1. A Unknown Girl
El sonido de la música sonaba fuerte opacando los gritos de las amigas de Jennie.
Esa vez, ella había ido de fiesta con ellas, quería estar lejos de su novio unos momentos, la asfixiaba en ocasiones, no podían culparla por eso.
Solo necesitaba algo de aire.
El licor que quemaba y raspaba ligeramente su garganta la mantenía en ambiente mientras bailaba en la pista, su vestido negro que abrazaba su figura hacia que ganara miradas interesadas, pero no estaba interesada.
Pará Jennie la gente en general no parecía demasiado interesante, chicos, los chicos eran algo simples a su vista.
Aveces le disgustaba el picor de su barba, o sus manos ásperas, ¡Tenía una piel algo delicada!
El ritmo de la música continuaba sonando, ella tomaba tragos de su vaso rojo, no sabía cómo se llamaba la bebida, pero sabía deliciosa.
Siempre que comenzaba a tomar, él sabor del licor le disgustaba, solo era cuestión de tiempo, dos vasos, o quizás seis y la bebida sabía tan bien que se tomaría tres botellas completas.
Su mirada se paseo por el lugar, sus amigas Jisoo y Rosé, estaban caminando al baño tomadas de la mano mientras se balanceaban.
¿Que iban a hacer?
Ni siquiera ella estaba TAN borracha, y ya debía llevar unos 7 vasos.
"¡Gracias por heredarme la resistencia al alcohol mamá!", pensó para sus adentros, continuando pasando su mirada alrededor, una bonita rubia se poso en su radar.
Ojos grandes, flequillo inmaculado aunque algo rebelde debido al sudor, cuerpo bonito, se veía atlética, nariz linda, labios grandes color rojo cereza.
Quizá era el alcohol haciendo estragos en su sistema, pero la mujer le parecía muy bonita.
Sus miradas conectaron, y recibió una sonrisa llena de coquetería que respondió, no sabía por qué, pero le llamó mucho la atención.
La rubia bonita camino algunos pasos y luego choco con una mujer de pechos grandes, parecían conocerse, ambas se miraron con intensidad y entonces Jennie presenció por primera vez como dos mujeres se besaban.
Veía los labios chocar con hambre, en una esquina del lugar, la rubia bonita tenía a la otra, se comían la boca con tanto desespero que por un momento Jennie sintió ese clásico cosquilleo en su parte baja, la forma en sus labios se movían y brillaban en un rojo cereza.
Se preguntaba si sabrían igual de bien.
"Pero que demonios piensas Jennie", se recriminó, retirando su mirada, camino al baño del lugar, buscaría a Rosé y Jisoo.
"Lo que me faltaba" volvió a pensar, mientras veía a las dos comiéndose la boca en el baño, "no sabía que eran lesbianas", rio para sus adentros, aunque ya se lo esperaba.
Viendo que no podía hacer más ahí, salió del baño topandose con la rubia bonita.
— ¿Estas sola? —preguntó la rubia de nombre desconocido—
— Mis amigas se están comiendo la boca, así que si, estoy sola —respondió alzándose de hombros, la risa de la otra sonó ligeramente, como un timbre agradable que hizo que su columna fuera atravesada por un extraña corriente placentera— ¿Y tu? —
— Solo vine a una despedida, ahora estoy sola —sonrió con coquetería, ¿sería muy atrevido de su parte pedirle un beso a la rubia bonita—
— Mmm, ¿y hay algo que necesites? —preguntó Jennie, sonriendo de medio lado, se habían acercado sin pensarlo demasiado, sus respiraciones chocaban con descaro mientras se acercaban más—
— Quizás, pero no se si te moleste —Murmuró la otra contra sus labios, sin poder contenerse demasiado e impulsada por la valentía momentánea del alcohol, Jennie conecto por fin sus labios—
El vaso cayó al suelo mientras ambas movían sus labios, se sentía tan bien como se veía, Jennie no podía expresar con palabras lo mucho que había deseado ese beso.
Los belfos ajenos color cereza, también sabían bien, el ligero sabor a alcohol le daba un toque lascivo al encuentro de sus bocas.
Como sus labios movían con la misma hambre que Jennie lo había visto, las manos suaves de la contraria acercando su cuerpo la cintura, mientras ella pasaba sus brazos por el cuello ajeno.
Se separaron debido a la falta de oxígeno, y Jennie pudo ver ese brillo destellar en los ojos de la rubia bonita.
De repente, el sonido de una arcada y después un ¡Rosé!, interrumpieron el momento, si mirar de nuevo a la rubia bonita, Jennie suspiro abriendo la puerta del baño de nuevo, Rosé estaba tirada en el suelo vomitando y Jisoo tenía la boca tan hinchada que parecía pato.
— No puedo dejarlas solas un minuto porque adiós a la normalidad —se quejo Jennie—
Haciéndose cargo de levantarla con la poca fuerza que tenía, Jennie se llevó a Rosé en dirección al auto, luego tuvo que volver por Jisoo, ya que se había quedado de pie sin moverse.
— ¡Hey! —la rubia bonita llamó su atención— Nos vemos el mismo día —
Tragando saliva Jennie asintió con lentitud, el alcohol parecía pasar de su cuerpo como un balde de agua fría.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro