Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☕️ 24

Definitivamente Jimin ahora vivía en el departamento de Yoongi. No era nada diferente a lo que había estado transcurriendo los últimos meses, pero ahora se sentía completo.

Se despertaba juntos todos los días, desayunaban, se duchaban e iban al trabajo tomados de la mano. Almorzaban en la oficina, jugueteaban un poco, Jimin lo acompañaba a cualquier cita médica que estuviera agendada y volvían al departamento.

Era todo tan rutinario que definitivamente le brindaba a Yoongi la calma y seguridad que por tantos años había estado buscando.

Ahora mismo, se encontraba rodeado de las suaves paredes beige del consultorio de su psicóloga. Las sesiones iban bien, correctas. Mejoraba cada vez más con el pasar de las mismas, pero en ese preciso momento Yoongi sentía una cierta capa de inseguridad rodeandolo.

—Yoon, cuéntame, ¿cómo has estado? —la omega le sonrió desde su lugar.

Al principio tartamudeó un poco, sin saber que responder con exactitud. Había estado aceptable, ni bien, ni mal. Tal vez había días que se tiraba más por lo positivo y otros en los que no quería salir del nido bajo ninguna circunstancia pero en realidad las cosas iban tranquilas. A pasos de cachorro, cómo solía decirle Jimin.

—Bien... en realidad, ahora mismo estoy un poco nervioso —rascó su nuca intentando controlar su propias feromonas.

—¿Y eso por qué? —Sooyoung anotó algo en una libreta.

—Realmente no lo sé, es como si estuviera en mi pecho. Una vibración que me mantiene alerta constantemente.

—Bueno, eso puede tratarse de tu lobo. Cómo hemos trabajado los últimos meses, tu omega está en pleno desarrollo y tal vez eso te mantiene así.

—No lo sé... creo qu es más como un presentimiento.

Yoongi bebió un sorbo del vaso que Sooyoung se encargaba de colocar minuciosamente. El agua le relajó un poco el nudo que se aglomeraba en su garganta y la mirada de su psicóloga lo arrulló.

—Dime, Yoon, ¿tu alfa ha tenido su celo?

Y ahí estaba la ficha que terminó de completar el tablero. El omega de Yoon intuía que el celo de su alfa se acercaba.

—Yo... no, creo que está cerca.

—¿Y que crees que significa?

—Mi omega quiere ayudarlo.

Sooyoung sonrió de lado. Yoongi se había convertido en uno de sus pacientes más queridos y verlo cada vez más relajado ante conductas propias de su casta, la enorgullecía enormemente.

—¿Planeas asistirlo?

—Creo que sí, ¿eso sería lo correcto, no? Jimin me ayudó en mi último celo.

Sooyoung frunció el ceño ante eso y Yoongi se cohibió un poco. La omega no solía ser tan seria con él, y cuando lo era, significaba que un llamado de atención vendría a continuación.

—Yoongi, escúchame bien. No debes sentirte obligado a estar con Jimin en su celo. Es tu alfa, eso ya nos ha quedado claro, pero al final del día es tu decisión que hacer con tu cuerpo —Yoongi tragó saliva con fuerza pero no apartó la mirada— ¿Jimin te presiona para que pases su celo con él?

—¡Claro que no! mi alfa nunca haría algo así. Jimin es el ser más respetuoso y amable que podría existir.

Sooyoung volvió a sonreír. Bingo.

—Entonces, ¿qué te hace pensar que debes asistirlo?

—No creo que deba, más bien quiero estar con Jimin, pero tengo miedo. No quiero que algo como mi último celo suceda de nuevo.

—Yoon, estás en tratamiento. Si no lo quieres, no sucederá. Ahora, no te permitas ceder a impulsos que la sociedad nos marca como correcto. Has las cosas porque así fluyen, no porque "eres un omega y tienes el deber de..." ¿comprendes? y si en cualquier momento algo no funciona bien o no estás cómodo, utiliza la comunicación.

—Últimamente me he estado comunicando mucho con Jimin.

—No hablaba solo de Jimin. Comunícate con tu lobo, él te sabrá guíar.

Yoongi sonrió antes de asentir. El haber conectado con su omega interior le había traído muchos cambios a lo largo de los meses. Sus instintos se habían afianzado, cosa que había servido en el trabajo en cierto punto pero en otro retrasaba un poco, conectó con su alfa y muchas veces se dejaba guiar por su lobo y la intuición la sentía a flor de piel.

Dieron por concluida la sesión del día. Yoongi se estaba despidiendo de Sooyoung cuando la cabellera rizada de su alfa apareció en el campo de visión. Yoongi corrió a su encuentro y lo abrazó con fuerza.

—Voy a ayudarte en tu celo —fue lo primero que dijo.

Jimin se sorprendió, aunque acostumbrado a los arrebatos de confianza que su omega solía tener luego de terapia, asintió y después lo besó.

—Como tú quieras, Yoon, recuerda que es tu decisión. No me enfadaré.

Y esa declaración terminó por explotar el pecho del omega de amor. Estaban irremediablemente enamorado.

Caminaron de la mano hasta su heladería favorita, pidieron dos conos y los compartieron en el camino de regreso. La calidez de su hogar los envolvió, y Yoongi suspiró con goce.

—Amor, hace poco me di cuenta de algo —Jimin señaló mientras seguía a Yoongi por el pasillo que conectaba a la cocina.

—¿Qué cosa?

—Nunca te pregunté si querías ser mi omega. Digo, en un aspecto formal. Tampoco te cortejé.

Las manos de Yoongi se congelaron sobre la sartén que estaba por tomar, su pulsó se disparó y sus sentidos se pusieron alerta.

—Yo... no necesito nada de eso para saber que eres mi alfa —tartamudeó, no sabiendo si lo repetía para estar seguro él o para el alfa.

Los brazos de Jimin rodearon su cintura desde atrás y las feromonas del alfa lo bañaron, produciendo una relajación extrema en su alterado omega.

—Lo sé, dulce, lo sé. Solo que me gustaría hacerlo. Algo pequeño, tal vez no un cortejo completo, solo un par de días para que realmente estés seguro de que me quieres a tu lado.

Yoongi se giró, aún entre los brazos de Jimin, y fijó su mirada en los ojos verdes. Podía ver un poco de duda, tal vez inseguridad, y su hermoso alfa no tenía porque someterse a eso.

—Alfa, no necesito que me llenes de regalo o me lleves a cenas lujosas, te amo por lo que me has demostrado que eres. Eres especial.

Jimin soltó una risita nerviosa y se inclinó a besarlo. Conectadose por completo.

—Me gustaría marcarte... —murmuró Jimin. Al oírse, sus ojos se abrieron de sobremanera e intentó apartarse pero Yoongi se lo impidió— lo siento, yo...

—Está bien —le sonrió— también me gustaría que me marcaras.

—Pero para eso primero quiero cortejarte —Jimin envolvió los brazos en la cintura contraria y los meció de lado a lado— que las cosas fluyan y se de cuanto tenga que hacerlo.

Se sonrieron mutuamente.

Aunque lo tenso en la de Yoongi no se notó.

Por su mente pasaron miles de escenarios. En algunos de ellos se veía solo, en una fría cama cubierto de espesa neblina y con una amarillenta marca opacandose cada vez más. En otros, estaba en un campo repleto de flores con su alfa persiguiendo a un pequeño cachorro y su marca brillando en un hermoso plateado.

Se estremeció con fuerza, y aunque sabía que Jimin nunca sería capaz de abandonarlo, muy en el fondo de su alma las palabras de su padre cuando apenas se había presentado resonaron. "Si te atreves a dejarte marcar o a que alguien siquiera se entere de tu casta, habrás arruinado la única oportunidad que te quedaba de ser alguien útil".

En algún momento de su laguna mental, Jimin lo interrumpió abrazándolo. El alfa nunca le diría que en realidad podía sentir el pánico e inseguridad en su aroma, esperaría a que estuviera cómodo para contarle, y conociendo a Yoongi eso le llevaría un poco de tiempo.

Continuaron con la cena sin mayores inconvenientes más que las idas de Yoongi de vez en cuando. Se perdía en ciertas partes de la conversación pero Jimin siempre esperaba por él.

Cuando todo quedó limpio y ordenado, decidieron que era buen momento para tomarse un tiempo para ellos. Se sentaron en el sofá de la sala y buscaron alguna película.

Yoongi se sentía mejor, cálido por los brazos de su alfa rodeandolo y un tanto adormecido por su lobo ronroneando en todo momento.

—Tú nunca me dejarás, ¿no es así? —murmuró de repente— digo... tal vez luego de la marca realmente te des cuenta que no quieres a un omega como yo en tu vida y te canses...

Su autodespreciativo discurso fue interrumpido por los labios de Jimin. Se aferró a los rizos oscuros como si su vida dependiera de ello y dejó que sus pensamientos se difuniaran y pasaran a estar repletos de simplemente el suave tacto de los labios de su alfa.

—Escuchame bien, Gi, te amo sin importar que. Nunca podría alejarme del amor de mi vida, ni siquiera llevas mi marca todavía y mi alfa ya te tomó como su omega completamente. Te amo, y te lo repetiré las veces que sea necesario.

Yoongi terminó por sentarse a horcajadas en el regazo del alfa. Se abrazó a su cuello y aspiró el fuerte aroma. Estaba ahí, con su alfa, vivo y con ganas de sanar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro