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Capítulo 61 : Displays of Affection

“El toque de una estación que ya pasó, el aroma de un momento llena ambas manos. Me quedo quieto ante ti, ante mí. Estoy bien, no estoy bien… “

-Bittersweet
(Wonwoo X Mingyu ft Lee Hi)


-Parece que Jin y Jungkook no podrán venir. - Yoongi dejó su teléfono a un lado tras haber revisado los tres mensajes sencillos que Seokjin le había enviado.

No podemos ir.”, “Lo siento.” y “Jungkook se siente mal hoy.”

Taehyung frunció el ceño sorprendido y llevó su mirada hasta Yoongi sin necesitar pronunciar palabras para que este supiera que quería una respuesta o pista acerca del porqué. Y no es que le molestase tener un poco de tiempo a solas en un restaurante con su novio, pero habían repartido la leche a toda prisa esa mañana para llegar a tiempo a la comida.

Había sido divertido, diferente y tremendamente cansado. Taehyung no podía esperar para que el próximo fin de semana llegará, porque a pesar de haber visto en más de una ocasión el rostro fruncido de Yoongi por la poca paciencia que esperar mientras él realizaba el reparto le suponía, todavía logró darle un par de besos de premio lo suficientemente buenos como para apartar ese mal humor de sus facciones en un instante.

-Al parecer su atleta no se encuentra del todo bien, así que no vendrán. Supongo que necesita descansar. - Yoongi se encogió de hombros, en realidad no le importaban demasiado los asuntos de Seokjin y aunque sabía que probablemente habría mucho más de lo que este decía, no quiso hacer preguntas innecesarias. Cuando su amigo sintiese que quería contarle lo que sea que estaba sucediendo, él simplemente escucharía.- Come, se enfriará.

El base negó levemente con la cabeza, manteniendo una bonita sonrisa sobre sus labios antes de llevarse el vaso de agua hasta los labios. Sí, estaba seguro de que Jungkook necesitaría descanso si planeaba pasar el día con su entrenador de alguna manera. Él había recibido sus propios mensajes también, claro que Yoongi no tenía por qué saber eso.

Taehyung, iré a la playa con mi entrenador.” , “Siento lo de la comida, podríamos aplazarlo para otra ocasión.”, “Quiero aclarar un poco mis propias ideas hoy.” y “Te contaré todo esta noche.”

-Hemos repartido a toda prisa para nada. Te has enfadado sin motivo y has recibido dos buenos besos franceses de recompensa porque sí. - Tae movió su cuello haciéndolo crujir levemente. - Pero al menos tendremos tiempo a solas y estamos lejos de Daegu, deberíamos planear algo juntos. Quiero ver todo lo que podamos de Seúl.

Sí, Yoongi había recibido esos dos besos de buen grado pero ni siquiera estaba enfadado, quizás un poco agobiado por tener que ver el modo en el que su base repartía cartones y botellas de leche mientras se sostenía sobre las muletas y de vez en cuando posaba el pie sobre el suelo al perder estabilidad. Si llegó a estar irritado no fue por madrugar o conducir de un lado a otro de Daegu durante una hora y media, sino más bien porque no le toleraba el asqueroso detalle de que Taehyung tuviera todavía dos trabajos mientras el estúpido de su padre continuaba malgastando el dinero que este le enviaba a su madre en botellas de alcohol. Era injusto y era una mierda que una persona como lo era su jugador se viese envuelto en eso sin plan de escape certero

-Hasta donde sé, mañana tienes clase y has prometido regresar a la universidad lo antes posible.¿Acaso no estás cansado después del reparto? - Yoongi tomó con los palillos un poco de carne y la depositó sobre el arroz de Taehyung. - No pasaremos más de tres horas aquí. ¿Trato hecho?

Aunque Taehyung querría pasar una buena tarde en un lugar desconocido para él, terminó por asentir. Lo cierto es que su entrenador tenía razón, al siguiente día tendría que asistir a sus clases, buscar la forma de entrar en el club de periodismo y enfrentarse a sus compañeros de equipo de baloncesto. La excusa de la varicela no tendría efecto si lo alargaba mucho más y tampoco planeaba que sus estudios se hundieran en consecuencia a lo que había ocurrido con su padre. No quería que su vida se viese afectada hasta en el más mínimo sentido.

No al menos más de lo que ya lo era en la actualidad, porque definitivamente su progenitor influía un poco en el modo en el que tenía que vivir.

-¿Qué tal cuatro horas? La comida nos quitará tiempo.

-Tres horas contando desde que salgamos del restaurante entonces. Es mi última oferta, tú tienes clase mañana y yo trabajo. Además, podremos volver en cualquier otra ocasión si lo que quieres es conocer Seúl. - Yoongi sonrió levemente cuando Taehyung alcanzó el pedazo de carne que le había pasado. - Confía en mí, vamos a tener más oportunidades de viajar juntos. Soy yo el que debe conducir todo el camino de vuelta hasta Daegu, así que lo normal es que decida cuando debemos regresar.

Taehyung asintió mientras masticaba, entretenido con sus propios palillos mientras observaba los diferentes platillos que se encontraban desperdigados sobre la mesa del reservado. Habían pedido esa estancia especialmente para evitar que alguien molestara a Jungkook, ahora en cambio el lugar se les quedaba grande y probablemente la comida sobraría.

-Si Jungkook compite en Seúl en alguna ocasión, me gustaría asistir contigo. No entiendo demasiado de natación pero me gustaría verlo en acción. ¿No lo llaman todas esas revistas “iceberg” ?

-¿Por qué lo llaman de esa forma? - Yoongi alzó la mirada con confusión. Al igual que Taehyung no sabía mucho de natación, incluso si su mejor amigo había sido un increíble atleta antes de que los dos se conocieran. Sencillamente no podía divertirse con otro deporte que no fuera el baloncesto, lo suyo no era el agua o las piscinas. Jamás había asistido a una competición de natación y si Tae no estuviera pidiendoselo probablemente no se lo habría llegado a plantear en ningún momento.

-Dicen que es frío, aunque si te soy sincero después de conocerlo empiezo a pensar que pueden referirse a que no hay nadie que le venza en su deporte. Aunque… Creo haber leído algo sobre otro nadador de Busan que suele estar siempre al mismo nivel que él, son algo así como rivales desde su niñez. Casi podría ser romántico si se tratase de una novela. ¿No crees?

-¿Tienes algún tipo de fetiche con el “enemies to lovers”?

-Bueno, podría ser un buen juego de rol en la cama. Si quieres probarlo algún día, estoy dentro.

Los dos sonrieron.

-Sí, sueles estar dentro. - y aunque Yoongi no lo estaba diciendo como una broma sonrió al percibir la forma en la que Taehyung sencillamente asintió con una carcajada escapándose de sus labios. - Generalmente, al menos.

Taehyung devolvió el gesto de Yoongi, obteniendo el huevo de su sopa para ponerlo sobre el plato de este con una sonrisa cariñosa.

- Pero regresando al tema de Jungkook, en realidad no sé de dónde ha salido ese apodo. No creo que sea una persona excesivamente fría. Para ser sincero, solo… Quizás un poco tímido e introvertido, he hablado con él varias veces después de conocernos y siempre parece inseguro con respecto a sus sentimientos.

Yoongi pensó para sí mismo en que Taehyung era la definición del antónimo de Jungkook, polos opuestos pero por alguna razón se habían llevado bien desde el instante en el que coincidieron en la casa de su amigo. Nada de eso tenía sentido para una persona como lo era él, para empezar uno de sus amigos era su vecino de la infancia y primer amor. El otro un entrenador de natación que había logrado conocer en un chat online años atrás.

-Eres bueno haciendo amigos, quizás pueda ayudarle tenerte cerca. - sonrió. - A mí me has ayudado un poco.

Los ojos de su base se abrieron y Yoongi supo que había hablado de más, ahora sería imposible evitar el interrogatorio de Tae durante la totalidad del día.

-Come. Solo come. No preguntes ni una sola cosa.

-Pero yo…

-Comeeeee.

Y Yoongi realmente empujó sus palillos contra los labios de Taehyung, obligándolo a abrir la boca para comer.

-Podemos ir a cualquier sitio pero quieres un karaoke. ¿Tiene que ser un maldito karaoke, Taehyung? ¿Por qué me estás castigando así? He sido bueno, te he ayudado a repartir leche después de darte al menos dos orgasmos durante la noche. Ninguno de los dos hemos dormido bien y he conducido hasta Seúl, te he comprado toda esa comida chatarra que como tu entrenador debería prohibirte y así lo pagas. Me harás realmente meter mi culo en un karaoke. ¿Va en serio?

Yoongi protestó, sintiendo la forma en la que la mano de Taehyung tiraba de él con evidente fuerza a pesar de que el chico estaba equilibrandose sobre las muletas. ¿Acaso era posible que estuviera siendo arrastrado hacia un karaoke cuando él era el primero en negarse cada vez que Namjoon o Seokjin sugerían ir a uno? Llevaba escapando de esos sitios toda su maldita existencia, no podía comprender el motivo por el que la gente se divertía poniéndose en vergüenza ante otros. A él sencillamente le causaba ansiedad.

-No seas así de dramático, apuesto a que será divertido.

-Hay karaokes en Daegu también, mencionaste que querías ver Seúl y…

Y ahora estaba enrollando los dedos de su mano en la suya sin que pareciera importarle del todo la gente a su alrededor.

-Pero este es un karaoke de Seúl, técnicamente estoy viendo algo de Seúl.

-¿Realmente te hace ilusión esto?

Su jugador se encogió de hombros, era evidente que la idea de entrar al karaoke iluminaba sus ojos. Así que con un suspiro abandonando su boca, el entrenador Min finalmente se dejó llevar y permitió que los dedos de Taehyung rodearan por completo los suyos mientras caminaban juntos hacia el interior de ese local que había llamado la atención de su base en el instante en el que pasaron ante la puerta del mismo. En ocasiones Kim Taehyung era el chico más maduro del mundo, con dos trabajos, buenas notas en la universidad y sentido de la justicia. En otros momentos se parecía más a un niño pequeño, con rabietas por cosas tan absurdas como no poder acceder a un karaoke cualquiera de una calle normal y corriente de Seúl.

-Bien, entremos entonces pero recuerda que antes de que anochezca del todo estaremos sentando nuestros culos en el coche para regresar a Daegu.

-Bien, ese es un trato que puedo aceptar.

Cuando el base le había mencionado que quería ver la ciudad, Yoongi se había esperado muchas otras cosas pero ninguna implicaba una sala de karaoke. Estaba a punto de volver a protestar cuando su novio se giró para mirarlo a los ojos.

-Te lo compensaré, créeme si te digo que no vas a arrepentirte de esto. ¿Okay?

Por alguna razón Yoongi volvió a asentir, incluso si en realidad le hubiera gustado negarse nuevamente y arrastrar a Tae hacia la calle. No tenía nada en contra de los karaokes, salvo por el importante detalle de que tener que cantar una canción ante cualquier persona lo hacía sentirse tan nervioso y tímido que acababa rojo hasta las orejas.

-¿Por qué es tan duro para ti? - después de obtener una sala privada y un par de refrescos, Taehyung caminó con Yoongi a través de los cortos pasillos buscando la sala privada que se correspondía con el número de su entrada. Su entrenador generalmente no era una persona abierta a salir de su zona de confort, sabía eso. A Taehyung le causaba ilusión compartir una experiencia así de mundana con su novio y de todos modos no pretendía obligarlo a cantar si este no quería. A él le bastaba con tenerlo a su lado y quizás divertirse juntos. - Yo cantaré y tú solo tienes que soportarlo por veinte minutos. Prometo no ser demasiado pesado al respecto. - Taehyung frenó sus pasos.- Pero si realmente quieres hacer otra cosa podemos irnos, no voy a obligarte Yoon. Quería divertirme un poco contigo pero no funcionará si solo uno de nosotros está de buen humor mientras que el otro no. Vayámonos.

Yoongi se sintió un poco mal cuando Taehyung empezó a dar explicaciones, así que se obligó a dibujar una sonrisa sobre sus labios y negar. Su base había pasado una semana completa encerrado en casa superando la idea de tener que enfrentarse en un juzgado a su padre, las heridas físicas eran mucho menos dolorosas que aquellas que residían en su interior. Hasta el día anterior el entrenador Min no había sido capaz de animarlo a salir de su departamento para absolutamente nada de nada, así que quizás era más que adecuado ceder un poco y acompañar a Tae esa tarde. Después de todo eran solo ellos dos, si no tenía que cantar no tendría porqué haber una enorme dificultad en la tarea de cumplir su capricho. Aunque solo fuera por ver a su jugador ilusionado con algo una vez más, sus sonrisas eran escasas últimamente y él deseaba hacer lo posible para recuperar al muchacho inquieto que el primer día en que se conocieron le pareció.

-Está bien Tae, es tu momento para obtener un poco de diversión. No tienes que sentirte mal o darme explicaciones, no me gustan los karaokes pero puedo simplemente ver como te diviertes. Eso funcionará para mí, después obtendré mi recompensa y los dos ganaremos.

Taehyung curvó sus labios en una expresión repleta de felicidad y llevó uno de sus dedos hacia la barbilla de su entrenador para conseguir que este lo mirase a los ojos.

-Eso es dulce, entrenador. - sonrió a medida que su cuerpo se acercaba hasta el del contrario. - Me gusta cuando es dulce, porque a menudo se muestra frío con demasiada frecuencia.

Yoongi no tenía la menor idea de porqué Taehyung estaba tratándolo con respeto y llamándolo entrenador de nuevo, pero lo cierto es que no podía quejarse. Cuando esos brillantes y grandes ojos lo observaban con tanta confianza, su interior parecía querer explotar. El calor ni siquiera tardó un par de segundos en subir hasta sus mejillas llenandolas de un vergonzoso sonrojo.

-Hay muchas personas aquí. - solo un par de ellas saliendo y entrando de las salas de karaoke en realidad, pero Yoongi no sabía cómo enfrentar esa situación con cordura. Seguían en un sitio publico e incluso las demostraciones de cariño entre parejas heterosexuales estaban mal vistas. - ¿Qué…

Uno de los dedos de Taehyung acarició lentamente el labio inferior de Yoongi, sin una pizca de esa evidente vergüenza que llenaba a su novio.

-Entonces deja que miren, quizás aprendan una o dos cosas acerca de lo que es un buen beso.

El entrenador Min no pudo protestar, incluso si deseaba hacerlo los labios de su base acallaron hasta el más mínimo resquicio de vergüenza y dudas. Así que en lugar de responder a ese raciocinio que sus padres llevaban media vida tratando de inculcarle, decidió desprenderse de todo para dejarse llevar. Con sus brazos rodeando el cuello de Taehyung, Yoongi abrió su boca hasta que su lengua logró encontrar la del base y gimoteó levemente en el instante en el que este apoyó la palma de una de sus manos sobre su espalda para ajustarlo contra su cintura.

Bien, quizás la idea del karaoke no estaba tan mal después de todo. Si Taehyung se lo agradecía de esa forma, Yoongi estaba dispuesto a ceder todas las veces que fuera necesario.




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Holi personitas!!!

Sé que el de hoy ha sido un capítulo corto y aburrido pero literalmente no me ha dado tiempo a más. Espero que de todas formas os haya agradado.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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