Al día siguiente, el sol atravesaba las cortinas de la habitación de Hyunjin, llenando el espacio de una luz cálida y suave. Se quedó unos minutos mirando al techo, recordando la conversación de la noche anterior con Felix. Las palabras de su amigo seguían resonando en su mente: "Me gusta también. No hace falta que lo expliques." Era típico de Felix: mantener las cosas simples, ligeras, aunque Hyunjin sabía que, bajo esa superficie despreocupada, había mucho más.

Con un suspiro, se levantó y se dirigió al estudio donde normalmente trabajaban juntos. Al entrar, vio a Felix ya sentado, revisando algunas partituras. Sus dedos golpeaban el ritmo suavemente en la mesa, susurrando fragmentos de una nueva melodía. Hyunjin observó por un momento, tomando en silencio el aura relajada que siempre rodeaba a Felix. Era como si nada perturbara su calma.

-¿Estás aquí para trabajar o para quedarte mirándome todo el día? -preguntó Felix sin levantar la vista, una sonrisa asomando en el borde de sus labios.

Hyunjin se rió.

-¿Y si fuera lo segundo?

-Entonces te estaría cobrando por mis servicios de modelo -respondió Felix, finalmente alzando la mirada para encontrarse con la de Hyunjin. Era ese brillo travieso de nuevo, el mismo que había visto tantas veces, una chispa que siempre los mantenía en ese juego interminable.

Se sentó junto a él, sacando sus propios apuntes, pero había algo en el ambiente que no podía sacudirse. Mientras trabajaban en la música, intercambiando ideas y pequeños fragmentos de letras, el silencio entre las palabras se volvió más pesado. Cada vez que sus manos se rozaban al pasar una hoja o cada vez que sus miradas se cruzaban, Hyunjin sentía una corriente recorrer su cuerpo, esa tensión no resuelta entre ellos.

Después de un rato, Felix se detuvo y dejó el lápiz a un lado.

-¿Qué pasa, Hyunjin? -preguntó, su tono más serio que de costumbre.

Hyunjin frunció el ceño, sorprendido por el cambio de actitud.

-¿Qué quieres decir?

-Estás raro hoy. Más... no sé, distraído -Felix lo miró directamente, y por primera vez en lo que pareció mucho tiempo, el juego pareció desvanecerse. -Si tienes algo que decir, dímelo.

Hyunjin vaciló. Había muchas cosas que quería decir, pero cada vez que se acercaba a ponerles palabras, algo lo detenía. ¿Qué pasaría si realmente cruzaban esa línea? Si finalmente le dijera a Felix lo que sentía, lo que llevaban evitando durante tanto tiempo, ¿sería el fin de todo?

-Felix... -comenzó, pero las palabras no salían fácilmente. Era como si el peso de lo que estaba a punto de decir cambiara el aire entre ellos. -Nosotros... esto... ¿nunca te cansas de jugar?

Felix lo miró en silencio por unos segundos, su rostro una máscara de concentración. -¿Quieres dejar de jugar? preguntó finalmente, su voz baja, como si estuviera pisando terreno desconocido.

Hyunjin se mordió el labio. Esa era la pregunta que había evitado durante tanto tiempo. Parte de él quería gritar que sí, que estaba cansado de los juegos, que quería algo real, algo que no dependiera de miradas esquivas o bromas veladas. Pero otra parte temía lo que eso significaría. Si el juego terminaba, ¿qué quedaría entre ellos?

-No lo sé -respondió finalmente, su voz apenas un susurro. -Me gusta lo que tenemos, pero... a veces siento que estamos en el borde de algo más. Y me asusta dar ese paso.

Felix no apartó la mirada, y Hyunjin vio algo diferente en sus ojos, una seriedad que rara vez mostraba.

-A mí también me gusta lo que tenemos, Hyunjin. Pero tienes razón, hay algo más. Siempre lo ha habido.

Hyunjin sintió su corazón acelerarse. Era la primera vez que Felix reconocía abiertamente lo que siempre había estado entre ellos. La electricidad, la atracción, todo eso que habían ignorado por tanto tiempo ahora estaba justo frente a ellos.

-Entonces, ¿qué hacemos? -preguntó Hyunjin, su voz temblando un poco. Sentía que estaban a punto de tomar una decisión que cambiaría todo.

Felix suspiró, recostándose en la silla.

-Podemos seguir como estamos, o podemos arriesgarnos a ver qué hay más allá. Pero si cruzamos esa línea, ya no habrá vuelta atrás.

Las palabras de Felix colgaron en el aire como una advertencia, pero también como una promesa. Era lo que Hyunjin había temido y deseado al mismo tiempo. ¿Qué pasaría si tomaban ese riesgo? ¿Si dejaban atrás el juego y descubrían qué eran realmente?

El silencio entre ellos se hizo más denso, pero no incómodo. Era un momento decisivo, uno en el que ambos sabían que una elección tenía que hacerse. Hyunjin miró a Felix, tratando de leer más allá de sus palabras, de encontrar la respuesta en sus ojos.

-Quiero seguir jugando -dijo finalmente Felix, pero esta vez su tono no era despreocupado. Había algo más en sus palabras, algo que Hyunjin no había escuchado antes. -Pero a veces a mi también me gustaría saber qué pasaría si el juego terminase.

Hyunjin lo miró fijamente, sintiendo que, por primera vez, estaban realmente hablando sobre lo que ambos sentían. Era aterrador, pero también liberador. Porque, aunque habían pasado meses evitando esa conversación, ahora estaban al borde de algo mucho más grande.

Y tal vez, solo tal vez, a lo mejor, algún día estarían listos para cruzar esa línea. O simplemente no...

Read you soon...
-Mimi 🦋