.

Claro que no– lo miro enojado.

Claro que sí– el mayor llegó en ese momento, interrumpiendo la plática de ambos seres y se sentó a lado de su novio.

Gracias– le sonrió dulcemente cuando le dió su comida.

No hago ruido cuando estoy en la biblioteca– los miro enojado, odiaba que le llevarán la contraria.

Claro que sí, cuando intentas concentrarte haces ruidos extraños, y te aseguro que son muy molestos– el pelimorado hablo con la boca llena.

Que no– se levantó de golpe de la silla y azotó la mesa con sus palmas.

Siéntate señorito– el moreno señaló la silla y el se sentó enojado.

Esa no es la única razón para molestarte, ¿Qué fue lo que en verdad te ofendió?– miro desinteresado al pelinegro y metió otra cucharada de comida a su boca.

No hubo nada más– nego con la cabeza.

Si hay algo más– hablo Namjoon mientras limpiaba las comisuras de los labios de su novio.

No– nego con la cabeza molesto.

Solo dinoslo o Nam te golpeara– el pelimorado lo miro mal.

Que no hay nada más Seokjin!!!– gritó furioso.

Dilo y ya!!– gritó también.

Estaba celoso!!– grito de nuevo, tomo sus cosas y los miro.

¿Qué haces?– el mayor lo miro curioso.

Me voy– colgó su mochila en su hombro y agarró sus cuadernos de la mesa.

No seas así Jeon– Jin bufó y se levantó de la mesa– Estás exagerando.

No, no estoy exagerando, acaban de avergonzarme– los miro una última vez y camino a la salida de la cafetería.

Que buen culo– un chico alto y robusto lo nalgueo.

El pelinegro detuvo su andar y lo miro totalmente sorprendido.

Qué te pasa?– preguntó enojado.

Su día no podía haber ido peor, primero su cereal se acabó, así que tuvo que ir sin desayunar a la escuela, segundo el bus lo dejo y tuvo que caminar hasta la universidad y en tercero la comida era horrible, y ahora llegaba este idiota a nalguearlo.

No te ofendas tanto Jeon, si usas esos pantalones apretado no esperes que nadie haga nada– sonrió de medio lado y se levantó de su silla.

Eso no te da el derecho idiota!!– gritó enojado, estaba comenzando a armar un escándalo en la cafetería.

No grites, seguro necesitas a alguien para que te joda ese culito– se acercó lentamente a él.

Jungkook podía ser todo, pero jamás alguien que se dejará y menos por alguien mucho mayor que el.

Ya estas grande Wonho, no deberías de estar jugando como niño de kinder– lo miro de arriba a abajo– Te ves patético.

Eso cabreo al mayor, se acerco a el y lo jaló del brazo.

No dejaré que una puta como tú me insulte– apretó más su agarre, el pelinegro soltó un gemido de dolor.

Los amigos del pelinegro se acercaron en cuanto vieron una bolita en la salida de la cafetería.

El moreno iba a golpear al mayor de no ser porque fue golpeado por alguien mucho antes.

Oh, lo siento– se disculpo y le sonrió– pero estorbas en la salida– miro al pelinegro y se acercó a él.

Jimin– murmuró.

Te duele?– tomo con delicadeza su brazo y lo miro, la zona en la que el mayor apretó estaba roja.

Solo un poco– asintio.

Ya veo– asintio y se dió vuelta, mirando al mayor que lo veía incrédulo.

Jimin, no– tomo el brazo del rubio y nego con la cabeza– Wonho es más grande y robusto.

¿Acaso no confías en tu novio?– rio cuando el pelinegro se sonrojo– Estaré bien– le acaricio la cabeza y le sonrió.

Quieres hacerte el héroe Park?– el peliazul rio fuertemente– Odio a los entrometidos.

Y yo odio los esteroides– le sonrió– Pero al parecer tu los amas– todos en la cafetería comenzaron a reír ante su comentario.

El mayor se acerco furioso a el.

Wonho podía ser grande y fuerte, pero Jimin era muy hábil.

Ambos comenzaron a pelear, golpes por aquí y por allá, cada uno golpeaba con toda su fuerza.

Un golpe en el pómulo tiro al rubio a los pies del pelinegro.

Jimin– susurro y se agachó para ayudarlo a levantarse– deja de pelear.

Se atrevió a tocarte– se limpió la boca y le sonrió– Jamás dejaré que alguien que te toco se salga con la suya– murmuró, miro al pelimorado y le dió una seña para que sacará a Jungkook de la cafetería.

Jimin, no– murmuró cuando su amigo llegó hasta ahí– No me iré.

Quería que me vieras caballeroso hasta el final Kook, pero creo que ya no se va a poder– volteo a ver a Wonho y se acercó a él.

Llevaba tiempo conteniendose, trono sus dedos y su cuello, ahora conocerían al verdadero Park Jimin.