Treinta y uno
Fred estaba en clase, muy atento a ella, no le gustaba salir bajo, ni que le llamaran la atención.
Por algo tenía las mejores notas.
Una vez salieron al descanso saco su almuerzo y empezó a comer, Foxy se le acercó con comida en manos también.
— ¿Entendiste algo de lo que dijo el profesor?
— ¿Tú no? — Fred rió al ver la expresión de su amigo —, Es que nunca prestas ni un poco de atención, hombre.
— Claro qué sí, pero es que no puedo evitar desviar mis pensamientos...
Fred lo miro con confusión, hasta que entendió todo; — Es Golden, ¿no? Ese chico te trae loco.
Foxy desvío la mirada molesto, y murmuró; — Claro que no... Idiota.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro