Treinta y siete
Puppet iba camminando al lado de Freddy, él la acompañaba a su casa.
— Freddy. — hablo ella, sin conseguir que su novio la mirara.
— ¿Sí? — preguntó Freddy con la mirada pérdida en el horizonte.
Ella tomó su mano, y la presionó con fuerza; — Te amo... — susurró.
Ahora sí, el castaño la miró, pero con preocupación; — Yo también.
Llegaron a la casa de la albina y ella se despidió con un beso rápido del castaño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro