La wea
Parece que esto era mucho más problemático de lo que imaginaron.
Aunque Missa tenía buena intención al cuidar al bebé, debía entender que no era tan sencillo.
Primero había que asegurarse que el bebé estuviera a salvo.
De ahí hacer una pequeña investigación para saber porque estaba abandonado a un lado del portal.
Y ya si no obtenían información que los llevase a los verdaderos padres, podrían cumplirle el capricho al menor de adoptarlo.
Podían hacer eso sin tanta cosa, pero no era correcto.
No querían que al final su acción provocase problemas en el pueblo.
— Eres un coso lindo.— dijo Spreen teniendo al bebé entre brazos, que aunque se negó en un inicio a estar de niñera, sabía que debían mantener el calor y lo mejor era teniendo un osito cerca.
— Pensé que yo era el coso.— dice Missa con una pequeña sonrisa abrazando a Philza. Esto lo hacía más para evitar que sus hermanos siguieran con la idea de matarlo.
— Tenés que ceder el puesto si querés que estemos de acuerdo con esto.— al notar al pequeño ya dormido se lo paso a Rubius, quien tenía lista la vieja cuna de los chicos. Tenía muchas mantas, algunos peluches y habían buscado los aparatos de ritmo cardíaco que eran de Missa. Habia que asegurarse que estaba estable. Aún si lo más adecuado era llevarle al hospital, creían que tenían que mantener eso lo más discreto posible era mejor.
No todos los días encuentras un bebé que parece ser habitante del Nether.
— Pensé que el primero en hacerme abuelo sería Brayan.— lloriquea Vegetta tomando desprevenido al castaño porque hasta le hizo escupir el agua.
— ¿Y yo por qué?, Spreen también podría ser ya que su arañita volvió y bien que se... EY PÁRALE.— Spreen ya estaba dándole de golpes con la cuchara de madera.
— CÁLLATE VOS O CUENTO TODO.—
Mientras ellos pelean solo tenemos a los Rubegetta mirando con ternura a la cosita tan pequeña.
Su naricita de cerdito era linda.
Podían notar muy poco cabello en su cabecita.
Casi parecía un muñequito.
— Necesitamos salir a conseguir fórmula y biberones. Pero llamaría mucho la atención si va alguno de nosotros.— apenas estaban pensando en que hacer cuando Missa tuvo una excelente idea.
Aunque Philza no parecía estar muy contento con esto...
Phillip era discreto, ¿No?
Seguramente nadie vería mal que hiciera eso ya que recientemente su hermano se había convertido en padre.
Así que conseguir cosas de bebé era normal en su caso.
A menos que fuera un boca suelta y estuviera contando que Missa había elegido un pajarraco en vez de a él y no solo eso, que ahora tenían un bebé que seguramente mantenían en seceeto para evitar chismes.
Esperaron pacientemente, nadie se movía de sala.
Incluso Vegetta ya había comenzando a tejerle algo de ropa, Rubius quiso imitarlo pero cuando menos se dió cuenta, ya estaba atrapado entre todo el estambre y una aguja casi le picaba el cu...ello.
La puerta sonó y apenas la abrieron tenían a Phillip con un montón de bolsas a su alrededor.
— ¡Buenas!— comenzó a sacar todo mostrando que había traído seis tipos distintos de biberón, dos fórmulas especiales para recién nacido, algunas preguntas de ropa y un gran peluche de Kirby.— ¡Missa!
Se lanzó a abrazarlo mirando con burla al pobre de Philza que solo podía quedarse callado.
Que no quería darles más razones a la pareja de su novio para odiarle.
Y es que algo que era demasiado obvio es que Phillip para todos sería la pareja ideal de Missa.
Eran grandes amigos desde hace años, no tanto como Spreen y Roier, pero había una gran historia detrás.
Se completaban demasiado bien, había una conexión que todos veían y eso lo tenía un poco celoso.
— Hola... Philza.— saludó con un apretón de manos teniendo que aguantar un quejido de dolor cuando el rubio casi le rompe la muñeca.
— Hi, Phillip.— la tensión se sentía en el aire.
Brayan y Spreen estaban mirándolos divertidos mientras comían palomitas.
Missa sufriendo internamente porque no quería ver como volvían a pelear.
Vegetta sin prestar atención porque ya tenía listo un gorrito de cerdito y Rubius...
Se había quedado dormido en el sillón.
— Espero que les sirva esto. Le pedí unas cuantas cosas a mi hermano porque no sabía que talla sería adecuada para el bebé, el tema de la fórmula quise traer una normal y la especial por si tenía cólicos y el peluche es un regalo del futuro padrino.— okay parece que estarán tranquilos. — O futuro padrastro si Philza no se siente capaz.
Retira lo dicho...
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