06
Omnisciente
Su descuidado andar era algo que lo caracterizaba, atrayendo las fugaces pizcas de atención por parte de los demás, quienes apartaban la mirada tras darse cuenta de que aquel chico pertenecía a un mundo distinto al de ellos, un universo propio al que pocas personas tenían acceso.
Aunque en una primera impresión podría parecer indiferente a lo que ocurriese a su alrededor; ignorando el entorno con miradas frías y una expresión seria e inquebrantable, el joven adolescente evitaba relacionarse con individuos que no conociesen su verdadera historia, temiendo ser herido por aquellos que prefieren juzgar antes de escuchar.
Giró su cabeza hacia ambos lados tras haber abandonado la sala de profesores, colocando su patineta en el suelo para luego montarla después de asegurarse de que no sería reprendido por ningún superior por rodar en los pasillos.
Se encontró en su salón pocos segundos después, saludando con un asentimiento de cabeza a sus dos mejores amigos antes de dirigirse a los asientos ubicados al final del lugar, donde los tres solían sentarse para pasar desapercibidos de la atención de los demás.
— ¿Qué es lo que traes ahí? — Preguntó uno de ellos con curiosas, haciendo que Dongmin no durara el lanzar el pedazo de cartoncillo en su dirección.
— Diría que es imposible que un estudiante reciba un reporte durante la primera semana de clases. — Comentó Donghyun al atrapar la boleta. — Pero al tratarse de ti, solo me queda meterme en problemas yo también para hacerte compañía en detención.
— No te preocupes, Hantae. — Aseguró Woonhak, colocando su mano sobre el hombro de su amigo para demostrarle su apoyo. — Leehan y yo nos encargaremos de armar un escandalo para poder obtener un reporte.
Sin lograr evitarlo, las comisuras de sus labios se elevaron. A veces sus mejores amigos podían ser más imprudentes de lo que pensaba.
— Agradezco su lealtad, pero no es lo que están pensando. — Afirmó. — Lean el informe, juro que los mataré si se atreven a burlarse.
A pesar de la advertencia dada, ambos prepararon sus gargantas para la sonora carcajada que las letras plasmadas pudieran causarles, siendo Woonhak el primero en reírse.
Dicha boleta, expresaba todos los estudiantes necesitaban mínimo un certificado actividad extracurricular para poder graduarse al final del año escolar, algo de lo que Han Dongmin carecía. Siendo que la mayoría de estudiantes solía llevarla durante su primer año de preparatoria, seguramente se vería obligado a interactuar con recién salidos de la secundaria.
— Me reiré más fuerte si terminas siendo compañero de alumnos de primero. — Declaró el menor, divertido.
— ¿Es en serio? — Cuestionó Donghyun al leer la nota por segunda vez, sin poder creerlo del todo. — ¿Acaso no te uniste al club de música en primer año?
— Deserté.
Una palabra fue suficiente para que los dos detuvieran sus risas, recordando aquel incidente que provocó que su mejor amigo abandonara las clases por algunos meses, regresando únicamente para realizar el examen de suficiencia para ascender al siguiente grado escolar.
— Bueno, dinos a qué club tienes pensado unirte. — Sugirió Donghyun, un tanto arrepentido de anterior pregunta. — Así nos postulamos nosotros también.
— ¡Será divertido! — Aseguró Woonhak. — ¿Qué actividades tienes en mente?
''Divertido'', Dongmin bufó tras repetir dicha palabra en su cabeza. Por nada del mundo se atrevería a arrastrar a sus amigos a más responsabilidades escolares de las que ya tenían —a menos de que se tratase de problemas—; por nada del mundo se dispondría a vivir bajo la lástima de los demás —mucho menos si se trataba de sus amigos—.
— No les diré, búsquense una vida.
Ambos jóvenes se miraron uno al otro, presionando sus propios labios para evitar reír o soltar algún comentario. Era muy bien sabido que cuando Dongmin decidía mantener sus cosas en privado, nada ni nadie era capaz de descifrarlo a menos de que él así lo quisiera.
Sin embargo, Donghyun no mantendría silencio por tanto tiempo.
— Solo queríamos ayudarte, maldito punk.
— ¡Sí! — Exclamó el otro. — ¡Ni pienses que te volveremos a ofrecer nuestra ayuda cuando tengas problemas en tu club!
Dongmin atrapó su labio inferior entre sus dientes para evitar reír, dirigiendo su mirada a la ventana que daba al patio delantero del edificio de los alumnos de último año.
— ¿Y quién les pidió ayuda? — Cuestionó. — Los estoy salvando de tener actividades extraarticulares, interprétenlo como un acto de heroísmo.
Esta vez, fue Woonhak el primero en notar la mirada perdida del pelinegro, tan perdida que parecía querer encontrar algo a través de una fracasada búsqueda.
— ¿La encontraste? — Preguntó burlón, logrando que uno de sus amigos se apartara de la ventana, mientras que el otro se dirigía a esta.
— ¿A quién? — Interrogó Donghyun, queriendo saber a qué se referían.
— A Lim. — Pronunció, haciendo que Dongmin rodara los ojos.
— ¿Qué te hace pensar que estoy buscando a Nara?
— Uhak no mencionó nombres.
Dongmin mordió su lengua suavemente al darse cuenta de su error, sabiendo que ser molestado por su crush por Lim Nara.
— ¿Cuándo te dignarás a hablarle? — Cuestionó el menor.
— Es molestamente popular, ¿cómo podría acercarme a ella?
— Tú también lo eres.
— Pero no en el buen sentido.
— Tal vez ella no piense que eres malo. — Opinó Donghyun. — Tú no eres malo.
— Si alguien tiene una impresión negativa de ti, es porque no te conoce. — Afirmó Woonhak. — Aunque no creo que Lim Nara sea del tipo de persona que juzga a los demás sin tener argumentos.
Dongmin asintió, él pensaba lo mismo, pero temía acercarse a ella y descubrir que la realidad era distinta a lo que asumía, prefiriendo tenerla como un flechazo inalcanzable al cual admirar desde la lejanía.
—Taesan. — Woonhak llamó su atención una vez más. — ¿Has vuelto a verla de camino a la preparatoria?
Negó ante la pregunta, decidiendo asomarse una vez más a la ventana, esta vez sin temer que sus amigos se burlasen.
— Me he estado quedando en la casa de mi padre.
Ambos abrieron sus ojos ante la sorpresa, debatiendo entre miradas si debían profundizar en el tema o simplemente dejarlo ir. Pese a ello, el pelinegro se apresuró a responder con la información que consideraba necesaria.
— Las cosas han cambiado un poco. — Informó. — La demanda falló a favor de mi padre, por lo que ahora podré quedarme entre semana en su casa.
Sus amigos asintieron, intentado procesar la información recibida lo más rápido posible. A veces les sorprendía la capacidad del mayor para guardarse cosas tan importantes.
— Se me hacía raro que trajeras tu skate a la escuela. — Opinó Donghyun, logrando que el menor le diera la razón. — Pero la casa de tu padre está cerca de aquí, debí asumirlo.
— Vayan a visitarme cuando me quede ahí.
Dongmin dedicó una sonrisa a ambos jóvenes, agradeciendo internamente que no indagasen en el asunto. Por otro lado, no podía dejar de pensar que, tarde a temprano, tendría que enfrentarse a conflictos más grandes, entre ellos, decidir con cuál de sus padres viviría de forma definitiva y a cuál de ellos visitaría.
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