¡Los nuevos! Parte II
Capítulo 43.
Dos semanas. Dos semanas, en el cual Scarlett no me ha dirigido la palabra, <<Qué raro, ¿por qué será?>>, hace tiempo que no te escucho y casi olvidó lo molesto que eras apestosa conciencia, <<¡Vete a la mierda!>>.
Fue entonces que Scarlett tomo asiento, el quiso hablar con ella, pero no le hizo caso. Tan solo fijo su vista en su cuaderno y llegó a hacer anotaciones.
Como verán desde aquel incidente con sus diseños, pues esto fue lo que ocurrió:
— ¿Está segura qué no es de una de sus alumnas señorita Angel? — se escuchó la voz de una chica.
— No estos diseños no son de ninguna de mis alumnas, —respondió la profesora —, en mi club no tengo a nadie que se llame a Scarlett Colomer.
— ¡¿Scarlett Colomer?! — dijimos al mismo tiempo Scarlett y yo.
— ¡¿Hay alguien por ahí?! — pregunta la chica.
Entonces la vi, una chica castaña hermosa que he visto en millones de revistas de moda, una esmeralda con brillo demasiado singular. Diana Allen, la chica a la que no deja acosar en redes y dar un corazón en cada imagen que sube en instagram.
Hija de un americano millonario que se dedica a ser el dueño de una gran cantidad de autos para millonarios, al igual que relojes y joyas para dama y su mujer una modelo de talla internacional de origen cubana. Comprometida con un hombre de la misma altura de ella, una Miss de talla nacional en los estados unidos y se dice que al igual que su madre, una Miss Universo.
Ahora estaba en nuestra escuela. Scar y yo estábamos más que sorprendido de verla aquí.
— ¿Qué hacen ustedes aquí jóvenes? — nos llamó a la profesora sacándonos de nuestro shock.
— Ah si veníamos por…
— Por mis diseños — termino por responder Scar, mientras se tomaba de un brazo y se encogió algo de hombros — se cayeron y yo…
— ¿De verdad tú los hiciste?
Scarlett asintió con la cabeza en respuesta.
— Son buenos…
— No señorita Angel, son mejor que buenos — exclamó la chica y miró a Scarlett y luego los diseños de vestidos, medidas y tipos de tela y accesorios que llevaría —. Solamente una modelo profesional vería el potencial de esta ropa.
La profesora tanto como la chica observaron a Scarlett y pidieron hablar con ella y ver el club al que ella pertenecía.
No saben la gran oportunidad que se le dio, ahora está en otro club, no me ha dicho nada al respecto, pero creo que la profesora Angel va ayudarla en todo lo posible para que tenga una oportunidad de entrar a una excelente Universidad de Modas, porque realmente tiene potencial. Estoy feliz por ella, aunque desde ese entonces no ha querido ni dirigirme la palabra.
Lo que más extraño me ha resultado es que esa misma mañana el chico nuevo se le acercó y para más sorpresa, ambos tuvieron una conversación de los tranquila, como si fueran amigos.
<<¡¿QUÉ DIABLOS?!>>
{•••}
— La temporada de Halloween fue un éxito — exclamó el profesor que era la marioneta del director.
“Todo un éxito”, si por éxito quiere decir que solo nos pusimos a limpiar y adornar, no hubo ni un baile, evento, ni nada, ni siquiera nos pudimos disfrazar, ni maquillarnos. Fue peor que una mierda.
Todos aplaudieron con efusividad por el “éxito” de Halloween, claro que las sonrisas más hipócritas eran la mía y la de Scarlett.
— Bien… Se acerca las festividades de invierno, me gustaría quedar con los jefes de los grupos que se encargarán de la asamblea, los villancicos y la obra de teatro. Lo demás pasen a retirarse y no vemos mañana.
Ni corta ni perezosa, Scarlett salió volando, sin dirigirme la palabra. Yo la seguí y la llamé, ni siquiera se giro a verme, luego observé como se acercaba a hablar con Ryan, muy cándidamente.
— Hola mi estimado Mar…
Tomé a Charles y nos ocultamos — Explícame como Scarlett está con él.
— ¡¿Qué?! ¡¿Primero tú y ahora Ryan?! — comenzó a chillar —. ¡Ahora sí que no tengo oportunidad!
— ¡Cierra el pico! Nos van oír — le susurré enfadado.
— ¿Quién? — se escuchó una voz femenina. Charles y yo nos miramos asustados a la chica —. Oigan, ¿qué andan haciendo? — pregunto con una voz llena de falsa inocencia.
— Diana Allen…
— Marco Marino De Simone — la chica guiño un ojo —. Ese es mi nombre no lo gastes.
— Es la chica de mis sueños…— dijo Charles casi en un susurro.
Este chico se enamora de cualquier chica.
— No tienes vergüenza, ¿verdad Charles? — dije entre dientes.
— Que amable eres — la chica se a acercó a Charles y le sonrió.
Charles no aguanto mucho y se desmayo — Mucho contacto femenino para ti Charles, ¿eh? — me burle de él.
Lo levanté y lo lleve directo a la enfermería, para luego irme a casa, ya había perdido de vista a Scarlett así ya no tenía nada a qué quedarme, sin embargo una chica de cabello castaño y ojos verdes me seguía desde atrás.
— ¿Te puedo ayudar en algo? — mire a la chica que observaba curiosa, <<No me digas que…>>; aclaro mi garganta —. Lo siento, pero no eres mi tipo, eres linda y todo, más no obstante no estoy interesado en una relación ahora.
La chica pestañea un par de veces —. No, ni hablar tú no eres mi tipo tampoco, ni un pelo.
¡¡CRACK!! Ser rechazado por una súper modelo. ¿Estaré perdiendo mi encantó?
Esto no está bien, los protagónicos masculinos siempre son la manzana prohibida, la dulce tentación de toda historia de romance con todas las chicas, << hablando de eso, desde el comienzo de la historia solo un pequeño número de chicas han estado interesadas en ti y no llegan a ser, ni siquiera ocho>>. Soy una vergüenza del chico malo en una historia.
Mi orgullo fue herido.
— B-bueno… — trato de hablar, me siento derrotado —, e-entonces, ¿por qué me sigues?
— Mmm… — la chica se lo piensa un rato —. Mi padre me dijo que me hiciera amiga de ti en cuanto entrará.
Además de todo cínica esta mujer, como siempre solo se acercan a mi por mis apellidos y el poder de mis padres. ¡Que se vaya a la mierda! ¡Me voy a casa!
Comencé a caminar rápido y ella me sujeto fuerte de la camisa desde atrás.
— ¡Espera! ¡Tengo más que decir…
— ¡Suéltame ya loca interesada!
— ¡Oye que fue mi padre el que me dijo que lo hiciera! Te he observado desde lejos y nunca me acercaría a alguien como tú a primera impresión.
— ¿¡Así haces amigos, insultando a la gente!? — me quise soltar de ella y está se aferró a mis piernas y ambos caímos al suelo.
— ¡Oye se que te gusta esa chica!
— ¿Qué? — me puse nervioso a lo que dijo <<no te hagas el idiota, sabes perfectamente a quien se refiere>>, negué repetidas veces —. N-no sé de q-que me hablas — trato de zafarme de ella —. ¡Ya suéltame!
Ella queda encima de mi — No estoy dispuesta a dejarte ir.
— Wow — escuchó la voz de la chica que creí a ver jurado que ya se había ido. Scarlett me miró indiferente —. Si van a hacer está clase de cosas, limitan se hacerlo en privado y no en la escuela — su mirada penetró en lo más profundo de mi y me dio miedo y paso a ir se sin más junto al imbécil de Ryan.
Y yo me quedé sin poder decir nada. Ahora me odiara para todo lo que resta de este semestre y el que sigue.
— ¡Es tan guapa! — exclamó la castaña con emoción <<¿eh?>> —. Lo dicho, las morenas de mirada salvaje, me encantan. Es muy guapa y talentosa, todo un paquete.
La miró fijamente y me la quito de encima — ¿Eres lesbiana?
Ella río — Pues claro.
— Aléjate de Scarlett, no la veas y ni la toques — le amenacé.
<<Pervertida>>
{•••}
De alguna manera termino en mi jardín tomando bizcochos con nuez y chocolate que mi tía Kiara me preparo, que no le agrado nada que las compartiera con la chica castaña.
— Y bueno… ¿A qué hora te vas? — Diana tomo otro bizcocho ignorándome —. Ya te dije que no quiero ser amigo de alguien interesada como tú.
— Y yo pido que me escuches — ambos soltamos un suspiro —. Mira, mi padre me pidió ser tú amiga, es verdad. Yo cumplo sus órdenes sin rechistar, sin embargo, no tendría porqué que haberte dicho la verdad — me detuve de tomar mi chocolate para observarla y esperar a que prosiguiera —. Te observé y me di cuenta que tú yo somos iguales.
— ¿A qué te refieres?
— Ambos somos hijos de personas muy importantes, ellos escogen y nos exigen ser de un modo que no queremos, nos cerramos con la gente solo para ser quien en verdad somos con la gente selecta — tomo su taza y la observo —. Me pareciste interesante Marco Marino, te alejas de todos y solo la estabas buscando a esa chica, porque solo con ella te sientes cómodo de ser tú.
— ¿En tan solo unos días y pudiste deducir todo eso?
— Bueno de niña te conocí una vez. Callado, tímido, abrazado de la pierna de tu madre, mientras ella le prestaba más la atención a los productores y fotógrafos de ella. Para que tú salieras como el gran hijo de la supermodelo en cámara y que por un poco de cariño, aunque sea de mamá, aceptabas sin rechistar; lo sé, porque ese rostro es el mismo que tengo al estar con alguien desconocido, muñequitos de bello rostro para que mami y papi te presuman ante todos.
Agache la cabeza y fijé mis ojos ante su mirada, se veía triste, a pesar de mostrar una sonrisa en sus labios.
— Nuestras madres son muy parecidas, pero veo que tú te libraste de ser un modelo de ideas vacías.
Sonreí amargamente — Larga historia, no era lo que ella esperaba y después me metí en problemas; luego regrese aquí, tan solo no quise ser su muñequito. No me arrepiento.
— Me gusta oír eso, al menos uno de nosotros escapó.
— Creo que no eres una mala persona después de todo, sin embargo…
— ¡Hola bobo! ¡Ya llegué! — <<¡SAM!>>
— ¡Uy que linda chica!
Está chica es peor que Zachery, le gusta cualquiera. Sam se acercó nosotros, iba ponerse brusca conmigo como siempre, hasta que vio a Diana.
— Tú tú tú tú tú…
— Sam habla — le di un leve empujón —, preséntate con mi compañera.
— Ou… Si, ¡h-hola! ¡Soy Sam Fablet! — extendió la mano y Diana tomo su mano en contestación.
— Que linda. Encantada, soy Diana Allen.
Sam sonrió como una boba. Sabía que esto pasaría en cuanto la viera, verán Diana es la chica de los sueños de Sam, linda, delgada y una sonrisa juguetona con algo inocencia, castaña y de lindo trasero. Sam desde que la vio en una portada de la temporada de verano y deporte, una campaña que organizaron sus padres hace años, fue amor a primera vista.
Desde ese entonces no deja de seguirla en redes y saber desde su instagram que clase de platillos le gusta y darle le encanta a cada foto, y comprar cada producto que promociona.
— Marco y yo somos amigos — (¿amigos?) —, me invitó a tomar algunos bizcochos y algo de chocolate.
— Tu te invitaste sóla…— recibí un codazo en mi costado por parte de Sam.
— Que lindo mi Marco, mi compañero, amigo, casi hermano de otra madre — me abrazo y ya empezaba a sentirme incómodo por esta extraña muestra de cariño.
— ¡Que linda! — exclamó Diana y Sam se puso muy colorada y se puso nerviosa —. Me encantaría algo de galletas…
— ¡Yo voy! — Sam va corriendo a la casa por cumplirle el capricho a la princesa a traerle unas galletas.
— No te aproveches de ella, es tú mayor fan.
— No te molestes mejor amigo — <<¡No somos amigos!>> —. Me llamaste la atención y decidí ser tu mejor amiga de verdad. Tienes algo que yo de verdad quiero, algo de libertad y creo que contigo puedo ser yo misma.
Me recargue en mi silla y cruce mis brazos — No.
Ella se puso pensativa sin abandonar su sonrisa — He observado que vas al club de modas y diseño, solo para ver una guapa morena — me congeló de repente y abro los ojos con sorpresa —. ¡Bingo! Es muy atractiva, sería, además de agradable y cuando se pone seria es tan…— suelta un suspiro me dio raro que me pone incómodo —. Me encantaría salir con ella.
— Mala suerte, Scarlett no es lesbiana, lo lamento.
— Yo la haré bi-curiosa — me miró como con desafío.
— ¡Ni lo intentes! 15 metros alejada de ella.
Ella se rio — Tranquilo chico tan solo bromeo, jamás le quitaría la chica a un amigo, es una regla sagrada — me guiño un ojo —. La mencioné porque puedo ayudarte a que tú vuelvas a ser su mejor amigo.
Me levanté de la mesa y me acerque a ella lentamente. Entonces la abrace.
— ¡Mejor amiga! — si al final obtuvo lo que quiso, pero solo porque yo quería.
— ¡Mejor amigo!
— ¡¡VIVAN LOS NOVIOS!!
Ese grito nos hizo saltar del susto a Diana y a mi. Cuando giramos nuestro rostro, eran Jorge y Lili que aplaudían al unísono.
— ¡Es tan linda está chica Marco son tal para cual! (Si te quedas con esta, mi hermano tendrá una oportunidad con Scarlett) — ¿sabe que escuche perfectamente lo que susurro?
— ¿Quién es la chica Marco? ¿Tu novia? Se ven bien juntos.
— ¡Jorge eso mismo pensé! — chillo Lili con mucha emoción.
Y juró que la escuché susurrar “Jorge y yo debemos estar juntos”, mientras lo veía con ojos de amor.
— ¡A ver par de bobos! ¡No es mi novia!
— Es obvio que no — esa voz provenía del más idiotas de los mujeriegos, Zachery —. Diana Allen tendría gustos más refinados — se acerca a la casta la y la toma del mentón —. Una linda criatura como ella sabe tomar buenas decisiones.
Ella río — Me siento halagada, pero soy lesbiana.
Zachery la soltó y borró la sonrisa de su rostro.
— Ahora resulta que todas las chicas guapas tienen novio o son lesbianas.
También quien les bajó el ánimo fue a Lili y a Jorge.
— En fin Marco, ya hace hambre, ¿qué vamos a comer?
Miré mal al rubio — ¿Y yo qué sé? Vete a tu casa.
— La señora Rosa nos llamó para que no te propasaras con Diana — dijo Jorge quien todo el último bizcocho y tomo mi asiento —. Dice que debe ser leal a Scarlett.
— ¿Leal de qué…
— ¡Traje galletas! — regreso Sam completamente alegre.
Una tarde ruidosa, mezclada con bromas y galletas, pero alguien faltaba en la mezcla. Para mí era Scarlett.
Mañana temprano iré a la escuela y hablaré con ella, volveremos hacer amigos. ¡Estoy decidido!
{•••}
— ¡Para este concurso de matemáticas los dividiré en dos grupos de 9! ¡Scarlett y Marco serán los jefes de cada equipo!
Scarlett y yo tendríamos que competir, en este concurso de matemáticas.
Le sonreí y la saludé con la mano con algo de nerviosismo.
Ella sonrió de manera diabólica y dijo entre labios sin pronunciar ni una palabra:
<<Te haré morder el polvo>>
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