Veinticuatro
— Hola cariño. — saludó Puppet levantándose de la banca donde se encontraba.
— Hey, ¿esperaste mucho linda?
— No, no tanto. — sonrió.
Caminaron a la salida, conversando del día de cada quién.
Siempre con la espina.
De haber engañado a quien amas.
O quizá no.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro