Don't you love her as she's walkin' out the door?
Capítulo 4.
Despierto en una habitación blanca, la luz del sol se hace presente en la habitación y toca mi rostro, provocando levantarme de aquella acolchonada. Veo a mi alrededor es un cuarto totalmente vacío, no logro reconocerlo...pero, por alguna extraña razón no siento que desconozco este lugar, camino por el pasillo y veo que hay cajas de mudanza. Llegó a la cocina, veo un figura femenina cocinando pero...no la alcanzó a ver. ¿Quién es? De repente una ráfaga de viento me arrastra hacía un gran abismo... me gustaría saber, ¿quién eres?...
Al abrir mis ojos sé que todo era un sueño, pero es un sueño que me ha hecho pensar si tiene algún significado. Desde que cumplí doce años, tuve ése rarísimo sueño, mí temor más grande es enamorarme de alguien y terminar atado por un tiempo, sólo para qué después nuestro "amor" terminé tirado, como un chicle después de perder el sabor. Aún así tengo mucho miedo a la soledad...
Al terminar todo ése conflicto de ayer cuando el trío de buitres estaban molestando a Scarlett, nos hicimos amigos. No resistí verla llorar ayer, yo fuí el único que descubrió que estaba llorando, trata de hacerse fuerte, pero aún así quería protegerla y ahora después de ver formar con esos hermosos labios rojos una sonrisa quiere ser su amigo para conocerla, al igual que yo necesita alguien en quien pasar un rato de risa. En conclusión....<<¡Estás loco!>> Te odió conciencia.
Voy llegando a la escuela, creó que es la primera vez que vengó temprano, todos me miran como si fuera un "bicho raro". ¿Por qué me miran?, ¿No tienen mejores cosas que hacer?; Sí siguen así aquí correrá sangre, no importa sí terminó preso por ello, a lo lejos logró a observar a Scarlett despidiéndose de una señora que parece ser su madre, antes de entrar se dieron un abrazo, Scarlett caminó hacia mí creó que quería hablar conmigo.
- Buenos días Marco - dijo Scarlett con una sonrisa.
- Buenos días Scarlett - le regreso una sonrisa, me rascó mi nuca por el silencio incómodo entre nosotros -. ¿Qué tal todo? - esté silencio me pone muy incómodo.
- Bien - dijo asintiendo su cabeza -. En serio te agradezco mucho como me ayudaste con esas "chicas" ayer - su voz era más aguda, pero tierna, no sabía qué tenía voz tierna.
- No fue nada, además tú me ayudas con mis estudios así que...- la miré a los ojos, eran cafés oscuros.
- Pero yo lo hago porque me obligaron hacerlo - dijo con una voz inocente y tomando su barbilla, me molesto un poco su comentario, tenía un TIC en el ojo tratando de contener el enojó -. Aún así me ayudaste a pesar de como te traté. Ahora somos amigos te ayudaré en todo lo que necesites - habló con mucho optimismo.
- Está bien, yo también te ayudaré en lo que necesites - traté de formar una ligera sonrisa.
Caminamos con dirección hacía al salón, cuando nos topamos con él chico con gafas, que anteriormente vi hablando con Scarlett, se acerca a ella.
- Hola Scarlett, ¿cómo estás? - dijo el "cuatro ojos" dedicándole una sonrisa.
- Hola Charles, bien ¿y tú, qué tal? - hablando muy cordialmente con él tipo que al parecer se llama Charles.
- Maravilloso, provechoso, simplemente "gratificante" - dijo de manera muy exagerada -, y más ahora que tengo el placer de verte, en está "gloriosa" mañana - después de tratar de lucirse con "frases", me mira - ¡Oh!, Joven Marco perdone por no saludarlo, fue muy grosero de mi parte, ¿Cómo está? - Es pretencioso y presumido, ¿cómo es que Scarlett puede hablar con él? Es un tanto pedante.
- Muy bien gracias - dije en un tono muy serio.
- Una disculpa Charles, Marco no es muy..."cortés" - dijo Scarlett un tanto nerviosa y sonriente con Charles. Solo estoy siendo honesto y personas como Charles son muy molestos -. Nos vemos después Charles - se despedía mientras nos dirigimos al salón.
- Sólo te digo que ¡Jamás!, Trataré de ser "amable" con ése tipo - le dije a Scarlett con una voz molesto.
- Está bien, no te voy a obligar a ser amable - dijo mientras tomaba asiento en su lugar de en frente, y yo me senté atrás de ella -, pero...- se giró de su lugar para seguir hablando conmigo-. Por educación debes de ser lo - dijo tomando una actitud más seria.
-¿No entiendo porque eres amiga de un "tipo" tan alzado como él? - puse mis manos detrás de mi nuca.
- Al principio pensaba como tú, cuando lo conocí por primera vez - dedico una pequeña risita -. Solo debes de conocerlo - dijo con una sonrisa.
- No gracias, tengo mejores cosas que hacer que andar escuchando su irritante voz - dije desviando la mirada.
- Bueno - dijo girando de nuevo hacía en frente sin decir nada más.
No hablamos durante las primeras horas de clase, miré como sacaba su comida para el receso, sólo era una bolsa que la verdad me da miedo saber su contenido y también sacó una botella de agua; al sonar la campana que daba avisó de salir al receso. Todo el grupo salió de manera rápida, Scarlett estaba saliendo de el salón y yo la tomó de la muñeca.
Se giró a verme de forma neutral y hablé -. ¿Sí, quieres podemos comer juntos? - puso una expresión de sorpresa.
- Está bien - dijo de manera amable. Caminamos juntos hasta un banco para que pudiera comer sus alimentos, miré de manera extraña la torta aplastada que sacó de la bolsa y ella se percató -. Sé que no se ve delicioso ya que está aplastado, pero en serio lo es, mi mamá lo hizo con tanto cariño - dijo muy feliz, empezó a dar unas cuantas mordidas, creo que de verdad le gusta, después me miró se pasó el bocado que tenía en la boca y hablo -. ¿Tú no vas a comer? - preguntó.
- No..- dije, ella me miró algo preocupada -. No te preocupes, hoy no tengo hambre, desayune demasiado - dije con amabilidaden realidad se me fue el hambre, ella terminó de comer la torta y tomó agua. Se veía tierna comiendo, sin importarle que yo la observará, no es muy penosa.
- Bueno, quieres caminar mientras charlamos - dijo ofreciendo su mano hacía mí, en forma de aceptación tomé su mano y empezamos a caminar.
- Sabes, ¿por qué ese "tipo" me conocía? - le pregunté.
- ¿Te refieres a Charles? - dijo, yo asentí -. ¿Quién no conoce al joven Marco Marino De Simone? - hablóen tono de obviedad -. Eres hijo de el gran empresario de moda y de electrodomésticos de inteligencia artificial Héctor Marino y también eres hijo de la gran modelo Italiana Brina De Simone. Además tú padre tiene grandes "influencias" en esta escuela desde hace generaciones - no me había detenido a pensar que era tan popular en está escuela.
- Sí, la verdad no me importa...- no terminé lo que dije porque, no quiero hablar de mis padres - ¿Y tú cómo sabes todo eso? - dije cambiando de tema ella me miró confundida.
- La verdad hay muchos edificios con tú apellido, sobretodo en hoteles también por parte de tú padre y algunos Spas por parte de tú madre. Eres muy popular - dijo Scarlett algo emocionada.
- Sí - dije.
- Yo admiro mucho la ropa Marino (aunque nunca he comprado esa ropa, porque es muy cara), y siento que es muy inteligente moverse en el área de moda y además de la tecnología - habló con esbozando una sonrisa -. La verdad cuando supe que eras su hijo, me decepcionó.
Eso dolió como un puntapié - Que honesta - dije, ella soltó una leve risa.
- Bueno, es que te haz hecho una a mala fama en esta escuela, te creí engreído, molestó y todo Playboy rompe corazones, y más cuando leí la carta que me dedicaste.
- Si - contesté nervioso -. Yo también tenía una visión de ti un poco más... Erudita, aburrida y orgullosa. Eres diferente, dedicada, inteligente, sencilla y despreocupada - me sentía como un niño nervioso -. Me agradaste con tan solo verte estos días, por eso sé que aunque no lo demuestras eres mas honesta.
Me tocó la mejilla - Tu tampoco eras lo que esperaba, pero me agradas.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - ella asintió -. ¿Qué tal la torta? - le pregunté ella sonrió.
- Estuvo deliciosa, era de jamón con jitomate y lechuga - dijo.
- ¿Eres muy sana? - pregunté.
- Pues.. no hay verdura o fruta que no me guste - dijo colocando uno de sus dedos en su barbilla pensativa.
- Eres rara - aclaré, ella me miró sorprendida y luego sonrió.
- Lo sé - afirmó, ambos reímos, se es agradable hablar con ella.
Las últimas tres clases transcurrieron rápido, hasta escuchar la última campana, marcando al fin de la escuela. Algunos se van directo a su casa, otros al igual que yo deben ir al taller, Scarlett y yo tomamos nuestras mochilas, para ir a nuestro taller de arte, es curioso que ambos vayamos al mismo taller - también es una suerte - cuando íbamos bajando por las escaleras cuando un el prefecto nos detuvo.
- ¿Son los chicos que van al taller de artes? - preguntó mirándonos a todos, a lo que todos contestaron en un sonoro <<¡Sí!>> -. No va a venir, es mejor que regresen a su respectivo salón y esperen cuando suene la campana la campana de salida - dijo en tono muy serio, mientras que todos se mostraban como "simios" festejando, mientras Scarlett estaba con rostro algo molesta y yo estaba serio -. ¿Entendido? - nadie contesto, porque todos se fueron a ¿quién sabe dónde?; Yo seguí a Scarlett que regresaba al salón, tomó asiento, soltó un pesado suspiro y dejó caer de manera dramática su cabeza en la mesa.
- ¿No tienes algún lugar a dónde ir? - me preguntó, aún con su cabeza boca abajo sobre el escritorio.
- No, ¿y tú? - dije cruzando los brazos en la puerta de el aula.
- No - aún con la cabeza sobre la mesa, nunca creí que fuera un poco inmadura, después giró su cabeza a verme -. No tienes que quedarte aquí, si no quieres - puso una expresión muy tierna.
- Claro que me quedaré aquí - acerque una silla para sentarme junto a ella, saqué mi celular y unos audífonos para escuchar música, puse uno en mi oreja y otro en el de ella, (su oreja es muy pequeña) pensé, seleccione una canción de Gorillaz "Dare".
- Me gusta esta canción.
- A mi igual.
Poco a poco nos fuimos durmiendo, fue un día muy pesado y dormir no le hace un daño a nadie.
(...)
Escuché a Jim Morrison. Abrí mis párpados noté que era la canción "Love Her Madly" de The Doors, me levanté un poco para no despertar a Scarlett se veía tan tierna durmiendo, que no quería despertarla aún. Miré la hora en mi celular.
- ¿Qué hora es? - preguntó Scarlett de repente.
- Pensé que estabas dormida - dije después de ver la hora y guardando mí celular.
- Lo estaba - soltó un leve bostezo cubriendo su boca y luego estiró sus brazos.
- Todavía falta mucho para salir - dije mirando hacía la ventana.
- ¿Me preguntó a dónde irán todos, cuando no viene un profesor? - me miró con algo de duda.
- Pues algunos se esconden por ahí, pero lo más seguro es que ya regresaron a sus casas - dije acercándome a ella -. Los jardines de la escuela son tranquilos, podríamos caminar un rato, mientras esperamos la última campanada de la salida - ella asintió, ambos tomamos nuestras mochilas y salimos de el salón rumbo al laboratorio.
- Pensé que estando en una escuela privada, habría más "disciplina" sobre los alumnos - preguntó.
- Pues no, oye...- le hablé ella contesto con un <<¡Mmh!>>, dando a entender que continué -. ¿Son diferentes las escuelas privadas a las "públicas"? - pregunté.
- Pues los salones son más limpios aquí, tienen más herramientas de "trabajo" y incluso los baños son más "maravillosos" - dijo en un tono emocionada y soltó una leve risa -. Aunque aquí también hay compañeros que te agreden, con excepción que aquí tienen muchísimo dinero en sus billeteras e incluso tienen tarjetas de crédito - miró hacía otro lado.
Caminamos por los grandes jardines, coloreado con hermosos colores vivos, que me traían recuerdos dolorosos.
- ¿Las flores te recuerdan algo? - preguntó y me observó, yo asentí con la cabeza.
- Si, pero trato de olvidarlo, enterrarlos y nunca hablar de ello - contesto.
- Ya veo... Eres como una rosa.
- ¿Una rosa?
- Si las rosas, siempre lucen hermosas, pero tienen secretos y te intentas defender con esas espinas que nunca protegen nada - contesto mirando al jardín, mientras el viento pasaba junto a su gran y hermoso cabello negro, y un aroma agradable me invadió -. Aunque tú eres más bien parecido a un, perro tu desconfías a veces de la gente, como Charles.
Mató el momento.
- Si tal vez sea igual que un perro - dije y ella afirmó, cruelmente.
- Me gustaría... - cambie el tema -, que vinieras a mi casa, si no estás ocupada - traté de sonar lo más relajado -. Mañana, ¿si tú aceptas?
- Claro me encantaría, pero primero le diré a mis padres y mañana te contesto - dijo. Sonó la campana, ahora sí podríamos irnos -. Bueno no vemos - me dio la espalda y caminó hacía la puerta, se veía muy sexy caminando tiene un excelente trasero <<¡Oigan no estoy hecho de piedra!>>. Creó que "adoró verla caminar hacía la puerta".
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