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«Historia que participa en los Fairy Contest
Shipp: Vhope, canción: At my worst - Pink Sweat$, temática: Smut, etiqueta: winieminie »
El cielo se observaba despejado, ninguna nube hacía de obstáculo para el sol que brillaba con todo su esplendor esa mediodía calentando la superficie y provocando que los jóvenes universitarios que se paseaban por el campus buscaran refugió bajó alguna sombra, si era un árbol mejor, ya que esté abarcaba la suficiente sombra para que un grupo pequeño se reuniera bajo esté.
Hoseok observaba la risa de los demás jóvenes, llenas de vitalidad y energía, era contagiosa para él, consideraba que no debía haber un propósito concretó para sonreír, sólo hacerlo y ya, lástima que su amigo a su lado no pensaba lo mismo, Yoongi se encontraba estresado por el calor que sentía y no quería saber ni oír de risas, una amistad extraña pero que funcionaba.
—Yoonie —canturreo Hoseok para captar la atención del sujeto felino —Dejá esa cara de amargado, contagias malas vibras.
—Con tal nadie se acerque... —respondió Yoongi, era poco paciente para convivir con gente, Hoseok se consideraba afortunado de tener su amistad.
Bajó aquél árbol sólo reposaban Hoseok y Yoongi, nadie había llegado a pedir lugar con ellos por las buenas suposiciones del pelinegro, Yoongi transmitía irritación pura que ahuyentaba a los estudiantes universitarios, sin embargo, Hoseok decidió no pensar en eso y cerrar sus ojos al sentir los pequeños rayos del sol que se colaban por las ramas del árbol, respiró profundamente el aire que se sentía limpió, le gustaba mucho pasar sus ratos libres en el campus verde de la universidad.
Al cerrar sus ojos se intensificaron sus demás sentidos, entre ellos su sentido auditivo que logró captar el sonido de una risa que lo tenía en las nubes desde hacía vários meses atrás, abrió sus ojos para confirmar sus sospechas acertando al encontrar en la poca lejanía a la persona que lo hacía suspirar.
Kim Taehyung, el hombre de sus sueños de hebras marrones, nariz redondita, labios esponjosos y sonrisa cuadrada se encontraba a unos pocos metros de distancia de él junto con sus compañeros de facultad, se reía sin restricciones ni pena tal y cómo a Hoseok le encantaba, supuso que su novio había captado su mirada porque lo empezó a buscar hasta que chocó con su mirada, le guiño el ojo mientras le sonreía de manera coqueta, rápidamente se tapó con sus manos mientras su pecho temblaba, Hoseok se fijó que sus amigos le hacían burla, seguramente lo vieron cuándo le lanzó el guiño, sonrió de forma boba porque Taehyung estaba rojo de vergüenza y con sus cachetes rosados.
—Me dan asquito... —Hoseok se echó a reír por lo metido que era Yoongi, pero debía admitir que estaba muy enamorado de Taehyung al punto de ser melosos, aunque sus comportamientos tenían una explicación.
La pareja se había conocido en la universidad en sus primeros años, a pesar de ser ambos de facultades distintas, los dos eran los más mencionados entre la población estudiantil, Taehyung por ser un fuck boy, y Hoseok por un ser sin alma y rompecorazones, de parte de Hoseok los rumores no eran ciertos, el había tenido que mudarse de provincia para estudiar, cambiar radicalmente su estilo de vida para intentar acostumbrarse a la ciudad, no tenía ánimos de hacer amigos, los chismes los juntaron, Taehyung fue a buscar al supuesto rompecorazones una tarde que lo divisó por el campus y fué al cruzar miradas que sintieron ese chispazo pero no de amor, era tensión sexual, a pesar de que Hoseok era un inexperto total en el tema supo identificar la atracción que sintió por el pelimarrón, su relación al principio era meramente sexual, su primer bocado fué placentero a pesar de la inexperiencia de Hoseok, siguió su cuerpo y sus instintos, preguntaba de vez en cuando si lo que hacía estaba bien, los gemidos y lágrimas de Taehyung le juraban que si, luego de ese encuentro el pelimarrón se convirtió en una droga y repetían con mejores experiencias en cualquier sitio, no había vergüenza al hacerlo en cualquier parte de la universidad, aquello tenía impresionado a Hoseok, se encontraba muy cómodo con Taehyung, al principio no se mantenían juntos en sus descansos, se lanzaban miradas y guiños, pero nada más, todo para que no circularán rumores de ellos juntos, sin embargo, fuera de la universidad se juntaban a veces para tener más que relaciones sexuales, comían juntos y hacían las compras de sus habitaciones acompañados, el intentar conocerse surgió después de una botella de soju, hablaron tan fluido y con confianza que se dieron cuenta que los rumores de ellos eran sólo esos, palabras infundadas sin base.
Taehyung confesó que Hoseok había sido su primera vez, nunca antes había estado con ningún otro chico, había decidido que Hoseok fuera su primera vez porque también suponía que habían hecho su popularidad a base de mentiras, Hoseok sintió que lo habían visto expuesto, cómo el humano frágil que era, una persona que extrañaba su provincia, a su familia y conocidos, le confesó al pelimarron que él también había sido su primera vez, también pequeñas porciones de su vida, que no estaba arrepentido, Taehyung aquella noche también abrió su corazón, sentía que ya podía llamar "amigo" a Hoseok, su fama de fuck boy eran por un chico de malas intenciones que quería ligar con él pero que Taehyung rechazó sin miramientos, esté individuo empezó los rumores de que el pelimarron era un fácil, no tenía pruebas pero los rumores se regaron cómo pólvora, Taehyung no sabía cómo defenderse, la universidad era un nuevo mundo para él y no sabía cómo lidiar con aquello, el silencio fué su solución, dejó pasar todo y que hablaran de él lo que quisieran, al principio sus amigos estaban con él por popular o le daban la espalda, a los que se intentaban sobrepasar los mareaba con que excusas de tareas y salidas ya programadas, no encontraba el sentido a callar esos rumores si sólo era una voz, pero cuándo empezó a escuchar de Hoseok tuvo curiosidad, antes de sentir los pinchazos de atracción vió sus ojos y expresión decaída, en esa noche Taehyung se dió cuenta que sus sospechas eran ciertas, Hoseok era casi un igual, las mismas personas frágiles que se habían encontrado para hacerse fuertes mutuamente.
Aquella noche por supuesto que tuvieron relaciones, pero fué un reencuentro de cuerpos, Hoseok acarició sin apuro cada esquina de la anatomía del pelimarrón mientras Taehyung se deleitaba con la espalda ancha del pelinegro, fué lento y cariños, cómo si lo estuvieran haciendo por primera vez, ambas mentes se sintieron caer por el otro, dejaron todo fluir.
Su confianza fué creciendo con las semanas, ya no sentían la necesidad de ocultar que estaban relacionados, pasaban sus descansos juntos y sin escuchar las habladurías sobre ellos, no sintieron necesidad de prestar atención a aquello, ellas sabían quienes eran y sus intenciones.
Su relación siguió siendo sexual pero agregando la sutil mezcla de algo más que amistad, no lo podían definir, sentían que debían estar para el otro en las buenas y en las malas, no por obligación si no porque lo sentían su deber, Taehyung en varías oportunidades había terminado consolando a un Hoseok en llanto por extrañar a su familia o porque se sentía frustrado, y viceversa, el pelinegro complacía con cualquier dulce o comida a Taehyung cuándo se encontraba decaído por sus estudios.
Ambos se complementaban, sus sentimientos surgieron sin problemas, los motes cariñosos tales cómo: "cariño" o "bebé" empezaron a ser más naturales en ellos, eran dos personas imperfectas que entendían que su valor radicaba en los sentimientos que tenían por el otro, se tenían cómo prioridad.
Hoseok, volviendo al presente, se encontraba muy agradecido de que la presencia de Taehyung hubiera llegado a su vida sin importar el porque, ambos podían decir sin pena que estaban enamorados en una relación que estaba lejos de ser perfecta pero que funcionaba para los dos, eso era lo importante, sonrió con mucho cariño por sus pensamientos.
—En serio Hoseok, me dan náuseas... —lo sacó de su ensoñación Yoongi, esté lo miraba con terrible asco.
Hoseok sólo se carcajeaba porque sabía que era pura fachada, en realidad Yoongi estaba muy feliz por ambos, era uno de los pocos que no creía las historias anteriores de ambos.
Se calmó un poco al sentir su celular vibrar en el bolsillo y lo sacó por si era un mensaje importante, efectivamente lo era:
"¿Tú habitación o la mía?"
Alzó su vista hacía Taehyung que lo observaba, no podía distinguir bien su mirada pero no era necesario, sabía que en sus pupilas iba a encontrar lujuria por las escenas eróticas que estuviera recreando de ambos en su mente, con rapidez le respondió que en la suya, su habitación era la más cercana a la universidad.
(✿)
Luego de las clases, Hoseok, corrió rápidamente a su habitación, le había confiado a Taehyung las copias de sus llaves y sabía que ese día sus clases terminaban temprano, así que ya debía estar esperando al pelinegro ahí, la expectativa aumento en Hoseok ya que cada vez le gustaban más los encuentros entre ambos, siempre eran más alucinantes que los anteriores.
Corrió unos pocos metros hasta el edificio de su habitación y decidió subir por las escaleras de dos en dos, no había tiempo para ascensor, divisó su piso y camino para intentar calmarse antes de entrar a su pieza, respiró profundamente tres veces y luego ingreso la llave para entrar, dejó su bolso e intento quitarse los zapatos rápidos pero uno quería quedarse atascado y lo hacía perder segundos valiosos.
Se recostó a la pared para acomodar el calzado y quitárselo cuándo sintió esas calientes manos pasar por su pecho, una ascendía hasta tocar justo dónde quedaba su corazón mientras la otra descendía hasta posarse en su miembro entre sus pantalones, una respiración tibia hizo estragos en su nuca y le erizó la piel.
—¿Por qué tan desesperado, hyung?
Taehyung, sólo ese nombre pasó por la cabeza de Hoseok en ese momento, desamarro las agujetas del zapato y se lo quito sin verificar dónde, pegó su espalda al pecho del pelimarrón posando las manos en el culo de esté para acercarlo más a él, podía sentir cómo el miembro de Taehyung se estaba despertando mientras sobaban la longitud de su miembro, el pelimarrón había optado por dejar rastros húmedos de su lengua en el cuello de Hoseok para despertar la ganas más rápido.
Ambos jadeaban mientras se restregaban, Hoseok tomó las manos de Taehyung y cambió las posiciones, ahora se encontraban frente a frente, Taehyung se encontraba con la boca entreabierta y su respiración era pesada, sus ojos lo miraban de párpados caídos pero había lujuria, mucha lujuria en esos ojos, estrelló sus labios con los de Taehyung e inicio un beso duro que provocaba que sus respiraciones fueran erráticas, sus lenguas en una danza tan enredadas que sentían que con el mero beso podían tener su ansiado orgasmo.
Hoseok fué haciendo un camino con sus manos al miembro desantendido de Taehyung que seguía en sus pantalones, cuándo rozo la entrepierna sintió la dureza de esté, su mano empezó a realizar un vaivén por la longitud que arrancó un gemido de Taehyung, se separaron del beso y el pelinegro besó el cuello de Taehyung, lamía esa extensión de carne con devoción y dientes, no tenía mente para pensar en las marcas visibles, tenía que saborear a Taehyung.
Cuándo el cuello fue insuficiente y las manos no ocasionaban los mismos gemidos, Hoseok dejó de lado la parte superior de Taehyung y se arrodilló a la altura de la entrepierna, con agilidad quitó el botón y bajo el cierre del pantalón, los bajó hasta las rodillas y vió lo palpitante que se encontraba el miembro de Taehyung, bajó la piel que cubría el glande para ver mejor la excitación del pelimarrón, por la hendidura rebosaba su esencia que gracias a la piel que bajó se esparció por toda la cabeza del miembro.
—¿Por qué tan desesperado, Tete?
Escucho el chasquido de la lengua irritado, sin mucha vacilación paso su lengua por todo el glande ganándose un jadeo satisfecho de parte del pelimarrón, poco a poco iba chupando la cabeza roja e hinchada, Taehyung se apoyaba de la pared mientras sus manos, que estaban acariciando las hebras negras, se iban enredando en el pelo de Hoseok.
El pelinegro metía el miembro con lentitud para atormentar a Taehyung, agarrando con firmeza los pelos de Hoseok empezó a marcar su propio ritmo, cerró sus ojos para disfrutar más de la cavidad húmeda del pelinegro, esté de vez en cuándo rodaba su lengua por su glande, está acción hacía temblar al pelimarrón al tiempo que soltaba un gemido ahogado, sus caderas involuntariamente se movían cada vez más rápido.
Cuándo Hoseok necesitaba un descanso agarraba de las nalgas a Taehyung para que frenará un poco, esté se quejaba pero le concedía el descanso, cada vez estaban más cerca, se notaba incluso en su cara en la cuál se encontraba un ceño fruncido y sus dientes aprisionaban su labio inferior, soltaba respiraciones aceleradas por la nariz, aquello alentó a Hoseok a ser él mismo quién aumentará la rapidez de la mamada, soportaba las arcadas al escuchar los chillidos de placer, Taehyung en el último momento empezó a follar la boca de Hoseok con rudeza cuándo sintió que estaba cerca, su último hilo de pensamientos fué el gran placer que recorría todo su cuerpo y era expulsado en chorros dentro de la boca de Hoseok quién intentaba tragar pero había hilos que se escapaban de sus comisuras, liberó el miembro de sus labios y con sus dedos limpiaba lo que se había escapado, aquella acción no paso desapercibida para Taehyung que miraba con lujuria aquella escena, su hambre por Hoseok a penas comenzaba, no sabía que sería de él en el futuro.
Hoseok se paró en toda su altura quedando frente a frente con un Taehyung satisfecho pero con gana de más, con ambas manos acarició las mejillas del pelimarrón y le dió un beso esquimal.
—Continuemos en el cuarto —insinuó Hoseok.
Recibió una sonrisa cómo respuesta y no esperó más.
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