Alexis caminaba junto a Ari, Rivers, Ama y Filis, los cuatro conocerían a la hermana del primer mencionado pues debido a su largo trayecto en el box Ari quería entrenar con ella con muchas ansias.

"¿Sí crees que acepte, Alex?" Preguntó la chica con una sonrisa entre nerviosa y emocionada.

"Sí, mi hermana es bastante alivianada." Dijo brindándole seguridad.

Al entrar al establecimiento su sonrisa se debilitó un poco, no quería ni pensar en como su hermana se comportaría apenas verlo pues eran bastantes llevados, se burlaban uno del otro frente a sus amigos, así era su relación, pero ella lo llevaba a los extremos.

Llegaron hasta una enorme chica pelinegra, sus lentes encima de su cabeza mientras veía un sparring, una de sus manos sostenía su mentón mirando todo con cautela mientras que la otra agarraba su propia cadera.

"Amanda, cúbrete más." Habló en voz alta y con una seriedad impresionante. "Y busca los golpes para encontrar sus áreas abiertas, no te alejes tanto."

Ari miró el Sparring con fascinación, tan pronto la chica dió la orden se notó el cambio de lugares a ganar, si lograba que la chica la entrenara estaba segura de que ganaría.

"Ava, llegamos." Habló Alexis alzando su mano para llamar su atención.

La chica se giró sonriéndole, fue entonces que los chicos notaron sus piercings y rasgos marcados, la verdad, su misma presencia intimidaba. Los ojos de Ava detallaron a sus acompañantes quedándose momentáneamente en Ari, ella alzó su mano saludando al notar esto.

"Ellos son los que querían saber de ti." Dijo Alexis señalado a su grupo con la mano. "Te hablé de la situación, ¿lo recuerdas?"

"¿Quien es a quien voy entrenar?" Preguntó Ava sin siquiera saludar.

Ari dió un paso al frente alzando su mano con algo de timidez ante ella. "Yo, es que me invitaron a La Velada del año y necesitaba entrenador. Alex nos dijo que podías entrenarme." Su timidez creció más al ver como los ojos ajenos la miraban fijamente con una expresión burlesca, momentos después la vió alzar su mano no tan alto deteniendo sus palabras.

"Despacio, princesa." Dijo Ava con una risa profunda y corta. "¿La qué?"

Por alguna razón, ese apodo con esa risa hizo que la chica castaña se sonrojara un poco. Lo encontró... ¿Atractivo?

"Es— Es un evento de Twitch donde streamers boxean." Ari hizo un rápido resumen, si no sabía qué era La Velada menos iba a saber quien era Ibai y todo eso.

Ava la escuchó en silencio, lamió su labio inferior, sonrió e inclinó su cabeza un poco hacía un lado al notar sus mejillas de color carmesí. Alexis lo notó y frunció el ceño, burlón, conocía a su hermana de sobra.

"Bien, mándame tu peso y altura." Dijo la más alta de todos. "Pero, para eso necesito tu número, por supuesto." Añadió.

Ari sonrió asintiendo sin pensarlo. "Está bien, muchas gracias." Estaba enormemente feliz al saber que ya tenía una entrenadora. Fue rápida en sacar su celular intercambiando números para sonreírle mostrando sus dientes una vez terminaron.

Ava le sonrió de vuelta y miró a Alexis, este mantenía esa expresión burlona. "¿Quieren comer algo en el restaurante de al lado?" Preguntó. "Está conectado al gimnasio y ya va siendo hora de el almuerzo."

Todos asintieron pasando al restaurante antes mencionado. Quackity golpeó levemente el hombro de su hermana y caminó junto a ella al pequeño restaurante, no logró hacer ni que se hiciera a un lado pero en su cara vió que la había molestado por un segundo.

[...]

Apenas llegar los cinco se sentaron, menos ella pues no había espacio para ella. En vez de pedir otra mesa o algo parecido, tomó una silla de otra mesa para sentarse junto a ellos.

"¿Y cómo se llaman?" Preguntó Ava nada más sentarse.

Filis tomó la palabra. "Mi nombre es Filis, ella es Ama, es mi esposa, ella es Rivers, y ya conoces a Ari."

Ava alzó las cejas interesada y extendió su mano hacia cada uno como saludo. "Yo soy Ava."

"Un gusto." Todos notaron la fuerza que tenía la chica con solamente tomar su mano, les dió la impresión de que si quería, podría romperles los dedos.

"Y yo Alexis." Mencionó su hermanito con burla, todos en la mesa soltaron una risita. La respuesta de su hermana fue un zape haciendo a sus amigos reír levemente más alto.

Todos pidieron sus respectivos platillos y rato después de una plática los pedidos de los chicos llegaron. Comieron mientras le explicaban a Ava todo lo que tenía que saber sobre La Velada, desde la anterior, hasta el hecho de que Ari iba a abrir la pelea de mujeres en este evento.

Ella escuchaba atentamente lo que Ari le decía, Alexis, por su lado, seguía con esa expresión de burla en el rostro, cosa que Ava no lo ignoró y lo miró unos momentos con interés en esa cara de menso que le veía.

"¿Quieres que le pida a el mesero que no le ponga cebolla a tu platillo, bebé?" Le preguntó a su hermano recordando las veces que de pequeño no se atrevía a pedir que no le echaran cebolla a su comida.

Rivers no tardó en soltar una risa, nada silenciosa y Alexis tomó una expresión avergonzada.

Sabía lo que estaba haciendo y honestamente, se lo había buscado por estar molestándola sin decir nada. "Ava..." murmuró.

Ahora ella formó una mueca burlona. "¿Qué pasó, enano?" Preguntó de nuevo con burla.

Rivers volvió a reír. "Te quedan esos apodos, te ves bien chiquito a su lado."

"¡Tú cállate, wey!" Exclamó el de gorro. "¡El burro hablando de orejas!"

Entre las cosas que hablaron en esa pequeña reunión se enteraron que el nombre de luchadora de Ava era Rhea Ripley. Por lo que habló Quackity, la chica tuvo muchas victorias, rara vez perdió una pelea y no sólo eran luchas, también pelea de kickboxing y boxeo, era una enorme máquina de golpes.

Ese día Ari quedó encantada con su nueva entrenadora. Era super genial, definitivamente quería entrenar con ella, sabía que ganarían.