"Esperanza"
Capítulo 28.
Al preparar y servir la Panna cotta, mi tía Kiara se fue por una llamada que recibió por parte de mi madre, o eso me dijo la señora Rosa.
- Nunca te pregunté Marco - comenzó a hablar Scarlett.
- ¿Qué?
- Tu tía Kiara, claramente se que es tu familiar por parte materno (a simple vista se ve que es italiana además de sus ojos que se parecen a tu mamá), pero...
- Es prima-hermana de mi mamá - le contesté entendiendo lo que estaría por preguntarme.
- Ahora también, el señorito Marco puede leer mentes - dijo en un tono burla.
- Pues me voy volviendo más listo, de seguro algún día me volveré en un gran detective algún día.
- Si claro y yo me volveré una espía internacional en cubierto - dijo Scarlett riéndose.
- Tal ves eres inteligente, algo manipuladora y llegas a inspirar mucho miedo - le dije abrazándola.
- No lo sé, no me considero en su totalidad una genio.
- Claro que lo eres, eres buena en salvar personas.
- ¿Salvar personas?
- Oh mi celular suena es mejor que contesté - dije, saque mi celular de mi bolsillo.
- Homicidios - contesté burlándome del que estuviera del otro lado de la llamada.
- Muy chistoso torpe - era la voz molesta de Sam -. Entonces, ¿qué cuentas?
- Pues la verdad es que algo divertido, e incluso ahora estaba a punto...
- Mejor me cuentas luego - me interrumpió -. Bueno en fin, me gustaría que vinieras a mis clases de ballet, con Scarlett claro, ya llamé a Jorge y a Lili para que vinieran, y ya me confirmaron que sí vendrán.
- Oye, pero ni siquiera me has preguntado si quiero o...
- Gracias Marco, entonces los espero aquí - me interrumpió -. Nos vemos.
- Está hija de su...
- ¿Era Sam? - preguntó Scarlett.
- Si - contesté.
- ¿Y qué dijo?
- Pues nos... ¿Invitó? (se podría decir así), a sus clase de ballet - lo dije sin ánimos de ir, pero Scarlett parecía todo lo contrario.
- Entonces, ¿ya nos vamos? - preguntó entusiasta.
- Bien, nos comeremos la Panna cotta allá, en total hice 5, así que nos alcanzará para todos - dije y la señora Rosa apareció.
- Yo le guardaré sus postres, en la cajitas - la señora Rosa comenzó a guardar las Panna cotta con extremó cuidado, y en frasco la salsa de fresas -. Listo, y se lo lleva usted joven Marco.
- Muchas gracias señora Rosa.
- No hay porque, pero lo mejor será que se vayan ya - comenzó a empujarnos a Scarlett y a mi fuera de la casa -. El señor Gumaro será el que los llevé.
Scarlett y yo, subimos al auto y el señor Gumaro arrancó.
Ella sonría con un gran paz que se reflejaba en su mirada, al ver hacía la ventana, la calle y la gente, como que la ponía feliz. ¡No te enamores! Me digo a mi mismo, como si enamorarme de ella estaría mal... Yo sé que nunca tendremos una relación, aún así esto me duele.
- Llegamos - indicó el señor Gumaro sacándome de mis pensamientos.
Una escuela grande, blanca, adornada de flores de magnolias y narcisos, con dos fuentes de unos ángeles tocando lo que parecía una trompeta, con el título de la escuela en un gran letrero escritocon un tipo de cursiva.
- ¡Si llegamos!- contesto Scarlett con entusiasmo.
- Si, muchas gracias por traernos señor Gumaro. Scarlett se bienvenida a la "Escuela de danza de María Antonieta Pons".
- ¿Escuela de danza de María Antonieta Pons? - preguntó Scarlett.
- Si, no sé el por qué se llama así - contesté con honestidad.
- ¿No sabes quién es María Antonieta Pons? - preguntó Scarlett sorprendida -. Bueno fue una actriz cinematográfica, bailarina y rumbera mexicana de origen cubano. Realizó muchas películas como "La reina del trópico", "La hija del penal", "La mujer del puerto", entre otras más.
- Eso no lo sabía - contesté sorprendido.
- Entonces, ¿cómo es su escuela?
- Es demasiado grande, en la puerta de entrada hay un gran candelabro, es demasiado elegante e imparten otras clases de danza, como el tap, tango, el mambo entre otros - cuando comencé a hablar Scarlett parecía ilusionada, abrazando ligeramente la caja donde tenía las Panna cotta.
- No puedo esperar por ver a Sam en su clase de ballet - dijo Scarlett, impaciente y sonrojada.
- Pero me habías dicho que no era gran cosa - dijo Scarlett, que aún miraba la escuela de danza como si se hubiese encontrado un gigante.
- Y no lo es - contesté -. Es tres veces más pequeño que mi casa.
- Si, pero es diez veces más grande que la mía - contesto aún estando impactada por la escuela de danza.
- Te acostumbrarás - le dije estire mi brazo y extendí mi mano hacía ella -. Vamos.
- Si - dijo.
Entramos a la escuela entre las grandes puertas francesas, con los pisos de cuarzo tan puro que veía mi propio reflejo, el pasillo tenía un gran candelabro con luces tenues, ventanas enormes con cortinas de color lila.
- ¡Pegdon! ¡Excuse moi! - habló una señora (con acento francés), con cabello castaño, lentes redondos y grandes, y vestida en un traje de ballet de color negro con medias rosas -. Ustedes...am seg el joven Magco y la señoguita Scaglett.
- Oui, nous sommes amis avec Miss Samantha Fablet del Castillo - le contesté que si, que éramos amigos de Sam.
- Vous parlez français? - (¿usted habla francés?) preguntó feliz e impresionada la señorita.
- Oui - contesté que si.
- Eh bien, je ne parle pas très bien espagnol - (Que bien, yo no hablo muy bien español) me contestó avergonzada. Scarlett sólo nos veía a mi a la profesora sin entender claramente lo que decíamos -. Je suis le professeur de ballet privé. Miss Marie Scylert.
- Scarlett, ella es la profesora privada de ballet de Sam, la señorita Miss Marie Scylert - le dije a Scarlett presentándole a la señorita -. Ella no habla muy bien el español, perdón si te hice sentir a un lado.
- No, está bien la verdad me gustó mucho verte hablar francés - dijo Scarlett con honestidad y luego vio a la señorita Marie -. Es un placer en conocerla.
- Elle dit: ravie de vous rencontrer - (ella dice: que es un placer conocerla) le dije a la señorita Marie lo que había dicho Scarlett.
- Merci beaucoup, je suis également ravi de vous rencontrer - (Muchas gracias, también estoy encantada de conocerte) le dijo Marie a Scarlett con una amplia sonrisa.
- Dice que también es un placer conocerte - le dije a Scarlett.
- Ok, je vais les prendre avec Miss Samantha - (Ok, los llevaré con la señorita Samantha) dijo la señorita Marie.
- Ya nos llevará a ver a Sam - le dije Scarlett y ella asintió con la cabeza.
- Muy bien.
La señorita Marie nos llevó al segundo piso. En las escaleras, había muchas pinturas o fotografías de bailarines profesionales, bellos paisajes, e inclusive Scarlett reconoció 3 pinturas de Diego Velázquez, "Las meninas", "Venus del espejo" y "La Infanta Margarita en azul". Fue increíble ver su rostro llenó de asombro a cada paso que daba, y los pasillos eran alumbrados por los rayos del sol que entraban en las grandes ventanales, con esculturas de la diosa Venus, Aquiles y Hércules - héroes y dioses griegos -, y llegamos por fin al salón de Sam, quien estaba haciendo estiramiento.
- ¡Hola! - gritó Sam en cuanto nos vió -. Merci beaucoup, Professeur Marie Scylert - (Muchas gracias, profesora Marie Scylert) le agradeció a su profesora.
- Oui - dijo la profesora Marie y paso a retirarse.
- ¿A dónde fue? - le pregunté a Sam.
- No lo sé, a veces se comporta muy raro - me contestó.
- ¿Pensé que solo tenías ballet los martes y jueves? - dijo Scarlett, mientras Sam levantaba su pierna a la barra y trataba de alcanzar su pie.
- Si, pero el martes que viene, ella no vendrá - dijo Sam al mismo tiempo que hacía estiramiento de pierna -. Según dice que por problemas personales, pero yo sé que es por una cita, por su nuevo novio, y como Marco sabe no me gusta desperdiciar un día de sábado, sin ver a mis amigos - le dedicó una sonrisa a Scarlett, que ella también le devolvió al instante.
- ¡Ya llegamos! - era la vocecita aguda (molesta) de Lili, quién no tardó en abalanzarse sobre Scarlett -. ¡Scarlett! - gritó de nuevo con su vocecita aguda.
- Hola chicos - dijo Jorge entrando.
- Tu profesora nos guío hasta aquí - Lili le habló a Sam -. Esta hablando por celular, pero fue muy amable.
- ¿Tu también sabes hablar francés, Lili? - le pregunto Scarlett.
- Oui, bien sûr - (si, por supuesto) dijo Lili en francés -. ¿Y tú Scarlett? - miró a Sea con una sonrisa -, parlez-vous français?
- No, la verdad solo estoy intentando practicar estudiar italiano, con algunos libros y videos - contesto nerviosa -, pero habló muy bien el inglés - contesto como una niña jugando con sus manos.
Por ello, Scarlett sabe algo de italiano, lo está aprendiendo de libros y videos, sería bueno si la ayudará, bueno ya que ella me ayuda con la escuela, yo no veo lo malo en ayudarla con el italiano y francés, me encantaría verla hablar francés o en italiano.
- Oye Scarlett - le hable, mientras ella conversaba con una sonrisa junto a Jorge.
- ¿Qué ocurre?
- Pues si quieres aprender hablar italiano y si quieres francés yo...- no pude continuar, sentí un golpe en el estómago y termino cayendo al suelo.
- Yo te podría enseñar Scarlett - dijo Lili con rostro como si fuera inocente.
- ¿En serio? - preguntó Scarlett sorprendida y Lili asintió con la cabeza -. Gracias Lili.
- Por nada.
Sam me ayudo levantarme del suelo.
- ¿Cómo terminé en el suelo? - le pregunté a Sam, sobándome mi estómago que aún me dolía.
- Una dulce niña llamada Lili lo hizo - dijo soltando una risa -. De no admitir que fue muy rápida, tanto que Scarlett no la vio.
- ¡Mademoiselle Samantha! - (señorita Samantha) dijo la profesora de Sam -. Commençons le cours de ballet.
- Oui - (si) contesto Sam tomando su posición de ballet, mientras nosotros nos fuimos a sentar para no interrumpir su clase.
- Oye Scarlett - preguntó Jorge -. ¿Qué es lo que tienes en esa caja?
- Oh, son postres para después.
- ¡Postres! - gritó Lili con emoción mirando la caja con mucha atención.
- ¡Silence s'il vous plait! - pidio con firmeza la profesora Marie, cambiando su rostro tímido, al de una verdadera profesora de ballet profesional -. Un, deux et trois - comenzó a contar y Sam comenzó a bailar.
Sam aprendido a bailar ballet desde que aprendió a caminar, aunque nunca fue de su agrado, Sam es como si fuera toda una profesional, es como verla volar con elegancia. Todo es gracias a su madre, ella siempre le implicó mucho el ballet y aunque a Sam no le gusta del todo, siempre a considerado al ballet una manera de salir del mundo real.
- Magnifique - dijo la señorita Marie a Sam -. Ballonné Pas.
Me impresiona como sigo viendo a Sam bailar ballet - como cuando éramos niños - y siga asombrado en verla dar todas sus energías en sus clases, y yo nunca me he podido esforzar como ella en nada, esas piruetas, esos saltos en los que tanto se le ve su esfuerzo reflejado, en sus movimientos y en su rostro. Pero los ojos llenos de asombro, eran los de Scarlett, no dejaba de ver a Sam.
- Se ve tan bella - dijo Scarlett -. Es casi, como si volará.
- Si - le contesté y le tomé su mano, pero sentí una mirada afilada como una daga, Lili me miraba como perro rabioso.
Sam hacía todos los movimientos que la profesora le pedía, y después de dos horas acabó con Sam exhausta, y Scarlett enamorada del ballet.
- Fue muy bello - dijo la niña interna de Scarlett.
- Si fue increíble ver a Sam su lado femenino - contesto Lili -, pero la verdad no me gusta mucho el ballet.
- Imposible - dijo sorprendido Jorge -. Luces como la clase de chica que le gusta el ballet y de la música clásica - Lili se sonrojo al oír las palabras de Jorge.
- No, soy más fan del baile del "step".
- A mi también me gusta - dijo Scarlett -. Ver cómo forman su propio ritmo con los pies y las palmas es...tan ¡Wow!
Sam se tomó a Scarlett y a Lili de los hombros ya cambiada de ropa - con pantalones de mezclilla holgados y una playera deportiva -, se le veía animada.
- ¿Les gustó ver mi lado genial? - dijo Sam presumiendo.
- No, te veías como una mujer realmente tosca - le dije molestándola y ella me sacó el dedo de en medio.
- Yo también te quiero Sam - le contesté.
- No le hagas caso Sam, es un torpe - dijo Scarlett y Lili comenzó a burlarse de mi (pero de forma callada para que Scarlett no la viera lo bruja que es) -. Realmente lucias hermosa.
- Por ello eres mi hija favorita Scarlett - dijo Sam abrazando a Scarlett con toda sus fuerzas.
- La verdad es que estuviste muy bien Sam - habló el palero de Sam, Jorge.
- Si Sam te veías muy bien y concentrada - dijo la otra palera, Lili.
- Mi profesora dice que aún me falta mucho para ser "buena", mis pasos son precisos peros según le falta pasión - dijo Sam.
- Pero si lo hiciste muy bien.
- Si, pero la señora Marie dice que empecé bien y que después ya no - soltó un suspiro pesado -. Al menos este año ya no tengo que hacer un que hacer algún un recital.
- ¿Por qué?
- Este año tengo que hacer mi examen, para concluir mi educación a nivel medio superior - dijo Sam estirándose -. Le dije a mi mamá que no quería hacer recitales mientras tenga que hacer mi examen, y me escuchó pero aún así tomó las clases de ballet. Ya saben, para mantenerme en forma.
- Me encanta de como te esfuerzas - Scarlett le hablaba a Sam.
- Muchas gracias - respondió Sam acariciando su cabeza -. Bueno, ¿qué tal sí vamos a la casa de Lili a comer esos postres? - comenzó a caminar -. Ya tengo hambre.
Los cinco subimos al auto, sólo veníamos conversando y una que otra vez riendo, parecía que la edad conmigo no había pasado, otra vez me sentía como un niño que era extremadamente feliz, riendo por cosas que mi yo de ahora podría considerar estúpidas, aún así vernos todos como sonríen y a Scarlett reír mi corazón se hace débil ante esta clase de situación.
(...)
Entramos a la casa de Lili y nos invitó a tomar un poco de leche con canela - para tomarlo con la Panna cotta -, en su sala de té que tenía un ambiente como de mezcla entre toque inglés de época victoriana y un poco de toque francés.
- ¿Quién adornó está sala? - preguntó Sam.
Lili acomodaba las tazas, pero su rostro se mostraba sería y molesta, como si le hubiera incomodado la pregunta.
- Mi padre mando a construir esta casa a su gusto - contesto.
- ¿Cómo es tu padre? - la pregunta de Jorge hacia tensar más a Lili.
- Pues... Es el tiene cabello castaño claro, ojos griseaos y...- no sabía que decir, parecía no querer hablar de él, como si se mordiera la lengua cada vez que habla de él -. Mejor comencemos a tomar nuestro postre, ya está listo la leche con canela.
- Si - dijo Scarlett y le dedicó una sonrisa a Lili.
Scarlett sacó los Panna cotta en cada plato con sumo cuidado y sirvió en cada uno de ellos la salsa de fresas. Sam me miró como si supiera que yo fui el que los preparo y solo me sonrió.
- Disfrútenlo - dije y todos me miraron sorprendidos.
- Buen provecho - dijo Scarlett contenta, probó el primer bocado y se quedó impactada -. Entra en mi una felicidad nostálgica - dijo a punto de llorar -, es como si estuviera tan tranquila en estos momentos, el sabor dulce de las fresas hace sentir en un campo abierto, fijando mi vista al bastó color de la hojarasca verde y con un ambiente fresco lleno de alegría - Scarlett fijo su sonrisa en mi tratando de limpiar sus lágrimas -. Esta delicioso.
Lili y Jorge también lo probaron.
- ¡Esta muy delicioso! - gritó Jorge muy alegré y levantó su pulgar hacía mi -. Bien hecho amigo - esas palabras me sorprendieron como una bomba, nadie me había llamado amigo, se sentía un poco raro.
- Está bueno, creo - admitió Lili algo avergonzada.
- Hace mucho que no disfrutó uno de tus postres, esta realmente delicioso - dijo Sam.
- Gracias - fue todo lo que contesté -, pero Scarlett también me ayudo.
- ¿En serio? - preguntó Lili emocionada y todos concentraron su atención a Scarlett, pero era eso lo que quería hacer, no me gusta llamar la atención.
Me alegro mucho que Scarlett le encantará, la verdad era la principal persona que realmente me importa su opinión y que se expresará así de algo tan simple como un postre me pareció muy bello.
- ¡LILI! - entró Zachery como un loco chillón a los brazos de su hermana, arruinó el momento -. ¡Necesito ayuda!
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