— ¡Freddy! — saludó Foxy golpeando la espalda del mencionado, para acto seguido abrazarlo por los hombros —, ¿Qué tal?

— Fox, hey, eso dolió. — Se quejó el castaño.

Se habían encontrado en la esquina de la calle dónde vivía Springtrap, desde lejos podía escucharse la música.

— Hey Puppet.

— Hey Fox.

Caminaron hasta la quinta casa, color amarillo mostaza, y entraron al lugar.

Fueron recibidos por una chica albina, con un rayo rosado; — Pasen. — dijo, y le guiñó el ojo a Freddy, quien solo rió. Era un juego, nada más.

A Puppet no le importó del todo, ella sabía que era amigos.

Freddy fue a saludar a los chicos de las otras secciones y Puppet hizo lo mismo con las chicas.

Pero a lo lejos Freddy vio a alguien, mientras saludaba a Deuz y demás.

Era un chico pálido, tan pálido que su piel parecía gris a la luz del sol. Tenia el cabello tan negro, que te podrías perder en el.

No tenía ni idea de quién era.

La duda lo invadía.