dos
Sus manos arañaban la ancha espalda que se balanceaba al compas de las embestidas, sentía un dolor placentero en su clavícula producto de la mordida que lo excitaba y que impulsaba su cadera a recibir los embistes, sentía que se iba a romper en mil pedazos mientras veía esas luces tan placenteras que anunciaban su orgasmo, gemia sin contenerse lo cuál alentaba más a su pareja que iba subiendo la velocidad, para hacer más placentera la situación su novio agarró su pierna y la subió a su hombro, haciendo más profunda la embestida y más guturales los gemidos, Taehyung empezó a agarrarse de las sábanas y esconder su cara en su antebrazo, pero sus jadeos eran imposibles de evitar.
El pelinegro agarró su cara para observar su desastre, su sexy desastre, lo recibieron los ojos llorosos de Taehyung que lo miraban con pura lujuria, veía cómo las lágrimas corrían por sus mejillas rojas mientras cerraba sus ojos a cada embestida, también observó su boca tan roja y maltratada por él, los labios de Taehyung de por si eran abultados, el cómo hacía muecas de dolor y placer por cada embestida que le propinaba, pero ahora eran un pecado por lo hinchado que estaban, lo más placentero era cuándo gemia, al pelinegro le parecía increíble que sonidos tan placenteros salieran de esa boquita, pero lo mejor era cuándo gemia una palabra.
—¡Hobi!... ¡Nhg!...
Lo gemia tan rico para el pelinegro que, a pesar de sentir que a penas se estaba construyendo su orgasmo, sentía que podía correrse con sólo escuchar eso, ese era el efecto que tenía Taehyung en él, y con nadie más sentía ese efecto.
Gruño cuándo empezó a sentir que la entrada del pelimarron lo apretaba, embestía con rudeza para poder sentir que su miembro era apretado por completo mientras escuchaba los morbosos ruidos que provocaban sus bolas contra las nalgas de Taehyung, intentó cambiar las penetraciones por unas más fuertes pero lentas, supo que había llegado al punto dulce del pelimarron por su gran grito-gemido y empezó a golpear ahí.
—¡Hobi, más! —Taehyung para reafirmar sus palabras empezó a mover las caderas para aumentar el ritmo pero intentando que Hoseok no dejará de golpear su próstata.
Hoseok en un ataque de desenfreno agarró la otra pierna de Taehyung y la puso sobre su hombro libre, sus dientes empezaron a morder los pezones su compañero que se encontraban con marcas rojas y rosadas, empezó a penetrar al pelimarron con mayor velocidad, sentía sus piernas cansadas pero el placer de Taehyung lo era todo para él, dando fuertes estocadas golpeaba la maltratada entrada del pelimarron que estaba hecho un desastre en gritos, chillidos, sudor, lágrimas y saliva, no tenía consciencia de cómo manifestaba su placer, pero si entendía que quería más y por ellos se aferraba con sus piernas a los hombros de Hoseok.
Sus liberaciones estaban cerca, ambos mantenían sus ojos cerrados tratando de disfrutar lo más que pudieran el orgasmo que los chocaba, sus gritos se combinaron, Hoseok intentó embestir un rato más a Taehyung pero sólo logró hacerlo unas dos veces más ya que sus piernas pedían clemencia e intentaban disfrutar el orgasmo alucinante que ambos habían tenido, sus ojos estaban fuertemente estrechados mientras esperaban que su sangre dejará de circular tan rápido y el orgasmo bajará un poco, ambos estaban en la misma posición, el miembro de Hoseok se agitaba cada vez que sentía la entrada de Taehyung apretarlo, iba a sacar su miembro pero las piernas de Taehyung le impidieron cualquier movimiento, seguían sobre sus hombros, y el pelimarron soltaba un quejido lastimero.
—N-no, Hobi hyung —la mueca de dolor que vió en la cara de Taehyung le dolió al propio Hoseok.
El pelinegro fue separando las extremidades en sus hombros lentamente, no sin antes darles un masaje, y se acercó a la cara de su compañero, mientras repartía besitos a sus cachetes empapados de lágrimas nuevas, odiaba ver llorar a Taehyung por cualquier razón que no fuera el sexo.
—Perdón, fuí muy brusco —Hoseok seguía con sus besitos mientras sus manos hacían masajes a las caderas del pelimarron.
Taehyung había cerrado sus ojos para disfrutar los mimos y así le pudiera doler menos cuándo Hoseok sacará su miembro, sin embargo, no contaba con que su propio miembro se fuera despertando después de semejante orgasmo, pero el cuerpo humano era impredecible.
Hoseok quedó congelado un momento al sentir el miembro de su pareja, sin embargo, no podía dejar de pensar en otra ronda, la entrada de Taehyung lo estaba apretando hace rato y él no era santo.
—Tae, ¿Acaso quieres, tú sabes, ir por otra ronda? —Hoseok le habló en medio de besos dulces, no quería que Tae supusiera que cómo él quería el pelimarron debía, Hoseok respetaba las decisiones de Tae más que las suyas propias.
Taehyung se sintió avergonzado y sus cachetes lo delataban, si quería ir por otro polvo, sólo el diablo era consciente de cuánto amaba tener relaciones con Hoseok, ya era su cuarta ronda, debería estar satisfecho, pero Hoseok despertaba emociones que nunca había experimentado, escondió su cara entre sus manos, impidiendo que el pelinegro siguiera besando su cara, pero esté sin querer dejar de besarlo empezó a hacerlo en sus manos.
—S-si quiero, hyung —dijo Taehyung con voz amortiguada por sus manos —P-pero quiero que sea despacio.
Taehyung asomó sus ojos entre sus dedos para ver al mayor, esté le devolvía una gran sonrisa, se agacho hasta seguir besando sus manos.
—Será a tu modo, Tae, guíame.
Taehyung lentamente descubrió su cara mientras el pelinegro seguía dando besos pero menos dulces y más fogosos, pasaba su lengua por el cuello ajeno dónde también dejaba sus mordidas suaves para crear un ambiente más lento, Tae llevó sus manos a la nuca de Hoseok mientras volvía a cerrar sus ojos y se dejaba arrastrar nuevamente a esa nube de placer, Hoseok intentaba ser lo más suave posible con el pelimarron, sus dedos se demoraban más de los debido en los pezones dónde Taehyung aumento sus gemidos ya que la zona maltratada le provocaba un doloroso placer, y el área del vientre, no le importaba si estaban sucios y mucho menos le importaba eso a Taehyung, quién por estar inquieto se movía con el miembro del pelinegro dentro de si a veces sentía dolor, a veces quería dejar todo así pero los besos y lamidas de Hoseok se lo impedían, quería ese quinto orgasmo con el miembro de el pelinegro dentro de si.
Sin embargo, Hoseok veía las muecas de dolor y él mismo tenía que frenar al pelimarron, sabía que estaba sintiendo placer y quería otro orgasmo, pero por su entrada no podría ser, Hoseok siguió repartiendo besos que se fueron convirtiendo en succiones que hacían delirar al pelimarron que no iba notando que el mayor iba sacando su miembro hasta que sintió la punta de esté casi saliendo e iba a protestar pero Hoseok fué más rápido y saco completamente su miembro, Taehyung no iba a mentir, le dolió mucho, el pelinegro inmediatamente de haber salido empezo a dar masajes en la abertura para minimizar el dolor.
—Perdón, perdón —besaba los cachetes que se estaban llenando de lágrimas mientras miraba el rostro comprimido de su Taehyung —Te estaba doliendo, bebé.
Hoseok secaba sus lágrimas con sus dedos delicadamente y estuvo con él hasta que se calmó y el pelimarron lo miró con un puchero.
—Hyung, yo quería otro orgasmo —Hoseok se rió y pegó su frente a la del contrario.
—Si tú quieres, bebé.
Hoseok agarró el miembro del Taehyung y fué masturbandolo poco a poco, los colores fueron subiendo en el pelimarron que se agarraba del hombro del pelinegro y jadeaba, el pelinegro iba aumentando de velocidad volviendo a mostrarle las constelaciones a Taehyung que viraba sus ojos mientras alzaba un poco las caderas para disfrutar la masturbada.
—Hyung... ¡Ah!, Tú también... ¡Ngh!.
El pelinegro no vió impedimento el acatar las ordenes de su menor y agarrando ambos miembros empezó a mastubarlos, Taehyung también quiso participar así que con su mano derecha ayudo a la izquierda de Hoseok que seguía en acción pero paro un momento para poder poner a ritmo al pelimarron.
El proceso era más fácil que con el coito, ambos estaban sincronizados, así que el cosquilleo habitual que sentían al acercarse sus orgasmos no tardo en llegar, sus caras eran las pruebas de que lo estaban gozando, sus gemidos los resultados de estar rozando el paraíso, Taehyung intentaba disimular su dolor pero Hoseok hacía lo posible porque no se moviera y él trabajar en todo, con su pulgar acarició la punta del miembro de Taehyung y un chillido escapo de su boca, estaban en el borde.
Las manos se volvieron más rápidas y cuando se sintieron entumecidos se corrieron, llegaron sincronizados, sus manos manchandose de sus esencias mezcladas, respiraciones aceleradas y miradas amorosas junto con sonrisas coquetas.
—¿Te bañamos? —dijo Hoseok en medio de su respiración errática a lo cuál Taehyung que se encontraba de igual manera asintió con su cabeza efusivamente.
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Gracias por la oportunidad (*˘︶˘*).。*♡
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