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Capítulo 32 : SECRETS

"Tengo miedo de todo lo que soy,
mi mente parece un territorio desconocido. El silencio repicando dentro de mi cabeza, por favor llévame a casa. He gastado todo el amor que había ahorrado, siempre fuimos una causa perdida. Un chico de ciudad pequeña en una gran sala de juegos, me convertí en un adicto a un juego perdido de antemano. Lo único que sé es que amarte es un juego perdido de antemano. ¿Cuántas monedas hemos metido en la ranura? Renunciar a nosotros no costó tanto. Vi el final antes de que empezase, aún así seguí, seguí, seguí adelante."

-ARCADE (Duncan Laurence)



Todo lo que Min Yoongi logró hacer tras descubrir que había mantenido relaciones sexuales con uno de sus jugadores en el baño de un bar fue correr. Llevaba muchos años huyendo de las cosas que lo asustaban o parecían potencialmente peligrosas, así que aquella noche también lo hizo sin importar lo muy absurdo que un movimiento como aquel podría parecer teniendo en cuenta que el error ya había sido cometido. Tras subirse con prisa la ropa interior y pantalones, empujó levemente a su jugador lejos de su camino y corrió hacia la salida de Bellum sin importar las preguntas constantes por parte de sus dos únicos amigos.

Agradeció en silencio el que Taehyung hubiese sido lo suficiente considerado o estuviese demasiado confundido como para seguirlo. Pudo perderse entre el gentío sin demasiados problemas, incluso si sus amigos lo vieron durante su huida desesperada. Logró correr y correr, hasta que el aire fresco de otoño tropezó contra su cara en el preciso instante en que sus pies se posaron sobre algunos de los charcos que la lluvia había dejado mientras la fiesta se daba en el interior del local.

-¡Yoongi! Esperanos. - la voz de Seokjin sonó entre las risas del gentío que todavía se amontonaba a la salida del local. Y aunque al entrenador Min le hubiese gustado seguir corriendo, se obligó a sí mismo a frenar la carrera. - ¿Qué ha pasado con ese chico? Parecías feliz cuando salisteis de la pista juntos, ¿te ha hecho algo?

¿Qué si le había hecho algo? Bien, esa era una forma de explicar el irónico hecho de que él, y solo él, había seleccionado a uno de sus jugadores para tener sexo después de un tiempo sin contacto con otros hombres a pesar de su satisfactorio modo de vencer los días de soledad por sus propios medios. De entre toda la gente de Bellum precisamente sus ojos tuvieron que buscar contacto en alguien que además de ser uno de sus jugadores también resultaba caracterizarse por una enorme cabezonería. Y para colmo, en lugar de enfrentarse a Taehyung y decirle a la cara que algo como eso no podría volver a suceder jamás… Sencillamente decidió escaparse.

Nadie podría culparlo de todos modos, sufría de una enorme fobia social que no parecía tener cura. Si por norma general las manos le sudaban por el simple detalle de tener que saludar a un viejo conocido mientras caminaba por la calle, explicarle a su jugador que ambos habían cometido un tremendo error que por nada del mundo debía suceder de nuevo era la epítome de sus nervios.

Así que su miedo además de su ansia por lograr ser bueno en su trabajo eran los dos motivos principales por los que ahora se encontraba bajo la suave llovizna con la ropa repleta de pintura gracias a Taehyung. Y por supuesto con el corazón desbocado debido al mismo chico.

-Ha pasado que acabo de tener relaciones en el baño de Bellum con uno de mis jugadores. De todas las personas que hoy había en el local he tenido que poner mis ojos sobre alguien que definitivamente es intocable para mí o al menos lo era hasta esta noche, alguien a quien entreno a diario y con quién deberé mantener una línea de separación entre la profesionalidad y lo que sea que esta noche ha sucedido. - Yoongi dejó caer sus brazos, soltando todo el aire que había estado reteniendo en sus pulmones. - La he cagado, como de costumbre.

Seokjin fue el primero en acercarse. Mientras que en los ojos de este había una enorme muestra de entendimiento que Yoongi agradeció en silencio, en los de Namjoon había una gota de diversión que lo enfureció levemente.

-No hay nada gracioso acerca de esto Namjoon, no podré mirarlo a la cara durante los entrenamientos sabiendo lo que ha ocurrido y…

-¿Recordando que te ha dado una buena follada? - Namjoon negó levemente y caminó hacia la zona en la que Seokjin y él se habían quedado quietos. - Venga. Estamos hablando de un simple error, los dos estabais llevando máscaras y ambos habéis disfrutado pensando tan solo en el presente. ¿No lo has disfrutado? Ha sido algo placentero e inesperado, algo que has hecho dejándote llevar y no hay forma humana en la que debas convertir eso en un dolor de cabeza. Sí, era uno de tus jugadores pero no lo sabías… de la misma forma que ese muchacho probablemente no tenía ni la más mínima idea de que eras su entrenador mientras os permitíais ser solo dos personas con cierta química y atracción.

Yoongi dudó acerca de cuál debería ser su respuesta. Por supuesto que lo había disfrutado, esa noche logró sentir que de alguna forma estaba siendo ese adolescente rebelde e idiota que jamás le dieron la oportunidad de llegar a ser. De cierta manera se había saltado la fase de vida que implicaba acudir a fiestas o tener líos de una noche con chicos atractivos que no volvería a ver en toda su maldita existencia. Y aunque ciertamente no había nada en aquello que ansiara, se había sentido realmente bien el hecho de actuar de forma desinhibida por unos instantes. Sin sus padres o la carrera de medicina como único objetivo de futuro y sin algo prescrito por otros.

A pesar del error cometido, no podía negar que ser acorralado contra la pared de un baño por el propio Kim Taehyung había sido increíblemente placentero. Y quizás todo hubiese estado bien si ninguno de los dos se hubiese quitado la máscara, si tan solo la curiosidad no hubiese llegado para estropear su momento de atrevimiento. Quizás todo hubiera sido diferente si él no fuese el entrenador y Kim el base del equipo de la universidad con la que había firmado un contrato que narraba ciertas cláusulas.

-Supongo que sí lo disfruté pero sigue siendo uno de mis jugadores. Intento tener el menor contacto posible con ellos, mantener las cosas en la profesionalidad es lo que me ha ayudado a olvidarme del asqueroso detalle de que la confianza apesta. Si no quiero saber si les gusta mi método de entrenamiento, todavía quiero menos que el base de mi equipo meta su polla en mi culo.

Namjoon volvió a negar con la cabeza, su brazo se alzó para rodearle los hombros en un intento por animarlo. Sin embargo no había demasiadas cosas que pudiesen despejar la mente de Yoongi, todavía podía notar algunos espasmos de placer recorriendole las piernas y su cuerpo estaba del todo sensible.

-¿Habéis usado protección?

Asintió.

-Bien, pues si no hay ninguna enfermedad de por medio y todo ha sucedido de forma sana… No es un error demasiado grave. Había química, sucedió de mutuo acuerdo, los dos lo quisisteis y los dos tendréis que poner de vuestra parte para lograr que todo lo que pase de ahora en adelante no se base en el recuerdo continuado de lo que hicisteis esta noche. A veces las cosas son sencillas, somos los seres humanos quienes nos empeñamos en complicarlas.

Yoongi no respondió, quizás en las palabras de Namjoon había un poco de verdad. Pero definitivamente su cuerpo y mente le gritaban que mantener el tono normal con Taehyung tras esa noche, sería del todo imposible.

Maldita sea. Él de verdad tenía mala suerte en la tarea de elegir parejas de cama.

-¿Vas a seguir callado fingiendo que no sucedió nada en Bellum este fin de semana? - Hoseok le revolvió el cabello a Taehyung mientras observaba el modo en el que su amigo se colocaba unos pantalones largos para salir a la cancha. Aquel no era el uniforme reglamentario con el que los patrocinadores le habían pedido al equipo que saliera a la pista para realizar algunos vídeos promocionales, pero Jung sabía que esa elección por parte de su mejor amigo implicaba algo mucho más importante que tener contentos a los patrocinadores con la toma de algunas fotos.

Taehyung dejó escapar un suspiro de sus labios mientras terminaba de atarse los cordones de sus zapatillas de deporte. Había estado ahorrando un año completo y tras comprarse una equipación decente, de la nada surgió un partido político que deseaba promocionarlos y les había llevado esa misma mañana la muestra de los nuevos uniformes con calzado incluido.

No podía quejarse, le gustaban los colores y la talla seleccionada era sencillamente perfecta. Si tan solo hubiese sabido aquello antes de gastar sus ahorros en algo que ahora casi no usaría…

-Tae.- Hoseok volvió a insistir, dándole un pequeño golpecito a Taehyung en el hombro. - Soy tu mejor amigo, se supone que tengo el privilegio de compartir secretos contigo.

-Comparto muchos secretos contigo, eres consciente de eso Hoseoki. Te he dicho que no pasó nada grave, me encontré con un chico bonito y los dos tuvimos una buena experiencia pero eso fue todo. Los cuentos de hadas no existen, fue una follada agradable. ¿Está bien?

-Te conozco lo suficiente como para saber que estás mintiendo, parecías agobiado esa noche y pareces agobiado incluso ahora. Has estado raro todo el fin de semana completo. - Hoseok mantuvo sus ojos sobre Taehyung, años de experiencia compartiendo tiempo con este le confirmaban que había algo extraño en su comportamiento. - Has tenido más de una follada de una sola noche con personas de Bellum y nunca antes te había visto abrumado por ello.

-Déjalo, cuando sienta que necesito hablar de ello entonces simplemente te lo diré. ¿Trato hecho? - suspiró. - Ahora vayamos a sonreír para las cámaras de nuestros poco convenientes y anticuados patrocinadores.

Hoseok sabía medir los límites, por eso aceptó las palabras de su mejor amigo y se rindió en la tarea de averiguar la identidad de la persona misteriosa que había provocado que Taehyung se convirtiese en un completo manojo de nervios. Sin embargo, no pudo obviar el hecho de que los ojos de este brillaron un poco cuando los dos llegaron hasta la cancha, y si él no hubiese pasado años jugando con el base probablemente hubiese confundido la emoción con simples ganas de salir a jugar.

Pero Hoseok conocía bien a Taehyung, sabía que aunque este amase la cancha la emoción pura era algo que reservaba para ocasiones especiales. Y mostrar su sonrisa ante patrocinadores de un partido de ultraderecha que estaba totalmente en contra de los homosexuales, eso no era algo que pudiese emocionar a su mejor amigo. Ni siquiera en el más extraño de los casos. De hecho Tae había estado siendo un dolor en el culo con respecto a lo poco que le gustaba tener a gente como aquella usando al equipo de baloncesto de la universidad para ganar puntos de cara a las siguientes elecciones.

-Buenos días, entrenador. - Taehyung inclinó su cuerpo tratando de mostrarse amable. - ¿Dónde deberíamos ponernos para recibir a los patrocinadores?

Demasiado amable quizá, aquello resultó tan cordial que casi provocó la risa de Jung. Taehyung había tomado la rutina de juguetear alrededor del entrenador Min provocando que este tuviese que repetir las órdenes un par de veces hasta obtener por completo la atención de su base y aunque nunca dejaba de ser educado, sus palabras habían sonado extrañas esa mañana. Hoseok habría esperado alguna referencia a lo poco que le gustaba ser patrocinado por personas que definían a los homosexuales como demonios, pero obtuvo a un chico fingiendo que estaba completamente feliz. Aún sin estarlo.

Yoongi también sintió aquellas palabras extrañas, maldita sea. Si así era como Taehyung fingiría que no había ocurrido absolutamente nada, la tarea de ignorar tal hecho le resultaría del todo imposible. En realidad hubiese sido más sencillo lidiar con la personalidad habitual de su jugador, al menos eso no le recordaría que las cosas ya no eran del mismo modo que antes. Que probablemente no lo volverían a ser.

-Equipación equivocada. Los patrocinadores han indicado, siendo lo suficientemente claros, que deseaban ver a mis jugadores con el nuevo uniforme y eso significa pantalón corto a juego con la camiseta que llevas. - Yoongi señaló con su bolígrafo de tinta verde mientras sostenía en su mano izquierda la carpeta que siempre llevaba consigo en los entrenamientos. - Vuelve al vestuario y regresa con la ropa correcta Kim.

Taehyung dejó la amabilidad a un lado con una confusa rapidez. Esa era otra cosa que aquel día Hoseok no lograba entender del todo, su amigo había pasado de estar claramente agobiado a mostrar una sonrisa y ahora parecía levemente inseguro mientras su ceño se fruncía y la sonrisa anterior desaparecía por completo.

-No. He olvidado el pantalón corto, eso significa que no puedo cambiarme.

-Hay pantalones extra en el almacén del piso superior. - Yoongi posó los ojos sobre su libreta, fingiendo apuntar algo mientras buscaba la manera de no enfadarse ante el carácter cambiante de su base. - Por suerte nuestros patrocinadores han creído oportuno que los jugadores tengan al menos un par de mudas de recambio. Sube a buscar algo que te sirva.

-No hay de mi talla.

-Hay de todas las tallas, ¿cuál es el maldito problema contigo hoy Kim? - Min finalmente levantó los ojos de la libreta. Su mirada se cruzó con la de Taehyung en solo unos segundos y aunque no logró evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo ante el recuerdo de lo que había sucedido en Bellum, todavía pudo fingir profesionalidad mientras su mente dejaba pasear inadecuadas escenas por su cabeza. - Sube y ponte el uniforme adecuado.

-Se lo he dicho, no hay de mi talla. - y de alguna manera Taehyung rezó en silencio para que nadie hubiese dejado por ahí un uniforme con su tallaje.

Min suspiró, llevando los dedos de su mano derecha hasta el puente de su nariz en una señal de obvia exasperación. Bien, podría decir que estaba enfadado con su jugador pero sería una mentira. En realidad estaba sintiéndose un poco idiota consigo mismo todavía, por haber visto belleza más allá de una máscara y por el hecho de que esa belleza fuese la de su base. Ese que continuamente lo ponía de los nervios.

-Bien, haz lo que quieras. Es lo que siempre haces de todos modos, si no quieres revisar el almacén no lo hagas pero olvídate de que yo saque la cara por tí si alguno de los patrocinadores dice que no puedes salir en los vídeos o fotos promocionales sin el nuevo uniforme al completo.

Taehyung tragó saliva, el malestar estaba asentándose de nuevo sobre su garganta. Era absurdo, se había pasado el fin de semana completo pensando en la forma adecuada de hacer sentir a su entrenador bien pero este se estaba mostrando enormemente frío y casi cruel. Como si absolutamente nada hubiese ocurrido entre los dos.

Claro que Min no sabía porqué alguien como él se estaba negando a ponerse el pantalón corto de la equipación que los patrocinadores les dieron, el almacén superior estaba repleto de uniformes nuevos. Taehyung casi podía entender la exasperación de su entrenador, y aún así no podía hacer nada por evitarlo porque no quería llevar su pantalón corto.

-Bien. Eso haré.

-Kim, pon atención en tus compañeros.

Taehyung no había logrado concentrarse tan poco en un partido desde la primera vez que asistió a un entrenamiento en el colegio cuando solo era un niño. Los patrocinadores no le habían dicho nada por su pantalón largo pero las expresiones que mostraron fueron de una decepción evidente. A eso se sumaba la presencia del amigo del entrenador, algunos camarógrafos e incluso un periodista tomando fotos para que el períodico pudiese recoger el hecho de que alguien había puesto interés en un equipo que de universidad que desde hace muchos años estaba olvidado.

-Kim, te he dicho que pongas atención en tus compañeros. Es la tercera vez que te llevas por delante a uno.

Lo que derivó en un par de caídas torpes, varios tiros a la cancha fallados e incluso tropiezos con sus compañeros de equipo. En solo veinte minutos estaba tan frustrado que ni siquiera logró escuchar los llamados de su entrenador, quien había estado tratando de mantener una conversación con él por un tiempo.

-No podremos hacer mucho con estas imágenes, ese chico continúa tropezando con el resto de jugadores. - el camarógrafo protestó en voz alta.

A Kim Taehyung le dolían las piernas, pero también el orgullo. Así que volvió a intentar ser un buen jugador con todas las fuerzas que le quedaban a su cuerpo, algo que por desgracia no funcionó bien cuando Hwang apareció de la nada provocando que una vez más todo su cuerpo tropezase con el de uno de sus compañeros.

-¡Kim, por tercera vez! ¡Sal de la pista! - la voz del entrenador sonó atronadora entre las paredes del polideportivo. - ¡A mi oficina! ¡Ahora!

Min Yoongi era un ser humano con poca paciencia, por lo que llamar tantas veces a un jugador que se limitaba a ignorarlo estaba logrando que todo su organismo se llenase de esa especie de ira peligrosa que a veces provocaba que cometiera los peores errores. Por eso quizás no le importó demasiado la presencia de los patrocinadores mientras alzaba su voz para sacar a Kim Taehyung de la cancha de baloncesto.

Estaba cansado de ser ignorado por jugadores que se creían mejores que él, Taehyung era solo uno más de estos. No lo había mirado ni una sola vez en su kamikaze intento de destacar en la pista mientras chocaba y tiraba a compañeros en efecto domino. Había tenido mucha más tolerancia con ese muchacho de la que tenía con la mayoría, incluso permitió que este saliese a la cancha con un pantalón largo que no correspondía al uniforme que los patrocinadores le pidieron que sus jugadores llevasen en la grabación del vídeo promocional.

Y ese maldito idiota… En lugar de agradecer, había puesto mala cara y por añadido su juego estaba siendo más sucio, desordenado y egoísta que nunca antes. En resumen, Min estaba en un límite que ya no podía ni quería soportar.

-Estás fuera del equipo, recoge tus cosas y no vuelvas. - la ira, esa que siempre le hacía cometer errores estaba provocando que el enfado escalase por su cuello hasta formar aquellas palabras. Yoongi sabía que debía controlarse, pero sencillamente no pudo. - Trate de hablar contigo, te llamé mientras jugabas e ignoraste cada uno de mis llamados. No quiero jugadores que me ignoren o jugueteen con cada cosa que digo. Tu personalidad y la mía sencillamente no coinciden, vete. - Yoongi tragó un poco de aire. - No eres responsable para formar parte de un equipo de baloncesto ni tampoco la persona adecuada para lidiar con un entrenador al que no le gusta que rebatan todo aquello que dice.

Taehyung se mantuvo en silencio, tan callado que Yoongi tuvo la sensación de que el muchacho empezaría a llorar o protestar por su decisión en cualquier segundo. En cierto modo le hubiese gustado más aquello que lo que realmente pasó, porque a Kim le bastaron unos segundos para dejar su oficina.

Sin protestas. Sin lágrimas. Sin una sola disculpa que podría haber hecho cambiar de opinión a Min con cierta rapidez con respecto al base. Sin nada más que su rostro demacrado alejándose.

-Entrenador, ¿tiene un minuto? - Jung Hoseok sintió que las cosas lo superaban una semana después de que su mejor amigo fuese expulsado del equipo.

Yoongi apartó la vista de su ordenador y frunció el ceño al comprobar que el amigo preferido de su ex capitán de equipo estaba en la puerta con un gesto urgente. Había tardado más de lo esperado inicialmente, ese desde luego.

-Habla. - dijo cansado. Algo le decía que de nuevo la charla caería sobre el único tema con el que últimamente se veía obligado a lidiar. Sus jugadores habían dicho mucho sobre la decisión que él tomó acerca de expulsar a Kim, pero el amigo de este se mantuvo extrañamente callado hasta ese día.

-Está siendo injusto con Taehyung, usted no lo conoce pero lo está juzgando sin nisiquiera darle la oportunidad de expresarse de verdad. Cuando lo humilla con sus charlas sobre responsabilidad él sólo se hunde más. He jugado durante años con Tae en el instituto, soy su mejor amigo y puedo asegurarle que es una de las personas más trabajadoras y responsables que existen…

Yoongi dejó escapar una carcajada incrédula. Su base ni siquiera se había disculpado para evitar la expulsión, este se había marchado sin decir ni una sola palabra.

-No es eso lo que yo he visto, hasta dónde he podido comprobar…

-La familia de Taehyung es lo más tradicional del mundo. - lo interrumpió el chico. - Él solo salió a divertirse con amigos una vez durante su adolescencia, tuvo que escaparse de casa y cuando su padre se enteró lo molió a cinturonazos. Después de eso Bellum resultó convertirse en su lugar seguro, nadie salvo mi hermana y yo sabemos que acude a ese lugar, ahora también usted y su amigo. No es alguien que pueda moverse tan libremente como el resto de nosotros, la SUOS incluso lo reclamó para su equipo pero Tae está completamente estancado en esta mierda de sitio porque sus padres no le dejan extender las alas. No está acostumbrado al alcohol, porque su padre bebe hasta perder la consciencia y probablemente odia hasta el olor de la bebida. - Hoseok dudó acerca de seguir hablando o no, sabía que Taehyung no deseaba dar explicaciones que revelasen la naturaleza de su familia. Por eso su amigo se había ido sin explicar su situación. - Eso, sumado a que su padre descubrió que había acudido al partido en Seúl, el hombre no pensó demasiado y se limitó a golpearlo. En las piernas, motivo más que suficiente para que Tae no quisiera llevar un pantalón corto ante las cámaras de los patrocinadores. Lo molió a golpes una vez más y hace una semana las marcas eran visibles.

-¿Lo molió a golpes? - Yoongi usó la misma expresión con la que se había expresado Hoseok, una sensación agria comenzaba a extenderse por su garganta. Y maldita mierda, ¿qué hacía Kim Taehyung jugando para un equipo universitario invisible de Daegu cuando la SUOS lo había invitado a formar parte de su exclusivo grupo?

-Lo golpeó con una vara… En las piernas, ya que es lo que usa para jugar al baloncesto… Como le he dicho, por eso Tae se negó a usar el uniforme corto reglamentario.

Yoongi se llevó las manos a la cara y suspiró, demasiados pensamientos contradictorios fluían en esos instantes por su cabeza.

Jodida mierda, pobre chico.

—¿Por qué no es Kim quién me está contando esto? - preguntó, todavía demasiado perdido en la gran cantidad de pensamientos que amenazaban con hacer estallar su cabeza.

Hoseok bufo.

-Soy su mejor amigo y lo descubrí hace años, después de jugar durante horas en la calle Tae llegó tarde y su padre decidió darle lo que él caracteriza como reprimenda delante de mis propios ojos, en aquel entonces a su madre le había gustado la idea de dejar que su cabello creciera y mi amigo era la persona más feliz del mundo con sus tirabuzones negros. Después de la paliza de su padre se cortó el cabello, el muy gilipollas había tirado de sus mechones tan duro que le causó una especie de trauma así que ahora lo mantiene corto. Teníamos diez años en aquel entonces y mucha gente sigue creyendo aún que eso solo es un método educativo. - Hoseok decidió autoinvitarse a tomar asiento. - A Taehyung no le gusta hablar de esas cosas, tiene muchos amigos pero probablemente soy el único que sabe esto. Se las ha ingeniado durante años para esconder sus moratones en los vestuarios, no es algo que vaya a contarle a usted así porque sí y menos si no le genera la confianza necesaria para ello. Lo que tiene que entender es que Tae ama el baloncesto, es lo que le da un poco de felicidad a su mierda de realidad y ahora está en el ollo por su culpa, tiene que readmitirlo. No hay nadie mejor que él en esta universidad, un jugador que es invitado por SUOS por norma general no termina en la universidad pública más barata de Daegu jugando para un equipo sin futuro. La semana pasada estaba afectado y nervioso, usted sabe que él juega mucho mejor de lo que mostró ante los patrocinadores.

Después de varios minutos a solas y una llamada a Seokjin para pedirle una opinión sólida acerca de lo que este haría si se encontrase en su propia situación, Yoongi decidió readmitir a Taehyung en el equipo de baloncesto. La vida de ese chico era lo suficientemente complicada, él era un experto en esa manía de aislarse del sufrimiento con las cosas que le gustaban así que sabía que el baloncesto podría ser más que un simple deporte para Kim. Hoseok también lo había afirmado de todos modos, Taehyung podía sentirse libre mientras jugaba.

Cuando por fin logró encontrar la sala de estudio en la que Jung había dicho que el capitán solía esconderse cuando necesitaba tiempo a solas, sus ojos comprobaron la aterradora realidad. El muchacho ante sus ojos no era más que una masa malnutrida y ojerosa, no se parecía en nada al chico atractivo y retador que generalmente lo hacía ponerse de los nervios durante los entrenamientos. Se sentó delante de él, tocó con los nudillos sobre la madera de la mesa e intentó llamar su atención carraspeando pero Taehyung parecía tener la mente muy lejos de allí. Hasta que el entrenador Min le quitó el libro de delante, este no levantó la mirada.

Con sus ojos encontrándose de forma tan directa, a Yoongi le resultó aún más fácil ver los arcos negros que rodeaban la mirada del chico y se estremeció nuevamente. Nunca había visto, o había querido ver, esa faceta de su jugador.

Destrozado, así se veía Kim Taehyung mientras su labio inferior temblaba amenazando con romper en llanto.

-Vamos a hacer un trato Kim. Escucha atentamente mis condiciones y podrás regresar al equipo sin problema.







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Hiiiiii!!!!

Nuevo capítulo de I Love U Mr Swag, un poquillo más largo de lo normal. ¿Se ha notado? Espero de verás que os haya gustado baes.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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