Introducción.
¡Antes que nada!
La historia original o de la idea en la que me base le pertenece totalmente a la dulce escritora: Muke_Daddy
Sus historias te van a enamorar por completo, su forma de narrar te cautivará y sus ideas son originales, yo simplemente me enamore de sus historias, creeme que te gustarán, sin más, continuemos, ahora sí puedes colocar la melodia.
I love a criminal.
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Sus ojos de ese azul profundo, que le dejaba arrodillado en medio del río, tentando contra su juicio, aquel profundo azul que le dejaba aturdido, perdido en el centro de un océano infinito, mientras su cuerpo se hundía entre la profundidad de las aguas saladas, sintiendo roces de las algas marinas.
Desgastando su mente con tan sólo su imágen, esos bellos labios que lo dejaban cautivado, aturdido, ilusionado, aquella boca apetitosa que le provocaban de una manera irracional y el sólo rogaba misericordia, pues aquel porte reflejaba fina rebeldía y dulce generosidad. Y eso le fascinaba de una manera tontamente enloquecedora... "Podría ir ciego a tus manos", susurro mientras recargaba débilmente su cabeza en el hombro del Azabache, suspirando con abatía, y permitiendose ser vulnerable una vez más... A su lado se sentía seguro, protegido, aquella sensación era una calidez que se expandía por cada parte de su piel, haciendo que olvidara los problemas y que la tensión abandonara su cuerpo.
"Dean...", susurro con debilidad, mientras acariciaba sus rubios cabellos, enredandolos con sus delgados dedos, el silencio adueñó la habitación, cuando iba a decir una palabra fue un interrumpido por una voz más grave, "Shh...No lo digas, hoy no Cas.", sus rostros siendo iluminados por la luz tunue que se adentraba por las pequeñas aberturas de las ventanas cubiertas por rasgadas hojas de papel, y el piso hecho un total caos, lleno de polvo y concreto del techo.
"¿Por qué?, he visto lo peor de tí, más no lo último...Dean, mírame", levantó su quijada con suavidad, conectando con aquellos ojos verdes, tal cual hojas en plena primavera, esos iris esmeralda que observaron con deleite su boca, y sin dudarlo la probó con suavidad, disfrutando el dulce y embriagante néctar que desprendían sus labios, ese dulce elixir que le dejaba soñando, una sustancia tan necesitada para su cuerpo, que sin saberlo se había vuelto su agonizante perdición.
"¿Por qué?, ¿Por qué me haces tan débil con unas pocas palabras?, joder quisiera entender todo lo que siento, más sin embargo es una sensación tan nueva y desconcertante para mí, demonios Cas erees un jodido ángel, tienes que serlo, mi ángel guardián..." Cas sonrió con ternura y negó débilmente con su cabeza, a veces Dean podía ser demasiado cursi con algunas cosas y eso estaba bien, todo lo que Dean le decía lo hacía sentir tan bien y eso es era bueno, ¿cierto?
"Vayamos a casa, se hace tarde" dijo nuevamente el Winchester, poniéndose de pie para sacudir sus prendas, "Oh vamos, no me mires así, volveremos después e incluso podremos ir a la feria como tanto querías, mejor aún, ¿Qué tal París? ¿Te gustaría?, dicen que es un lugar con bastantes bellezas. Sirve de que pones en prueba tu francés, oxidado y mal pronunciado", sonrió divertido para palmear el hombro del Azabache.
"Mi francés no es tan malo, y claro sería genial ir a París, siempre me ha cautivado, aunque claro que no comeré caracoles... ¿Sabías que los venden mayormente en restaurantes lujosos?, ¡Lo peor es que siguen vivos!, ¡Moviéndose en tu boca!, oh y... Acompañados de bacterias microscopicas", hizo una mueca de asco para después levantarse y correr a la puerta como niño pequeño. "Hablando de ello, una vez tuve un caracol, bueno... En realidad fue de Gabriel, pero eso que importa, el punto es que un día Lucifer lo dejó en la almohada de Papá mientras dormía, cuando despertó grito muy chistoso y luego arrojó al pobre animalito, quién cayó en mis manos por cierto, recuerdo que ese día lucifer no salió de su cuarto"
"¿En serio?, ¿Chuck se entero de quién fue la broma?", arqueo una ceja riendo con burla, abriendo la cerradura de la puerta y haciendo una señal para que pasara él primero, quién agradeció avergonzado.
"Oh, en realidad no, terminé asumiendo la culpa, me castigo por una semana sin libros, prohibiendome salir a ver a las abejitas, aunque Lucifer me prestaba su libro favorito, se llamaba "Los hornos de Hitler", bastante interesante en realidad, aunque triste a la vez, las pobres personas sentían a su piel arder, mientras el fuego carcomia su cuerpo sin piedad alguna, lo peor es que los niños también fueron víctimas de las llamas del Averno... ", sus ojos se apagaron por un momento de tan sólo imaginar los gritos de las personas, para luego caminar por el bosque en el que se encontraban.
"Realmente nunca lo he leído, quizás por falta de tiempo o porque no había oído de él, suena realmente interesante, además puedo aprender más acerca de la Segunda Guerra mundial", camino por el extenso pasillo de pasto, pisando de vez en cuando hojas secas y ramas delgadas.
"Lo es, creeme, te gustará. ¿Alguna travesura que hayas hecho alguna vez?", vio cómo Dean sacaba las llaves de su auto clásico, un impala 67, su «bebé», como él solía llamarle y era increíble que un humano estuviera celoso de un auto. "Gracias", pronunció bajo cuando el Winchester le abrió la puerta de copiloto, algo raro en él.
"Sí, eso creo, realmente tengo muchas historias locas que contarte, una vez me escape con Sammy para ver los fuegos artificiales, nos sentamos en medio del frondoso bosque y observamos como las luces colorantes adornaban la fría y oscura noche, Sam estaba realmente fascinado" una sonrisa traviesa se posó en sus labios, colocando las llaves y encendiendo el auto, "Aunque papá nos regaño, lucia molesto y preocupado, pero había válido la pena, la felicidad de Sammy siempre lo valía..."
Condujeron bajo el cielo despejado de nubes, con la música a todo volumen, cantando a todo pulmón, en especial Cas, quién amaba la canción, pues era una de sus favoritas. "¡And way down we go!, go, go, go, go... Oh, way down we goooo, oh. Say way down we go, uuuuhh... Oh, 'cause they will run you down, down 'til you fall... Oh, way down we go... ", canto con fuerza esa parte, sonriendo con tanta alegría, mientras sus hebras negrunas danzaban rítmicamente con el viento.
Le encantaba todo de ese chico, su sonrisa, sus ojos, sus labios, su voz, todo... Incluso aquella inocencia que parecía incorruptible, estaba fascinado con el lado optimista que tenía y su sentido del humor.
Quizás su error fue haberse enamorado...
"En las aguas fongosas caeremos"
"Dean no creo que sea buena idea..." dijo preocupado, aferrándose a la mano del chico, "De-Dean sosténme, no me sueltes, o juro que mi espíritu te matará"
"Vamos cassie, son sólo siete metros, no es para tanto, además hay agua que puede apaciguar la caída, no seas dramático", logra desacher su agarre, dejando caer a su novio.
"DEAN TE VOY A MATAAAA-..." cayó sus gritos cuando la agua se metió por su boca y nariz, ahogandolo, como pudo logro llegar a la superficie. Mirando con odio y rencor a Dean, tosiendo toscamente. "Tu es un imbéciles" pronunció con su acento francés.
"Lo sé cariño, pero así me amas" le guiño el ojo para después hacerse hacía atrás y tomar impulso, lanzándose a las dulces aguas. Mojando a Cas en el proceso, quién reía mientras el agua bajaba por su rostro.
"Bien sûr, quoi que tu dises, mon cher." [1] soltó con burla, antes de arrojarse al rubio y ahogarlo a propósito, mientras éste se removia siguiéndole el juego. Luego levantó a su novio por sus hombros.
"¿Qué?, ¿tenía que hacerme el muerto?" arqueo una ceja divertido, sosteniendo sus muñecas y besando una con dulzura. "Te amo...En serio que lo hago, como nunca antes he amado a otra persona". Acarició su piel tal cual porcelana, besando de vez en cuando.
La luna se aliaba con la pareja y los cubría con su nítida luz, reflejando al agua cristalina, mientras que las estrellas brillaban con más intensidad, aquella vez, la noche decidió encubrir a los amantes bandidos, pues era fanática de su intenso amor. Adoraba cómo las risas se adueñaban del solitario lugar o como jugueteaban inocentemente entre ellos.
"En las aguas fongosas nos arrastramos"
El tiempo pasó con lentitud, como si no quisiera avanzar...
"¿Sabes algo Cas?, muchas personas me han traicionado, decepcionado, menos tú... Tú siempre estás ahí, con una sonrisa, siempre estás ahí para salvarme y por lo que más quieras... No me falles ahora, ni nunca..." Castiel se acercó con lentitud, colocando sus brazos alrededor del cuello ajeno, recargando su cabeza en el cuello del más alto-Aunque sea por unos centímetros- y murmuró un 'nunca'.
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[1]Por supuesto/claro, lo que tú digas, cariño.
¡Hey!, ésto es una idea de lo que viene, será comedia (al menos trataré) y romance, pero mucho, MUCHO DRAMA. Aunque no me sobrepasare, creo¿?
Gracias por leer, si quieres más apoya la historia con votos y comentarios, ya que a falta de eso, generalmente las dejo, pues creo que no les gusta¿. Lamento las faltas ortográficas y la mala redacción, si tienes alguna crítica son bienvenidas, siempre y cuando sea para mejorar y no insultar por insultar¿.
Nos leemos pronto¡!, cada año¡! ♡
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