JungKook

El amor es una mierda ¿verdad?

Te destruye cuando le da la gana, lo peor es que tu inútil y debilucho corazón se emociona con solamente ver a esa persona caminar frente a ti, y así te ignore y no te voltee a ver ni un segundo él sigue allí latiendo como loco.

Estúpido corazón de mierda.

Lo peor de todo es que al haber dejado ir a esa persona especial aún amándola te tortura aún peor de lo que pueden torturarte.

No, me equivoco. Verla con otro es lo peor, sabiendo que tú pudiste haberla hecho feliz pero actuaste mal y esa persona terminó alejándose.

Maldición pero como dolía ver las fotos en su Instagram con la nueva persona que tiene a su lado. Duele y molesta en grande, tanto que te hace sentir la llama viva dentro de ti.

— Ya deja verla ¿quieres? — Jimin, mi mejor amigo, me dice cerrando su bolso para salir de la clase que acaba de terminar.

Parpadeo un poco avergonzado de que me haya cachado nuevamente observándola. Me levanto de mi asiento y también empiezo a recoger mis cosas. Lo siento darme un golpe en la espalda para llamar mi atención y lo miro.

— Ya no es tu novia, ahora alguien más la está haciendo sonreír. Deja que sea feliz. — murmura lo último y yo no respondo ni me inmuto. Normalmente soy muy serio, hasta con mis amigos, posiblemente muchos me vean como el chico frío de la universidad.

Pero eso es solo una fachada para ocultar mis verdaderos sentimientos.

— Lo sé. — es lo único que respondo en un murmullo sin mirarlo. Veo como baja los escalones para llegar al podio del maestro y se detiene para esperarme.

— Vamos, tengo hambre. — me llama alzando sus cejas y resoplo bajando también mientras termino de guardar un libro.

Al cruzar la puerta del salón me coloco el bolso sobre el hombro y Jimin a mi lado comienza a hablar de algo que no escucho. Todo por estar mirando al frente, donde ella y su novio van caminando mientras conversan. El cubre sus hombros con el brazo y puedo ver como sus piernas bajo esa falda se mueven con un caminar hermoso que me volvió loco cuando la conocí en aquella fiesta en las cabañas de las montañas.

Celebrábamos la llegada del otoño con una fiesta normal como las que siempre daban los alumnos de la universidad. Cuando la vi entrar con sus dos amigas juro que vi corazones a los lados de su cabello.

Aunque luego todo acabó con mis celos. Soportó todos los problemas que le hice por los celos que me volvieron una persona posesiva. Me arrepiento de haber perdido a la persona que más amaba. Y Jimin tenía razón debería dejarla ser feliz si con MinHo lo era.

— Deja de mirarla hombre que el tipo te está viendo. — me dice mi mejor amigo cuando ya estamos comiendo en la mesa de la cafetería, y el muy idiota se sentó con ella justo frente a nosotros para que pudiéramos ver los besos que le daba.

— Es un imbécil más ¿de dónde salió eh? Ni siquiera lo había visto aquí. — murmuro con molestia mientras miro a Jimin para despegar la mirada de sus bocas unidas.

— MinHo siempre ha estado coqueteándole a HeeSook, tú lo sabías. — contesta con una sonrisa, el muy enano disfrutaba verme así.

— Me arrepiento demasiado de haberla herido...

— JungKook. — me llama cuando me ve cabizbajo— ya es muy tarde. — murmura en mi oído. Lo veo con seriedad y él no deja de sonreír.

Ash~ ¿cómo es que tiene razón?

— Me voy a casa. — me levanto ya deprimido nuevamente.

— Ah JungKook~ssi no te pongas así hombre. — se queja entre risitas y suspiro colgándome el bolso en mi hombro para terminar de irme.

Para mala suerte tengo que pasar a un lado de la mesa de ellos para poder salir. Y al hacerlo estúpidamente desvío la mirada a ella, solo de reojo pero igual es mortal cuando la de ella también está en mis ojos. Inmediatamente miro al frente y salgo de allí.

***

Solo nuevamente en ese callejón solitario me permito liberar el secreto que oculto de todos desde que HeeSook y yo rompimos. Saco el cigarrillo de la caja y la guardo en el bolsillo de mi jogger negro, llevo el cigarrillo a mi boca y saco el encendedor para prender el psicólogo de mis emociones deprimentes.

Durante varios minutos me ahogo en el humo de la soledad y la tristeza absoluta. Sintiéndome perdido una vez más al recordar que sus piernas ya no rodearán mis caderas como cuando luego de una salida terminábamos en la cama de mi habitación, sucumbiendo al placer que nos hacía sudar hasta llegar al orgasmo.

Me voy a volver loco si sigo pensando en esas escenas, y lo peor es que así pudiera acostarme con cualquiera no era el mismo sentimiento que cuando le hacías el amor a esa persona que tanto amabas. En fin.

El sexo nunca es tan bueno si no hay sentimientos por esa persona con la que se comparte.

Mi teléfono suena con notificaciones y me recuesto de la pared del callejón para seguir fumando mientras lo reviso. Entre tantas de ellas hay una notificación de ese usuario que tenía grabado en mi memoria.

Jheesook ha subido una historia.

Así dice en la barra cuando deslizo todas las notificaciones. Suelto una pequeña sonrisa y esta se desvanece cuando abro la historia. Es una foto de ella y MinHo en la cafetería, ambos fruncen los labios y la etiqueta a su nuevo novio me pone más furioso. Doy una calada y suelto el humo cuando entro a su perfil.

Ese perfil es muy sensual, y eso es otro punto en mi contra.

Desde que rompimos ella se ve mejor. Mierda ¿Cómo hago para sacarla de mi mente? Es imposible, lo considero así porque ya ha pasado más de cuatro meses y aún se me acelera el corazón con ver las fotos de su feed.

Suspiro y actualizo su feed, noto que subió una foto hace poco y cuando la veo todo mi ser se estremece.

Aparece ella sentada sobre su cama y se apoya de su mano mientras su cabello algo despeinado cubre su rostro sexy que mira a la cámara. Maldición.

Bajo el teléfono y lo suspendo0 guardando este dentro de mi bolsillo. Llevo nuevamente el cigarrillo a mi boca y le doy la última calada para que se apague y lo dejo caer al suelo para pisarlo.

Tomo mi bolso del suelo y lo cuelgo sobre mi hombro para después bajar un poco mi gorro y subir mi mascarilla. Camino fuera del callejón y continúo mi camino a casa luego de esa miserable parada que hice.