Treinta y dos
Salieron de clases, Foxy aún parecía molesto, así que Fred paso su brazo derecho abrazándolo y con un tono sarcástico dijo; — Oh vamos, Fox, ¿te molestaste por algo que no es verdad?
El pelirrojo reaccionó, tenía razón, sí no era verdad no debía molestarle. Y el hecho de que así fuera le molestaba aún más.
Pero de igual manera se dejó abrazar por su mejor amigo, eso lo ayudaba de cierta manera.
Fred desvió la mirada y como era costumbre encontró al castaño caminando de la mano con la albina.
¿Qué debería sentir justo ahora?
¿Celos? No eran nada, Freddy jamás dejaría a su novia por un chico como Fred.
Alto, pálido, piel perfecta, mejores calificaciones, trabajador, azabache, cariñoso, un galán... No, no lo haría, ¿verdad?
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