13
— ¿Por qué no nos dijiste nada? — la madre de HeeSook le dice con preocupación y tristeza por lo que está pasando su hija. Le toma las manos mientras la joven pelinegra tiene su cabeza gacha.
— ¿Quién querría contar algo así para luego mostrar las fotos, mamá? Moría de vergüenza y miedo. — murmura lo último y la veo quebrarse frente a su progenitora. Su padre está en el despacho con el mío mientras este intenta calmarlo, ya que estuvo a punto de salir a buscar al idiotita.
Y no lo culpo, lo apoyo porque yo querría hacer lo mismo, imaginen él que es su única hija.
— Ay HeeSook. — susurra tomando la cabeza de su hija para abrazarla.
Me conmueve mucho ver cómo le están dando apoyo, y eso es algo que me llena el pecho de agradecimiento y calma.
Luego de un rato ambas continúan hablando del tema hasta que su madre decide que ya está bien de tanto nombrar al imbécil. Tampoco la culpo, la apoyo porque tampoco me gusta oír el nombre de ese malnacido.
— ¿Qué te parece un helado? — murmuro besando la sien de mi novia mientras la abrazo por los hombros. Ella suelta una risita por lo bajo.
— Me parece genial. — murmura en respuesta cuando luego del recorrido por el jardín trasero llegamos a las sillas reclinables.
Ambos nos sentamos en una y luego la atraigo hasta acostarla entre mis piernas mientras apoyo su cabeza en mi pecho.
— Pues en la noche comeremos helado mientras vemos películas ¿Estaría bien? — le pregunto mientras mi mano aprieta la suya suavemente y mi brazo abraza su torso por encima del suyo delgado.
— Me parece más que perfecto. — contesta por lo bajo y levanta el rostro para verme con una pequeña sonrisa que me cautiva— siempre has sido perfecto para mí... es algo que no había visto.
— Nadie es perfecto, HeeSook. — comento acercándome para darle un beso suave en su frente.
— Para mí tú lo eres. — contesta suave con sus ojos cerrados mientras aún tengo mis labios pegados a su piel.
— Te amo. — murmuro de pronto luego de unos segundos en silencio me despego para verla. Ella sonríe suave y acaricia mi mano con la suya libre.
— Te amo, gorilón. — me responde riendo al final y suelto un sonido de queja.
— ¡Pensé que lo habías olvidado! — Me quejo por lo alto mientras ella ríe— Sabes que lo odié desde que lo dijiste aquella vez cuando ganamos el campeonato de fútbol en nuestro primer año de la universidad.
— Y como yo amo molestarte lo repetiré cada vez que me acuerde. — comenta riéndose y yo prosigo a hacerle cosquillas— No, JungKook no... — me suplica entre risas.
— Sí, JungKook si... — me acerco a su oído— así repetías ese día cuando llegamos a mi casa ¿Recuerdas? — cuando la veo de nuevo está sonrojada. Claro que lo recuerda.
— ¡No digas eso! — Se queja— Estás siendo romántico. — se vuelve a quejar y yo me río.
— ¿Y quién dijo que no se puede ser romántico y salvaje a la vez? — ella ríe aún más y mis brazos la aprietan suave para después dejar un beso en su cabeza.
***
— ¿Crees que logre salvarse? — me pregunta mi chica mientras se remueve entre mis brazos.
Habíamos estado viendo la película que prometimos ver en su casa, una cita sin dobles intenciones, sólo estábamos en su cama con el televisor encendido y mientras las luces apagadas nos brindan esa comodidad para ver tranquilamente la película. HeeSook tiene en su poder el helado y no lo ha soltado para nada, le tengo que robar bocados porque si no, no me deja. Aunque no me molestaba en nada, mientras la tuviera a mi lado recostada en mi regazo con su cabeza en mi pecho, para mí eso es lo único que necesito.
— No sé, amor. Igual prepárate mentalmente por si acaso. — la molesto y ella suelta una pequeña queja, me río en respuesta y agarro la cuchara para comer un poco de helado.
— No comerás. — abraza el envase pero lo suelta rápido por estar frío, a lo que yo me río suavemente recibiendo un pellizco suave de su parte en mi abdomen.
— Dame un poco, no seas egoísta. — me quejo y ella se levanta para incorporarse y prosigue a sentarse a horcajadas sobre mi regazo. Deja el envase a un lado y ella toma la cuchara para comer delante de mí.
— No quiero. Sabes que cuando se trata de helado soy una fiera. — me alza una ceja y en vez de hacerme reír lo que hace es que muerda mi labio inferior al ver como se relame los labios llenos de helado.
Ok ella acaba de arruinar nuestra inocente cita.
— No solo con el helado. — insinúo y ella sonríe con ganas de reír pero se reprime. Vuelve a comer delante de mí pero esta vez se acerca y prosigue a besarme suave y lento mientras me deja probar el sabor a chocolate de sus labios— Así me haces adicto al helado, cariño. — le digo cuando se separa y ella sonríe de lado.
— ¿Quieres más? — me pregunta y asiento embobado mientras veo sus labios.
Luego de nuevamente hacer lo mismo, de besarme con sus labios embarrados de helado, no puedo evitar sentirme excitado, y es que ella hace que todo sea más sensual, así sea una simple cita inocente.
Coloco mis manos en sus caderas y las subo para masajear su cintura mientras quito el helado de sus labios con los míos. Las yemas de mis dedos recorren cada centímetro de su piel en esa zona, subiendo hasta topar con su brasier que me hace suspirar en medio del beso. Aumento un poco el ritmo de los besos y ella hace un bajo sonido de excitación sobre mis labios.
— Kookie, mis padres están abajo. — susurra con nuestras narices juntas, pero sus labios entreabiertos mientras ve mis ojos sintiendo mis manos ir a su espalda y llegar al broche del brasier me dicen otra cosa. Me suplican más.
— No hagas ruido. — le propongo en un susurro y ella sonríe en un bufido— ¿Qué? ¿Tu solita lo buscaste? — vuelvo a susurrar.
— Kookie pero es difícil no hacer ruido con tus deliciosas folladas. — me río bajito y ella me acompaña.
— Tendrás que hacer un sacrificio porque me has puesto muy duro. — susurro desabrochando el brasier— ni siquiera me estas deteniendo. — comento y ella muerde su labio inferior con una sonrisita.
— Nos van a escuchar. — susurra devuelta mientras la ignoro y me concentro en desabrochar los breteles. Al quitar el brasier con su camisa aún puesta lo lanzo al piso del lado donde no se vea. Mis manos las meto por su camisa hasta poder masajear sus senos mientras me acerco a besar sus labios nuevamente.
— Pero entonces puedes detenerme... hazlo antes de que no puedas hacerlo. — susurro en sus labios luego de provocar un chasquido con estos.
No dice nada mientras sus manos tantean la orilla de mi camisa y luego la aprieta en sus puños. Mientras nos besamos yo sigo masajeando sus pechos y ella se atreve a meter sus manos por debajo de mi camisa para acariciar mi abdomen, su pelvis se mueve y me hace suspirar para reprimir mis gemidos al hacer fricción nuestras intimidades.
Carraspeo mi garganta al separarme de sus labios, miró sus ojos para ver si me da permiso de continuar, pero su mirada excitada me da el pase para relamer mis labios mientras veo sus ojos perdidos en deseo. Miro a mi lado y veo el control remoto, lo tomo y prosigo a subirle un poco más volumen del televisor, lo dejo a un lado luego y me concentro en desabrochar mi pantalón. Ya con mi miembro afuera lo acaricio bajo la mirada de ella.
Estoy dispuesto a proseguir pero ella se baja de mi regazo y me confunde, hasta que su sonrisa maliciosa me dice lo que hará. Con lentitud se pone boca abajo en la cama y se cubre con la sábana para tomar mi miembro en su mano y luego introducirlo en su boca.
Desesperado sabiendo que no puedo hacer ningún ruido recuesto mi cabeza en el espaldar y solo me toca mirar al techo mientras comienzo poco a poco a sudar. Ya después de varios minutos mi tortura acaba y ella se incorpora, está un poco despeinada y me hace reír solo un poco. Cuando nuevamente está sobre mi regazo la peino un poco y luego acaricio sus mejillas.
Ella quita solo una pierna y se sienta a mi lado para quitar su short, quedando así solo en bragas, unas braguitas rojas que me dejaron viendo estrellas... dios que nunca pare de ponerse ese tipo de prendas.
Vuelve a colocarse sobre mi y corre su braga a un lado para auto penetrarse luego de acomodar mi miembro en su intimidad.
Dios y tan solo unos segundos después estoy que fallezco con los movimientos en vaivén hacia adelante y atrás que sus maravillosas caderas hacen sobre mi miembro. Me acerco a su cuello y comienzo a besar húmedo, mis manos en su cintura la suben un poco y soy yo quien le da fuertes estocadas ahora. Ella hace lo posible por reprimir sus gemidos pero se le complica, por lo que decido cambiar las posiciones.
La tumbo sobre la cama y coloco mi palma en su boca porque no tendré piedad con ella ahora. Mis penetraciones fuertes están haciendo un poco más de ruido por lo que tengo que reducir la velocidad. Libero sus labios y procedo a besarla salvajemente.
— Me corrí... — dice ella luego de que dejo libre sus labios. Comienza a reír suavemente y yo la acompaño— Estás intenso, hombre...
— Terminemos de ver la película entonces. — murmuro.
Ambos estallamos en carcajadas y nos incorporamos. Yo no me he corrido pero puedo encargarme luego.
Aunque lo que no creí fue que HeeSook quisiera seguir jugando conmigo, ya que al sentarme en la cama ella envuelve mi miembro con su mano y comienza a masajearlo suave.
— Espera un momento Gorilón, tú no te has corrido y no te dejaré así. — Sonrío importándome poco el apodo cuando su mano comienza a hacer movimientos suaves y constantes— ¿Sí quieres podemos continuar?
— ¿Segura? ¿Crees que puedas continuar? — le pregunto porque no me negaría si ella lo propone.
— ¿Cuándo me he conformado con un solo orgasmo? — pregunta traviesa y abro la boca sorprendido— ¿Qué? — Se ríe— si no quieres está bien no impor... — no la dejo terminar cuando hago un movimiento ágil y la vuelvo a colocar sobre mi regazo besándola con intensidad.
Introduzco mi miembro en su interior y suelto sus labios.
— Hazlo nuevamente, te juro que me estaba volviendo loco con tus movimientos. — susurro excitado y ella sonríe de lado.
Nuevamente me hace desfallecer y muerdo mi labio inferior con mis ojos cerrados cuando se mueve hacia adelante y atrás. Siento sus labios besar mi cuello cuando echo mi cabeza hacia atrás y quiero soltar un gemido pero muerdo más fuerte mi labio para evitar hacerlo. Sus labios bajan y comienzan a succionar en el espacio entre mi cuello y clavícula, succionan tan fuerte que siento que no podré más. Es así como mis manos en sus caderas se aprietan y siento mi abdomen bajo tensarse para luego soltar mi orgasmo en su interior, bañando por completo su vientre con mi semilla.
Luego de unos segundos nos abrazamos y siento sus labios besar mi mejilla constantemente.
— Te amo mucho, gorilón. — susurra abrazando mi cuello y soltando un suspiro luego. Yo me río suavemente y abrazo su cintura más fuerte. Beso su hombro en besitos cortos y también suspiro luego.
— HeeSook... — me quejo por el apodo pero sigo besando su hombro y luego su cuello— También te amo mucho, nena.
***
Unos días después.
— ¿Por qué tenemos que venir a esta clase? No lo quiero ver. — me dice en una queja suave HeeSook, quien viene a mi lado quejándose desde que salimos del auto.
— Porque no podemos perder clase, estamos en los dos últimos años de carrera. — Respondo a su pregunta— Además no te preocupes que mientras yo esté contigo no va a pasar nada.
Puede que a veces yo sea un grandísimo hijo de... cuando me molestan así que no me limito en entrar al salón de clases tomando de inmediato la mano de mi chica, manteniendo siempre su figura a mi lado para evitar cualquier mal comentario hacia ella que pueda hacerla sentir mal.
Cuando llegamos a los últimos asientos procedo a sentarme y ella a mi lado, por suerte el imbécil no está por ninguna parte y HeeSook también parece calmada luego de notarlo.
No sé si la denuncia de HeeSook hacia MinHo haya afectado su venida a clases, pero sea lo que sea me alegro de que no esté cerca de ella.
Ah sí, HeeSook fue junto a su madre y la mía para la estación policial, allí declaró lo que debía declarar y entregó su celular como prueba para incriminar al idiota. Por suerte fue una oficial quien la atendió. Ya saben, entre mujeres se entienden mejor, ya que los hijos de puta de los hombres en esa área tienden a ser repugnantes con ese tipo de casos, culpando de todo a la mujer por ser dizque "libertinas" como si no supiéramos el término que le dan a esa palabra en muchos casos. Así que menos mal y me quedé esperando en el auto y menos mal que fue una mujer quien la atendió, porque la historia hubiese sido otra si no la atendían como debían y yo estuviera detrás de las rejas.
Según nos informó el oficial a cargo, le habían hecho llegar la carta de presentación al imbécil pero no nos informaron si había ido a presentarse, cabe decir que como es un caso con evidencia le quitaron los aparatos electrónicos de su propiedad y aún los tienen decomisados pero no hemos sabido más del tema, tampoco sabemos si se llegó a correr algún rumor en la universidad, es por eso que no me he despegado de HeeSook en ningún momento, y no lo haré hasta que haya acabado todo esto y haya pasado un tiempo.
Igual el miedo de ella en que haya hecho copias de la foto la persiguen, aunque ella lo niegue puedo ver cómo está asustada día y noche. La he pillado cuando se queda a dormir en mi casa que se levanta en la madrugada y se mete en el baño, hasta hace dos días.
Hace dos días entré al baño y me agaché junto a ella para abrazarla y decirle que no estaba sola, para repetirle muchas veces que yo la estaré cuidando siempre, para decirle que no es necesario que se meta al baño a llorar sola cuando me tiene a mí para llorar en mi pecho, en mi cuello, en mi hombro... para repetirle lo mucho que la amo.
Juro que ninguna vez que la haya visto llorar se compara con esa madrugada, me dejó totalmente destrozado.
— ¿Kook? — Me llama bajito y la miro dejando mi lápiz a un lado para concentrarme en ella— ¿Crees que podamos ir a la comisaría luego de clases?
Frunzo el ceño con la pregunta pero asiento a ella.
— ¿Quieres saber cómo va el caso? — asiente tímida y sonrío leve.
— Siento que me asfixio al no saber nada de lo que está pasando.
— Tranquila ¿Sí? — tomo su mano por encima de la mesa y ella asiente luego de respirar hondo.
La clase transcurrió normalmente y luego de todas ellas me encargué de acompañar a mi chica a la comisaría, y allí dentro nos dieron la información que necesitábamos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro