
❥ unique ɞ
—Taehyun, ¿a dónde vamos? llevamos como veinte minutos caminando —lloriqueó Beomgyu mientras trataba de no perder el equilibrio por tener un pañuelo cubriendo sus ojos y, sumándole a eso, las manos del pelirrojo cubriendo sus ojos para asegurarse de que no viera nada.
El menor no pudo evitar soltar una carcajada cuando Beomgyu casi cae de boca por tropezar con una piedra.
—Lo siento, hyung, pero el taxi ya estaba cobrando mucho y debemos ahorrar para cuando lleguemos. Además, es una noche muy linda.
Beomgyu bufó, pero no negó eso último. El clima era realmente agradable; había un poco de humedad y el viento algo fresco golpeaba sus rostros levemente.
Luego de caminar por lo que fueron otros diez minutos, con quejas y risas de por medio, finalmente se detuvieron.
—¿Estás listo, hyung?
—Nací listo, Tyunie.
Taehyun soltó una corta risa y quitó sus manos de los ojos del mayor. —¡Sorpresa!
Al no escuchar ningún comentario, el pelirrojo volteó a ver al de cabellos rubios.
—Se te olvidó el pañuelo —gruñó Beomgyu.
—Ups —rápidamente desató el nudo del pañuelo, cegando por un momento al mayor por la repentina cantidad de luz del lugar.
Beomgyu parpadeó unas cuantas veces hasta que su vista se enfocó. Abrió su boca sorprendido y volteó a ver a su menor.
—¿E-Esto es...? —tartamudeó señalando el lugar.
El pelirrojo asintió sonriente. —Un parque de diversiones, hyung.
—Es la primera vez que venimos juntos...
Taehyun tomó a Beomgyu de la mano y caminaron hacia la taquilla para comprar los boletos.
—No hemos salido mucho desde que nos mudamos juntos así que, al menos en tu cumpleaños quise que viniéramos a pasear un rato —volvió a sonreír.
Aún tomados de la mano y con los boletos ya comprados, se adentraron al enorme parque de diversiones.
Mientras recorrían el lugar lleno de gente, Taehyun miraba de reojo al pelirrubio, enternecido por la emoción que se reflejaba en su rostro al ver cada una de las atracciones.
—Hyung, ven —el menor aseguró mejor el agarre de ambas manos y guió al mayor hasta llegar a uno de los tantos puestos que se encontraban en el parque.
—No creo que sea buena idea, recuerda que tienes pésima puntería —sonrió burlón cuando el contrario lo fulminó con la mirada—. Está bien, está bien, gástate el dinero intentándolo.
Taehyun fingió no escuchar esa última oración y le pagó al señor que atendía el puesto, el cual le pasó un rifle. El juego consistía de apuntar y tirar las figuritas de plástico que se encontraban frente suyo, contando con sólo 10 balas y que, al tirar una sola figurita, te convertías en ganador; por un momento cualquiera creería que sería sencillo, claro.
En resumen, Taehyun terminó gastando unas 30 balas, de las cuales, cuatro lograron tirar una figurita. ¿Y Beomgyu? estaba detrás suyo aguantando la risa.
—Al menos te gané un peluche, así que no te burles —dijo entre dientes, entregándole un pequeño oso blanco de peluche.
—Tyunie, gracias~ —Beomgyu soltó una pequeña risa antes de acercarse y plantar un beso en la mejilla de su menor, quien sonrió por la repentina acción— Ahora, vamos a ganar más peluches.
—¿Cómo dices? yo fui el que lo ganó.
—Si si, pero necesito más peluches, y tú me los vas a ganar por ser mi cumpleaños —hizo énfasis en la palabra "tú", señalando al pelirrojo—, por favor.
Ante la mirada de cachorrito del mayor, el pelirrojo rodó los ojos divertido, para luego volver a tomar la mano del rubio y guiarlo a un nuevo puesto, aceptando su derrota. Beomgyu soltaba pequeñas risitas y se abrazaba a su brazo, contento por su victoria; y Taehyun no podía evitar sentir una enorme ola de felicidad recorrer su cuerpo al verlo tan feliz luego de todo lo que tuvo que pasar.
—¿Está rico? —el mayor asintió varias veces mientras saboreaba su cono de helado. —Quiero un poco.
Y sin más, Beomgyu vio cómo le daban una lamida a su helado rápidamente, haciendo que suelte un chillido. —¡Kang Taehyun, tenemos el mismo sabor de helado!
Ambos estallaron en estruendosas carcajadas, llamando la atención de más de uno en la heladería, pero eso poco les importaba; sólo deseaban disfrutar juntos.
—Ya recorrimos medio parque, estoy algo cansado, ¿qué haremos ahora? —preguntó el de cabellos claros con un puchero en sus labios.
Tan lindo.
—Beomie hyung, ¿sabías que eres demasiado lindo?
Taehyun tomó una servilleta y limpió con cuidado los restos de helado que quedaron en los labios del contrario, y para finalizar, dejar un pequeño beso en su nariz.
Para este punto, Beomgyu parecía morir de extrema vergüenza.
—Beom, quisiera decirte algo, ¿puedo? —habló repentinamente Taehyun.
—¿En donde quedó el "hyung"?
—Sólo déjame hablar, por favor.
El mayor asintió confundido y preocupado a la vez, deseando que no fuera nada grave.
—¿Sabes? Eres la persona más importante que existe en mi vida, y eres la persona que más temo perder. Y aunque me repitas seguido "no es verdad" cada que te lleno de cumplidos, déjame hacerte saber que estás muy equivocado; Tú voz es preciosa, profunda y tranquilizante, hace que quiera escucharla a todas horas. Tu belleza, dios, incluso el título de la persona más hermosa de todo el mundo se queda increíblemente corto contigo, porque a mis ojos, no hay persona más preciosa que tú.
Beomgyu escuchaba atentamente a Taehyun, sorprendido por sus palabras.
Taehyun tomó aire y continuó hablando.
—Siempre te la pasas contradiciéndome en todo, pero entiende que ¡incluso eres bueno en todo lo qué haces! hasta día de hoy, no se me ocurre ninguna cosa en la que se te de mal, porque eres simplemente maravilloso, Beomgyu. Y sé que no merezco a una persona tan increíble como tú a mi lado, pero aún así, aquí estás —tomó su mano por encima de la mesa y la acarició dulcemente—. Por eso mismo, es que quiero llenar de felicidad cada uno de tus días; quiero estar en los buenos momentos para poder celebrar contigo y poder escuchar tu linda risa, al igual que quiero estar en los malos momentos para poder ser el apoyo que te reconforte y también el hombro donde puedas llorar sin ser juzgado, porque sabes bien que nunca te juzgaré, Beomgyu.
Taehyun tomó del mentón a Beomgyu para que lo mirara, ya que este de repente miraba nerviosamente cualquier cosa menos los ojos de su menor.
El menor siempre fue de pocas palabras, pero aún así le hacía saber al mayor que tenía todo su apoyo con sólo su presencia. Por eso para el pelirrubio era difícil de asimilar que le estuviera diciendo aquellas cosas justo en ese momento.
—Te he visto en innumerables ocasiones ya sea molesto o triste, y me rompe el corazón saber que, no eres del todo feliz. Y sé que en esos momentos puedo ser inútil pero, te juro que me sigo esforzando mucho para poder ser un buen apoyo para ti cuando te encuentres en esas situaciones, porque te quiero Beomgyu y no me gusta verte mal.
De los ojos del rubio ya caían lágrimas, pero ahora, no quisieron despegarse en ningún momento de los del pelirrojo.
—Seguiré luchando para que en un futuro podamos ser felices, juntos, ¿está bien? —posicionó su otra mano en la mejilla del mayor y la acarició suavemente. Beomgyu asintió quedamente. —Lo estás haciendo muy bien Beomie, estoy muy orgulloso de ti. Sé que eres la persona más fuerte que puede existir, pero no debes pasar por todo tú solo, porque me tienes a mi. Cuando quieras darte por vencido, recuerda que ahí estaré para evitar que ese hermoso brillo que tanto te caracteriza se apague; eso no dejaré que pase nunca, sobre mi cadaver, ¿entiendes?
Beomgyu soltó una pequeña risa, asintiendo nuevamente. Taehyun sonrió y se acercó a dejar un beso en la frente del rubio.
—Te quiero mucho, Beomie hyung. Gracias por permitirme estar a tu lado y por alegrar mi vida, ¡Feliz cumpleaños! —gritó por último el pelirrojo, abriendo exageradamente sus brazos, esperando que el pelirrubio se aventara a ellos.
Y claro que Beomgyu no tardó más de cinco segundos en levantarse de su asiento y sentarse en las piernas ajenas para abrazar cálidamente a su mejor amigo, quien también rodeó su cuerpo, intensificando el abrazo.
No les importó en lo absoluto que varias personas que se encontraban en la heladería, se les quedasen viendo, algunos de manera extraña y otros enternecidos por la escena.
—Te quiero —el mayor murmuró en el oído de su menor, haciéndolo sonreír.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro