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Capítulo veintiuno: Sí, en serio. Ahora.


-Creo que es una pésima idea. No.- ruedo mis ojos al escuchar por cuarta vez las mismas palabras salir de la boca de Steve. Paseo mi mirada por la sala de reuniones y parece que todos están pensando mas o menos lo mismo.

-Steve, ya lo hablamos. Si queremos información sobre lo que sea que sea la Fuerza Phoenix esa y para que la quiere HYDRA, tenemos que infiltrarnos en la escuela de Xavier. Los mutantes son un grupo muy cerrado, no confían en SHIELD ni en los Vengadores, así que es muy poco probable que nos vayan a ayudar si simplemente vamos a preguntar.

-Si, ¿pero por que tú? ¿Sola? Es un edificio lleno de gente con superpoderes, Sam. ¿Y si algo va mal?

-Justo por eso tengo que ir yo. Soy la única en el equipo que tiene poderes. ¿Qué va a hacer Clint si le piden que muestre su mutación? ¿Cagar una flecha?

-Demasiado gráfico Sam.-se queja Tony.

-Perdón. Además, soy la única cuya cara no estuvo plasmada en todos los medios. Yo todavía soy una desconocida, aprovechemos eso. ¿O crees que si vas tú no van a darse cuenta de que eres el motherfucking Capitán América, héroe nacional?

-Jordan va a estar conectada en todo momento. Y todos ustedes van a estar cerca en caso de que necesite ayuda. Aunque preferiría que no pasara nada, porque las relaciones con los mutantes ya son bastante tensas de por sí, lo que menos necesitamos es un conflicto Vengadores/X-Men.- agrega Fury.

  A veces siento que estamos teniendo esta conversación hace tres años. A ver, entiendo que ahora se preocupa por mí, y juro que no estoy enojada, porque después de todo, estamos hablando de un edificio lleno de gente rarita versus yo, la espectacular pero aún así limitada Samantha Jordan. Pero aún así. Vamos, hombre, ten un poco de fe.
Steve me mira como con ganas de decir algo más, pero le pongo cara de perrito mojado. No es el único hijo de puta que puede hacer eso. Larga un suspiro resignado y asiente con la cabeza.

-De acuerdo. Si no hay más opción.

                                                                                ***************

  Golpeo débilmente la puerta de la mansión Xavier. SHIELD me dejó a varios kilómetros de distancia, para que no nos capte ningún radar (o mutante) que estos tipos tengan por ahí. Estiro las mangas del sweater viejito que conseguimos para darme un look más "inocente". La idea era dar una vibra de "Mi cuerpo está haciendo cosas raras que no entiendo, mi familia me echó de casa y estoy muy asustada". Así que nada de cuero, y nada de negro. Sufro.
  Me abre la puerta una mujer con cara de sabia, cabellos blancos y rostro bondadoso. Me mira amablemente, antes de preguntar qué se me ofrece.

-¿E-E-es ésta la escuela Xavier para...para..-tartamudeo. DENME MI OSCAR, GENTE. Si no era Vengadora, era actriz. Su cara se suaviza aún más y me ofrece su brazo mientras me abre la puerta y me hace entrar.

-Llegaste al lugar correcto. ¿Cómo te llamas?

-Sam. Sam Jordan. –respondo. Quedamos en que lo mejor era mentir lo menos posible para que no sean capaces de detectar la mentira tan fácilmente.

-Bueno, Sam. Sígueme, creo que te gustará conocer al profesor. Dime, ¿se desarrolló tu mutación y no sabes controlarla, o...?

-Si, eso. Me echaron de mi casa y... escuché de este lugar. Sé que no estoy exactamente en edad escolar, pero no sabía a dónde más ir...-Me largo a llorar un poco y me mira con lástima. Me pasa una mano por la espalda y me guía a través de un corredor hasta una gran puerta de roble mientras me reconforta.

-Tranquila. Este lugar está lleno de gente como tú. No estás sola. Si necesitas algo, mi nombre es Ororo, pero todos aquí me llaman Storm. Voy a hablar con el profesor un segundo y ya vuelvo contigo.- Dijo, y desapareció dentro de lo que pude ver fugazmente como una oficina.

-"Las lágrimas fueron pasarse un poco de la raya. Exagerada.
"-dice una voz en mi oído, y me sobresalto. Maldito Steve. Le voy a responder, pero en ese momento se abre la puerta nuevamente. Dentro de la estancia me están esperando quien presiento que es Charles Xavier, un hombre calvo en silla de ruedas; y otro tipo bastante musculoso y peludo, con cara de pocos amigos.

-Bienvenida, señorita Jordan. Mi nombre es Charles Xavier, director de esta escuela. Storm me dice que has desarrollado tu mutación. Este lugar siempre estará abierto para usted. ¿Quiere contarme un poco sobre lo que puede hacer?- Miro nerviosa alrededor de la habitación. Tiene que parecer que no sé muy bien lo que hago. Asiento levemente, cierro los ojos y finjo concentrarme mucho. Hago que tan solo salgan de mi mano una pequeñísima llama y algunas chispas, que se apagan enseguida largando humo. Largo un suspiro, "frustrada".

-Es peor cuando me enojo o pasa algo...-Aclaro. Xavier asiente. Comparte una mirada con Peludo, quien procede a cerrar la puerta de la oficina. Con llave. Mierda.

-No se asuste. Últimamente hemos tenido algunos... invitados indeseados. Por lo tanto nos hemos visto forzados a tomar un par de precauciones necesarias para la seguridad de los estudiantes. Entre ellas, una pequeña evaluación para los recién llegados, por decirle de alguna forma.

-¿Evaluación? Pero yo no se hacer nada.- Esto cada vez me cada vez más mala espina.

-Tranquila, no tendrá que hacer nada. Verá, mi mutación me permite leer los pensamientos de la gente, ver sus recuerdos, sus intenciones y darme una idea de quienes son. Seria una especie de escáner general, no vería nada privado. No tiene nada de que teme.- Sonríe.

  Mierda mierda mierda. Piensa rápido Jordan, vamos.

-Uhm. No...no se si me siento muy cómoda con eso.- me estiro las mangas del sweater de nuevo y evito hacer contacto visual directo. Hombros bajos y hacia adentro, para hacerme más pequeña.

- ¿Por qué? Si no tienes nada que ocultar no debería haber ningún problema.- dice el Peludo, sin abandonar su lugar junto a la puerta.

-QUE NO QUIERA A UN EXTRAÑO REVOLVIENDO MI CABEZA NO QUIERE DECIR QUE TENGA ALGO QUE OCULTAR. – Storm pega un saltito para atrás, y los tres me miran extrañados. Carajo. – Uy, em. Perdón, a veces me pasa que me sulfuro y... y...- HAZ ALGO JORDAN.

  Me largo a llorar. Fuerte. Meryl Streep quien te conoce.
  Storm se acerca a ponerme la mano en la espalda y escucho la voz de Steve:

-"Sam esto se está poniendo feo. Hay que sacarte de ahí. Misión abortada."

-¡No! – digo en voz alta sin darme cuenta. Storm se echa para atrás, algo herida, pensando que le hable a ella. – Eh, digo. Que por las dudas no te acerques. No me controlo mucho.

-Le aseguro, no va a pasarle nada señorita Jordan. Tome asiento. - Miro a mi alrededor pero no hay escapatoria. Me siento frente a Xavier, bajo la mirada expectante de Peludo y Storm. – Cierre los ojos. Relájese.

-"Sam sal de ahí, ahora."

-¡No puedo! - exclamo.

-Si, puede. Tengase confianza, esto no duele. – me asegura Xavier con una sonrisa paciente.

  Mierda. Bueno hasta acá llegué. Se van a enterar de todo y Peludo me va a masticar en cachitos, me va a usar de huesito. Voy a ser el juguete de perro de un tipo que parece el que cuidaba la puerta del club de rudos en ese capitulo de Bob Esponja. ¿Lo vieron, no? Es un muy buen capítulo.
 
  JORDAN DE VUELTA AL VIEJO QUE TE VA A LEER LA MENTE.
 
  Cierro los ojos e intento concentrarme en algo que no sea el hecho de que estoy aquí por una misión supersecreta para SHIELD intentando robarles información; lo que por supuesto hace que lo único en lo que pueda concentrarme es el hecho de que ESTOY AQUÍ POR UNA MISION SUPERSECRETA PARA SHIELD INTENTANDO ROBARLES INFORMACIÓN.
 
  No, Jordan, piensa en...eh. Perritos, perritos. Cachorritos. Cachorritos corriendo. Perritos durmiendo. Perritos confundidos. Cara de perrito confundido. Steve hace esa cara a veces. Steve. Steve Rogers. Steeeeeve y Sam. No. Sam y Steve. Mejor. Sam Jordan y Steve Rogers. Señorita Rogers. No. Señorito Jordan. Huh. Quizas sea mejor que cada cual conserve su apellido.
 
  De repente siento una leve presión en la cabeza, que va creciendo y creciendo. Es como una puntada adentro de mi cerebro, como si alguien estuviera intentando hacer un agujero. Me aferro a los costados de la silla con fuerza y suelto un quejido. ¿No que no iba a doler, viejo mentiroso?


-¡AHHH!- Se escucha una explosión y un golpe. Abro los ojos y veo que la silla de Xavier salio disparada hacia atrás, Peludo y Storm corriendo a su lado, papeles en llamas volando desde el escritorio por toda la habitación.

-"¿¡Sam que fue eso!? ¿Estas bien?"

-¿En donde aprendiste a hacer eso? –pregunta el profesor, sin aliento, mientras lo ayudan a acomodarse en la silla.

-¿A hacer el qué? Le digo que a veces pierdo el control. – Si soy sincera no entiendo lo que acaba de pasar en absoluto pero bueno. La misión sigue en pie.

-Eso no fue perder el control. Si vamos al caso, fue todo lo contrario. Solo un mutante muy poderoso y muy bien entrenado podría hacer lo que acaba de hacer. Ciertamente no alguien que dice no saber usar su mutación. Pero es imposible. Solo lo había visto una vez y... es imposible.– me acusa, perdido. Carajo. A su derecha, Peludo se incorpora y mueve las manos Y POR DIOS QUE MIERDA. TIENE GARRAS DE METAL SALIENDOLE DE LA PIEL. ESO DEBE DOLER. PERO ME VA A DOLER INCLUSO MAS A MI. PENSE QUE LA MUTACION DE PELUDO ERA SER PELUDO.

-"Voy a entrar."

-NO. Eh. Quiero decir. No entiendo de que me esta hablando. Y eh, francamente su amigo me esta poniendo muy nerviosa con esas manos de tenedor que tiene ahí. Creo, creo que este Instituto no es lugar para mi. Demasiado elegante. Asi que si me abren la puerta me voy. Eso.

-Tu de aquí no sales. Al menos no viva. – PELUDO HABLA. Y CUANDO HABLA DICE COSAS FEAS.

-GUARDA LOS TENEDORES DONDE ESTABAN.

-Logan. – Xavier pone una mano sobre Peludo. Ah, Peludo tiene nombre.

-Bueno. Viva. Pero no sale igual. – Y con eso se abalanza sobre mi mas rápido de lo que se puede decir Nueve de cada diez perros prefieren Dog Chow pero Peludo prefiere Jordan cruda. Que siendo honestos es una frase larga y que lleva bastante tiempo decir, por lo que la velocidad a la que se acerca la bola de pelos podría no ser muy impresionante pero créanme que lo es y AH JORDAN TENEDORES. CORRE. CORRE ESTUPIDA.

-Okay bueno. Ya que no me van a abrir la puerta lo hago yo. UN PLACER CONOCERLOS.- Armo una bola de fuego y vuelo la puerta en pedazos. Me largo a correr por los pasillos del instituto, seguida de cerca por esa BESTIA, e intentando evitar la masa de alumnos confundidos, que están cargados con sus propias mutaciones.

  Intento tirar un par de llamaradas para atrás sin mirar, y un par para adelante para abrirme paso.

  Hago mierda la puerta principal y salgo al enorme patio, con arboles mas viejos que Steve. 

 Hablando de Steve, lo veo venir corriendo por el otro lado, y meterse de lleno al edificio por una ventana. PERO SI SERA IDIOTA. A través del agujero donde antes estaba la puerta, veo pasar a Peludo, que escucho el ruido y se dirige en la dirección de Steve, seguramente pensando que soy yo. Ruedo los ojos, suelto una maldición y vuelvo a entrar al lugar en donde me quieren matar porque sino Steve va a ser picadillo para perros.

-STEVE, SAL DE AHÍ PEDAZO DE IDIOTA. –Grito, esperando que todavía tenga puesto el comunicador.

-"Sam, ¿en donde estas?"

-ESTABA AFUERA IMBÉCIL. PERO AHORA ESTOY ADENTRO DE NUEVO. PORQUE NO TE PUEDES QUEDAR QUIETO NI DOS MINUTOS. PERO MUÉVETE PORQUE HAY UN TIPO PERRO YENDO EN TU DIRECCIÓN Y ESTA ENCABRONADO.

-"¿PARA QUE VOLVISTE A ENTRAR IDIOTA?"

-¿PARA QUE ENTRASTE TU?
-"PARA BUSCARTE"

-BUENO AHORA TE ESTOY YENDO A BUSCAR YO. – Silencio. Estática. - ¿STEVE? MIERDA.

  Estoy dando vueltas por los corredores, porque este lugar es un puto laberinto. Hay alumnos asustados corriendo por todos lados, lo que solo dificulta el moverse con tranquilidad.   

  Finalmente llego a un área que parece bastante despejada, cuando siento un dolor increíble por todo el cuerpo y un choque eléctrico me lleva volando hasta una pared. Antes de que me pueda preguntar que carajo le hice yo a Thor o por que se piensa que este es un buen momento para cobrar venganza porque le robe una de sus capas, un viento descomunal me da vueltas y me la doy contra otra pared mas. No es Thor, no. Es Storm.
 
  Con razón le decían Storm.
 
  No son muy buenos con los nombres, es algo literal.
 
  Si me hubiera unido a los X-Men me hubieran puesto algún apodo muy tonto, como Piromaniaca o algo asi.
 
  ¿Qué? ¿Cómo que ya existe un Pyro? Pero estaba haciendo una broma, no pensé que era en serio.

-Logan, la encontré. – Dice Storm, con una voz fuerte como trueno y una cara de da un miedo terrible. Pense que esta señora era buena pero estoy a nada de hacerme pis encima. Intento levantarme con todo el cuerpo dolorido pero el mismo viento de antes me levanta en el aire y me mantiene fija.

  Peludo aparece por una esquina y gracias al cielo, no hay señal de Steve. Storm me suelta, en una forma para nada delicada, y él me apunta con las garras.

- ¿Para quién trabajas?

-Para tu mami. –AY PERO SI SERA HIJO DE PUTA. Me toco el brazo, que me empieza a sangrar. Es un corte superficial, pero el muy idiota puede hacer mucho mas daño con esos tenedores. Se esta conteniendo.

-Te lo voy a preguntar una vez más. ¿Para quién trabajas? ¿Magneto? ¿El gobierno? ¿EH?- Una de sus garras se acerca peligrosamente a mi ojo derecho y como no tengo ganas de parecerme a Fury, lo empujo hacia atrás con una bola de fuego. Temporalmente noqueado contra la pared, empiezo a pelear con Storm, fuego, viento y rayos por todos lados. Peludo se levanta y yo ya estoy preguntándome como carajo voy a pelear contra dos mutantes yo sola cuando un escudo lo golpea en la espalda y lo manda directo al suelo.

  Nunca estuve tan feliz de ver ese escudo.
  Peludo se levanta con un gruñido y se abalanza contra Steve, que acaba de recuperar el plato volador, y ahora al caos de mi pelea con Storm se suman los choques de metal con metal, Fuego vs. Viento, Garras vs. Escudo.
 
  Steve y yo quedamos espalda contra espalda, giramos, damos vueltas y vamos en perfecta sincronía. Salto sobre el escudo y BAM, caigo sobre Logan, hacemos el truco de rebotar mi fuego en el escudo, me defiende de Storm para que pueda aterrizar. Hay algo extraño e impresionante en el balance que encontramos en medio de tan caótica batalla.
 
  Y de repente, silencio.
 
  Por alguna razón, todo el mundo dejo de luchar. Hasta Steve. Y entonces me doy cuenta de que no es por decisión propia: nadie parece ser capaz de moverse. Nadie excepto yo.
 
  Si no estuviéramos en una situación limite, la forma en la que Xavier rueda al centro de la habitación completamente destrozada como si fuera un domingo en el parque seria casi cómica.
 
  Bueno, a quien engaño, es cómica igual.

-Creo que esto ya ha llegado bastante lejos. –todos caen al suelo, recuperando el movimiento. Sin sacarle los ojos de encima a Xavier, me acerco a Steve y lo ayudo a levantarse, los dos alertas por si la batalla vuelve a empezar. Pero los dos mutantes parecen contenerse, intercambiando miradas y seguramente algún que otro mensaje telepático con su líder. –Resolvamos esto como personas sensatas. Estoy seguro de que ha habido algún malentendido.

-¿Malentendido? ¿Acaban de molernos a golpes y tú hablas de malentendidos, Charles?- gruñe Peludo.

-Creo que TODOS estábamos intentando matar a TODOS.

-Sam, no es un buen momento.

-Asi que tu nombre si es Sam. ¿Y el resto? – Storm me mira con desconfianza. Cruzo miradas con Steve y asiente cauteloso.

-El resto es mentira. Pero no con mala intención. Me llamo Samantha Jordan, eso es verdad. No soy mutante, soy un experimento fallido. Y este es Steve Rogers, también conocido como el Capitan America. Él también es un experimento, pero el suyo salio bien. Y venimos de parte de los Vengadores.

  Otro gruñido y Peludo se cruza de brazos.

-Lo único que faltaba, que vengan a molestar ustedes también.

-Hey, quizás si no fueran mas cerrados que una comunidad de mormones no tendríamos que armar un operativo entero para hacer un par de preguntas.

-¿Preguntas sobre qué exactamente?

-Asumo que están familiarizados con el trabajo de una asociación llamada HYDRA. –explica Steve- En nuestra ultima misión encontramos pruebas de que están intentando contactar a un ser del espacio exterior, y los últimos en comunicarse con dicho ser fueron ustedes.

-No se quien te metio esa idea en la cabeza niño bonito, pero nosotros no hablamos con los aliens.

-HEY, solo yo trato mal a Rogers, Peludo. – lo amenazo.

-¿PELUDO? – TENEDORES. TENEDORES.

-LOGAN. – Gracias Storm.

-Como decía, -continúa Steve – este ser es conocido como Fuerza Phoenix. ¿Les suena familiar?

  Hasta yo puedo ver el dolor en las caras de todos cuando escuchan las palabras Fuerza Phoenix. Pero la peor de todas es la de Logan, que evita la mirada del profesor y parece enojarse aun mas.

-Pensamos que después de la ultima vez, nos habíamos desecho de...después de lo que paso. La Fuerza Phoenix se llevo a una de las nuestras.

-¿Jean? – pregunto suavemente.

-NO. Digas su nombre.- Logan me fulmina con la mirada y puedo ver que no se anda con juegos. Asiento rápidamente.

- Queriamos saber que había pasado cuando se enfrentaron a ella para estar preparados. –Steve continua la conversacion en un volumen bajo y todos lo seguimos, como si tuviéramos miedo de que si hablamos muy alto algo se va a romper. Y ese algo tranquilamente podría ser Logan.

-La Fuerza Phoenix tomo a Jean Grey como huésped, y se hizo muy poderosa. Si no la hubiéramos frenado, hubiera acabado con todo el planeta. El Phoenix no entiende a razones, es un ser voraz que solo buscar arrasar con todo a su paso. – Explica Storm. Asiento y siento que el profesor me esta mirando.

-Si me permite, ya que nosotros estamos siendo honestos con ustedes: señorita Jordan, ¿le molestaría decirme cual exactamente su conexión con la Fuerza Phoenix?

  Frunzo el ceño.

-Eh, ninguna. Lo juro. Solo el nombre. Y ni siquiera fue a propósito.

-Señorita Jordan, lo que sentí cuando intente entrar en su cabeza solo lo había visto una vez en mi vida. Jean Grey era la única persona que podía impedirme la entrada de esa forma, y en gran parte debido a lo que la ataba a la Fuerza Phoenix. Para que usted haya hecho lo que hizo, sin ser mutante ni tener conocimientos en telepatía, su lazo con el Phoenix debe ser incluso más fuerte que el de Jean.

-¿Y eso que quiere decir? – pregunta Steve, preocupado.

-Creo que la ultima vez que estuvo en la Tierra, el Phoenix se aferro a Jean porque no encontró lo que realmente estaba buscando. Y que quizás esta vez, con su poder renovado, finalmente pueda hallarlo. Creo, señorita Jordan, que usted es el verdadero y único huésped de la Fuerza Phoenix.

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